SAN LORENZO, SANTA FE: EL POLIMORFO OVNI (05 JUL 1968)


Una de las mas grandes oleadas mundiales es la manifestada en 1968. Un año prodigo en noticias de avistamientos de ovnis con ocupantes, registrandose en la Argentina 12 informes de esta clase, comprendidos en un periodo aun menor, entre junio y noviembre.

El 6 de julio el diario Cronica, de Rosario, informa a sus lectores que en la vispera se presento en la redaccion el padre de la joven Olga Rosell de Montironi, denunciando que su hija habia visto un inusual elemento aereo desde su vivienda en la localidad santafecina de San Lorenzo, a unos 35 Km. de Rosario. Trasladados al lugar, recogieron su testimonio:

“Eran las 4,30 de la mañana -dice la Sra. Olga- cuando mi esposo salio de casa a su trabajo. Instantes despues, adverti un ruido extraño. Abri la ventana del dormitorio, pues note un zumbido extraño y mucha claridad. Me encontre que sobre una vivienda retirada a no mas de 50 m. cruzaba una especie de nave espacial del tamaño de un automovil. Era luminoso y en su interior alcance a divisar algo asi como personas con vestimentas…”.

“Al preguntarsele si el fenomeno fue visto por otras personas, nos dijo que si. ‘Claro que si; las señoras Irma Gomez y Luisa Acosta, tambien lo vieron’”. Estas explicarian luego haber sido testigos del fenomeno ante la llamada de auxilio de Olga.

“La nave espacial -agrega- se traslado hacia el norte, justo sobre el cementerio de San Lorenzo. Alli estuvo detenido durante mas de 15 minutos, volvi a asomarme y comprobe que la nave estaba en el mismo sitio. Pero pude observar que, tras breve descenso, se desprendieron como filamentos rojizos. Finalmente se desprendio un objeto menor y redondo, que emprendio raudo vuelo, mientras ‘la nave’ se desplazaba hacia el sur. Durante un instante el cielo tenia el aspecto de una puesta de Sol. Eran las 5 de la mañana…”.

Conocido el episodio, a traves de las fuentes periodisticas, escribimos a Olga Rosell de Montironi (nacida el 8 de diciembre de 1944), requiriendo de ella mayores datos, para lo cual adjuntamos una planilla de informacion tecnica. Diecinueve dias despues de ocurrido el caso -esto es, el 24 de julio de 1968-, la testigo nos remitio su pormenorizado informe, quedando dispuesta para cualquier nueva consulta (¡la cual se produciria 16 años mas tarde!).

Una sintesis de lo expuesto es la siguiente: “En momentos de la observacion el cielo se hallaba despejado, con una visibilidad escasa, debido a que no habia Luna y aun era de noche”, declara la testigo. Hacia frio y se registraron heladas, aunque Olga reconoce haber sentido en esos momentos calor, presa de un estado de nervios[1].

“El plato volador -dice- se desplazaba de oeste a este y al llegar a unos 500 m. de donde lo veia, se elevo a unos 1.000 metros, desvio al sur y observe que se detenia y bajaba otro muy pequeño por un ‘hilo’ muy rojo y de igual luminosidad. Asi estuvieron flotando en el aire 3 a 4 minutos, hasta perderse muy alto, hacia el oeste”.

La velocidad de los objetos era muy lenta, excepto el mayor cuando se perdio en el horizonte sur, siendo muy parecido a una puesta de Sol. Este tendria muchos metros de longitud. Comparado con la Luna, su tamaño visual era ‘mas grande’, y su forma “muy similar a las que se ven en diarios y revistas” (sic).

Ambos eran intensamente rojos y blancos, luminosos, produciendo variaciones mientras se desplazaban. La duracion total estimada del avistamiento fue de unos 15 minutos.

Es importante consignar que la forma del primer objeto fue modificandose paulatinamente. Al principio, se lo observaba como una masa informe, de unos 3 m. de diametro, con luminosidad roja. Al elevarse, fue elongandose y adquiriendo una coloracion blanca en la zona central y sus extremos rojos. Finalmente, al recorrer parte del cielo hasta perderse, su forma era plana en su base con unas protuberancias arriba, en tanto que su coloracion mudo al blanco, salvo su borde superior que presentaba una suerte de “luminosas ventanillas” rojas.

Cuando se alejaba, Olga Rosell salio a la calle y desde la esquina pudo observarlo mejor, por tratarse de una zona de pocas y bajas edificaciones.

En ningun momento del relato hizo referencia a la percepcion de los presuntos ocupantes que mencionaba la version periodistica, asi como otros detalles.

A pesar de tal omision, en noviembre de 1984 nos propusimos tomar contacto personal con la testigo.

