DE LUCES Y CRIATURAS: LOS ENANITOS (1 PARTE)

Patricio Parente
En nuestro primer arribo a la zona calchaqui entre el 11 y 21 de febrero del 2002 un gomero llamado Juan Lera nos habia comentado algo muy extraño que habia observado en el cielo hacia unos 30 años. Terminada la entrevista y ya dispuestos a partir nos advirtio de un interesante dato: en Buenavista, un paraje cercano a Payogasta, hace poco tiempo una «gente chiquitita» habia estado en la casa de unos niños, y uno de «esos chiquititos» estaba oliendo un detergente mientras otro se lo prohibia diciendole que era veneno…Esa era la punta del ovillo, por lo que seria necesario de un segundo viaje.
El 15 de marzo nuevamente pisabamos Payogasta y la aguja del reloj no habia dado dos vueltas que ya nos encontrabamos en Buenavista. El pueblo esta ubicado a orillas del rio Calchaqui, en la margen izquierda del camino que une Payogasta con la comunidad norteña de La Poma. A pesar de tener un cause de agua cercano, de la misma manera que otros parajes, no posee agua potabilizada, solo agua corriente a domicilio sin tratamiento. Es un paraje pequeño con casas dispersas ubicadas irregularmente. Una unica estructura se distingue de las demas, es la escuela Cristobal Colon, su blanquecino color parece contrastar con las casas de adobe que se ubican en su entorno.
Solo contabamos con un nombre que Juan Lera nos habia dado, tendriamos que hablar con Cesar Caro, nuestro unico referente hasta ese momento. Ya prestos en su vivienda, fue el quien nos comento: «contaban que han aparecido tres tipos, cuatro, y dicen que eran dos chiquitos y los otros eran mas grandes…han dicho que lo han visto que venian asi… y se han subido arriba de la casa, han subido sobre el techo(la casa) enfrente de la escuela dicen…y dice que habia una nenita que tenia 10 años, esa es la mas grande que estaba…han entrado a la cocina y parece que buscaban agua limpia, han agarrado el detergente, parece que han hecho asi(seña de prohibicion) y el otro le decia que no lo tome, uno decia asi… que hablaba como nosotros…»
Esto era parte del suceso que Cesar conocia, pero la nenita que lo habia vivid era Marisol Diaz, nieta de la prima de Cesar, Dionosia Caro (59). Marisol era de la localidad de Güemes pero vivia con sus abuelos en una humilde casa ubicada junto a la escuela (Marisol asistia a otra llamada España). Su abuela realizaba tarea domesticas en hogares y criaba cabritos de manera de poder brindarle un seguro alimento. Cuando nosotros llegamos alrededor de las 2 P.M. justo interrumpimos sus tareas en el campo, unas parcelas de pimiento y tomates que estaban trabajando. Por momentos parece un atropello relevar informacion sobre eventos extra-ordinarios, cuando ya es extraordinario el esfuerzo que realizan las personas bajo los implacables rayos del sol.
Sin embargo la abuela interrumpio su labor y efectivamente nos confirmo que su nieta hace alrededor de un año le habia comentado algo sobre unos enanitos; luego la llamo para que pudieramos hablar con ella. Asi fue como una fragil silueta comenzo a recortarse a lo lejos, era la pequeña de 10 años que timidamente se acercaba, momentos despues el dialogo comenzo.

Marisol. El relato

-Gaceta: contanos mas o menos como viste.
-Marisol: alla habia marcas, yo lo he visto cuando estaban alla (la casa) estaban ahi en la cocina, estaban…
-Gaceta: que hacian en la cocina?
-Marisol: el mas chiquito decia «esto puede ser veneno» y se ha metido ahi donde dormia la perra.
-Gaceta: eso lo viste vos?
-Marisol: si, alla (se) estaban bañando la Analia (prima) con los mellizos (primos), despues la Mecha con la Lorena se han ido a danza.

