LAGUNA BLANCA, CHACO: CRIATURAS DE UN SOLO OJO (09 OCT 1969)


El jueves 9 de octubre de 1969, en la zona de Laguna Blanca, al este de la provin­cia del Chaco (Argentina), se habria producido un singular episodio del que fuera testigo un ex-­funcionario policial y agricultor. Ampliamente difundida a traves de la agencia Saporiti (1), la noticia señala que pudo observarse una rara maquina posada sobre un arbol, tripulada por tres insolitas criaturas de baja estatura, larga cabellera rubia, y dotados de un solo ojo.

La informacion periodistica indica lo siguiente: “Makalle, Chaco- De acuerdo con una denuncia radicada ante las autoridades policiales de Laguna Blanca, de esta jurisdiccion, que en realidad ha provocado verdadera conmocion, un conocido agricultor de la zona, en circunstancias que viajaba en una camioneta de su propiedad, tuvo oportunidad de ver a tres extrañas criaturas que ocupaban un mas extraño aparato y que estaba posado en lo alto de un corpulento arbol. Segun Amaro Lotcket (NdR: error por Lockett), ex- funcionario policial, actualmente dueño de un predio rural, alcanzo a ver a una distancia no mayor de diez metros a los misteriosos seres que medirian algo asi como 80 centimetros de estatura. Lockett afirmo que tenian cabellera rubia, larga como vulgares hippies, pero -esto es lo mas destacable de todo- contaban con solamente un ojo. El denunciante destaco, asimismo, que la extraña aparicion ocurrio alrede­dor de las 17,30 de este ultimo jueves. Lockett afirmo que el fue sorprendido por una especie de miedo, o simplemente frio, que lo obligo a detener la marcha de su maquina para indagar si pasaba algo raro. El aparato en que viajaban los hombrecillos -asi los definio el- no hizo ruido alguno al posarse en lo alto del arbol, pero si sus ra­mas comenzaron a oscilar, lo que demostraria que tenia un peso considerable. el quedo como anonadado y solamente se concreto a mirar los movimientos que, desde el interior de la desconcertante nave, que periodicamente despedia luces multicolores, hacian los presuntos viajeros siderales. Lockett, hombre bien conceptuado, insto a las autorida­des a trasladarse al lugar donde vio a los pequeños seres, oportunidad en que se comprobo que, en efecto, las hojas del arbol, donde se habia posado el aparato-disco, estaban visiblemente chamuscadas. Segun el denunciante, cuando la nave misteriosa cobro altura, sin ruido alguno y se perdio instantes despues en el infinito, recien se le volvio el alma al cuerpo, atinando solamente a dar marcha al motor de su camioneta, que se habia detenido sin que el pudiera explicarse, y se alejo presuroso del lugar. Por indicacion de su familia radico la denuncia del extraño episodio que dice le toco vivir”.

AVERIGUACIONES SOBRE EL CASO

Nuestras primeras indagaciones sobre el peculiar informe se inician en junio de 1986, mediante la consulta a algunos familiares en Villa angela y Barranqueras, Chaco. Fue asi como el sobrino del testigo, Gilberto Lockett, nos informa que su tio Amaro habia fallecido años atras, pero nos refiere que el episodio fue comentado en la fami­lia y publicado originalmente en un diario de Resistencia. A su vez, nos comenta que el inusual encuentro ocurrio en la zona de Makalle y Laguna Blanca (localidades muy proximas entre si, al noroeste de Resistencia) y que habria ademas dos testigos junto a Amaro Lockett, un agente de policia y un labriego. Sin recordar otros pormenores, nos sugiere hablar con otros familiares cercanos. En dialogo con la esposa, Peti, nos informa que su marido fallecio en 1971, esto es, dos años despues del encuentro. Mostrandose bastante cauta, se refiere asi al episodio: “No le dimos importancia. Son co­sas que pasan y despues no se acuerda mas, porque piensa que no tienen trascendencia. De los otros testigos, ya no queda nadie”. En el mismo sentido se expreso su hija, Mi­ta, quien recordo que su padre en esa ocasion habia visto un ovni, saliendo de Laguna Blanca, dando la impresion de seguir a la camioneta, la que finalmente se detuvo. Sin embargo, le resto credibilidad a la version que indica que el referido aparato se poso encima de un arbol y, mas aun, que haya visto extraños seres.