Bien dispuesta para la entrevista, su narracion fue la siguiente:

“Desde hacia varios dias atras del caso, venia escuchando en horas de la madrugada, junto con mi esposo angel P. Montironi, un zumbido en el interior de nuestra vivienda (sito en la calle W. Morris al 2.300), sin poder determinar su procedencia. Inspeccionabamos dentro y fuera de la casa, y nada. Una mañana -una de las tantas en que el se iba a trabajar-, persisti en la idea que podria venir de afuera, y entonces -a eso de las 4 o 4,20 horas- levante la cortina de la ventana del dormitorio que da al oeste y veo del sector sur como una puesta de Sol, anaranjada, que venia subiendo. Venia agrandando y achicando su tamaño, era como una pelota de futbol. Siempre en color anaranjado, como un Sol, pero no iluminaba.

“Subia por aquella casa -señalando una vivienda vecina-, pero por la vegetacion no lo podia observar demasiado. Asi que largue todo y fui hacia el patio. Una vez ahi, comprobe que ya estaba achicando y tomaba la forma de un sombrero, aproximadamente del ancho de un automovil, un metro y pico. Las plantas de los fondos seguian entorpeciendome la vision. Entonces corriendo, sali a la calle, cruce la de la esquina a un descampado y estaba el ‘sombrero’ ese, detenido en el espacio y de ahi bajaban dos mas, luminosos, con luces azules y reflejos anaranjados. Bajaron como si lo hicieran por un hilillo de color azul, un celeste bien visible, luminoso, con otro platillo mas pequeño, y otro hilo tambien, con otro platillo por debajo. Quedaron flotando un instante en el aire, no se cuantos minutos.

“Habia quedado muy transpirada, tenia un camison, aunque esa mañana cayo una helada. Pense que seria por un calor que irradiaba la tierra, o si era debido a mis nervios, mi ansiedad por ver todo lo que estaba presenciando. Nunca deje de mirar el cielo. Es asi que grite a unos vecinos, pero sin detenerme, segui mirando.

“Cuando estuvieron unos minutitos, asi, flotando, fueron bajando lentamente hacia el sur, perdiendose en la distancia. No se si los pequeños platillos, de mas abajo, subieron por si mismo o si era efecto de la distancia que yo no los vi mas. Continuaba viendo al grande hasta que se fue formando otra vez todo el redondel anaranjado, el de la entrada de Sol, el que yo habia visto al salir. Ahora se iba poniendo”.

Finalizada su exposicion fue conveniente cercioramos de la exactitud del informe que nos remitiera la testigo en 1968, con respecto a los presuntos ocupantes. Procedimos entonces a formularte unas preguntas:

RB.- ¿Usted llego a observar ventanillas?

OR.- “Si, eran algo asi como ventanillas luminosas. Se veia como una luz, luces que se movia adentro. No era una luz quieta, como la que reflejaba alrededor”.

RB.- ¿Que llego a observar a traves de las ventanillas?

OR.- “No, nada. Una lucecita asi, como que titila…”.

RB.- ¿Llego a ver siluetas?

OR.- “No. En ningun momento… La informacion que le habian comunicado a un diario contenia muchos errores”.

RB.- ¿De donde surgio entonces la version de que habia ‘ocupantes’?

OR. – “Bueno, la version habia salido en el diario Cronica, de Rosario. Pero a la distancia que habia estado eso… Era imposible haberlos visto.

RB.- ¿A que distancia estaba?

OR.- “…Puede haber sido una distancia como a estas nubes que se ven ahi arriba. Una distancia asi”.

En el atardecer nuestra encuesta a la testigo Oiga Rosell de Montironi, realizada en el mismo patio de su vivienda[2], iba llegando a su fin. Una vez mas, la comprobacion personal en el lugar de los hechos resulto un procedimiento valioso para verificar las informaciones proporcionadas, en particular, por los medios de prensa.

ALGUNAS CONSIDERACIONES

Uno de los aspectos mas interesantes por mencionar sea, quiza, la discrepancia entre las versiones del diario Cronica, el informe testimonial que nos remitio la testigo a pocos dias de ocurrir el avistamiento y la suministrada durante la entrevista personal mantenida con Olga Rosell en noviembre de 1984.

Aunque inexacta, la informacion periodistica nos permitio acceder a un hecho mas de los que venia denunciando la sensibilizada poblacion de San Lorenzo[3].

A causa de algun involuntario giro literario, de interpretacion, o de la deliberada inventiva de un periodista, se pone en palabras de la testigo que el fenomeno “era luminoso y en su interior alcance a divisar algo asi como personas con vestimentas…”. Afirmacion que ella desmiente de inmediato. Sin embargo, es posible suponer que habia derivado de alguna expresion semejante.

Notese, por ejemplo, su respuesta cuando le preguntamos si llego a observar ventanillas: “Si, eran algo asi como ventanillas luminosos. Se veia como luz, luces que se movian adentro”. ¿No sera que se hayan mal interpretado sus palabras a partir de una declaracion como esta?

Olga Rosell de Montironi resulta honesta en sus manifestaciones y no creemos que hubiere un intento de darse publicidad. Asimismo, la aparente corroboracion brindada por otros testigos, vecinos del barrio (aunque en la actualidad no residan alli y no han sido vueltos a localizar), indicaria que se trato de un estimulo perceptual, externo.