Esto nos confirmaba que en ese momento Marisol se encontraba sola, porque su abuela se encontraba trabajando y los otros niños, o se estaban bañando en la acequia cercana o se habian ido. Las primeras palabras de la niña no se escapaban con facilidad, pero mientras la charla continuaba, iba tomando mayor confianza y sus frases mayor soltura, cuanto mas hablaba, mas detalles recordaba. Parecia dar cuenta de una experiencia guardada, si bien importante, nunca traumatica.
-Gaceta: cuantos eran?
-Marisol: aca han venido cuatro y alla se han ido mas.
-Gaceta: como los veias, estaban vestido?
-Marisol: como plastico y los ojos tenian grandes.
-Gaceta: de que color era la ropa?
-Marisol: alla se han vestido de negro y aca han venido de blanco, los ojos asi grandes…(la altura) como los mellizos…la chica tenia zapatos…el hombre era del tamaño de la chica.
-Gaceta: todos tenian la misma altura?
-Marisol: los chiquitos eran asi… y ellos eran asi…

Los datos parecian confusos, pero no hay que olvidarse que la chiquilla solo era respaldada por 10 años, lo que decia no era ilogico, sino que tenia su propia logica, y mas si era un hecho que salia de lo cotidiano, hacia un gran esfuerzo en transmitir lo que le habia sucedido. A pesar de ello, habia una firme estructura que subyacia a todo el relato visible a medida que se iba desenvolviendo la historia que contaba. La pequeña habia observado algo asi como una familia, un conjunto se seres pequeños, con uno mas pequeñito aun, claramente diferenciados de dos mas altos, como repetia constantemente Marisol «eran un chango y una chica». Es de destacar que para referenciar la altura no utilizaba medidas exactas sino a sus propios amiguitos y a ella misma: los mas pequeños eran del tamaño de los hermanitos mellizos(1m.) y los dos mas altos eran como ella( 1,20 m)
Pero no solo la altura distinguia los roles que ella interpretaba, el propio comportamiento de los mas altos les daba la forma de padres «los grandes decian vamos para alla a los chiquitos, le indicaban, y ellos(los altos) se iban para donde iban los chiquitos». Por otra parte insistia en que en determinado lugar tenian la ropa blanca y cuando se habian alejado de la casa tenian ropa negra.
Otro interesante punto era el lenguaje, como ella entendia lo que decian? como entendia lo del veneno o las ordenes que los mas altos le daban a los chiquitos?
-Gaceta. hablaban bien como nosotros?
-Marisol: no(contundente), de otra forma.
-Gaceta: como era de otra forma?
-Marisol: no, estee…no, no lo puedo decir

Ahora bien, por que si hablaban en otra forma podia entenderlos? Por que no podia explicar esa otra forma?
Nuestra curiosidad y la de cualquiera que haya escuchado tal relato no podia contentarse con lo que habiamos escuchado, queriamos mas y mas… En el transcurso del relato Marisol fue agregando otros detalles, como que la chica era rubia y tenia pelo largo (una de las primeras cosas que menciono y repetia enfaticamente) que era un posible criterio para diferenciarla «del hombre»; y que los pequeños tenian pantalon corto y manos chiquitas. Pero sin condicionar el relato de la pequeña necesitabamos ir encuadrando la historia y demas datos relevantes a nuestra logica, como habia empezado todo y terminado?
Segun Marisol «yo justo ese dia habia venido a jugar por alla…, me voy, Fabian vamos, le digo a el y a Luis(los mellizos), y ellos no querian, me voy a seguir bañando, ellos han dicho, yo me he venido y han aparecido alli (cocina)…» En otro momento de la charla agrego «estaban jugando en la cocina, me he arrimado ahi y sali echando puta (corriendo)… despues los he visto a ellos que «puede ser veneno», el detergente era; si el changuito decia «creo que esto es veneno, mejor no lo toco», el mas chiquito, despues se ha entrado donde dormia la perra».
O sea en la cocina era donde los habia visto por primera vez, fue por eso que asustada se subio al techo de enfrente y pudo observar lo que hacian. Luego se desplazaron a otra habitacion, donde dormia la perra, y desde alli se alejaron (con otro color) a unos arboles donde se columpiaban.
-Marisol: alla eran mas que aqui.
-Gaceta: cuantos habia alla?
-Marisol: no los podia contar…como diez eran, once…
-Gaceta: que habia alli?
-Marisol: ahi habia arcas (arboles de la zona)…despues no me queria arrimar(a los arboles), al otro dia me he arrimado… se han subido arriba, y de ahi se tiraban para abajo, ahi se columpiaban.

