TRANCAS, TUCUMAN: EL INFORME FINAL, 21 OCT 1963 (1 PARTE)


El 21 de octubre de 1963, en hora de la tarde, el centro de atraccion para el periodismo argentino lo constituia la visita a Buenos Aires de Werner von Braun, genio indiscutible que permitio a los norteamericanos pisar por vez primera la Luna y lanzar naves no tripuladas hacia la inmensidad del espacio. A las 19:30 horas comenzo su conferencia de prensa. Las preguntas de los periodistas llevaron al hombre de ciencia por distintos campos relacionados con su especialidad, hasta que –casi irreverentemente-, se le requirio la opinion sobre los “platos voladores”: “Yo nunca he visto ninguno, aun que las muchas noticias que he leido sobre ellos no me han impresionado tanto como para creer en su existencia…”, sostuvo.

A menos de dos horas de esas declaraciones y a unos 1,400 kilometros, en Villa de Trancas, provincia de Tucuman, se producia uno de los hitos mas importantes en la historia de los no identificados. Se trataba de un episodio que ha sido considerado como “un caso inatacable (y) una prueba irrefutable” dentro del voluminoso y extraño legajo de los OVNIs. “Quizas –tambien se ha dicho- uno de los hechos mas excepcionales del historial del problema OVNI”, debido a la cantidad y calidad testimonial, la prolongada visualizacion y el hallazgo de residuos fisicos en el area, constituyendo “la mas poderosa evidencia” a favor de los fenomenos inusuales. Desde entonces, el caso Trancas se convirtio en “el superclasico de la ufologia mundial”.

El presente informe consiste en un detenido y pormenorizado analisis de la investigacion iniciada en septiembre de 1971 y retomada en profundidad en mayo de 1987, a traves de numerosisimas entrevistas y cuidadosos diligenciamientos. Para tal proposito, ha sido preciso confrontar los testimonios actuales con los ofrecidos en aquella epoca, a traves de la primera version ofrecida por los periodistas de La Gaceta, de Tucuman, Arturo alvarez Sosa y Ventura Murga, seguida por las del escritor Eduardo A. Azcuy unos dias despues, el capitan de fragata Omar R. Pagani al año siguiente, y la de Oscar A. Galindez lograda a siete años de producido el episodio.

Asimismo recurrimos a documentos no susceptibles a deformacion alguna, como los registros meteorologicos que nos suministro para esa hora y lugar la Fuerza Aerea, el informe del analisis quimico de la Universidad de Tucuman, la compulsa historica de los diarios de la epoca referidos a acontecimientos simultaneos a la observacion de Trancas, especificaciones tecnicas de la Secretaria de Guerra, y otros de caracter objetivo. Todo esto para disponer de datos confiables y facilmente verificables.

Habida cuenta del inesperado giro que deparo la investigacion, procedimos a publicar algunos articulos preliminares en Italia, España y Argentina[2]. Previendo que su contenido iria a generar una agitada polemica, el italiano Pier L. Sani señalo: “Los iluminados de siempre amaran creer, de salvar a cualquier costo el ‘misterio’ de Trancas”, mientras que el belga Wim van Utrecht nos advierte: “Los soñadores no estaran contentos con sus hallazgos, pero para un investigador serio solo la verdad importa (…); noto que los ufologistas parecieran tener mayor dificultad en aceptar una explicacion, que una vocingleria sensacional”. Los acontecimientos lo demostraron.

UNA SiNTESIS DEL CASO TRANCAS

El lunes 21 de octubre de 1963, Argentina (28) y Jolie (21) Moreno llegaron con sus pequeños hijos Victoria, Nancy y Guillermo, de Rosario, provincia de Santa Fe –donde residian- a San Miguel de Tucuman, y de ahi hasta la finca “Santa Teresa” en Villa de Trancas, donde se reunirian con sus padres, Antonio (72) y Teresa (63), y su otra hermana, Yolanda (30). Un motivo de esta visita era que sus maridos, ambos oficiales del ejercito, debian participar en unas importantes maniobras militares previstas para esos dias, y en la madrugada partirian en tren desde Tucuman a Salta, pasando por Trancas.

Cenaron muy temprano y exhaustos por el viaje, todos se fueron a descansar a sus habitaciones. Cerca de las 21 horas, la domestica Dora Guzman (15), que se hallaba en los fondos de la vivienda, aparece una y otra vez insistiendo en que veia luces sobre el terraplen del ferrocarril, situado a 200 metros al frente de la finca. Los padres dormian, mientras que Argentina seguia atenta a su lectura, Jolie le resto importancia –pues debia darle el biberon a Guillermo, de 4 meses-, y Yolanda (Nallibe) al escucharla penso que seria un omnibus. Finalmente, persuade a las hermanas para verificar las ‘luces raras’ que estaba viendo. Se trataba de un conjunto de cinco luces, distantes entre si a no menos de 100 m, tres al frente y dos un poco mas al norte (noreste). Se encendian y apagaban con cierta intermitencia, arrojando haces luminicos en distintas direcciones, iluminando incluso la finca (vivienda, gallinero). No tenian forma discernible, presentando el aspecto de focos de luz. Las asustadas mujeres sospecharon que podria tratarse de un accidente ferroviario (es frecuente que el tren se lleve por delante algun vacuno), o que podria ser una escuadrilla de operarios reparando las vias, pues a unos 500 m, o mas, hacia el norte, visualizaron unas siluetas humanas desplazandose en torno a los reflectores.

El temor fue mayusculo cuando Yolanda arriesga la posibilidad que podrian ser guerrilleros haciendo un sabotaje (levantando las vias, o colocando una bomba), recordando los episodios de la incipiente guerrilla rural de Taco Ralo, al sur de Tucuman, hacia fines de 1962. Es que los maridos de Argentina y Jolie pasarian por alli en cuestion de horas en un tren militar y, ademas, ellas se encontraban solas, su padre enfermo y sus pequeños hijos desprotegidos. En busca de otra explicacion, una de las hermanas recordo haber leido que en varias partes del mundo se habian visto platos voladores, y especialmente el caso del camionero Douglas (quien dias antes –en Monte Maiz- habia visto un aparato con varios seres que lo habrian quemado con un fino haz de luz), sugiriendo la posibilidad que fueran esas naves.

Entre corridas y encierros, decidieron salir para observar mejor, cuando ven una tenue luminosidad verdosa y pensando que era la camioneta conducida por un peon que trabaja en la finca, van hacia la tranquera.

De pronto, a unos 8 metros de ellas, se encendio una luz que las encandilo, pudiendo notar por un instante, que habia un aparato de unos 8 x 3 m, provisto de una torreta, y con gajos y grandes remaches dispuestos en su superficie. El impacto fue tal, que Yolanda trastabillo, tropezo, y en segundos estaban refugiadas nuevamente en la casa. La domestica, de 15 años, entro exclamando que la habian quemado, pero Argentina y Yolanda comprobaron que solo estaba asustada. A estas alturas todos estaban levantados. El padre intentando salir, era retenido presa de nervios por sus hijas, pues se hallaba enfermo. Con las puertas trancadas, desde la ventana (los postigos cerrados y por veces entreabiertos), atisbaban el fenomeno. Una de las jovenes mujeres creyo que los haces de luz atravesaban las paredes, pero otra sostuvo que lo hacian a traves de las rendijas. La misma creyo que los haces se extendian y retraian a voluntad, pero resulto que por momentos lo hacian a ras del suelo.

La situacion era desesperante. La madre oraba, la domestica lloraba, las hermanas gritaban y corrian de una habitacion a otra, siguiendo las alternativas. Los testigos notaron el ambiente pesado, caluroso. Ese objeto mas cercano (‘F’) emitia un ruido de maquina en funcionamiento, pero ya solo veian de el un espeso y creciente vapor y unas luces, que parecian recortar seis ventanas, impidiendoles apreciar si se hallaba suspendido a corta altura o posado en tierra (con posterioridad se encontraron alli los vegetales presuntamente aplastados).

