LOS ASOMBROSOS FENOMENOS DE TRANCAS POR EL DR OSCAR GALINDEZ

Trancas – Tucuman (21 de octubre de 1963)


Dr. Oscar A. Galindez
Fuente: «OVNIS» Nº 4 (Nov. / Dic. 1974)
Fotos: Astorga
Ilustraciones: Copyright by CADIU
Material enviado por: Ruben I. Mansilla
Mar de Ajo – Argentina
makiran@infovia.com.ar
Transcripcion: Carlos Alberto Iurchuk
carlosiurchuk@gmail.com

Existen episodios significativos que por su pluralidad testimonial, la calidad de los observadores, el tiempo prolongado de visualizacion y el ulterior descubrimiento de residuos fisicos en el area, constituyen la mas poderosa evidencia a favor de la realidad de fenomenos anomalos que deben ser materia de cuidadoso analisis cientificos. El caso argentino de Trancas es uno de ellos.

Esta categoria de incidente encaja dentro de lo que el capitan Edward Ruppelt habia bautizado como «clasicos», a los que caracterizaba en funcion de tres particularidades primordiales:

a Son tipicos ejemplos de como los hechos reales de un fenomeno OVNI pueden ser distorsionados por algunos escritores para avalar sus propios puntos de vista.

b Son los informes mas publicitados.

c Prueban a los especialistas de inteligencia del ATIC que los OVNIS son reales. (1)

Muchos «clasicos» de la casuistica americana fueron literalmente ignorados por la Universidad de Colorado; con mayor razon, lo fueron cuantiosos sucesos del mismo tenor verificados en otras regiones del mundo. Si a la evaluacion de tales incidentes el Comite Condon hubiere unido el analisis comparado, el panorama evidencial al termino del estudio hubiere sido completamente distinto.

I. – Trancas, como cartabon del analisis comparado

El caso Trancas es quizas uno de los hechos mas excepcionales dentro del historial del problema OVNI. No solo por el numero y calidad de los testigos, sino por las caracteristicas del fenomeno y la estrecha similitud que guarda con otros incidentes de igual genero.

La prensa argentina dio en su oportunidad versiones mus sucintas de los hechos, cuando no contradictorias. Las agencias noticiosas las reprodujeron a escala internacional, incurriendo en las mismas deficiencias.

En salvaguarda de la reconocida honorabilidad de los testigos, y entendiendo que el caso merece ser conocido en su faz verdadera, circunscribiremos nuestra exposicion al relato que nos hiciere personalmente una de las protagonistas, conforme lo divulgaramos oportunamente en revistas especializadas extranjeras. (2)

II. – El relato

La señora Yolie del Valle Moreno de Colotti – nuestra entrevistada – cuenta actualmente con 32 años, esta casada con un conocido integrante de las Fuerzas Armadas Argentinas y tiene dos hijos. Es licenciada en relaciones publicas y es una persona de elevada formacion cultural, al igual que los demas componentes de su familia, lo que consolida la seriedad de sus afirmaciones. De conformidad a su relato, los hechos ocurrieron en este orden:

A las 19 horas del 21 de octubre de 1963 la usina privada de la finca «Santa Teresa», de propiedad de su familia, no funcionaba. Su utilizacion resulta imprescindible para el suministro de energia electrica, toda vez que la casa se encuentra en un lugar despoblado en un radio de 2 kilometros a la redonda y a 3 kilometros de la Villa de Trancas, provincia de Tucuman, Argentina. Debieron suplir el desperfecto con faroles portatiles y velas. La testigo ignora si esa dificultad guarda alguna relacion con los fenomenos que se producirian con posterioridad.

En razon de ese contratiempo, y despues de cenar, debieron acostarse alrededor de las 20 horas. La señora Yolie, que por entonces ya estaba casada, debio permanecer – empero – en vigilia porque a las 21:30 horas, debia darle el biberon a su primogenito. Estaba recostada en la habitacion Nº 4 (Ver fig. 1), junto con su hijito y su hermana Yolanda Moreno (30 años, soltera).