Todo el relato de Marisol aunque fragmentario y sin un orden cronologico preciso no presentaba fisura alguna, no habia ninguna contradiccion entre sus repuestas. Obviando los problemas acarreados por su edad para transmitir la vivencia, el relato era tan coherente como fascinante. Ademas lo que decia de sus propios primitos era verdad, porque pudimos confirmarlo cuando Analia Albornoz (10) y los «famosos» mellizos (6) se sumaron a la charla. Los hermanitos estaban de acuerdo en que «ellos se estaban bañando y yo les decia y no me querian creer».
Gaceta les contaste a tus primos, les fuiste a decir?
Marisol si cuando tiraban piedras(los enanitos), y ellos decian «no, sos vos, yo no era»

Analia tampoco le habia creido:
-Gaceta: que les conto ella a ustedes?
-Analia: que habia visto un monton de enanitos.
-Gaceta: y ustedes no le creian?
-Analia: nos reiamos…estaban en la acequia bañandose(los mellizos)

Pero el descreimiento inicial iba a mermar durante el mismo episodio, Marisol nos conto que su hermana Mirta(15), «lo ha visto, estaban alla(arboles) jugando de negro», es decir la hermana habia llegado cuando se estaban alejando. Lamentablemente Mirta se encontraba en Salta y no la pudimos entrevistar.
A su vez, Analia nos conto que su propia hermana habia visto un duende, «un sombrerudo» en el techo de su casa antes que ocurriera lo de Marisol, y su propio padre mientras estaba pircando se le aparecio «una de blanco que le habia silbado».
Por otro lado, Analia misma mucho despues vio una extraña luz blanca que bajo como un planeta desde el norte.

Huellas en la acequia
El relato no solo tomaba su fuerza de su integridad ni de otros relatos, habia otro punto muy interesante: huellas en la acequia. Si, el episodio no parecia conformarse con las impresiones que habia dejado en la mente de la pequeña, por las dudas, necesitaba dejar las impresiones en el suelo.
Marisol nos contaba que las marcas «de la chica era asi (normal), y el hombre despues de lo mas chiquitos eran chiquititos…estaban asi, hundidos, como estaba con barro, la tia Berna estaba ahi, viendole (los rastros) y ha dicho»esto es verdad».
No parece que sea la casualidad el hecho que el tamaño de los rastros concuerde con las alturas de los «enanitos», ni tampoco que otra persona los haya visto. La tia Berna no era otra que la asistente sanitaria que visitaba la zona, y Dionisia nos habia dicho que Marisol le habia contado toda la historia.
Terminada la charla con Marisol, y despues de un necesario reacomodamiento mental, nos dirigimos a Payogasta con vistas de contactarnos personalmente con Bernardina Torres, que de seguro tendria algo para contarnos. Y nuestras suposiciones eran acertadas, lo que nos contaria no tenia desperdicio…
Al preguntarle a Bernardina cual era su trabajo especifico nos conto que como los otros 16 agentes tenia asignado un sector geografico, y realizaba varias actividades en el: control nutricional a los chicos, captacion de embarazadas, control de TBC (tuberculosis) sintomaticos, y saneamiento ambiental. Despues de cuatro o cinco meses se juntan con los otros agentes y sus supervisores para trabajar sobre la informacion. Es de acuerdo a este labor que Bernardina planifica la visita a cuatro o cinco casas por dia. Un dia, alrededor de julio del 2000, le tocaba ir a la casa de Marisol, y fue esto lo que sucedio:
-Bernardina: si, yo habia llegado, ella me conto que eran enanitos, que eran barbuditos, y despues ella me llevo a ver, y en el pie del sembradio donde cae el agua y queda el barro…ella me llevo a ver el pie que dejaban los rastros…estaban descalzos, o parte descalzos, y otros con calzados, pero muy diferentes eran…
-Gaceta: usted los vio (los rastros)?
-Bernardina: claro, eran las huellas, eran medio largos los zapatos, eran unos zapatos…unos estaban descalzos y otros calzados, pero semejantes…
-Gaceta: eran normales?
-Bernardina: grande, grande la huella que han dejado…grande, unas grandes y las otras mas chiquitas…
Despues detallo por que no eran normales «una parte bien delgadita, la parte del talon, pero pie muy grande, era diferente a un calzado 42 o 43 que es ancho», datos que se pueden observar en el dibujo de lo mismos que realizo.

