SAN JOSE, MISIONES: A UN PASO A NIVEL (23 AGO 1965)


Con el titulo “Yo he visto un OVNI, nos afirma el Sr. Casimiro Zuk”, el diario El Territorio, de Posadas, Misiones, en su edicion del 2 de septiembre de 1965, en pleno auge de la gran oleada argentina, ofrece la siguiente informacion:

“APoSTOLES (Corresponsal Ernesto Zajaczkowski) – Llego hasta nuestra corresponsa­lia el señor Casimiro Zuk, soltero de 27 años de edad, domiciliado en la chacra 171 de la colonia Apostoles, quien nos expreso a boca de jarro: ‘Yo he visto un plato vola­dor’. Lo hicimos sentar, advirtiendo una nota de relevantes contornos para nuestros lectores.

El relato del señor Zuk comienza asi: ‘En la noche del 23 de agosto, alrededor de la una de la mañana, cuando transitaba por la ruta que une el paraje Centinela con la ciudad de Apostoles (Fomento Agricola N° 5) en bicicleta y al llegar al paso a nivel del ferrocarril General Urquiza, entre los lotes 310 y 312, cerca de la curva Palaczewski, divise de pronto sobre mi cabeza a una altura de mas o menos 3.500 metros un objeto luminoso que despedia a ratos, deste­llos de luz natural, para apagarse luego y permanecer en penum­bra por espacio de algunos segundos, para volverse a encender. Frene y apeandome de la bicicleta, pude a­preciar que poco a poco el ovni se acercaba a la tierra y al llegar a una altura aproximada de 500 metros, describio un semicirculo de este a oeste para luego de­sandar el camino recorrido y posarse suavemente sobre la playada del campo lindante, a unos 400 metros del lugar en que me encontraba, pudiendo apreciar que era una especie de vehiculo automo­tor de forma alargada, con un diametro aproximado en su parte central de cinco metros, despidiendo a ratos haces de luces enceguecedoras. Alrededor de la nave o vehiculo, se podia apreciar una especie de visera, similar a la que tienen los automoviles para protegerse de los rayos solares sus conductores, debajo de la cual se encontraban ventanillas enterizas; la altura total de la nave seria de 2,50 metros’.

“Mas adelante, el señor Zuk nos dice: ‘De pronto, comenzo a abrirse lentamente una escotilla de la que salio una persona de altura normal, vestida con un traje parecido al de un aviador (mameluco) que lo cubria desde la cabeza hasta los pies; el traje despedia destellos luminosos; el individuo camino unos pasos como queriendo estirar sus piernas y rigido, volvio a la nave, la que despues de cerrar su escotilla emprendio vuelo, elevandose en espiral y sintiendose una especie de bramidos como unico ruido’. Preguntamos entonces, si se escucho algun ruido aparte del bramido, a lo que nuestro interlocutor respondio: ‘Solamente cuando bajo el individuo se escuchaba un rumor que podia ser suave musica o una radio que funcionaba’.

“Finalizado el relato, el señor Zuk se despidio y subiendo en su bicicleta se per­dio lentamente por las calles de la ciudad”, concluye la cronica periodistica.

A partir de esta publicacion, su historia fue reproducida en una variada bibliografia, argentina y extranjera (1), incluyendo listados y catalogos de no identificados.

NUESTRA INVESTIGACION

Partiendo de la ciudad de Posadas por la ruta provincial 1 (actual nacional 105), hacia el sudeste, unos 45 km, Y luego a traves de estrechos caminos de arcillosa tie­rra roja, que se abren entre la tupida sel­va y monte -caracteristica de la region, llegamos a nuestro destino: el lugar de los hechos, el testigo.

El testigo, Casimiro Zuk.

De el recogemos su testimonio directo y procedemos a un reconocimiento donde ocurrio el fantastico avistamiento[1].

Casimiro Zuk es un agricultor de te y yerba mate, con estudios primarios, que te­nia por entonces 28 años. Eran aproximada­mente la una de la mañana del lunes 23 de agosto de 1965. El cielo se hallaba algo nublado y oscuro, cuando Zuk regresaba a su chacra ubicada en Apostoles, luego de visi­tar a su novia.