Alrededor de esa hora, la empleada domestica Dora Martina Guzman (15 años) golpeo la puerta de la habitacion para manifestarle que tenia miedo. Pero no le especifico la causa del temor, por lo que Yolie le resto importancia pensando que la causal era la soledad del lugar. Le expreso a Dora su extrañeza de que asi fuese ya que como persona de campo debia estar habituada a tales sensaciones.


Fachada de la vivienda de la flia Moreno

Instantes mas tarde la empleada volvio a insistir, indicando ahora que veia luces en el patio del fondo, cuyo origen no sabia determinar. Explico que cada vez que salia, el ambiente se iluminaba bruscamente por unos segundos. No habia señales de tormenta. Solo algunas nubes dispersas.

Yolie y Yolanda se levantaron y salieron al patio del fondo. No vieron nada. Aguardaron unos minutos y regresaron a la habitacion Nº 4. No bien lo hubieron hecho, la empleada Dora Martina las llamo apresuradamente, expresando que las luces habian reaparecido. Salieron las hermanas por segunda vez, pero tampoco advirtieron nada extraño. Dora Martina estaba presa del panico. Les pidio que permanecieran un rato prudencial porque las luces daban la impresion de manifestarse a intervalos repetidos. Era tanto su temor que les dijo que aplazaria las tareas domesticas restantes para el dia siguiente.

III. – Siluetas antropomorfas

Las tres jovenes se dirigieron entonces hasta el extremo izquierdo del patio (Sector «A» en el grafico 1). Alli vieron que en direccion a las vias del Ferrocarril Belgrano – situadas a unos 150 metros de la casa – habia dos focos luminosos unidos por una prolongacion brillante, como un tubo de unos 100 metros de extension (Objetos «B» y «C», en el mismo grafico). Unas siluetas (cuarenta, aproximadamente) se recortaban sobre el fondo luminoso. Caminaban en distintas direcciones, por lo que pensaron en la posibilidad de algun descarrilamiento o de un sabotaje inminente. Las sombras, de indudable perfil humano y talla normal, parecian moverse en uno y otro sentido, pero piensa Yolie que lo hacian DENTRO del «tubo» (Fig. 2). La vegetacion impedia apreciar mayores detalles, de modo que tuvieron que arrodillarse para evitar que las copas de los arboles les obstaculizasen la vision. Convinieron en aproximarse a la linea ferrea para investigar.


Fig. 2 – Aspecto general del fenomeno luminoso observado desde el sector «A» de la vivienda. Las sombras asumian contornos antropomorfos y se movian en distintas direcciones.

Las dos hermanas regresaron a su habitacion para vestirse adecuadamente ya que la noche era muy fria. Mientras Yolanda buscaba una linterna y Dora un Colt 38, que tiene para cuando queda sola en la casa, Yolie paso en puntas de pies por la habitacion Nº 3, en la que dormian sus padres (Antonio Moreno Ebalch, 72 años, y Teresa Kairuz de Moreno, 63). Llego asi a la habitacion Nº 2, donde dormitaba su hermana Argentina Moreno de Chavez (28 años, casada con un militar) y sus dos hijitos. Lo hizo con el proposito de pedirle que vigilara a su niño. Sus comentarios determinaron que Argentina tratase de disuadirla, frente a la eventualidad de guerrilleros o saboteadores que – advirtiendo su presencia – no vacilarian en abrir fuego. Insistio Yolie en que nada sucederia, dado que tomarian los recaudos del caso.