Un nuevo testigo
El comienzo de toda la experiencia que nos iba a contar ya confirmaba su presencia en el lugar y las distintas clases de rastros, pero cuanto tiempo despues las habia visto? No fue pequeña nuestra sorpresa cuando sus palabras se dejaron oir:
-Bernardina: …y dice que despues han ido al monte, ella vio que hacia como un baile en el monte, y despues ella me decia que se han ido a la escuela antigua, que esta a la vera del rio…y me decia «mire ahora se fueron para ahi», para ese lugar se iba la huella y me dice «vamos a ver» y yo le digo «no!»…yo pense en ese momento «a lo mejor hay alguna nave»
Yo pense que «esto» andaba en algo porque… para venir ahi…
-Gaceta: perdon, a ver si entendi, usted que dia la vio? Cuantos dias despues?
-Bernardina: no, no, no…yo la vi en el mismo momento, yo llegue…por eso si yo me apuraba…

Habia llegado en ese preciso momento!, eran alrededor de las tres de la tarde, hacia instantes que habia comenzado el suceso, Bernardina podria ser otra testigo presencial que le daria mayor trascendencia; en primer lugar, nos podria puntualizar aun mas la descripcion.
Con respecto a la ropa «creo …medio brillosa…amarillenta, algo asi…algo de brillo, como brillo era la ropa». Lo que coincide cuando Marisol menciona «como plastico». Tambien la pequeña narro que «eran medio gordos» y que «la chica tenia zapatos», lo mismo le conto a Berna.
-Gaceta. no le conto sobre el color del pelo (de la chica)?
-Bernardina: el pelo me dice usted…me parece que era…rubio, no?…rubio, si, eso es, lo que me dijo..pero no hablaban el castellano le digo, dice hablaban otro…dice que ha venido uno y le ha agarrado la cabecita, le toco la cabeza, no se si le ha contado.