No obstante, se advierten algunas contradicciones entre los dos informes que nos ofreciera la principal testigo, en 1968 y en 1984. Obvia decir que el transcurrir del tiempo y sus caracteristicas emocionales e intelectivas, habrian desempeñado funciones decisivas en su memoria retrograda, o de evocacion de los recuerdos. Asi pues, en 1968 nos refiere la observacion de 2 objetos de coloracion blanca y roja unidos por un hilo muy rojo, vistos durante unos 15 minutos. En 1984 hablara de 3 objetos de coloracion anaranjada, unidos por dos hilos azules, o celestes, avistados durante un tiempo imposible de calcular.

“No podemos aceptar ciegamente a los testigos ovni como instrumentos libres de error -dice Allan Hendry. Son, simplemente, gente normal sujeta a distorsiones de la percepcion, memoria y autoexpresion” (1).

A pesar, hay algunos datos relativamente estables en ambos informes. En particular señalemos aquellos que se refieren a la velocidad, forma y consistencia del fenomeno descrito.

Hay coincidencia en cuanto se trataba de una masa moviendose lentamente y que variaba, no solo su tamaño, sino tambien su forma (dice la testigo: “venia agrandando y achicando su tamaño, (… su forma) fue modificandose paulatinamente…”.

Esto nos indica ciertamente la inconsistencia de su materia constitutiva que, de no tratarse de un efecto optico ­bajo condiciones meteorologicas que le eran propicias (temperatura, humedad), corresponderia al estado gaseoso, antes que a un objeto solido, como podria ser una formacion nubosa (donde el viento calmo justifica incluso su permanencia en el cielo), algun curioso fenomeno atmosferico o, mas bien, algun desprendimiento fabril. Al respecto, San Lorenzo y sus periferias constituyen una zona altamente industrializada: la destileria y planta petrolifera de Yacimientos Petroliferos Fiscales (YPF), activas industrias de ceramicas, molineras, petroquimicas y otras instalaciones fabriles. A su vez, a 10 Km. se encuentran dos emplazamientos militares (Batallon de Arsenales 121 y Fabricaciones Militares)[4].

Desde luego, quiza no sea posible emitir una conclusion definitiva, pero tampoco omitir estos datos, claramente evidentes y susceptibles de investigar, antes de signarlos de imposibles o descartables como fuente motivadora de la observacion.

REFERENCIA

(1) Hendry, Allan. The UFO Handbook, Doubleday & Co., Inc. Garden City, New York, 1979.
[1] Habiendo solicitado al Servicio Meteorologico Nacional la situacion sinoptica y/o los registros de las estaciones mas cercanas, para las horas 04,00 y 05,00 del dia 5 de julio de 1968, se nos informo, respectivamente: Temperatura: -2,4° C/-3,1° C; Humedad relativa: 91%-96%; Estado del cielo: Despejado; Viento: Calmo; Presion: 1022,7 hPa; Visibilidad: Superior a 10 Km. No habiendose registrado fenomenos significativos (como precipitaciones, tormentas u otros). La obtencion de los datos meteorologicos resultan sumamente utiles al momento de evaluar las condiciones en que se desenvolvio el episodio.

[2] La vivienda se encuentra en el sector noroeste de San Lorenzo, en el actual Barrio Capitan Bermudez. Esta localidad esta emplazada a orillas del Rio Parana y contaba en 1968 con una poblacion estimada en 25.000 habitantes. Fue fundada por misioneros franciscanos en 1792.

[3] En efecto, el 26 de junio un operario fabril se vio envuelto de improviso en una fuerte luz de ignoto origen; el 30 de junio un joven vio por las calles, a las 4 de la mañana, dos seres de gran estatura vestidos con una especie de armadura metalica luminosa (la sensacion calorica y el zumbido tambien presentes); y el 2 de julio varios testigos observaron el veloz desplazamiento de un objeto circular de coloracion rojo-anaranjada (vs.: La Razon, Cordoba y La Capital, Rosario, Julio 4, 1968; y para el episodio del 30 de Cronica, Rosario Julio 1, 1968 y Clarin, Julio 2, 1968.

[4] Para dar una dimension de los fenomenos que pudieron estar involucrados, mencionemos a modo de ejemplo el episodio ocurrido precisamente al dia siguiente, 6 de julio, en La Plata (Pvcia. de Buenos Aires). Alrededor de las 22,00 horas un clima de tension se creo en toda la ciudad y en las zonas aledañas, llegando en algunos casos a incontenible temor, cuando unos ‘extraños zumbidos’ fueron escuchados. “Toda la ciudad hasta penso en un ataque en masa de habitantes de otro planeta piloteando platos voladores”, señala un diario. Finalmente se pudo saber que se trataba de un escape de vapor de considerable presion utilizado en la planta de YPF, cercana al puerto, para probar cañerias de nuevas instalaciones mediante la inyeccion de vapor a descomunal presion el que, al terminar su recorrido, escapaba a la atmosfera produciendo dichos efecto (v.: La Razon, Buenos Aires, Julio 7, 1968)