EL CASO BARILOCHE (5 PARTE)

CONCLUSIONES DEL CASO BARILOCHE
Investigacion realizada por Juan Pablo Gomez y Oscar Adolfo Uriondo

La clase de certeza a que es posible arribar mediante el analisis como el implementado en el Informe Preliminar sobre el Caso Bariloche, se asemeja mas al que se puede adquirir en el ambito de las investigaciones de tipo juridico. Tal restriccion es logica consecuencia de la metodologia que nos impone la naturaleza de los datos con que debemos manejarnos en el campo de la indagacion ufologica. No hay aqui, y mas precisamente no la hay en los incidentes anomalos de Bariloche, datos objetivos permanentes, sino evidencias de muy diferente relevancia probatoria, a las cuales es menester evaluar minuciosamente, eludiendo en lo posible cualquier tendencia prejuiciosa y parcializada.
Dentro de ese marco limitativo, el estudio analitico de los hechos, circunstancias y testimonios concernientes a los fenomenos aereos presuntamente anomalos sobre la zona de Bariloche, reportados la noche del 31 de julio de 1995, nos permite arribar a varias conclusiones en las cuales se dan elementos de certeza, juntamente con dudas y conjeturas.
En primer termino, la contrastacion de las hipotesis convencionales con los datos recopilados durante la investigacion y evaluados de modo objetivo y racional, revela que ninguna de aquellas posee la suficiente entidad probatoria para ser calificadas como medianamente plausibles. Resumiremos aqui lo ya expresado en el articulo anterior:
En virtud de su configuracion, los fenomenos aereos observados no corresponden a ninguna expresion de la aerotecnologia contemporanea, lo cual permite descartar como factores de identificacion a todo tipo de aviones, helicopteros, globos sondas, dirigibles, etc. Y tampoco el comportamiento cinematico de tales fenomenos se compatibiliza con los de cualquier ingenio volador convencional y excluyen, por tanto, soluciones que involucren estimulos aeronauticos y astronauticos. Agreguemos a lo expuesto que durante la noche del 31 de julio, no hubo en el area de Bariloche ningun lanzamiento de globos sondas y tampoco se reportaron vuelos de aeronaves militares, civiles o comerciales, ya fueran estos programados o no.
Con respecto a las explicaciones astronomicas, el intento de reducir las observaciones de Bariloche a cuerpos celestes, ya fueran planetas, estrellas, o a meteoritos erroneamente percibidos es absolutamente inconsistente. Asi lo demuestran los datos obtenidos mediante la implementacion de softwares astronomicos, como el Expert Astronomer for Window y el Ez Cosmos 3.0. Reiteramos que en los eventos de Bariloche las posiciones de los fenomenos luminosos insolitos no coinciden con la de ninguno de los astros. Y en cuanto a los meteoritos, ellos de manifiestan -como ya explicaramos en un capitulo anterior- dentro de muy limitadas condiciones de movilidad y duracion que en nada semejan a las que caracterizan el comportamiento de los fenomenos reportados.
En relacion a las hipotesis optico-atmosfericas que pretenden reducir las observaciones a meros fenomenos de reflejos o de refracciones luminicas, proyectadas desde tierra, subrayemos que las circunstancias meteorologicas existentes la noche de ese 31 de julio no fueron apropiadas para que ocurrieran efectos opticos de alguna importancia. Y como ya expresaramos, mientras que las capas nubosa aparecian desplazadas hacia la Cordillera, al Oeste, las manifestaciones insolitas avistadas se dieron precisamente en los sectores despejados del cielo.
Finalmente, respecto a las hipotesis psicologistas, al termino de una investigacion y analisis minuciosos, la conclusion que alcanzamos es de que las probabilidades de que una solucion de ese tipo tenga algun viso de razonabilidad y sensatez son enteramente remotas.
A luz de todo lo expuesto hasta ahora en este Informe, surgen los siguientes interrogantes:
¿Hubo en realidad un solo OVNI sobre Bariloche y las desemejanzas en las descripciones obedecen a dispares condiciones y perspectivas de observacion por parte de los testigos?
¿O quiza el fenomeno percibido, aunque unico, posea cualidades «proteiformes», esto es, posea la aptitud de modificar, en diferentes instancias, tanto su apariencia, como sus patrones luminicos?
¿O bien su estructura es ambigua, como un modelo geometrico equivoco, en el cual surgen diversidad de figuras, cambios en el aspecto sensible de su imagen, disimiles, pero todos ellos igualmente valederos y reales?
¿Podria argumentarse, tal vez, que el llamado caso Bariloche no se limite al avistaje de un solo OVNI -como a nivel periodistico y popular se ha creido hasta ahora- sino que se trate de una pluralidad de fenomenos insolitos (al menos dos), cuyo comportamiento muestra evidente intencionalidad?
Nos inclinamos a rescatar como mas viable esta ultima presuncion, aunque sin desechar una posible incidencia secundaria por parte de las otras tres opciones, al menos en una fase preliminar y con los elementos de conviccion reunidos hasta hoy.
Hay un aspecto relevante del fenomeno OVNI, al que hemos mencionado con alguna frecuencia: la intencionalidad., sin duda el mas desusado de los items de extrañeza y que merece un parrafo especial. Adviertase que en ningun momento aplicamos el concepto de inteligencia para designar tal modalidad en las manifestaciones OVNI. Hay una razon de peso para esta eleccion: el termino inteligencia resulta equivoco, habida cuenta de que por el se entienden realidades distintas, y que una precisa definicion teorica plantea problemas, no habiendo sido aceptada por unanimidad desde el punto de vista psicologico.
En cambio, el concepto de intencionalidad es menos comprometido. Recordemos a este proposito que, como señala el filosofo Franz Brentano, todo acto psiquico participa de esa cualidad. Es decir que los entes psiquicos que la ejercen son capaces de percibir estimulos externos y reaccionar con relacion a ellos. En muchos casos los OVNIs dan la clara impresion de que advirtieran dichas presencias y orientaran su comportamiento en funcion directa de las mismas.
En el caso Bariloche, se aprecian varias fases que sugieren actitudes y movimientos intencionales por parte de los fenomenos luminosos observados. Como los ejemplos que citamos a continuacion:
1) El desplazamiento evasivo (en angulo de 90 grados), cuando el Boeing realiza su viraje a los 6.400 pies de altura.
2) La configuracion triangular que lo acompaña -en vuelo formado- durante 3 minutos en su descenso hacia el aeropuerto.
3) Las maniobras totalmente insolitas para un fenomeno natural y conocido que efectua luego de sobrepasar en vuelo al GN-705, de la Gendarmeria.
4) La «espera» a 10.000 pies de altitud y el nuevo acompañamiento al avion de linea.
5) Son tambien dignas de mencion las expresiones del comandante Cipuzac acerca de la «sensacion» que el comportamiento de la extraña luz le produjera, en el sentido que no parecia erratica, sino como el de un objeto controlado inteligentemente.
6) Notemos, ademas, que los dos niveles mencionados -6.400 y 10.000 pies- son precisamente los prestablecidos en la carta de vuelo nº1 para el procedimiento de aterrizaje en el Aeropuerto de San carlos de Bariloche. La circunstancia de que las detenciones en «espera» del fenomeno luminoso ocurrieran precisamente en ambos niveles, no deja de ser intrigante