El pelo rubio de la chica Marisol lo habia enfatizado, pero nosotros no sabiamos que le habian tocado la cabecita, y esto lo volvio a repetir Bernardina, parecia que era un dato que conocia claramente. Esto y lo de «barbuditos» o que tenian «gorritos» eran las unicas caracteristicas que Marisol no nos habia mencionado. Tal vez la barba o el gorro era otra manera de interpretar el color negro o darle forma conocida a lo que veia, pero con respecto a la cabecita, ¿hubo un contacto fisico? no lo sabemos.
En segundo lugar, Bernardina podria referirnos cuales eran la sensaciones de la pequeña en ese momento, y cuales habian sido las suyas tambien: «ella me dijo que se sentia bien, porque yo le he preguntado…estas bien? Te sentis bien, te duele la cabeza? No tenes mareos? Y me decia que estaba bien Marisol…yo la veia bien…y me llevo urgente a ver donde quedo las huellas de los…que habian dejado», y luego agrego «ella dijo que han ido a la casa y despues se han entrado a la cocina, y ella dice que tenia miedo, y se ha subido sobre el techo de la cocina, y de ahi del agujero que sirve como chimenea, de ahi los observaba…que ellos miraban las cucharas y todo lo que habia…el detergente…por eso te digo que ahi yo me he puesto a pensar que esto…no se…ella dice que hablaban en otro idioma que ella entendia, mas o menos, un poco asi…que ellos le daban a entender algo»
Tambien Bernardina nos comento que el abuelo estaba durmiendo la siesta, y que Marisol asustada le habia comentado lo que estaba sucediendo, y el habia salido y no habia visto nada. Es mas, Bernardina le dijo «che, que es lo que ha pasado, mira vos…durmiendo aqui tranquilo y puede pasar cualquier cosa con los chicos…tene un poco mas de cuidado…!»
Podemos inferir que lo que estaba pasando no era un juego de niños, un invento producto de una travesura infantil, puesto que para impactar a una asistente social… Bernardina hace 6 años que conocia a Marisol y nunca la habia visto tan euforica. Sin embargo, el miedo o susto que se adueño de Marisol en ese momento no era tan agudo, puesto que en vez de irse del lugar se quedo observando desde el techo, y como nos contaba Bernardina «ella me decia mire, mire, estan en la escuela vieja, vamos a ver…me decia ella, y yo ahi no me anime, porque yo pense podemos ir… puede haber una nave, puede pasar cualquier cosa…yo ahi no…y tambien me decia «mire ahi saltan, suben, brincan, esos otros se fueron alla(en los arboles)»y yo no veia…porque a la distancia no veo bien no, yo soy sincera, no he estado con anteojos, asi que no…» Tal vez Berna estaba mucho mas asustada que la niña…
Mas que susto, tal vez el comportamiento de la pequeña mostraba cierta precaucion, si estaba desesperada era por contar lo que le estaba pasando, y mas aun, si tenia otro testigo que confirmara lo que estaba diciendo, porque hasta ese entonces nadie le habia creido.
La abuela contaba que despues de lo sucedido Marisol tuvo «suspiros», problemas para dormir durante un tiempo, pero nada mas. Bernardina bromea siempre que la ve diciendole «che, no han venido los extraterrestres, no han venido a visitarte tus amigos», y ella responde con una sonrisa, sin mostrar miedo alguno.
Ahora bien, nosotros teniamos una duda:
-Gaceta: y usted porque le dijo que eran extraterrestres, alguna vez escucho un caso similar?
-Bernardina: no, bueno…yo le dije porque decia que eran enanitos y ella me habia dicho que no hablaban castellano…yo ahi nomas digo que serian de otro planeta…que se yo, no se…o vinieron a lo mejor de este mundo pero de otro lugar…porque ella me ha dicho…al no hablar castellano, seguro que son extranjeros o de otro planeta…que por ahi se siente decir no?…luces por ejemplo, yo que salgo a recorrer…a veces la gente me comenta de la luces…de esos aparatos que se dice que se ven…no?

Por ejemplo no hizo referencia sobre una luz que empezaron a ver unos niños una tarde de fines del 2001 en Piul (poblado que se encuentra a unos km. hacia es este), que despedia luces, como rayo violetas y «que hizo la luz como si fuera de dia…todo» Personas mayores salieron de sus casas y pudieron comprobarlo, y lo que es mas, la misma Bernardina observo el mismo episodio en el poblado de Tonco, y a la misma hora pero en una fecha mas cercana a nuestro viaje: enero del 2002. (Ella nos contaria otro episodio que saldra publicado en otro capitulo).
Dentro de un contexto de tantos sucesos raros y actuales no le fue dificil a la asistente relacionar la experiencia de la pequeña con los otros fenomenos, pues tanto unos como otros parecen tener los mismos comportamientos. Ademas ella estaba acostumbrada a recorrer distintas zonas, y al escuchar la vigencia de las mismas historias, solo queda un pequeño paso para establecer un vinculo. Al estar actualizada con estos extraños sucesos no le fue dificil confiar en las palabras de Marisol, tanto mas si habia una evidencia fisica de por medio.