IV. – Objetos no convencionales

Argentina, llevada por la curiosidad, salio de su habitacion y paso a la galeria contigua. Comenzo a caminar hacia el extremo de la misma en procura de localizar las presuntas luces vistas por sus hermanas y la empleada domestica. Sorpresivamente profirio un grito, exclamando que habia varios aparatos extraños cerca de la casa. Perdio entonces el control de si misma y corrio desesperada hacia el fondo de la casa (Ver linea de puntos en el grafico 1). En su turbacion tropezo con un monticulo de ladrillos que estaba en el patio y rodo por tierra. Se levanto prestamente y penetro sobresaltada a la habitacion Nº 4. Resultaba sorprendente para las otras hermanas la transfiguracion de Argentina, persona de caracter apacible e introvertido. Jamas la habian visto tan alterada. Lloraba y expresaba con voz entrecortada que lo que habia observado eran realmente naves.

Los padres de las jovenes se despertaron inquietos, no asi los niños. Yolie, Yolanda y la empleada Dora Martina salieron apresuradamente por la habitacion Nº 4, dirigiendose hacia el sector derecho de la vivienda (Ver trayecto en grafico 1).

Las tres avanzaron resueltamente hacia la via ferrea. Dora Martina lo hacia delante de las dos hermanas. Un primer detalle que les llamo la atencion fue una tenue luz verdosa situada en las proximidades del porton de entrada de la casa. Pensaron que se trataba de una pick-up del señor Huanca – peon de la finca – por lo que Dora Martina se apresto a abrir la portezuela para facilitar el paso del vehiculo. Cuando se disponia a hacerlo, Yolie dirigio un haz de linterna hacia la luz verde. Subitamente se iluminaron seis ventanillas correspondiente a una extraña masa discoidal que se encontraba suspendida en ese lugar, a solo 8 metros de distancia (Objeto «F», en el grafico 1).

V. – Frente a lo insolito

Se trataba de un cuerpo de unos 8 o 10 metros de diametro, cuya superficie parecia metalica, similar al aluminio. Presentaba varios casquetes unidos por protuberancias como remaches, y un domo en su parte superior, tambien de aspecto metalico, pero mas oscuro y sin casquetes. No habia ningun emblema o distintivo en su estructura. Las mirrillas eran ligeramente rectangulares, de unos 70 x 50 cm, e irradiaban una potente luz blanca que impedian ver en su interior. El resto de la superficie no se apreciaba ya que una niebla blancuzca – que salia del extremo inferior del objeto – obstruia la vision de todo lo que pudiese existir mas abajo de las de las ventanillas. Desde el domo hasta la base de estas habria entre 2,5 y 3 metros, y desde esas bases hasta el suelo, apenas 1,50 metros. El artefacto se balanceaba suavemente, pero no giraba sobre si. Evidentemente no estaba posado sobre tierra (Fig. 3).

Una suerte de serpentina se encendio inmediatamente en el interior del objeto y comenzo a girar, detalle este que fue advertido a traves de las mismas ventanillas. Estas cambiaban de colores, lenta y sucesivamente, lo que les comunicaba un efecto de circunvalacion que se daba en sentido contrario a las agujas del reloj. La impresion de este movimiento estuvo representada originariamente por una luz rosada o rojiza que circulaba de una ventanilla en otra. Este proceso se hizo paulatinamente mas rapido, hasta adquirir el conjunto de la periferia una tonalidad anaranjada, no sin antes haber pasado por el rojo vivo (Los marcos separativos de estos portillos no cambiaban de posicion, de manera que resultaba obvio que no era el objeto el que giraba, sino una suerte de anillo o serpentina luminosa del interior). Un suave ronroneo acompañaba estos movimientos. La niebla comenzo a tornarse espesa, despidiendo un olor penetrante, como azufre.

Los tres testigos certificaron estos pormenores en menos de 30 segundos. Una subita llamarada que partio del objeto (no saben de que sector), las hizo volver a la realidad ya que las tiro con fuerza al suelo, rodando sus cuerpos unos 2 metros. Se incorporaron y, presas de panico, corrieron hacia la galeria e ingresaron prestamente a la casa. La empleada domestica habia sufrido en mayor medida los efectos de la llama, ya que se encontraba delante de las dos hermanas, las que solo experimentaron una fuerte sensacion calorica (Al dia siguiente, Dora Martina sera asistida en el Hospital de Trancas, con quemaduras de primero y segundo grado en el rostro, brazos y piernas).