Como conclusion, creemos que es posible vislumbrar en los incidentes de Bariloche una intrincada estructura factica de insospechada complejidad; una sucesion de eventos anomalos -no siempre asociados entre si con claridad- y de no facil integracion en un panorama general. Precisamente, es debido a la antedicha complejidad que se torna dificil ensayar una valoracion global de extrañeza en terminos cuantitativos para todos los avistamientos involucrados.
Por ultimo, en lo que concierne a la naturaleza de estos extraños fenomenos (OVNIs o anomalias aereas), solo podemos movernos por ahora en un terreno conjetural y especulativo, donde por el momento no se avizoran respuestas categoricas. Este es, sin lugar a dudas, el gran desafio pendiente.
Una acotacion final que ubica el incidente de Bariloche dentro de un contexto mas amplio: estos encuentros de aviones con OVNIs no son excepcionales y por supuesto no se limitan a los sucesos considerados en el presente informe (existen al respecto valiosos catalogos mundiales que recogen una nutrida casuistica*). En la mayoria de estos eventos se alude con mucha frecuencia a un manifiesto comportamiento intencional por parte de los fenomenos anomalos. Incluso la calificacion de maniobras inteligentes es explicitamente aplicada. Estos llamados casos aeronauticos han ocurrido desde el inicio de la historia contemporanea de los OVNIs y siguen ocurriendo en distintas latitudes y epocas.

NOTAS

* Un caso de notable similitud al incidente de Bariloche, por nosostros analizado, se dio en la vecina Republica del Uruguay. Fue exhaustivamente investigado por CRIDOVNI, organismo oficial de la Fuerza Aerea de ese pais y lleva el numero de registro 316..
La noche del 25 de agosto de 1975, un avion Vickers Viscount de Pluna sobrevolaba Tacuarembo proveniente de Asuncion del Paraguay. «La tripulacion y alguno de los pasajeros pudieron observar una luz blanca a la izquierda y un poco mas abajo del avion. El comandante, suponiendo que tenia en las cercanias otra aeronave, se comunica con la torre de control para corregir las trayectorias. Desde la torre le dicen que ningun otro vuelo estaba registrado alli. Pensando que podria tratarse de una pequeña avioneta (incluso podia ser un avion contrabandista) y en la prevencion de un accidente, hozo notar su presencia encendiendo y apagando las luces de sus avion. Para sorpresa y temor de todos los observadores, al encenderse los faros de aterrizaje, aquella luz se acerco vertiginosa y peligrosamente al avion, para enseguida e inmediatamente retornar a sus posicion original con la misma velocidad. Esta maniobra, imposible para una aeronave normal, ocurrio un par de veces…..La luz acompaño al avion durante algunos minutos, hasta que empezo a alejarse hacia el este. Dato complementario: el comandante del vuelo, asegura que durante toda la ocurrencia sintio, pese a un logico recelo, la extraña sensacion (se podria decir la seguridad) de que nada iba a ocurrir. Como que algo le decia que no debia sentir miedo»