Conduciendo su bicicleta por un camino, de suaves pendientes, recorrio apenas unos 300 m de la casa, cruzo un paso a nivel del ferrocarril Gral. Urquiza, situado en la zona de colonia San Jose, cerca del arroyo Chimiray, anduvo unos 50 m y de pronto vio a su derecha, al oeste, una luz. “Al principio era como una gran estrella -nos dice-, vi de casualidad eso”.

Pero la luminosidad blanco-amarillenta fue en aumento, y parecia desplazarse cada vez mas bajo, aminorando su velocidad a medida en que se acercaba, lentamente, a donde se encuentra la Estacion del Medio, un apeador -con plataforma y abrigo- del tren coche motor, hasta alcanzar una distancia que Zuk -atonito en el camino- estimo en 300 o 400 m. Dedujo que la luz se detuvo alli, a unos 3 m del suelo, pues “como la playada es llana, entonces no podia estar en el suelo”, sino a una cierta altura.

A medida que esa luz avanzaba, podia escuchar algo que describe como “una musica lenta, rara”, y al detenerse, noto un soni­do (“rrooee-rrooee”) parecido al de un bombeador de agua.

En esas circunstancias, observo a “una persona” que, por la distancia estimada, supone que tendria “un metro de estatura, o cosa asi”, de contextura normal, vestida con un mameluco.

“Estuvo mas o menos 8-10 minutos detenido alli -expresa-, y de repente aumento el ruido aquel que escuche: ‘rRrRr’, de tipo circular; y otra vez, vi la luz como la del principio, mas grande, mas chica, desaparecio”

Casimiro Zuk afirma que no hubo otros testigos que hayan observado o escuchado algo extraño esa noche. Tampoco noto la presencia de animales sueltos, o vehiculos en el area. Penso avisar a un vecino cercano, pero supuso que a esa hora se encontraria dur­miendo y perderia tiempo para seguir contemplando el inusitado fenomeno: “Es un lugar de poco transito -agrega-, unicamente la via con el coche motor, pero, el tren a esa hora no pasaba”.

“La luz daba la impresion de tener una visera, pues se proyectaba hacia abajo. Objeto no he visto; nada mas que el techo -la visera-, y a la persona que camino, que vi mal, mal. Luego la luz desaparecio de mayor a menor, haciendo ‘rRrRr’, asi”.

Al aproximarse, parecia que prendia y apagaba. Pero cuando se detuvo, y “el brillo estaba sobre la tierra, a 3 metros”, tampoco pudo apreciar una forma definida, pero si algo semejante a un “corredor”, con una visera, o alero. “Era una luz muy fuerte, yo la miraba, pero no veia…; cuando veia eso (al bajar la vista y volver a observar) parecia un foco, nomas. Algo se notaba, tambien, como escotillas dibujadas, algo asi, no se, pero podia mas o menos distinguir las porque eran algo mas oscuras”, dice Zuk.

Le resulta dificil precisar el tamaño, pero calcula que no podia tener mas de 10 m, asegurando que, al menos, “no tenia un tamaño chico”. “Sin poder determinar si era re­dondo, alargado, etcetera, podia apreciar -eso si-que se trataba de una luz que brillaba como si tuviera la luz arriba y brillaba todo…”.

– El ocupante: “La persona aparecio dando unos pasos -refiere Zuk-, dio vuelta, otra vuelta, camino y luego no la vi mas, porque no la observe continuamente. Para poder recuperar la vision (por el foco de luz), vi abajo para volver a verle y, entonces, no le vi mas”, expresa con cierta desazon. Aunque agrega: “Tuve miedo, porque estaba solo, que me pase algo; que se yo, fue una cosa rara. Pero mal intencionado no creo que fue­ra, porque a mi no me toco, no me hizo ningun daño”.

La figura estuvo unos 2 o 3 minutos, y dejo de verse cuando la luz empezo a irse. Tenia el aspecto “como una persona de aca, comun, pero me parecia verle como un vesti­do, tipo mameluco. Por el reflejo de la luz lo veia, algo mas amarillo. El rostro, en cambio, no podia distinguirlo por la distancia, pero tenia como un mameluco”, insiste. Zuk nos hace una sugerente comparacion: “Luna no habia, entonces por esa luz no se no­taba. Es lo mismo que un coche que ilumina con los focos: no va a ver el coche, va a ver la luz”.