Transcurrieron 40 minutos, hasta que el objeto ‘F’ –que parecia comandar las acciones- se desplazo hacia el este y los demas siempre en forma rasante hicieron lo mismo, hasta desaparecer en direccion de las Sierras de Medina, distantes a 20-25 Km.

Luego, corrieron hacia los vecinos para enterarlos del acontecimiento, pero son muy pocos los que vieron algo. El vecino lindero Francisco Tropiano alcanzo a ver pasadas las 22 muy iluminado el sector este del lugar, al frente de su finca.

Nadie durmio esa noche en lo de Moreno. Por la mañana Jolie fue a la estacion ferroviaria rogando enviar un telegrama a su hermano Antonio (h), que vive en S.M. de Tucuman, a raiz del episodio. Cuando este recibio el mensaje –debido al procedimiento-, ya lo sabia gran cantidad de personas. Incluido el periodismo, que pronto se hizo presente. Luego, se solicito la intervencion de la policia, labrando un acta, custodiando el lugar durante dias sin novedades, y requiriendo al Instituto de Ingenieria Quimica de la Universidad de Tucuman que examinara el polvillo blanco hallado en el sitio donde fueron observadas las luces, resultando ser carbonato de calcio con impurezas de carbonato de potasio.

Hasta aqui, una apretada sintesis del clamoroso encuentro. A fin de dar precision al episodio, seguidamente, incluimos las respectivas versiones de las hermanas Moreno.

TESTIMONIO DE JOLIe DEL VALLE MORENO DE COLOTTI:

Nacio: Trancas, provincia de Tucuman, 17 abril 1940.

Estudios: Secundarios en el Colegio Sagrado Corazon hasta 3er. Año, luego Liceo de Señoritas R. Escalada de S.M.

Jolie habia decidido con su hermana Argentina ir a descansar unos dias al campo, a la finca ‘Santa Teresa’, que sus padres poseen en la localidad tucumana de Trancas, al norte de la provincia. Asi que viajo desde Rosario, SF, donde estaba residiendo, junto con su hermana, los dos pequeños hijos de esta y el suyo, Guillermo, de apenas cuatro meses. Arribaron a S.M. de Tucuman el dia 21, y desde alli se trasladaron en automovil, en compañia de sus padres –Antonio Moreno (72) y Teresa Kairuz de Moreno (63)- a la citada finca.

Al atardecer no les fue posible poner en funcionamiento el equipo de luz, pues el motor a gasoil del tambo (instalado cinco años antes) se encontraba averiado, y ninguna conocia el sistema. Cenaron temprano y se fueron a descansar, despues de un dia agotador, cada uno con su lampara para leer un rato antes de dormir. Sin embargo, Jolie debia quedar despierta porque su hijo tenia que tomar el biberon a las 21 horas.

Momentos despues, aparece la mucama Dora Guzman diciendo que no iria a lavar la vajilla esa noche porque tenia miedo. Su otra hermana, Yolanda (Nallibe Moreno), le inquiere como era posible si se ha criado en el campo, a lo que Dora le replica afirmando que hay luces raras. Pero nadie le dio importancia. Unos 20 minutos despues regreso decidida a dejar la cocina como estaba y manifestando su deseo de irse a dormir a las habitaciones de las hermanas Moreno, porque tenia miedo. En tales circunstancias, Jolie opta por salir a ver que pasa, pero nada ocurre. De modo que entra a la vivienda, prepara y le da el biberon a su bebe, quien continua durmiendo. Al momento Dora retorna desesperada, expresando que las luces eran ahora mucho mas intensas. Nuevamente se levanto tomando un abrigo con la intencion de permanecer un rato fuera y ver que ocurria en las vias del ferrocarril, las cuales estaban rodeadas de moreras y gran cantidad de arbustos.

Era una noche algo fresca y sumamente oscura. No veia nada inusual, cuando de pronto advierte sobre las vias como un tubo de luz fluorescente por donde transitan “personas”. A la distancia solo nota las siluetas de gente que camina, siluetas de semejanza humana. Diez o veinte. “Parecia gente que caminaba a paso normal, simplemente. Era como ver gente maniobrando en algo, caminando, a 200 metros, justo al frente, como si se desplazara dentro de la luz; se veian siluetas nada mas”, afirma Jolie.

Piensa de inmediato que esas eran las luces vistas por Dora, pero la domestica le expresa que habia visto otras. “No, esa es la cuadrilla del ferrocarril –le responde Jolie-, debe ser que alguna vaca que atropello el tren este siendo sacad de las vias”.

Creyendo una cosa asi, regresan a la casa y le comenta a Yolanda la novedad, quien desea salir muy dispuesta a unirseles y comprobar lo que ocurria. Yolanda se ve entonces sorprendida por la potencia de la luz de la supuesta cuadrilla del ferrocarril, pero resuelve regresar en silencio, pues sus padres dormian, y pedirle a Argentina que cuidara de su niño, porque querian ir hasta las vias pensando que se trataba de un accidente.

Argentina les ruega que no vayan, convencida que se trata de un sabotaje y que estarian colocando algun explosivo en las vias. A raiz de ello, Yolanda (Nallibe) saco un Colt 38 que tenia debajo de la cama y una linterna, saliendo al patio con la intencion de dirigirse por el camino de acceso a la finca, donde hay un porton.

Cuando las tres se fueron aproximando, notaron una luz verdosa que pensaron se trataria de la luz de posicion de la camioneta pick-up que tenia la familia, conducida por un peon, Huanta, y que empleaba para llevar los elementos rurales al pueblo. Dora dice: “Ahi esta Huanta, le voy a abrir el porton”. Casi al decir eso, estaban sobre la tranquera. Nallibe enciende la linterna en direccion a la misma para abrirla, cuando advierten que la camioneta no era tal. La respuesta que se obtiene al pulsar la linterna es un haz de luz, que supone seria solido, porque tiene la sensacion que las voltea como un chorro de agua, arrojandolas al suelo. La domestica, que estaba mas adelantada dispuesta a abrir la tranquera, o porton, siente repentinamente una quemazon en el rostro.

Jolie señala: “Nosotras lo unico que alcanzamos a ver en ese momento fue la parte de arriba del aparato, metalico, con gajos remachados, dandome la impresion que era un remache hecho por el hombre, es decir, por las manos humanas. Y de abajo no se podia ver absolutamente nada porque salia niebla, como un humo”.

El aparato descrito por Jolie daba la sensacion de balancearse casi a ras del suelo, aunque no se veia nada debido a la abundante niebla, tanta que impregnaron los arboles de un fino polvillo.

Mas adelante insiste: “Tenia 6 gajos y 6 tirantes. Esa fue mi primera impresion. Hecho por la mano del hombre. Los distinguimos cuando encendimos la luz. Despues lo vimos mas. En esa fraccion de segundos fue cuando vimos los gajos”.

La reaccion de las mujeres no se hizo esperar. Salieron corriendo, introduciendose en la casa donde estaba Argentina, la segundogenita, quien a los gritos alerto estar rodeados de ‘platos voladores’. Fue entonces cuando desde el interior pudieron notar en el aparato una suerte de serpentina de colores (verde, anaranjado, rojo), a modo de muchas ventanillas, girando velozmente. La testigo calcula que tendria unos 8 o 10 m de diametro con forma de sopera invertida, aunque lo unico que se veia eran las luces y la niebla.

Siguiendo el relato de Jolie, este aparato estuvo alli lanzando haces de luz hacia la casa, sin darse cuenta como las lamparas que tenian encendidas iluminaron con tanta intensidad el interior de la vivienda. “Todos los objetos tenian su haz de luz, todos iluminaban como si fueran reflectores que necesitaban analizar la casa como si una inteligencia los estuviera dirigiendo”, a decir de Jolie.