La maestra
Dos o tres dias despues alguien nos comento sobre ciertas luminiscencias que habia observado una señora llamada Melba Liendro, que vivia en Payogasta. Cuando pudimos dialogar con ella la nos conto que en la primavera de 1999 cuando regresaba de Salta y a la altura de la Quebrada de Escoipe (comienzo de la Cuesta del obispo), junto a otras cinco personas pudo observar una luz amarillenta grande como una pelota de futbol que se desplazaba «como saltando» hacia la izquierda del vehiculo y los acompaño alrededor de 10 km. La luz resaltaba porque estaba comenzando a oscurecer. Poco tiempo antes, siendo invierno, casi todas las noches y durante por lo menos un mes seguido una luz grande y amarilla se encontraba suspendida(a veces mas arriba, otras mas abajo) en los cerros que se encuentran al oeste de la escuela España de Buenavista, donde ella daba clases.
Ahora bien, Marisol asistia a esa escuela, para sorpresa nuestra Melba resulto ser su maestra, el destino nos cruzaba con otra persona cercana a Marisol. Sin perder oportunidad comenzamos a focalizarnos en su relacion con la niña, seria muy util su opinion como docente. Melba hace tres años que trabajaba alli, y hace solo uno que conocia a Marisol pero estaba enterada de la version de la historia, comenzo a recordar que Marisol algo le habia contado:
-Gaceta: como te lo conto ella?
-Melba: eh, estuvimos hablando de cuentos…ah!(recordando) que inventaran cuentos…esa era la cuestion, que narraran una historia vivida o que le habian contado, o bien que inventaran. Entonces Marisol entra a contarme eso…, de que si, que estaba jugando ella…que eran chiquititos…no te puedo decir bien si eran, me dijo verdes…
-Gaceta: el tema seria, que notaste cuando lo contaba? mas conociendo a los chicos de la zona.
-Melba: una expresion demasiado sorpresiva en ella, no? estaba muy…hasta con un poquito de miedo y con muchisima sorpresa…pero que los veia jugar, que los veia jugar, y despues, creo, desaparecieron…si, si me recuerdo eso, pero si con mucha sorpresa… temor, pero ellos no demuestran despues…temor, temor, no, porque estan acostumbrados a salir y de noche tambien salen, van a buscar agua o lo que fuese.
-Gaceta: te llamo la atencion?
-Melba: a mi me llamo la atencion, no? Pero yo digo que tanta imaginacion no podia ser…

Su propia maestra sin conocer todo lo sucedido se habia sorprendido por lo poco que conocia y dudaba de un hecho producto de la imaginacion. La maestra la describia como una niña buena, para nada rebelde, por el contrario, un poco timida. Aunque la consigna era para estimular la creatividad, Marisol aprovecho la oportunidad para transmitir una vivencia que habia tenido.
-Gaceta: pero, podria inventar esa historia?
-Melba: seria incapaz de mentir(enfaticamente)
-Gaceta: es fantasiosa…?
-Melba: no, no, ella es…no, no es tan fantasiosa, y casi ninguno de los chicos fantasea, y casi ninguno de los chicos fantasea…porque son muy realistas y te cuentan…»que han hecho en las vacaciones?» y te dicen «he juntado tomates..», «he ido a carnavalear…», «me levante temprano…», «llovia…», todo te cuentan como lo viven(lo mismo nos comento un psicologo de la zona, como los padres no transmiten las historias a los hijos, hay como un vacio intergeneracional, por lo que si los chicos cuentan es porque lo viven, los chicos aprenden de la observacion).