Paralelamente, se encendieron en la via ferrea otros tres focos luminosos (Objetos «A», «D» y «E»), con lo que totalizaron seis cuerpos extraños. Entre los objetos mas alejados («A» y «E») mediaba una distancia aproximada de 400 metros.

(Es probable que las luces vistas desde el fondo de la casa por Dora Martina, y cuyo origen no pudo determinar, hayan sido consecuencia del encendido simultaneo e intermitente de esos focos. Desde el medio del patio, resulta materialmente imposible la observacion del terraplen, pero es factible que el resplandor emitido por los objetos haya iluminado el ambiente del patio).

VI. – Haces coherentes de luz

A medida que la serpentina interior giraba con mayor velocidad, el objeto «F» fue paulatinamente cubierto por la niebla que salia de su extremidad inferior. Las formas estructurales del artefacto llegaron a perderse, siendo perceptible despues como una nube de tonalidad anaranjada.

Desde la ventana de la habitacion Nº 2 – que da hacia el este – pudieron ver que desde la parte superior de ese mismo objeto partio un «tubo» de luz de unos 3 metros de diametro, que siguio con minuciosidad los distintos accidentes de la casa, como efectuando una cuidadosa escrutacion.

Los demas objetos, posados o suspendidos a muy baja altura en la linea ferrea, tenian una apariencia metalica semejante a la del objeto «F», aunque este parecia considerablemente mayor (La señora Yolie le llamara «nave madre», no solo por su volumen, sino porque su comportamiento denotaba ser inspirador de los correspondientes a los otros cinco). El ambiente estaba muy iluminado, de modo que fue relativamente sencillo apreciar estos detalles.

VII. – Descripcion de los haces

Al advertir que desde el objeto «D» comenzaron a avanzar dos rayos compactos, Yolie salio nuevamente por la puerta de la habitacion Nº 4 y se dirigio hacia el extremo derecho de la casa (Sector «B» en el grafico 1). Los hace se orientaron directamente hacia un galpon situado a 50 metros de la vivienda, y en donde se guardaba un tractor (Nº 8 en el mismo grafico). Tardaron unos minutos en cubrir los 200 metros que median entre la via y el galpon; se detuvieron a 2 metros de este. Verlos avanzar con sus 3 metros de diametro fue un espectaculo sobrecogedor. No tocaban el suelo en toda su extension: se mantenian apenas a 10 cm del mismo. Eran perfectamente cilindricos, sin sombras por ninguna parte (Sin embargo, en atencion al diametro de los objetos, estimamos que el punto de origen de los «tubos» debio haber sido inferior al de su extremidad). No despedian vapor ni emitian sonido alguno. Permanecieron frente al galpon unos 30 minutos (Al dia siguiente se comprobara que las manchas de aceite que cubrian algunas partes de la estructura del vehiculo habian desaparecido, como si hubiese sido sometido a un cuidadoso lavaje).

En accion instintiva, Yolie introdujo su mano derecha – hasta la mitad del antebrazo – en la «pared» de uno de los «tubos» del objeto «D». Hasta ese instante habia discurrido en la posibilidad de un chorro de agua concentrado por algun mecanismo desconocido (La notable claridad de los haces le inducia a tal especulacion). Pero su antebrazo no se humedecio en lo mas minimo. El contacto con la luz – o lo que fuere – le permitio experimentar una fuerte sensacion calorica que no le produjo – empero – ningun efecto cutaneo. Era algo inmaterial que no acuso ninguna alteracion como consecuencia de su actitud (Por de pronto, si los haces llegaron hasta el galpon, resulta evidente que tampoco se alteraron cuando atravesaron el cerco de la casa). El temor a lo insolito hizo correr a Yolie nuevamente hacia la vivienda.