Otro detalle observado a traves de la ventana es que de los aparatos que estaban sobre las vias, fueron lanzadas dos luces por el camino de acceso a la casa, como inspeccionando las tejas. El caracter de las luces era cilindrico y paralelo, sin penumbras. Fue avanzando hacia la casa, demorando en llegar. “Era una luz dirigida por seres inteligentes, como si una gran ‘aspirina’ avanzara y llegara hasta cierto lugar. Yo llegue a tocarla y querer tomarla, porque era como un tubo”, pero se replego en ese momento sin sentir nada en especial.

La testigo no puede precisar la cantidad de tubos de luz que salia de cada objeto, que estan presenciando. Estaba desesperada y sus hijas, aterradas, corrian por las habitaciones. La desesperacion del padre, Antonio, por querer abrir la puerta y lanzarse hacia uno de los aparatos, pese a su robustez, era impedida por su familia.

Cuando se puso en movimiento la maquina que se hallaba en el jardin, a pocos metros de la casa, en la oscuridad, lanzo un haz de luz que hizo un giro de 180 grados, dando la impresion de haber sido “una señal de ajuste de cinco aparatos que estaban sobre la via”.

El pequeño ‘Güilli’ y los niños de Argentina habian transpirado profusamente, sin despertarse. Hacia un calor insoportable dentro de la casa.

Se percibia un leve zumbido, pero con el barullo y la desesperacion, no se escuchaba.

Luego de aquel giro del haz luminoso, empezaron a desplazarse todos juntos. “Se alejaron –dice Jolie- respetando los accidentes del terreno, su geografia, en forma rasante”, hasta perderse hacia las Sierras de Medina, situadas al frente de la finca, quedando un fuerte resplandor en el cielo.

Como las Sierras son muy altas –deduce-, han tenido que elevarse para sobrepasar esa zona, pero siempre en vuelo rasante.

En ese momento, detras de la casa, hacia la zona donde hay montes (esto es, en direccion aproximada a San Pedro de Colalao), salio otro aparato mas que no habia visto hasta entonces, alejandose por un camino lateral a la finca, paulatinamente, iluminando el terreno.

Noto que su hermana Nallibe (Yolanda) tenia los cabellos impregnados de una suerte de niebla blanca que le resulto extraña. Luego de lo ocurrido fue a buscar al vecino Acosta, pues su casa esta muy cerca de las vias, pero estaba profundamente dormido, al igual que sus perros. Empero, alcanzo a notar el ambiente iluminado.

Posteriormente Jolie pudo comprobar, al igual que los demas, la existencia de algunos residuos, como bolitas que se deshacian en forma de cenizas al presionarlas suavemente.

Al dia siguiente, muy temprano, estuvieron periodistas del diario La Gaceta, de Tucuman. Segun Jolie, quien aviso fue la medica Rene Vera de Kairuz (ya fallecida, y familiar de las nombradas), del Hospital de Trancas, quien habria visto pasar sobre esa localidad un conjunto numeroso de luces. Fue precisamente ella quien, al otro dia, atendio en primer lugar a Dora de las presuntas quemaduras. Su tio, esposo de la medica Vera de Kairuz, luego de una inspeccion ocular opino que se trataba de una alergia mutante con una componente nerviosa.
[1] Este articulo fue publicado originalmente en Los Identificados. Casuistica ovni con ocupantes en Argentina, N° VI, Buenos Aires, marzo de 1994, paginas 1-27.

[2] Ver: Il Giornale dei Misteri, Firenze, IT. (Nro. 218, dic, 1989; Nro. 231, ene. 1991; y Nro. 255, ene. 1993), Cuadernos de Ufologia, Santander, ESP. (Nro. 14, 2ª. epoca, 1993), e Investigando, El Palomar, ARG. (Nro. 41, nov. 1992).

TESTIMONIO DE NALLIBE, YOLANDA MORENO EBAICH:

Nacio: Trancas, Pcia de Tucuman, 30 octubre 1925.

Estudios: Profesora de ingles; y de corte y confeccion.

El dia habia transcurrido normalmente. Pasadas las 21 horas los integrantes de la familia Moreno se encontraban acostandose; algunos leian, descansaban y acomodaban a los niños.

En cierto momento, la domestica Dora Martina Guzman aparecio en las habitaciones exclamando muy temerosa –tal es su personalidad- que habia unas luces afuera cuyo origen desconocia, aunque supone que estarian buscando a alguien. Yolanda cree que podria tratarse de un omnibus de la empresa donde se desempeña su hermano Antonio, pero ya hacia un par de horas que paso el ultimo, y le resta importancia al episodio.

Dora lloraba en la cocina e insistia con sus observaciones. Finalmente, Yolanda decide salir de la habitacion y dirigirse por detras de la vivienda pensando que por algun problema hubieron venido a buscar a su hermano, ausente en esos momentos. La puerta del frente se encontraba cerrada siempre por seguridad. Entonces miro hacia las vias distantes unos 200 m, notando la presencia de dos luces.

Se veia entre medio de ellas cruzar unos cuerpos de aspecto humano (11, 12 o 14). Penso que eran operarios de la cuadrilla ferroviaria, que estarian reparando algun desperfecto vial, de noche, para evitar accidentes. Luego descarto esta posibilidad, sin saber porque. La noche estaba muy oscura, no habia Luna visible y la temperatura calida.

“Yo he visto bultos de personas que se cruzaban –dice-, las observe durante mas de diez minutos, cuando la muchacha me pidio ir a ver las luces en la via; caminaban permanentemente, eran como personas normales que las ve a 200 metros. Pensaba que transitaban observando las vias, porque se veia movimiento entre ellas, un andar algo lento sin dificultad”. Alertados por Yolanda, todos pudieron ser testigos de las siluetas.

Habian empezado a transpirar y a toser “como si un humito de azufre nos ahogara”, dice. Afuera escuchaba un “ruido raro, como de un taller, asi se escuchaba de los aparatos”, afirma Yolanda. Aunque antes que se hiciera de noche, habia empezado a escuchar un sonido semejante a una zedilla oscilante que le llamo la atencion, pero como entonces se hablaba de nuevos aviones, penso que de eso se trataba.

Volvio a la casa y regreso con Dora provista de una linterna grande y un revolver 38 largo (n: el detalle del arma no aparece en ninguna de las versiones de la epoca, que solo citan la linterna). Jolie tambien habia salido, pero regreso con miedo pensando que irian a secuestrar a los niños.

Cuando salieron enfoco con linterna y al instante, se sintio enceguecida por las luces. Pero “ningun daño nos han hecho”, aclara. “Cuando alcance a ver el vehiculo y apunte con mi linterna, quede ciega. Ya no podia caminar porque estaba enceguecida”. Este aparato situado a unos 6 u 8 metros, tenia una suerte de ‘torre’ cilindrica y domo. Parecia no tocar tierra y daba la impresion de tener forma redonda con ventanas, expulsando un vapor que desde el suelo lo tapaba. “Lo grave es que yo le veia remaches”, nos dice Yolanda. “Remaches, remaches. Hecho por humanos que uno dice”. Ningun detalle mas pudo observar.

Respecto a las siluetas humanas, mas distantes, señala: “Las deje de ver cuando nos han enceguecido. ¡Que vamos a ver ya, con los reflectores en los ojos, con la desesperacion de todos…!”, exclama.

“Yo tambien tambalee al prender la luz y enceguecerme, he tambaleado, como si tuviera un poder; puse la mano en el suelo y me levante, sin alcanzar a caerme. Dora daba cada grito que pudo haberse revolcado, pero no se lo que le paso a ella. No iba a atenderla, yo queria atender a los marcianos”.

Enceguecida y tambaleante retorno al interior de la vivienda. Fue entonces cuando se levantaron todos. Su padre Antonio queria salir, pero Jolie y Argentina se esforzaron para disuadirlo. Su madre, Teresa, miraba enceguecida a traves de la ventana. La luz daba la impresion de atravesar puertas y paredes. Se trataba de una luz sin amplitud, de aproximadamente un metro de diametro.

Provenia de todos los objetos. “La luz era muy blanca –indica-, encegueciendo de tanta claridad. No se apreciaban otras coloraciones. Era una flota impresionante, mas de siete. Tres proximos a la casa y cuatro en las vias, segun alcance a contar. Era tal la cantidad de luces que quizas habia mas; tanta iluminacion que enceguecia, no se podia ver”.