La propia maestra de Marisol no dudaba de la credibilidad de la historia, y ella los conocia bien a los niños, los pequeños que acuden a la escuela no son muchos. Hay que tener en cuenta que son zonas donde los recursos no sobran y hay problemas nutricionales y economicos, la funcion de Melba o de cualquier otro educador no termina en la docencia, los lazos que los unen a sus alumnos rebasan la inmediatez de una relacion alumno-docente, distinto a los que pueden encontrarse en las grandes ciudades, donde las relaciones son mas distantes.
Como Melba hace tiempo que habia hablado con Marisol, y como ella la veia en la escuela le pedimos si no podia hablar nuevamente, de manera que los datos serian mas frescos y podriamos compararlos con los nuestros. Melba gentilmente accedio.
Cuando volvimos a charlar con ella, no nos sorprendio que las respuestas de Marisol fuesen una replica de las frases que dias anteriores nos dijera a nosotros: «eran chiquititos, varios chicos se habian ido a bañar, eran blancos, y cerca de la casa de Alberto(cercana de la escuela vieja) ya estaban de negro». Vemos como lo que recordaba mas vivamente era la estructura argumental que nosotros mencionamos y alrededor de la cual se vertebraba todo el relato
Por otro lado, Melba al prestarle mayor atencion, se habia dado cuenta que no era tan timida, «porque una persona timida hace lo que uno le dice», en cambio la pequeña hablaba con decision, desenvuelta, gesticulaba y contaba con bastante impetu «como si lo hubiera visto ayer».
Otro punto relevante era que los enanitos llevaban antenitas en la cabeza; a nosotros tambien nos habia comentado lo mismo, y sabiamos de que se trataba. Luego de la vivencia ella habia visto en revistas algo semejante a sus enanitos, y nos comento que tenian antenitas. Justamente las antenitas solo estaban en la revista, en su desesperacion por explicar y transmitir sobre quienes la habian visitado busco alguna imagen que pudiera asemejarse a lo que habia observado, en la imagen los enanitos portaban antenitas, pero solo en la imagen.
Cuando nos hizo el dibujo, tambien dibujo las antenitas, y no es que nos estuviera mintiendo, sino que era consecuencia de su esfuerzo por comunicarnos su experiencia, ademas ella misma nos comento que en la revista habia visto las antenitas, hasta ese momento del relato, nunca las habia mencionado.

Conclusion
Que puede pensar uno despues de escuchar estos reatos? Puede la niña haber inventado o alucinado la historia? Pensamos que no; que clase de alucinacion o invento deja huellas en las acequias? Que clase de alucinacion o invento le provoca temor a una asistente social? Que clase de alucinacion o invento puede ser tan coherente en una niña de 10 años que no esta acostumbrada a los programas de ciencia ficcion? Que clase de invento provoca problemas al dormir?
Supongamos que la niña vio algo, se puede haber confundido? Pero con que se puede asemejar el relato de Marisol? Por que la abuela, la asistente social y la maestra no encontraron explicacion mediante algo conocido? Ademas pareciera ser que lo que estuvo visitando a Marisol esa tarde de julio del 2000 tuvo la intencion de mostrar que no era algo del lugar, sino algo extraño y ajeno a el: olian el detergente como investigando de que se trataba, hablaban «en otra forma», y tanto su forma como su color daban a entender que eran foraneos. Si a estos datos agregamos la soledad de la pequeña en ese momento, todo podria indicar que se trataba de algo asi como un montaje escenografico armado para la percepcion de una niña de 10 años. Pero, una pregunta interesante seria, que habria sucedido si Bernardina hubiera tenido las gafas puestas?
Todas estas preguntas se encierran dentro del relato de Marisol, sin embargo el relato toma mayor validez en el contexto de extrañeza donde surgio. Hemos recogido relatos en la zona de Buenavista sobre raras luminiscencias que interactuan con las personas, y muchos mas aun, si aumentamos el perimetro de las manifestaciones luminosas hasta incluir Cachi, Cachi adentro, Payogasta, recta Tin tin y La Poma.
En conclusion, la propia coherencia, los testimonios de otras personas y el contexto donde se inserta le dan validez al relato. Ahora bien, la observacion de la pequeña no fue de luces, sino de seres; es el unico caso actual? No. La historia y el folclore nos pueden ayudar? Si