VISITANTES: NUESTRAS PRIMERAS EXPERIENCIAS

Por Eduardo Grosso

Corria el año 1986 y con mis esposa Liliana comenzabamos nuestras primeras investigaciones en este apasionante tema de los «visitantes de dormitorio».
En aquel año tuvimos dos casos en «Lomas de Beccar», partido de San Isidro, y otro en Benavidez, Partido de Tigre; ambos al norte de la Capital Federal de Argentina.
El caso de la familia de Marcelo R, fue tal vez el mas interesante. Era una tarde/noche de verano, cuando toda la familia de Marcelo estaban en su casa mirando television, cuando se corta la luz y un extraño resplandor emerge desde el jardin posterior de la propiedad. La madre inexplicablemente corre hacia la habitacion de la hija mas pequeña en la parte superior de la casa. Alli, para gran sorpresa, se encuentra con un ser alto y rubio (el clasico «nordico» de Adamski) que estaba a los pies de la cama de la pequeña y que, mentalmente, tranquiliza a la atemorizada madre, expresandole, siempre mentalmente, que no tuviera miedo, que su hija estaba y siempre estaria bien. Acto seguido, el ser desaparece de la habitacion sin poder explica la testigo como o por donde.
Mientras tanto, el resto de la familia (el padre y el hermano de la pequeña) siguen en el living de su casa, tal vez o no, de manera inexplicable.
Despues del encuentro, toda la instalacion de la casa se quemo, y quedaron marcas en el parque y faltante de agua en la piscina. Ninguno de los protagonistas vieron el aparato o lo que ocasiono el apagon y produjo las marcas sobre el cesped.
Marcelo me conto personalmente su experiencia, rogandome su anonimato y buscando respuestas, que en aquel momento yo no estaba en condiciones de dar.
Mas adelante, en otra entrada, me referire a los otros dos casos.
Hasta la proxima.