El padre de las tres hermanas quiso salir a indagar la causa de estas luces, pero ellas se lo impidieron (Durante varios años habia ocupado la intendencia de Trancas. De alli que al comenzar estas manifestaciones luminosas, pensara en enemigos politicos que se aprestaran a prepararle un atentado). La madre de las jovenes oraba.

Desde las ventanas de las habitaciones 2, 3 y 4 se veia como desde los otros objetos partian haces luminosos que avanzaban lentamente hacia las adyacencias de la finca. Eran muy blancos y de perfecta configuracion cilindrica. Sus luces no se dispersaban. Parecian caños de unos 3 metros de diametro dispuestos paralelamente a razon de dos por cada objeto, salvo el «F», que proyectaba uno solo. Sus extremidades terminaban abruptamente (El «tubo» que unia los objetos «B» y «C» habia desaparecido, asi como las sombras humanoides. Ahora ambos objetos dirigian rayos compactos en direccion de la casa).

Desde el objeto «E» se vieron emerger dos rayos coherentes que llegaron lentamente hasta un criadero de 400 gallinas, ubicado mas al sur del galpon (Ver Nº 9 en grafico 1). Se detuvieron a corta distancia del gallinero y asi permanecieron por espacio de largos minutos.

VIII. – Variacion termica

En el interior de la casa la temperatura fue creciendo hasta oscilar en los 40º C (Antes de la manifestacion de estos fenomenos, el indice mercurial solo alcanzaba los 16 grados). Los tres niños transpiraban mojando sus ropas, sin despertarse.

Dentro de la finca el ambiente estaba iluminado como de dia. La señora Yolie no acierta a explicarse por donde se filtraba la luz. Ninguno de los testigos advirtio si los rayos atravesaban las paredes, pero Yolie nos manifesto que ello bien podria ser la causa de la luminosidad interior, aunque no se animaba a afirmarlo rotundamente. La superacion del cerco de la casa y del antebrazo de Yolie, por parte de los «tubos», consolidarian la posibilidad apuntada.

[La hipotesis del campo magnetico canalizado, del frances Jean Goupil, explica teoricamente estos «tubos» como descargas toroidales del campo.

Las paredes de madera o piedra no constituyen un obstaculo para un campo magnetico. A su criterio el haz luminoso de la descarga toroidal puede reconstituirse del otro lado de la pared, dando la apariencia asombrosa de una luz que atraviesa un cuerpo solido.

De igual modo, y teniendo en cuenta el desprendimiento de una cantidad no despreciable de energia, la temperatura debe elevarse necesariamente en el interior dela casa (3)].

En determinado momento del desenvolvimiento de estos fenomenos, la señora madre de las tres hermanas, vio una sombra que se recorto fugazmente a traves de la ventana de la habitacion Nº 3. Pero no sabe precisar si la vision fue producto del mismo estado emocional o si realmente existio.

Poco despues el objeto «F» proyecto el haz de luz compacto hacia el sur, en direccion de la Villa de Trancas. Se extendio con lentitud, y al cabo de 10 o 15 minutos parece que alcanzo las inmediaciones del poblado. Luego el haz se elevo hasta completar un giro de 180º (Fig. 4), quedando en orientacion norte. Despues se retrajo despaciosamente hasta desaparecer en el objeto «F», el que comenzo a desplazarse hacia la via ferrea. Alli se le unieron los demas objetos, dirigiendose todos a baja altura hacia el este en direccion de la Sierra de Medina. Habian transcurrido 40 o 45 minutos de la primera observacion. El horizonte se tiño de luces anaranjadas por espacio de mas de media hora.

IX. – Comprobaciones

Resultan de particular interes los siguientes detalles posteriores al incidente, toda vez que avalan en forma fehaciente la manifestacion de un fenomeno verdaderamente insolito.

A) Una vez desaparecido los artefactos, la familia Moreno en pleno salio al jardin, en donde se mantenia en suspension la niebla producida por el objeto «F». Era muy densa. Un fuerte olor a azufre flotaba en el lugar. La niebla recien se esfumara 4 horas despues.