Nallibe continua con su exposicion: “La temperatura aumento un poquito. No se si sera por los nervios o por la venida de los ‘platos voladores’ (…), pero los niños se despertaron por los gritos, la bulla, lloraban y transpiraban al igual que los adultos. Asi que seria algo que ocurria realmente en el ambiente”.

Un estado de nervios colectivo se habia apoderado de las cinco mujeres. Inclusive, Argentina “le pego un sopapo a Jolie, algo asi, ella sintio un golpe en el rostro; de lo que gritaba le han dado una bofetada”. Mientras tanto, Argentina decia: ‘¡Me van a llevar los marcianos al bebe!’; tenia miedo y lloraba por su hija Victita. “Pero ninguna –dice Yolanda- hemos tenido miedo, la verdad. Si hemos vuelto sin llegar al aparato fue por nuestros padres. Ninguno hemos tenido miedo”.

“Yo enfrentaba a mis hermanas me pedian que no saliera (…). Mi madre lloraba y el papa viejito (n: fallecieron en 1977 y 1965, respectivamente), pedian que no salieramos. Y mis hermanas llorando recriminandome por mis padres. Pero estaban aca, en la propia casa: en la esquina del jardin, en el gallinero, en la esquina del cerco, en las vias”.

Yolanda expresa su extrañeza porque Dora aparece con el rostro enrojecido, a diferencia de los demas. “¿Sera porque ella tenia miedo?”, se responde a modo de pregunta. No obstante, Yolanda le aplica una pomada para quemaduras (‘Pancutan’). Segun Yolanda, la domestica no fue, al parecer, trasladada en ningun momento al hospital.

Como en varias partes del mundo se hablaba de platos voladores, se dieron cuenta que de eso se trataba.

Al disponer irse, todos los aparatos habrian procedido a encender sus reflectores, dando vuelta sobre si mismos y dirigiendose al cerro medina (situado a unos 20-25 Km hacia el este). “Sin dar vuelta el vehiculo, los reflectores hicieron un giro y alumbraron todo”, nos refiere Yolanda. “Unas dos horas hemos estado observando el cerro iluminado como una ciudad a lo lejos; como una luz de un vehiculo que se va”.

Los artefactos se marcharon en el mismo momento, “como si fuera ordenado por alguien. Alguien mandaba ahi. Se nota –sostiene Yolanda- que uno solo dominaba todo; cuando giro el que estaba al lado de la casa, todos se han movilizado. Han levantado vuelo y seguido en forma rasante todos juntos, pues, imaginese que los cables del ferrocarril Belgrano (que corren paralelos a las vias) apenas los habrian rozado, porque no habia nada cortado. El ruido ya no se sentia tampoco”.

Luego se hallo “una ceniza blanca”, donde estaban los aparatos. Yolanda reconoce que, pese a tener ciertas cualidades parapsiquicas, no intuyo la presencia de aquel fenomeno, ni tuvo sueños alegoricos relacionados con su experiencia.

Consultada sobre sus impresiones acerca de lo observado ese 21 de octubre, señala: “Aunque vea yo remaches en las ventanas, es que no son personas de aca, por la precision del aparato, modo de desplazarse y mantenerse suspendido, marcas, tenga la seguridad que son de otro planeta”.

En una modesta vivienda ubicada detras de los galpones de la finca, se encontraba el peon Huanca (fallecido en 1986). Sus hijos habian salido. Uno de ellos, ‘Cucha’, es quien debia llegar en camioneta. Segun Yolanda, su padre tambien observo el fenomeno, pero le manifesto su deseo de no declarar. Junto con el jardinero Jose Acosta se levantaron ante los gritos de las mujeres, pero afirma que no han salido por temor.

EL TESTIMONIO DE ARGENTINA DE JESuS MORENO DE CHAVEZ

Nacio: Trancas, Pcia. De Tucuman, 10 junio 1929.

Estudios: Magisterio. Curso el primer año de Derecho, y abandono.

Aquel 21 de octubre habia viajado de Rosario a San Miguel de Tucuman, y desde alli lo hizo hasta Trancas. Le acompañaban sus dos pequeñas hijas Victoria y Nancy, estando gravida de su tercera niña, Cristina.

Llego muy cansada, cenaron a temprana hora algo liviano, y se recosto a leer unas revistas, mientras sus hijas dormian en la misma habitacion. De pronto, aparecio Dora requiriendola para ver lo que estaba pasando, pero no le hizo caso, pues estaba interesada en su lectura y cansada. Pero ella insistia, ingresando reiteradas veces en la habitacion, a lo que Argentina le respondio que se marchara, pues iria a despertar a sus padres, quienes dormian profundamente desde hacia mas de una hora. Dora le explica entonces que Yolanda no sabe que estan haciendo en las vias.

“Yo pense que iba a ver gente y que habria un vehiculo del ferrocarril, porque eso me habia dicho Dora: ‘Ahi hay gente que va y viene por las luces de la via’, dijo. Y le pregunte, ¿cuantas personas?: ‘¡Ah, muchisimas personas –dice Dora-, son como doscientos que van y vienen!, y cree la niña Yolanda que estan levantando las vias, haciendo sabotaje’. Ella veia solo las siluetas –continua Argentina-, sin poder apreciar detalle alguno; entonces recien me preocupe y me levante”.

Cuando lo hizo, segun la testigo, tanto su hermana como la domestica se habian ido a sus respectivos dormitorios. Dio la vuelta por detras de la casa, y al salir observo un fenomeno que no pudo comprender. Muy asustada retrocedio sin dar las espaldas hasta quedar a resguardo y entro corriendo a los gritos. Desperto a sus padres, y alerto a todos diciendo estar rodeada de platos voladores. “¡Oh, Dios mio!, estos son OVNIs, me asuste mucho, quedense todos tranquilos y quietos, nadie salga porque estamos rodeados de platos voladores, les digo”.

Se trata de cinco luces que estaban sobre la tierra. “No se si estaban apoyados o que, pero estaban ahi”, señala.

“Cuando sali y me volvi, vi uno solo. Pero cuando fui a buscar a mi pare note que habia cinco. Uno al frente, otro estaba para tras en el monte y habia tres sobre las vias. Vale decir tres juntos y uno. Ya tras de la casa en el monte, el quinto, que alcance a ver cuando fui a buscar a mi padre. Ese tiene que haber estado en el aire”.

Argentina muestra curiosidad por la intensa oscuridad de la noche, tenebrosa, sin Luna ni viento, ni humedad. “Habia una tranquilidad impresionante”.

Durante unos momentos permanecieron en el interior de la finca, hasta que salio el padre hasta el porton, pero su hija tras el, le tomo firmemente de la mano, mientras observaba con mayor atencion, y le pidio regresar, pues tenia angina de pecho: “No papi, no sabemos que es eso, ¿si son de otro planeta?… no sabemos si son buenos o malos, le dije, volvamos por favor”, y su padre atendio sus ruegos y razones.

Al ingresar nuevamente, Argentina cerro todas las puertas y ventanas, permaneciendo alli, expectantes de lo que ocurria. A traves de los postigos observaban el desarrollo de las acciones.

Argentina tuvo la impresion de que habia algo descompuesto, pues se escuchaba por momentos una suerte de golpeteo (un ‘trac… tac…’). Sostiene la testigo que “era un ruido como de una maquina, un sonido suave: ‘trun-ca-tr’; era como una cosa que daba vueltas, algo asi. ¡Era el de una maquina que estaba en funcionamiento! No era ensordecedor y solamente lo hacia el aparato que estaba cerca. No lo hacian los otros, de los que solo se veian las luces”. Argentina intenta precisar: “Eran luces grandes que se veian de lejos. Luces nada mas, blancas”.