Zona de observacion del ovni.

“La persona no descendio del aparato. Estuvo ahi, en la luz, bajo un ‘corredor’, en el puente, como quien esta adentro, y de pronto no lo vi mas. El aparato estuvo un rato, hasta que hizo ese ‘barullon’, de espiral, y se fue en la misma direccion que a­parecio”, reduciendo su magnitud luminica a medida que se alejaba, sin variar de color e intensidad. Todo habria durado unos 15 minutos.

– Luego del encuentro: Casimiro Zuk decide entonces proseguir viaje, cubriendo los 10 o 12 km que restaban para llegar a su chacra, donde vive con su familia. Y se fue pen­sando muchas cosas, que le podia haber ocurrido, y tambien, lamentando no haber ido a­compañado para intentar acercarse. “Yo pense que era algo raro, que no era de aca”, señala.

Dias despues regreso al lugar procurando hallar algun vestigio, o rastro, pero tras una intensa busqueda no hallo evidencia alguna que confirmara la extraña presen­cia. En esos dias, ademas, le comento lo sucedido al corresponsal en Apostoles del diario El Territorio, de Posadas, quien hizo la nota publicada nueve dias despues de ocurrido el suceso.

– El testigo: Nacido el 2 de noviembre de 1936, Casimiro Zuk es un hombre delgado, de modales sencillos, y con un inocultable acento europeo, polaco. Usa lentes desde muy joven, por el problema de una debilidad visual progresiva, empleando en la epoca del episodio lentes de 3,5 dioptrias de aumento. Al tiempo en que fue realizada la encuesta, presentaba un gran monto de ansiedad.

Al preguntarle si hay antecedentes en su familia… (de otras experiencias simila­res), nos interrumpe, como adivinando -erroneamente- la pregunta, diciendo: “¡Ah, us­ted me dice si hay tocados (locos) en la familia…, no, no hay nada de esos antece­dentes. Lo que si, nos gusta beber, si, eso si nos gusta, je-je”. Zuk se muestra, evidentemente, sincero en sus declaraciones, admitiendo con absoluta franqueza su alegre disposicion por las bebidas alcoholicas.

Quien le conoce desde hace tiempo, como un profesor de Biologia, de la Cooperati­va Agraria de Apostoles, sostiene que “se trata de una persona muy singular, emprendedora, que participa activamente de la vida agraria, pero que se pregunta por cuestio­nes mas trascendentes, que otros agricultores de la zona no se formulan, poniendo como ejemplo la vida despues de la muerte, el espiritismo, y temas afines.

Poniendo de relieve este rasgo, se muestra intrigado por el tema, preguntandonos y respondiendose a la vez: “Digame una cosa, ya que estamos en esto, como le decia, los extraterrestres han pisado ya suelo argentino, segun el diario. Tengo una hermana en Buenos Aires quien dice que, en su planeta, han recibido personas -como aca-, pero no han dado resultado. Pero lo unico que ellos han prometido es que no dejarian esta­llar la bomba atomica, por eso serian la salvacion de nuestro planeta”

ANALISIS DEL CASO

La descripcion que hiciera Casimiro Zuk al diario El Territorio, resulta muy similar a la que nos efectuara una veintena de años despues, revelando el vivido recuerdo de aquel episodio que se ha constituido en una inolvidable experiencia. Desde luego, habra detalles que escaparan a la rememoracion, incluido las percepciones equivocadas y las distorsiones del primer momento, sometidos a los sentimientos mas profundos y a la imposibilidad de reproducir con exactitud aquello que registran los organos sensoriales.


Apeador del ferrocarril Urquiza, escenario del inolvidable encuentro con el ovni

Por otra parte, el informe del caso ocurrido en San Jose (los catalogos suelen situarlo, por error, en Apostoles) se inscribe, como dijimos, durante el mayor incremen­to de avistamientos de platillos registrados en la oleada de 1965 que cubrio territorio argentino. Y tambien, durante el vuelo de ocho dias por el espacio de los astronautas L. G. Cooper y Ch. Conrad (lanzados el 21 de agosto), que gano la primera plana de los diarios en esos dias (3), quienes a bordo de la Geminis V efectuaron una demostracion a modo de una preparacion psicologica para la mision lunar.