B) Debajo del sitio en que se balanceo aquel objeto, y dentro de un circulo de 8 a 10 metros de diametro, comprobaron la existencia de innumerables bolitas blancas de 1 cm. de diametro. Al dia siguiente encontraron iguales esferitas en la via ferrea, pero no en la cantidad desmesurada existente en el jardin. Al ser suavemente presionadas se deshacian.

El jefe del laboratorio quimico del Instituto de Ingenieria Quimica de la Universidad de Tucuman, Walter Gonzalo Tell, procedio a realizar el analisis correspondiente, el que arrojo presencia de carbonato de calcio, en un porcentaje de 96,48%, y carbonato de potasio, en un indice de 3,51%.

C) Los perros de la casa, conocidos por su bravura, no ladraron en ningun momento. Tampoco lo hicieron despues de la desaparicion de los objetos. Parecian atontados, como adormecidos.

Iguales efectos se advirtieron en las gallinas.

D) La plantacion de arvejas del sector en donde aparecieron las bolillas se seco dias despues.

Con los años, pese a la utilizacion de fertilizantes, se pudo estimular el crecimiento en el area, pero no con la fuerza que tenia antes.

E) La señora Yolie se aproximo a las 22:30 a la casa del vecino Francisco Tropiano situada a unos 100 metros al norte de la de ellos (Ver Nº 10 en el grafico 1). Le indago sobre si habia advertido algo raro durante los ultimos minutos (El objeto «A» habia estado dirigiendo rayos compactos hacia la finca del señor Tropiano). Este declaro no haber sentido ni visto nada, ya que estuvo profundamente dormido. Solo alcanzo a comprobar la iluminacion anaranjada que persistia en el cuadrante este.

F) Siempre con igual proposito de recoger detalles ampliatorios del fenomeno, los protagonistas interrogaron al dia siguiente al capataz de la finca, señor Jose Acosta, quien tiene su morada al oeste, a unos 100 metros de la de aquellos, mas alla de un canal de riego.

Lo primero que Acosta les pregunto fue sobre la razon por la cual se habia incendiado el campo, ya que lo vio iluminado hacia el este. Agrego que por esa hora se «entretuvo» observando numerosos objetos que evolucionaron largo tiempo hacia el oeste (Evidentemente se trataba de elementos no visualizados desde la finca «Santa Teresa». Si se estudia el grafico Nº 1 se constara la existencia de un arboleda que cierra la visual por los fondos de la casa. Sus moradores se encontraban imposibilitados de advertir los objetos denunciados por Acosta, hacia el oeste. Igual consideracion – aunque en contrario – cabria para este en relacion a los fenomenos de la via ferrea, vistos hacia el este. Acosta solo pudo percibir un resplandor persistente, atribuyendolo a un incendio).

G) Otro testimonio de valia corresponde a la doctora Rene Vera, medica del Hospital de Trancas, situado en las afuera del pueblo.

Esa misma noche, al descomponerse su automovil – en momentos en que se conducia hacia la Villa – decidio completar a pie el trayecto restante. Eran alrededor de las 23 horas, cuando vio venir en direccion oeste – este y con ligera orientacion norte, una flotilla de 40 o 50 cuerpos luminosos que pasaron a baja altura sobre el lugar. Dejaron el ambiente impregnado a azufre, al extremo que la doctora estuvo a punto de perder el conocimiento.

(Como estos elementos procedian del oeste – y en atencion a su elevado numero – pensamos que probablemente se trato de los mismos cuerpos vistos por el capataz Acosta, en viaja hacia la Sierra de Medina. Hacia esta habian convergido minutos antes los objetos observados por los ocupantes de la finca «Santa Teresa»).

La figura 5 aclara convenientemente la observacion de la doctora Vera.