En cierto momento Yolanda salio con la domestica y desde un artefacto situado mas proximo a la vivienda, fueron encandiladas sorpresivamente, recibiendo “un golpe de luz”. Ahi se volvieron corriendo y no salieron. Tenia las luces apagadas y solo se advertia la forma de unas ventanas de apariencia cuadrangular, oscuras en su interior. No se podia observar si tenia algun tipo de anillo que lo rodeare, u otros colores. “Lo que si vi –dice la testigo-, era una especie de fuego que uno prende, que arde. De a ratos lo veia y de a ratos no. Eso si, llegue a ver mas llama en los que estaban mas distantes”, afirma resueltamente.

“Lo que yo vi –prosigue la testigo- era un aparato. Ahora podria ser un aparato de aca tambien, pero me dio miedo porque dije: ‘¡que aparato raro esta ahi!, ¿quien esta usando ese aparato? No sabemos quienes son”.

Sin embargo, Argentina no sabe precisar la forma que tendria ese artefacto cercano, porque era tanto el vapor blanco que arrojaba por abajo y de a ratos una llama, que no permitia distinguirlo. Lo que notaba estando fuera –insiste- fue “ese ruido como una maquina suave, como un motor; como algo que daba vueltas en aquel momento (‘chiqui-chiqui-chi’, algo asi)”, sin lograr acertar con su onomatopeya, aunque advertido por todos los azorados testigos.

Al preguntarle si podria tratarse de un artefacto de manufactura terrestre, Argentina Moreno respondio: “… Puede ser. Se ve que era un elemento material. ¡Podria ser!, es muy factible”.

Cuando la luz las envolvio, Dora exclamo: ‘¡Hay, me quemaron!’, llevandose las manos al rostro. Argentina se asusto, creyendo que efectivamente la habian quemado y le pidio que retirara sus manos para inspeccionar que tenia, pero la domestica se negaba y Argentina debio retirarselas. “Entonces le pregunte: ‘¿Me miras bien, me miras a mi, si?, ¿pues que te pasa?’ ‘Nada’, me responde. ¡Es que el calor le hizo asustar! Se ve que la luz daba mucho calor. Cuando ellos enfocaban se nota que esa luz producia un calor impresionante”. Esto parece haber sido corroborado por su hermana Yolanda. Argentina tambien afirma que Dora no fue tumbada por la luz, ni tampoco atendida en el hospital por presuntas quemaduras, como indica una version, aunque habia quedado vivamente impresionada.

En esas circunstancias, ninguno de los perros que solian andar sueltos por los patios, en la galeria, ladro. Es mas, no recuerda haberlos visto. Pero si escucho a un animal (vacuno o caballar) que se inquieto, asi como las aves del corral, en particular las gallinas, que se despertaron y empezaron a cacarear cuando desde el aparato mas cercano se dirigio un haz de luz blanca, sin bifurcacion y de unos dos metros de diametro, hacia el corral. Cuando retiraron la luz, no se las escucho mas. Fue un haz directo, instantaneo, que se mantuvo un rato alumbrando.

“Todas lo vimos, porque estuvimos por las ventanas observando a traves del vidrio, ¡y no se de donde salio que atravesaban las paredes! ¡No!, no es cierto. Nunca las atraveso”.

RB- Pero, ¿Entonces no se ilumino el interior de la casa, como se dijo?, preguntamos.

AM- “Ah, por supuesto, se aclaro cuando vimos eso. El haz de luz fue impresionante. Nosotros teniamos las ventanas vidriadas y por ahi estuvimos observando. De a ratos alumbraban. Sera para saber si habian…, es cuando resolvi que cerraran todo, los postigos. ¡Todo! Pero nunca la luz traspaso las paredes. El calor si”.

Despues la familia continuo atisbando, y saliendo, pero Argentina se fue a su dormitorio y de a ratos, entreabriendo las ventanas, observaba el fenomeno esperando que se retirara.

Aunque ese dia no habia sido caluroso, la temperatura resulto agradable. En cambio, durante el prolongado avistaje –segun relata- parece haber sido muy elevada, pues las criaturas estaban transpiradas. Argentina reconoce no haberse percatado por si misma del aumento termico, debido a su estado de nervios y temor que la embargaba, pero lo advirtio al ver que los pequeños transpiraban profusamente. Les secaba las cabezas y les mudaba de ropa, cuando sus hermanas exclamaron: ‘¡Bueno, se han ido!’ Les pidio entonces que se quedaran tranquilas, pues ya no tenian porque temer. Los niños habian dejado de transpirar y continuaron durmiendo apaciblemente. Algo que la testigo no pudo hacer durante una semana despues del acontecimiento.

Desde que vio el reloj hasta que desaparecieron pasaron 40 minutos, aunque supone que pudieron haber estado desde hacia mas tiempo. No sabe como se alejaron, porque simplemente no los observo, pero pudo comprobar que despues “quedo todo tranquilo, nos tranquilizamos todos y asi paso”.

Una vez que se marcharon, Jolie, Nallibe y Dora decidieron salir en direccion a las vias, notando una suerte de ligera neblina, flotando baja en el lugar y un olor raro en el ambiente. Menos animada, Argentina dispuso permanecer en la casa, al cuidado de sus padres y niños, mientras que en los fondos de la finca, dos familias de peones que habitan alli dicen no haber visto ni escuchado nada.

“Lo que vi me impacto muchisimo –nos comenta Argentina-, y ahi nacio mi curiosidad por saber que pasa con esto. Y me preocupa mucho. Como yo lo he mirado en ese momento, dije ‘ese aparato esta hecho aca, y de alguna potencia’. Cuando lo vi pense que nos podia pasar algo porque habiamos visto un aparato de alguna potencia extranjera, que nos podria causar daño, a la familia[1]. Eso pense primero. Despues me puse a analizar y como esa luz, y como el calor, y porque esa noche estaba tan tenebrosa, y porque no vinieron otra noche clara. Y asi empece a analizar esas cosas…” Tambien reconoce haber leido por ese entonces de otras experiencias similares ocurridas en el pais (por ejemplo, el caso de Monte Maiz, Cba., el 11/12 de ese mismo mes) y en el extranjero.

“Todos quedamos de acuerdo en no contarlo a nadie –señala-, porque era una cosa muy rara. Mi hermana ‘Porota’ (por Jolie) envio por la mañana un telegrama, alegando que tenia miedo de dormirse. Hizo un telegrama por ferrocarril a mi hermano, el abogado (Antonio), que estaba en Tucuman. El ferrocarril lo paso –como es su modalidad- de estacion en estacion. Cuando el telegrama llego a la ciudad, medio mundo ya conocia la noticia. ¡Mi hermano se entero antes que le llegara el telegrama a su casa! Supe que iria a tener problemas, y asi fue. Ademas, nunca perdonare que nuestros maridos, hasta el dia de hoy, se mostraran escepticos de lo que vimos”.

EXAMEN DE LAS “HIPoTESIS INICIALES”

El primer comentario incluyo tres hipotesis: a) accidente, b) cuadrilla ferroviaria, y c) sabotaje. Por consiguiente, vamos a examinar tales supuestos.

Nuestra primera indagacion consistio en ver las planillas de ‘Itinerarios de Trenes’ regulares (de carga y de pasajeros), para esa fecha y lugar del F.C. Gral. Belgrano, constatando que no se registra el paso de coches regulares en el periodo de la observacion de los fenomenos. A mediados de octubre finaliza la zafra azucarera, y con ella habria mermado la circulacion de locomotoras de auxilio para ese fin.

La investigacion continua requiriendo al Control de Movimiento Central (CMC), en Buenos Aires, datos sobre la posible ocurrencia de movimiento no habitual en las vias: reparaciones, accidentes, problemas de circulacion ferroviaria, etc. Dario Rodriguez nos informa que dado el tiempo transcurrido, no se conservan antecedentes al respecto, sugiriendo cerciorarnos en la Superintendencia de Transporte, en San Miguel de Tucuman.