Los testimonios aqui reunidos permiten suponer que algo habria observado Amaro Lockett, pero que no se ajusta a la noticia periodistica. Al menos, la existencia de las criaturas ciclopeas (que depararon incluso una variante tipologica de la clasi­ficacion de los extra-terrestres (2), formulada por el brasileño Jader U. Pereira), pareciera ser irreal, producto de la fantasia.

No irian a concluir nuestros hallazgos en tal ocasion. En julio de 1993, el ufologo rosarino Ing. Sigurdo von Wurmb, con muchos años en el tema, nos escribio: “… puede borrar el caso de Laguna Blanca, porque en aquella oportunidad hable personalmente con Lockett, quien me explico el caso; se trato de un chiste de unos amigos, quienes pasaron esa historia a ola prensa, la que lo publico, como casi siempre, sin investigacion previa y sin, por lo menos, hablar con el mismo Lockett”.

MEDITACIONES

Verificada la presunta falsedad del episodio descripto en la cronica periodistica, atribuyendo al ex-comisario Amaro Teodomiro Lockett la percepcion de un fenomeno anomalo, resultara ilustrativo señalar algunas posibles influencias que habrian configurado la fantastica narracion.

Por esa epoca se desarrollaba una intensa actividad espacial, destacandose la pri­mera exploracion humana lunar de la Apolo 11, celebrada a mediados de julio. Esta mi­sion -como todos los vuelos de la serie-, llevaba a tres astronautas, al igual que la extraña nave de Laguna Blanca.

Esas tres criaturas -u hombrecillos- presentan un peculiar aspecto. Su pequeña talla, enana, puede ser vista aqui como un defecto fisiologico (enanismo), que infiere potencialidades no desarrolladas y que -conservando ciertos rasgos humanos- denotan cierta monstruosidad. Dotadas de un solo ojo, este detalle hace inocultable referencia a los ciclopes, seres miticos de vida salvaje, antitesis de la brillante cul­tura homerica. Segun las tradiciones, estos seres sobrenaturales eran ajenos a toda i­dea de justicia y sociedad. Siguiendo a Hesiodo, los ciclopes forman una triade, y lleva cada uno un nombre significativo. La fabula cuenta que estos tres ciclopes fueron arrojados del cielo por Urano.

La “cabellera rubia, larga como vulgares hippies”, es un detalle que pertenece a la epoca, simbolo de libertad y rebeldia. Ese año, en un proceso oral, los hippies fueron juzgados por la sociedad ar­gentina como “unidades parasitarias, con perniciosas tendencias individualistas” y “e­lementos disolventes de la sociedad”. Y sus melenas, como una extravagancia para el consumo “de los que desean ver algo diferente” y “para hacerse populares” (3). Dos me­ses antes del caso, los dias felices de Woodstock y el multiple homicidio en la man­sion de Sharon Tate (4), ratificaron la condena frente a esta generacion.

REFERENCIAS BIBLIOGRaFICAS

(1) La Razon, Buenos Aires, y La Voz del Interior, Cordoba, 13 octubre 1969; et. al.

(2) Pereira, Jader U. Les Extraterrestres, 2e. numero special de la revue Phenomènes Spatiaux, GEPA, Paris, FR., 4e. trimestre 1974, pp. 24/25 y 51 (cas 231, T. l1, V. 2).

(3) La Razon, Buenos Aires, 27 mayo 1969, p. 6.

(4) C1arin, Buenos Aires, 15 octubre 1993, supl., p. 3; y El Andino, Mendoza, 10 agosto 1969, p. 6 y 9