TANDIL, BUENOS AIRES: RELATO DE UN ESCOLAR (PRIMAVERA 1958)


Pleno auge de la oleada de 1965, en circunstancias de producirse el acercamiento del Mariner IV a la superficie de Marte, cuando este se encontraba en un periodo de maxima cercania a la Tierra, y de ocurrir los recordados avistamientos en bases antarticas[1].

En ese contexto, nuevamente el diario La Razon, de Buenos Aires, a traves de su agencia corresponsal en Bahia Blanca, publica en la primera pagina del 11 de julio de 1965 los recientes avistamientos, incluyendo el siguiente comentario:

“Tambien señalan los que han comenzado a revolver archivos periodisticos, un singular fenomeno ocurrido en Tandil, en la pri­mavera de 1958. Un escolar habia afirmado que, pasando un pequeño puente en las sierras, vio un cuerpo cilindrico de gran tamaño, del cual habia descendido un extraño ser, de un metro de estatura, que examinaba los alrededores”.

Nuestra indagacion comenzo precisamente de ese modo: revolviendo nuestros archivos periodisticos, sin hallar ninguna refe­rencia sobre el inedito episodio.

Ello nos exigio ir a la ciudad serrana de Tandil tras la fuente original. Varios dias nos demando efectuar una minuciosa bus­queda, en particular, entre 1958 y 1965, en las colecciones de los diarios locales editados en aquella epoca (2): El Eco de Tandil (decano de la Pcia. de Buenos Aires), Nueva Era (Coleccion Biblioteca Rivadavia), y Actividades (conservados por el Dr. Mario Vistalli), ademas de diversos suplementos referidos a los acontecimientos de Tandil en el ultimo cuarto de siglo. Lamentablemente nuestra finalidad resulto infructuosa

Curiosamente, dos dias despues de publicada la noticia de La Razon, el diario El Eco de Tandil señala que los diarios locales registraron mas de una vez informaciones que afirmaban haber visto ovnis, pero hasta la fecha no hubo un registro serio, o por lo menos docu­mentado de tal aserto.

El periodico menciona que solo en dos oportunidades “se creyo ver un objeto suspendido sobre la dudad, en pleno dia y no fue otra cosa que el planeta Venus, que en esa fecha habia alcanzado excepcional brillo. Se hablo tambien de cierta fantasmagorica aparicion sobre el lago, y muchas noches cronistas de El Eco tuvieron que revisar pacientemente los datos suministrados y consul­tar a diversas fuentes -base aerea, astronomos aficionados, etc.- para descartar los fenomenos percibidos y quedar con la conclu­sion de que por lo menos, esta vez, no eran los tan apetecidos platos voladores”.

Ninguna referencia hallamos sobre el suceso que motivo nuestra encuesta.

Decidimos entonces consultar a algunos memoriones, como el periodista Carlos Alfaro, al historiador de Tandil Antonino Pellitero, a ufofilos y a cuanta persona pudiera orientamos en nuestro proposito. Nadie recuerda el supuesto incidente. Inclusive, el pe­riodista Honorio Laxalt que se ocupaba en el diario Actividades de este tipo de noticias, asegura que “nada de eso ocurrio”, sugiriendo que pudiera ser un invento periodistico.

Con la sucinta informacion disponible, intentamos ingenuamente localizar al “pequeño puente en las sie­rras”, en lo posible, proximo a una escuela (al menos, el supuesto testigo era un escolar). Fue asi como nos in­formamos que Tandil esta asentada en las sierras pertenecientes al antiguo sistema de Tandil (3) Tandilla y que la superficie del Partido es de 4.880 km2. Posee a la fecha 72 escuelas primarias y, contribuyendo a la im­precision, esta atravesada por numerosos puentes que sortean, solo en el nucleo urbano, los Arroyos Blanco, Langueyu y del Fuerte, y en los alrededores, los Arro­yos Chapalleofu, de los Huesos y Tandileofu.

Con todo, en 1958, cinco eran las escuelas que tenian un puente en sus proximidades (son ellas las nº 4, 5, 9, 12 y otra mas retirada, sobre la ruta 74), cuyas actuales autoridades parecen desconocer aquel presunto acontecimiento. Asimismo, señalemos que en la primavera de 1958, exactamente entre el l8 al 20 de octubre, se declara una huelga de maestros en Tandil, por lo que presu­mimos que -al menos durante ese periodo- los establecimientos escolares no dictaron clases.

Agotando nuestras posibilidades, el sabado 20 de febre­ro de 1988, publicamos en El Eco de Tandil un aviso de 20 cm2 solicitando datos sobre un ovni observado en Tandil, en la pri­mavera (21 septiembre al 21 noviembre) de 1958, por un es­colar, sin obtener respuesta alguna.

Digamos al paso que la descripcion del ovni, como “un cuerpo cilindrico de gran tamaño”, guarda relacion con el mo­delo de cohete (del tipo Jupiter), que sirvio para el lanzamien­to de satelites artificiales y que bajo los fundamentos de su construccion se aspiraba -en 1958- llegar a la Luna (3). Sea esta quiza la fuente de algun soñador platillista, que imagino un ovni como lo serian nuestros prototi­pos espaciales.

En conclusion, la investigacion documental y de campo que realizamos arroja un resultado negativo, por cuanto los datos proporcionados no permiten -por Tandil (4) su vaguedad e imprecision- ­identificar al testigo ni localizar el presunto lugar de observa­cion

Si pasamos a considerar la ausencia de noticias periodisti­cas -especialmente locales- que confirmen la existencia del caso, cabria sospechar de acuerdo a lo descrito en este breve infor­me, que nos hallariamos ante un vulgar fraude periodistico.

REFERENCIAS

(1) Conocer y Saber, Buenos Aires, n° 14, diciembre 1989, p.18.

(2) Barrientos, Jose P. Historia del Periodismo de Tan­dil. Ed. autor, Tandil, 1975. (Introduccion, notas, ampliatorias y actualizacion -1956-1974- de Daniel E. Perez).

(3) Actividades, Tandil, Septiembre 16, 1958, y Noviem­bre 10, 1958 (con foto).
[1] “La Argentina se convirtio, despues de eso, en una suerte de astrodromo -como dice el periodista Federico Kirbus-, por el cual increibles marcianos iban y venian” (1)