La verificacion in situ, es decir; la practicada sobre el terreno, permitio corre­gir ciertos datos deslizados en la cronica periodistica, rectificados a su vez por Zuk, en cuanto a la ubicacion y desplazamiento del objeto. En efecto, en la oscura noche del lunes 23, el objeto parecia situado en todo momento a baja altura del suelo, a pocos metros, efectuando un movimiento de aproximacion y alejamiento hasta desaparecer de la vision del testigo.

Esta misma inspeccion, junto al croquis que documentaba el testigo, permitio tambien comprobar que el ovni se habia movido -para nuestra sorpresa- en el sector de las vias del ferrocarril y, aun mas, en su direccion y hacia la estacion Pindapoy (asiento de la compañia frutal Pindapoy).

Aun cuando C. Zuk afirma que “es un lugar de poco transito, unicamente la via con el coche motor, pero, el tren a esa hora no pasaba”, procedimos a intentar verificar esos datos. En primer lugar, fue facil comprobar que el coche motor no era el unico tipo de tren que circulaba por las vias, habiendo otros de carga y de pasajeros. La comprobacion de que “a esa hora no pasaba” tren alguno, iria a ser una tarea harta de dificultades, aunque allanadas por la amabilidad y excelente disposicion del personal del Ferrocarril General Urquiza[1].

Fue asi que tratando de conocer de modo fehaciente el movimiento de trenes en aquella fecha/hora y lugar (Apeadero 538,4; long. 55° 50′ ­lat. 27° 50′+), las primeras averiguaciones en ese senti­do no aportaron nada positivo, ya que no se contaban con los registros de trenes de ese año[2].

Sin embargo, los Sres. Tenca y Bene­gas, de la Division Tecnica, Sector Horarios y de Transporte, de Ferrocarriles Argentinos, nos proporcionaron el “Itinerario de Trenes”, del F.C. Urquiza (4), donde obra minuciosamente el movimiento ferroviario preestablecido, con sus estaciones, horarios e identificacion de los trenes. A pesar, es por todos conocido las ostensi­bles demoras y alteraciones que suelen producirse en el transito ferroviario, en parti­cular, en una zona que -por la intensa actividad agricola- hay movimientos de carga y maniobras (por ejemplo, en la Estacion Pindapoy, a escasos miles de metros)


Planimetria del tendido ferroviario en el lugar del avistamiento. Fuente FC Urquiza.

Al respecto, la lectura del citado Itinerario permite advertir el paso regular del tren de fruta 252 a las 23,40 por Pindapoy -permitiendo el paso al tren mixto 2, de Posadas-, pasando por el Apeadero “Km 538,4” (distancia tomada desde Concordia) alrede­dor de la medianoche, y llegando a Apostoles a las 0,25, la otra estacion mas cercana. Ese tren mixto habria pasado a las 22,58 por Pindapoy y a las 23,38 por Apostoles.

De acuerdo a lo que se nos informo, a causa de la habitual demora del primero, que debia esperar y maniobrar para ceder el paso (se trata de un ramal de una sola via), al año siguiente -1966- se procedio a modificar los horarios (5), llegando a Apostoles -segun planilla- a las 1,09 horas.

Conforme a lo examinado, el fenomeno visto por Casimiro Zuk, bien podria coincidir con el paso de un tren por las angostas vias del Ferrocarril Urquiza.

Pero -segun parece- las coincidencias no se agotan ahi. El “coche motor”, que empezaba a circular a comienzos de esa decada, era conocido en el ambiente ferroviario con el mote de “Marciano” (¡oh!, curiosidad), de acuerdo a lo que nos comento un tecnico de esas maquinas que opera en los talleres de Villa Lynch, debido a su peculiar aspecto-analogo al prototipo de un plato volador- y al sonido susurrante, diferente al de otras maquinas. Su incorporacion al servicio -nos explico- data de 1962 y fue toda una novedad para la epoca. Se trata de un vehiculo gasolero, italia­no (Fiat), compuesto por dos o tres vagones, utilizado para tramos cortos (corta y media distancia). En agosto de 1965, la Argentina disponia de 850 coches ferroviarios.

No dudamos que su extraña apariencia, muy distinta a la vetusta imagen de las locomoto­ras que rodaban con anterioridad por esas mismas vias, fuera una fuente de equivoco.