Alli fuimos y consultamos en varias oportunidades al Superintendente, ingeniero Julio Osvaldo Firpo, quien nos confirmo la inexistencia de los archivos de 1963 en esa dependencia. Con su autorizacion (S.T.P. 2-9/7.027.232), procuramos localizar entonces el ‘Libro de Registro’ de paso de trenes en la mismisima Estacion Trancas. Sin embargo, tras paciente busqueda, el resultado fue identico.

Mostrando interes en nuestra labor investigativa, el Ing. Firpo trata de aportar algunas suposiciones. Menciona el empleo de una ‘autovia’ para inspeccion, un vehiculo con capacidad aproximada para cuatro personas, levantado hidraulicamente, y con dos faros de regular potencia. Y traza la sospecha que los fenomenos de Trancas pudieren haberse originado en el uso de una “soldadura luminotermica”, que empezaba a emplearse precisamente en esos años. Empero, el Ing. Firpo nos aclara que la misma no se utilizo en ese ramal del norte sino hasta fecha muy reciente, salvo que se le haya practicado en forma experimental. Denota su gran luminosidad y desprendimiento de humo, con algun residuo; siendo habitual el trabajo nocturno, por la baja temperatura y menor actividad ferroviaria.

No obstante la falta de registros escritos, es opinion del Ing Firpo que de haberse practicado un trabajo en las vias (cuadrilla de operarios) en aquella circunstancia en que se observaron OVNIs, se habria comentado la coincidencia y develado la incognita.

Asi las cosas, insistimos en localizar al personal ferroviario de aquella memorable jornada. Conversamos en consecuencia con el operador Julio Luma, quien estuvo cumpliendo funciones en esa fecha como encargado de turno de Movimiento en San Miguel de Tucuman. Su testimonio es valioso, porque sostiene –recordando perfectamente el episodio- que el 21 de octubre de 1963 “transcurrio con absoluta normalidad, no registrandose inconveniente alguno”.

Esto nos llevo a corroborar sus dichos con los del actual jefe de la Estacion Trancas, Antonio E. Brozicevich, quien en aquella oportunidad se desempeñaba como auxiliar de la citada estacion y cuya jefatura estaba a cargo de Ceferino alvarez (ya fallecido). Reconoce que es la primera vez que se le consulta al respecto, y nos recuerda que estuvo de servicio desde aproximadamente las 23 horas del lunes 21 hasta la mañana del dia siguiente, pudiendo precisar que no hubo accidente alguno o cuadrilla ferroviaria trabajando en las vias.

En suma, nada indica que en la noche del 21 de octubre haya ocurrido un accidente (no hay indicios fisicos ni testimoniales), tampoco que hubiere estado operando una cuadrilla ferroviaria (la cual queda descartada conforme a lo expuesto), ni producido un sabotaje (pues, en definitiva, nada ocurrio).

Esta ultima hipotesis surge debido a la incipiente guerrilla rural hacia fines de 1962, en Taco ralo, al sur de Tucuman, registrandose tambien maniobras de los elementos armados; y entre 1962 y 1963 se producen algunos alzamientos militares, que fueron sofocados.

Transpuestas estas hipotesis iniciales, iria a sugerirse una explicacion que contaria con la adhesion de todas las hermanas Moreno: platos voladores.

MANIOBRAS MILITARES

Debese advertir que las hipotesis formuladas inicialmente por la familia Moreno denotan una preocupacion, un temor latente, cierta fatalidad: accidente, sabotaje, desperfecto en las vias. ¿Cual es la verdadera, y subyacente, inquietud de esta familia tucumana, que parece haber tenido como disparador la percepcion de un conjunto de fenomenos extraordinarios?

Señalemos previamente que el motivo de la ocasional permanencia en la finca de las hermanas Jolie y Argentina Moreno, se debe a que decidieron descansar unos dias en el campo, aprovechando que sus maridos, oficiales del ejercito, iban a participar de unas importantes maniobras militares a desarrollarse en la provincia de Salta.

La respuesta a aquella pregunta que insistia, surgio de las encuestas: sus maridos irian a pasar esa madrugada en un tren especial con tropas del ejercito, precisamente, a 200 m de la casa, frente a la finca, por el sitio exacto donde estuvieron ubicadas las luces y los presuntos ocupantes de los OVNIs.

Yolanda expresa haber sentido la primera preocupacion: “Pense y digo, ‘¡hay, van a pasar mis cuñados en el tren!, ¿que pasara en las vias?’” De ahi que, segun Argentina, recien tuvo inquietud y se levanto cuando Dora le comunico que su hermana Yolanda manifiesta que “estan levantando las vias, estaran haciendo sabotaje para el tren de soldados”. El desconcierto de Argentina se pone en evidencia cuando dice: “Que iba a pensar usted si decimos que estan esperando trenes con soldados, que pasan a hacer maniobras y va gente a trabajar de noche, ¿que tiene que hacer?, ¡no puede ser!, si las vias han estado bien, hasta tarde han pasado trenes con sin problema alguno…”

Es fundamental señalar aca que Tucuman-Trancas se convierte en paso ferroviario obligado hacia el norte del pais, donde la 5ta. Division de Infanteria (con asiento en Tucuman) iria a desarrollar la actividad castrense que, a decir de Jolie: “Fue una de las grandes maniobras que tuvo el ejercito argentino…” Las hermanas Moreno son explicitas al respecto. Jolie: “Habian estado pasando (ese dia) trenes con tropas para esas maniobras en etapas, asi, periodicas”. Argentina ratifica: “Todo el mundo sabia que pasaban tropas; pasaron muchos trenes de carga, tambien. Hasta tarde han pasado trenes con soldados. A la madrugada pasaron trenes los trenes con tropas. Al otro dia pasaron tropas y no hubo ningun problema”. Yolanda, la unica hermana que permanecio residiendo en la finca, agrega: “Toda la noche han pasado trenes, de Cordoba, el 20 Regimiento de Montaña, el 8vo. Todos. El 19vo. De Infanteria, el 5to de Comunicaciones. Todos iban al norte. Toda la noche han pasado trenes (especiales). Recien a las 5 de la mañana pasaron mis cuñados. Y por eso nos hemos confundido que la cuadrilla observaba la via…”

Inexplicablemente, esta significativa actividad, en coincidencia con el episodio que nos ocupa, no ha sido mencionada jamas en anteriores informes de investigacion. Tampoco parece haberse consultado en lo relativo al paso de trenes por la zona.

No obstante la importancia regional que tiene el ferrocarril Belgrano, como via de circulacion, es pertinente examinar cartograficamente la red caminera y las caracteristicas orograficas mas proximas. Se puede advertir de este modo, por ejemplo, que casi en direccion a la Sierra de Medina (situada esta a unos 20 Km), se encuentra la ruta nacional Nro. 9, que une Tucuman-Salta-Jujuy. Ademas, se observa la ruta provincial 311, que vincula Trancas con San Pedro de Colalao, al oeste, y numerosos caminos zonales que son motivo de atencion.

La actividad militar en la zona, en palabra de los testigos, resulta de interes al momento de examinar el caso. Dice Argentina: “Hay montañas, al frente es un valle. Y hay montañas al frente y al fondo de la finca. Y en esas montañas, de pequeña, mi padre solia despertarnos a las 3 de la mañana para que vieramos las maniobras de los soldados y el lanzamiento de luces de bengala”. Yolanda, por su parte, señala que todos los años hacen maniobras. “Ahora vienen a la finca (‘San Francisco’) de mi hermano Roberto. Utilizan varios kilometros de campo. Pero antes pasaban al norte, al limite con Chile”. Y agrega: “Si, aca en las lomas nuestras, en la que da a San Pedro de Colalao realizaban maniobras. En esa epoca (del caso de los OVNIs) aca tambien hacian maniobras, siempre; en las lomas que dan a San pedro”.

Al preguntarles a las Moreno acerca de la posibilidad que hayan sido desplazamientos militares, aquello que vieron la noche del 21, las respuestas fueron dispares. Jolie dice laconicamente: “No, eso no puede ser nunca. Hubiera sabido”. (Tras ello el dialogo se torno por momentos menos fluido). En cambio, como se indico, Argentina se mostro mas reflexiva cuando se lo relaciono con un posible artefacto de manufactura terrestre: “… Puede ser. Se ve que era un elemento material. ¡Podria ser!, es muy factible”.