¿Habra inducido un error en la percepcion de Casimiro Zuk la eventual presencia de esta novedad tecnologica? La respuesta podria provenir de un examen comparativo.

En primer lugar, nos detuvimos a escuchar el sonido del motor gasolero del coche ferroviario y, realmente, nos sorprendio la gran semejanza con el emitido por el “ovni” de Zuk, un “rrooee-rrooee, parecido al de un bombeador de agua (…), de tipo circular”. Como es de rigor, la descripcion del testigo -con su onomatopeya-, asi como la del mo­tor Fiat, han sido registradas mediante grabacion


El coche-motor Fiat, presunto ovni en San Jose, Provincia de Misiones. Talleres de Villa Linch, BA

La direccion en que fue visto detenerse el presunto ovni, coincide exactamente con el Apeadero -o apeador- Km 538,4 del Ferrocarril Gral. Urquiza. No asi la distancia, ya que el apeadero se encuentra ubicado a unos 100 m, y el testigo situa al ovni a 300 o 400 m, pero en la misma direccion oeste. De todas formas, la estimacion de Zuk resulta muy relativa, por las dificultades de calcular la distancia en la oscuridad de la noche[3], cuya Luna se hallaba al este en su 25,6ª fase decreciente (fraccion iluminada: 20%, azimut 86º, 39’ y altitud -44º).

En el mismo sentido, podemos expresamos respecto a la altura en que se hallo el objeto, deduciendo que se detuvo a unos 3 m del suelo, tras sobrevolar a baja altura. Desde la posicion del testigo, al pie de una suave pendiente, el horizonte no era claramente visible, siendo obstaculizado por un monte de arboles y por el terraplen elevado del ferrocarril (vease el plano en corte).

Los desplazamientos del fenomeno merecen tambien un breve analisis. Llama la atencion que los mismos parecen haber seguido la sinuosidad de las vias ferreas (“describio un semicirculo…”, etc.), como se observa en el plano.

En cuanto al “ovni”, Casirniro Zuk insiste durante nuestra entrevista que solo observo una luz, “objeto no he visto; nada mas que el techo -la visera-, y a la persona que camino…” (No obstante, la noticia de El Territorio indica haber visto “una especie de vehiculo automotor (!) de forma alargada”, de unos 5 metros; conceptos que desestima en nuestra encuesta para afirmar que “no tenia un tamaño chico -pero no mayor de 10 m-, sin poder determinar si era redondo, alargado, etc.”). Y aun mas: “Podia apreciar -eso si- que se trataba de una luz que brillaba cano si tuviera la luz arriba y brillaba todo (…), parecia un foco, nomas”. Un farol.

Es interesante hacer notar aqui que la locomotora del coche motor, posee un reflector arriba (al igual que en el otro extremo del tren, con una puerta salida abajo).

“Algo se notaba., tambien, como escotillas, algo asi” (el diario dira “ventani­llas enterizas”), sostiene C. Zuk. Los extremos del coche motor poseen unas muy noto­rias aberturas, parabrisas.

Otro aspecto que nos lleva a formular algun comentario, se refiere a la “visera” o “techo” del objeto. Segun el testigo, “la luz daba la impresion de tener una visera, pues se proyectaba hacia abajo”. Recuerdese al respecto que el ovni estaba detenido, en relacion a Zuk, por detras del Apeadero Km 538,4; lo que equivale a decir que la vision de aquel le permitia notar -entre sombras- el muelle y, especialmente, el cobertizo, a traves del cual -al parecer- atisbaria “el aparato” junto al anden.


Flamante reinauguracion del peculiar transporte ferroviario en Nogoya, 11-2007.

Desde esa perspectiva, observo a “una persona”. Tenia el aspecto de un individuo “de aca, comun”. “Aparecio dando unos pasos, dio vuelta, otra vuelta, camino y luego no la vi mas”, nos relata Zuk, agregando que tenia un mameluco… como el de un operario. El periodico dira, incluso, que “camino unos pasos como queriendo estirar sus piernas”. Sera que los visitantes, despues de todo, tienen sus necesidades.

Creemos que no sera necesario ahondar en la personalidad de Zuk. Al contrario, estimamos que los datos obtenidos resultan suficientes para acceder, como se ha visto, a la posible naturaleza del fenomeno regis­trado en San Jose, provincia de Misiones.