La necesaria y fructifera consulta de los archivos periodisticos locales, nos irian a proporcionar una singular secuencia informativa respecto a las citadas maniobras militares que se llevaron a cabo durante esos dias. La Gaceta, de Tucuman, del 17 de octubre ofrece las primeras noticias. Con el titulo de “Maniobras Militares”, su corresponsal en San Salvador de Jujuy informa brevemente que el jefe del servicio de seguridad Jujuy, Tte. Cnel. Venancio J. Bonet, ofrecera una conferencia de prensa para dar a conocer los detalles de los ejercicios finales que realizaran las unidades militares destacadas en esa provincia, desde el 20 de octubre al 10 de noviembre.

El 20 de octubre, La Gaceta informa que el jefe del servicio de seguridad del ejercito Tucuman, Tte. Cnel. Luis A. Sarmiento, ofrecio detalles de la forma en que se realizaran los ejercicios finales de los efectivos de la 5ta. Division de Infanteria, con asiento en Tucuman, en las proximidades de la ciudad de Salta.

Segun se consigna, la secuencia temporal de las operaciones fue la siguiente:

– 17 de octubre: Se inician los desplazamientos de los regimientos y batallones hacia establecimientos La Lagunilla, Salta.

– 24 al 26 de octubre: Ejercicios de conduccion de tropas.

– 27 de octubre: Jornada de descanso.

– 28 al 30 de octubre: Ejercicios de conduccion de tropas con tiro de combate.

– 31 de octubre: Jornada de descanso.

– 1 al 3 de noviembre: Reanudacion de los ejercicios de conduccion con tiro de combate.

– 4 de noviembre: Critica parcial y traslado de tropas a Campo General Belgrano.

– 5 a 7 de noviembre: Maniobras finales con tiro de combate.

– 8 de noviembre: Desfile en la ciudad de Salta.

En las ejercitaciones participaban unidades de varias provincias, tales como Tucuman, Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero y Salta. Esta ultima contaba con unidades de caballeria blindada.

Dada la magnitud de tales maniobras, La Gaceta continuo durante dias subsiguientes dando a conocer, incluso con material grafico, las distintas alternativas de los combates figurados. “Aun no se trata de hechos militares de ejercitacion, se tiene la conviccion de que estamos asistiendo a una confrontacion belica real”, comenta su enviado especial A. alvarez Sosa, en la edicion del 26 de octubre (pg. 3). Curiosamente, se trata del periodista que hizo la cronica del caso Trancas.

El mismo que en agosto de 1985 comento: “Hace 22 años, junto con el entonces jefe de noticias Ventura Murga y el fotografo Ernesto Gonzalez, fuimos a Trancas a cronicar la experiencia de la familia Moreno. En ese tiempo no sabiamos que el fenomeno desencadenaria tal cumulo de historias y que el cine finalmente llevaria a conocimiento de todos los pueblos de la Tierra ‘un encuentro del tercer tipo’ relatado por el doctor J. Allen Hynek”. En efecto, tambien Jolie Moreno advierte esa relacion: “Mi madre estaba desesperada y mis hermanas corriendo, mi hijo estaba durmiendo en la camita, y transpiraba de tal manera que…, afuera esas luces, iluminando todo, moviendose inteligentemente y las figuras… Fue la misma pelicula de Steven Spielberg, ‘Encuentros cercanos del tercer tipo’ que, por otro lado, se autorizo con la informacion que habia de este caso. Autorizado por mi”.

Escenas de un filme, simulacro de una situacion belica. Ambos tienen en comun un halo de ficcion, de una ostentosa puesta en escena. Acaso la que se represento en Trancas aquella noche, a todas luces.

CONDICIONES METEOROLoGICAS

En un informe solicitado al Servicio Meteorologico Nacional, de la Fuerza Aerea Argentina (C.E. N 43.945/88), sobre el estado del tiempo durante aquella jornada del 21 de octubre en Villa de Trancas, en base a la situacion sinoptica de esa fecha y los registros de las estaciones mas cercanas (Tucuman Aero y Rosario de la Frontera), se indica que el cielo estuvo despejado y con neblina durante la madrugada, hasta nublarse paulatinamente; los vientos soplaron del sector norte, a 10/20 Km/h por la mañana rotando luego al sector sudoeste a 20/40 Km/h; la temperatura oscilo entre 15 y 39 C, y la humedad relativa entre 39 y 81%.

De acuerdo a los datos proporcionados por la estacion Tucuman Aero, entre las 20 y las 22 horas, coincidiendo con el suceso, se registraron las siguientes condiciones:

– 20 horas: cielo nublado, visib. 10 Km, viento calmo, temperatura 26.5 C, Hum. Rel. 47%, presion 960.4 m.p.

– 21 horas: cielo nublado, visib. 10 Km, viento calmo, temperatura 25.5 C, Hum. Rel. 48%, presion 961.8 m.p.

– 22 horas: cielo nublado, visib. 10 Km, viento SE, 5 Km/h, temperatura 26.5 C, Hum. Rel. 43%, presion 962.8 m.p.

Es pertinente señalar que la sensacion climatica (funcion de la temperatura y humedad) ha sido “calida”. Durante ese periodo, la estacion no registro fenomenos significativos, ni cambios bruscos en las condiciones meteorologicas. Se destaca que durante la prolongada observacion de los OVNIs, la visibilidad se mantuvo reducida a 10 kilometros, con un cielo completamente nublado que, desde luego, esperaba una incipiente luminosidad lunar, cuyo astro se hallaba en la 4ª. Fase creciente, con una fraccion iluminada del 17.12% (altitud -35.37 y azimut 174.41, por salir recien a la 1:33 horas).

Es obvio que el cuadro de situacion descrito no ha favorecido una buena visualizacion. Esto queda ratificado por las testigos, quienes coinciden en describir la inusitada oscuridad y escasa visibilidad en que se desarrollaron los acontecimientos.

Paradojalmente, estas condiciones de oscuridad son las que permiten una excelente penetracion de los filetes luminicos de los proyectores utilizados, sin resplandor en la zona circundante. La perdida de luz debido a la absorcion atmosferica se ve tambien disminuida por el estado de la atmosfera.

ANALOGiA CON LAS LaMPARAS DE ARCO

Llamase “arco voltaico” al fenomeno luminoso que tiene lugar cuando una corriente intensa salva la distancia que separa dos electrodos colocados en el seno de un gas; el aire, por ejemplo. Su nombre procede de Davy, quien dio cuenta del fenomeno utilizando electrodos de carbon de madera.

Los arcos mas estudiados son, precisamente, los que se forman entre electrodos de carbon (catodo y anodo). Las corrientes de aire suelen ocasionar un deposito pulverulento. La mayor parte de los arcos deben su luminosidad a la incandescencia de las particulas volatilizadas en el catodo, o bien a la de sustancias adicionadas al anodo para dar coloracion al arco (roja, violeta, etc.). A veces se añade al carbon anodico sustancias diversas, tales como calcio, el cual, al volatilizarse incandescente, irradia luz de espectro continuo. Tambien potasio, que en contacto con el aire arde con luz violeta y gran desprendimiento de calor. La brillantez intrinseca del manantial de luz es funcion de su temperatura; por lo tanto, para obtener un manantial de luz con brillantez maxima, ha de emplearse una sustancia que pueda mantenerse a la temperatura mas elevada posible.

Como el carbon fue el que poseia el punto de volatilizacion mas elevada conocida, se creyo que el arco de carbones era capaz de la mayor brillantez lograda artificialmente (esto ocurre a una temperatura de 3,000 grados C). Sin embargo, por observaciones mas recientes se supo era posible conseguir una brillantez mucho mas elevada.