Los datos reunidos y cotejados, permi­ten establecer una base firme de presun­cion respecto al supuesto ovni, que ha si­do -al parecer- producto de la erronea interpretacion de “una maquina no­vedosa” para la epoca, como lo fue el comentado coche ferroviario, y no de uno de los populares platos voladores que estimu­laron tanto la imaginacion y el desconcierto en aquellos años.

Esta hipotesis no significa una actitud refractaria so­bre el fenomeno de los ovnis, sino, la adhesion permanente al analisis critico de la realidad -despojada de ocurrencias apasionadas- y la preten­sion de animar el interes por la investigacion.

Referencias

(1) El Territorio, Posadas, 2 setiembre 1965. Citado en: CODOVNI, Buenos Aires, Informes de 1965, p.17; Antonio Ribera, P. V. En Iberoamerica y España, ps.175/ 176; LDLN, Le Chambon-sur-Lignon, FR., N° 92, J1/Ag. 1967; Coral & Jim Lorenzen, Encounters with UFO Occu­pants, ps.155/156; Oscar Uriondo, Los Aterrizajes de Ovni en la Argentina, CEFAI, Bs. Aires, 1972, p.45; Charles Bowen, ed., The Humanoids, Neville Spearman, London, 1969, lacks case; Hector Anganuzzi, La Histo­ria de los P. V. en la Argentina, Plus Ultra, Buenos Aires, p.195; Jacques Vallee, Magonia, catalogo, caso 687; et. al. In: Banchs Case References, Richard Heiden.

(2) El Territorio, Posadas, 2 abril 1985, p.19.

(3) C1arin, Buenos Aires, 21 al 25 agosto 1965.

(4) Itinerario de Trenes, F. C. Urquiza, Secretaria de Transporte, Bs. Aires, N° 31, Mayo 1965, ps. 52/75.

(5) Ibid., N° 33, Mayo/Diciembre 1966, ps.54/55.
[1] En particular, los señores Ricardo Giancola (Jefe del Museo Nacional y Centro de Estudios Historicos Ferroviarios), Pedro Bidegorry (Jefe Mantenimiento), Santos Blanco (Jefe Div. Operativa, Dpto. Transporte), y J. del Greco (Jefe Estacion Pindapoy).

[2] El Jefe de Mantenimiento -Div. Mat. Remolcado- Pedro Bidegorry, curso una nota al Jefe de la Division Operativa, Dpto. Transporte, en Concordia (ER), Santos Blanco, quien a su vez remitio la solicitud de averigua­ciones al Jefe de la Estacion Pindapoy, J. del Greco, y este a su vez al de Apostoles, Sr. Müller, respon­diendo en octubre de 1985 que las mismas “no le aportaron nada positivo sobre este asunto”. En una carta del 25 de septiembre de 1985, J. del Greco, señala: “Le comunico que lamentablemente no se cuenta ya con los registros de trenes de ese año, por lo que no se puede determinar fehacientemente el movimiento en esa fecha. En cuan­to a las averiguaciones efectuadas a gente de esta (Pindapoy/Apostoles), manifiestan que -en efecto- se co­mento sobre ese fenomeno que tuvo mucha repercusion en la zona, y que ademas se vio mas al norte de la pro­vincia (zona de Obera e Iguazu, bastante distantes una de otra)”. Hechos sobre los cuales no teniamos noticia y, por obvia, aun menos haber podido establecer una relacion con el episodio ocurrido en la zona de San Jose. Al margen, la gestion del personal del Ferrocarril merece ser ampliamente reconocida. Asimismo, por el interes en el tema y la preocupacion por satisfacer nuestras inquietudes, puesta de manifiesta tanto en la facilitacion de informacion como en el asesoramiento y orientacion que recibimos en todo momento.

[3] En relacion a una experiencia simulada de observacion ovni que dirigimos ese año, J. R. Rovere -que nos acompaño durante las encuestas-, se propuso verificar la pretendida fiabilidad de los parametros perceptuales proporcionados por los testigos, procediendo a estimar distancias a ojo desnudo y en pleno dia en el lugar de los hechos. Efectuada la comprobacion, su error de calculo orillo en el 25%