En la fabricacion de los carbones suelen utilizarse productos de la destilacion del petroleo. Eliminadas las impurezas, se le da forma definitiva a los carbones (cilindrica) y, sometiendolos a alta temperatura, se convierten en parte en grafito. Pero fue Bremen quien propuso añadir a los carbones distintas sustancias para aumentar su poder luminoso (‘de llama’) y otras cualidades (‘de efecto’).

El polvillo que se va formando durante su combustion, ira a desprenderse en forma de oxido y dioxido, finalmente carbonatados. Un cenicero colocado en la parte inferior del globo, taladrado por pequeñas aberturas, determinan una conveniente evacuacion tanto de residuos pulverulentos, como de gases. En este ultimo caso, en particular, cuando los carbones son mineralizados, dejando escapar al exterior humo (al contrario del carbon puro).

Desplazadas por las de incandescencia de gran tamaño, las lamparas de arco fueron utilizadas durante años en las poderosas “linternas de proyeccion”, para cinematografia (aun pueden conseguirse los carbones en algun comercio) y, muy especialmente, en los proyectores.

Uno de ellos, el Sperry de 152.4 cm, proyector antiaereo modelo 1941, fue inscrito en el Registro de la Reglamentacion del Ejercito dieciocho meses antes del caso Trancas. Por entonces, el Comandante en Jefe del Ejercito, Raul Poggi, ordena que su manual de descripcion, funcionamiento y conservacion (F.T.-A.G. 1) “debera ser adquirido obligatoriamente” por batallones, regimientos, y con particular reiteracion por el personal de artilleria del Ejercito. De su lectura conocemos los principios que rigen el diseño del proyector:

Se caracteriza por su gran intensidad luminosa y se compone de un arco voltaico tambien de fuerte intensidad, mantenido automaticamente en el punto focal de un espejo reflector protegidos por un tambor. Dicho tambor esta montado de manera que permite la rotacion completa en direccion y movimientos en elevacion, mediante un sistema de mando a mano o electrico a distancia. La lampara sostiene un par de carbones o electrodos, cuyo mecanismo de regulacion permite el avance del carbono negativo hacia el positivo y trata de iniciar un nuevo arco voltaico.

El tambor esta dotado de un sistema de ventilacion a fin de que las particulas y vapores desprendidos del arco puedan ser barridas continuamente (polvo de carbon y otros residuos producidos durante su funcionamiento). La duracion de la combustion de las varillas o carbones empleados para una graduacion de carga de 150 amperios es de noventa minutos aproximadamente. Para esta lampara suelen utilizarse carbones de gran intensidad fabricados especialmente.

La ejecucion de las maniobras de localizacion y proyeccion del haz de luz es fundamental, por su rapidez, alcance y precision. Baste con señalar que debe alcanzar a iluminar facilmente un avion, digamos, a 16 kilometros (aunque la visibilidad del objeto depende, no ya de su iluminacion misma, sino del contraste entre la iluminacion del objeto y el resplandor en la zona circundante).

Las caracteristicas del proyector tienden, a traves del espejo, a concentrar el haz luminoso y a proporcionar casi la maxima iluminacion posible, a la vez de ser facilmente transportable.

El puesto de mando se compone de un aparato de regulacion, que proporciona la sincronizacion del movimiento del proyector con los datos de un localizador de sonido, y el mando a distancia del proyector, que lo hacen mover en direccion y girar en elevacion. Todo el sistema de este modelo –que no es el unico- requiere de un grupo electrogeno, compuesto basicamente de un motor de gasolina y un generador, convenientemente emplazado detras de un terraplen o monticulo de tierra, arbolado o matorrales, a fin de disminuir el ruido que pueda llegar al localizador de sonido del ‘puesto de mando’, para lo cual conviene instalarse a prudencial distancia, a unos 150 metros. Vale decir que la disposicion en campaña del material tendria la siguiente secuencia: grupo electrogeno-monticulo o vallado-proyectores-puesto de mando a distancia. Curiosa disposicion si la relacionamos con la ubicacion de los fenomenos de Trancas… Aunque, por supuesto, alli no se observo ningun motor a gasolina (solo se escucho, a decir de Argentina, “ese ruido como una maquina suave, como un motor”), y la distancia del objeto ‘F’ (“el que mandaba ahi”) a los reflectores mas proximos (objetos ‘C’ y ‘D’), no era inferior a 170 metros.

El relato de la familia Moreno sobre la incursion de una escuadrilla de OVNIs, destaca la descripcion del tipo de luz que emitian los reflectores “de las extrañas maquinas”. “Eran chorros de luces blancas, altamente direccionales y que mostraban muy poca dispersion”; “haces perfectamente cilindricos, compactos y coherentes”, dirian, homologandolos por sus caracteristicas al laser (light amplification by stimulated emision of radiation).

Sin embargo, los anticuados proyectores de arco voltaico –lejos de una supertecnologia- muestran sus cualidades. En una exposicion industrial realizada en La Plata, BA., cuatro años despues (vs. articulo periodistico), se pusieron en funcionamiento varios de los citados reflectores. El atractivo gano su espacio en la prensa, con una nota grafica en la que advierte que su potente haz “pareciera haberse materializado”. El comentario final de El dia, en su pagina 4, es llamativo: “La prueba realizada anoche (martes 14 de noviembre de 1967) con los reflectores causo general sorpresa en la ciudad, ya que muy pocos alcanzaban a explicarse el origen de esos poderosos haces de luz que tan pronto alumbraban ‘a giorno’ los mas altos edificios como horadaban la profundidad del cielo. Los telefonos de nuestro diario fueron anoche vehiculo de la curiosidad publica, que una vez encontro motivo para dar rienda suelta a su imaginacion proclive a vincular cualquier hecho simple con viajes espaciales o invasiones de trasmundo”.

EL AUMENTO TeRMICO

Diversas versiones indicaron que el indice mercurial era de 16 C antes de la observacion y que luego se elevo a 40 C. Hemos visto de modo fehaciente que no fue asi: la temperatura exterior oscilo en los 26.5 C. Se trato de una estimacion de las testigos, en cuyo caso la diferencia mercurial nos proporciona un parametro de percepcion (termico, en este caso) que condujo la apreciacion del fenomeno.

No obstante, creemos factible que se haya producido un aumento de la temperatura. Un proyector (a diferencia de una lampara comun que irradia su energia luminica y termica en todas las direcciones) posee un espejo concavo que permite concentrar sus rayos, evitando una excesiva dispersion. Por eso se debe considerar al calor tanto en su intensidad como por la duracion. De ahi que esa elevacion es obvia, aun cuando su progresion dentro de la finca pudiere haber sido muy pequeña.

En cambio, resulta aceptable que un importante aumento de la temperatura en el interior de la vivienda pudiere haberse producido como consecuencia de multiples causas:

a) Por la exposicion prolongada de uno o varios proyectores, actuando sobre la casa.

b) Por la falta de aireacion debida al encierro, a lo que debe sumarse la sensacion climatica “calida” imperante en la region. El diario La Gaceta, del 23 de octubre, indica que las testigos, “alarmadas por todo lo que veian comenzaron a cerrar puertas y ventanas”. Argentina Moreno nos ratifico incluso que en el momento en que las iluminaron, “es cuando resolvi que cerraran todo, los postigos, ¡todo!”

c) Por la agitacion fisica. Los testigos corrian de una habitacion a otra, se llevaban por delante, etc. Es un hecho conocido que el movimiento muscular produce calor, y que este eleva la temperatura general (del cuerpo y del ambiente), acompañada de consumo de oxigeno. Por otra parte, la secrecion sudoral se halla supeditada al funcionamiento de los centros sudoriparos, los que pueden entrar en accion aun elevandose la temperatura algunas decimas de grado. Asimismo, el sueño y el trabajo muscular energetico excitan la calorificacion y la sudacion.

d) Por la crisis nerviosa. Al igual que el sistema muscular, el nervioso es tambien fuente de calor. Fue Burdach quien demostro que los estados emocionales tales como el temor, el terror, etc., elevan el calor del cuerpo. Precisamente, Yolanda Moreno ha conjeturado que el aumento termico pudo deberse al estado de nervios en que se hallaban.