H) A criterio de la señora Yolie, los objetos visualizados serian producto de una tecnologia terrestre, basando sus presunciones en los remaches advertidos en la estructura del objeto «F», asi como en las sombras humanoides vistas a la distancia.

Esta afirmacion resulta de particular importancia, no en orden a la hipotesis terrestre en si, sino en cuanto tal expresion muestra a la entrevistada como una persona no proclive a lucubraciones fantasticas. Si algo la sereno durante los acontecimientos fue su creencia de que siendo «personas como nosotros, no podia tratarse de inteligencias extraterrestres».

X. – Aplicacion de la Ufologia Comparada en el caso de Trancas

A) Serpentina: La descripcion de la serpentina nos induce a recordar la hipotesis del «sumidero magnetico», del desaparecido ingeniero canadiense Wilbert Smith, aprovechable a traves de un arco conductor, giratorio, que lo rodease. Los efectos luminosos de la maquina que utilizase este procedimiento se deberian a la rotacion del anillo, aunque a veces podrian imputarse a una descarga en forma de corona.

Para Smith, muchos «platillos» nocturnos no serian vistos para nada, especialmente cuando sus aros no experimentasen los efectos del calor, debido a la ausencia de rotacion (Recuerdese que – al principio – el objeto «F» se mantenia en la penumbra, a corta distancia de la finca).

Pero si el aro rotativo aumentase su velocidad, recalentandose a consecuencia de sus movimientos dentro del campo magnetico, Smith sostenia que apareceria un resplandor rosado. Luego – a mayor velocidad del anillo – el color se tornaria mas brillante, llegando al rojo, despues al naranja y posteriormente al amarillo. El proceso de conversion seria gradualmente mas veloz. (4)

(En el caso de Trancas la serpentina giratoria comenzo a moverse lentamente, con una tonalidad entre rosada y roja. A medida que su rotacion cobraba mayor velocidad, el matiz viraba al rojo vivo, para asumir finalmente un tono anaranjado que persistio durante toda la duracion del fenomeno. Las fases de mayor velocidad de giro – que aparejarian coloraciones amarillas y rojo-blancuzcas – no fueron alcanzadas por el objeto de Trancas. No obstante, el orden correlativo de las variaciones advertidas resulta coincidente con las especulaciones de Smith).

B) Azufre: Suele estar intimamente ligado a los descensos del fenomeno. Entre los casos argentinos en que el olor a azufre fue una nota distintiva, vale la pena aludir a los siguientes episodios:

a) 11 de septiembre de 1967, Villa Constitucion, provincia de Santa Fe, 21:30 horas.

Dos jovenes que trabajaban en la finca de la familia Calamante participaron a la señora Catalina Salvarezza de Calamante de la presencia de un extraño objeto luminoso que, aparentemente, se habia posado a poca distancia de la casa. Tanto esta ultima como su esposo y seis personas que se encontraban ocasionalmente en la casa constataron que a unos 300 metros del lugar se encontraba – en efecto – un misterioso cuerpo que irradiaba enceguecedores destellos luminosos. Se mantuvo suspendido a un metro del suelo y por espacio de 4 horas, no siendo posible aproximarse al mismo, ora por el vendaval que arreciaba, ora por la notable luminosidad del Ovni. No obstante ello, y una vez desaparecido el fenomeno, se acercaron al sitio ya casi de madrugada. La primera gran impresion estuvo dada por un penetrante olor a azufre que flotaba en el ambiente. La gramilla estaba como desecada en un area de 3 metros. En el centro de la huella existian dos trazos paralelos, como producidos por dos ruedas o esquies. (5)

b) 18 de julio de 1968, Lavalle, provincia de Mendoza, 7:30 horas.

Las maestras Amelia Arasqueta, Zulema Arasqueta, Mary Granada de Baniglia y Silvia Grozona se dirigian a Lavalle cuando vieron un extraño objeto rojo-anaranjado, de forma oval, que se desplazaba a muy pocos metros del suelo. Tenia unos 20 metros de diametro, se movia muy lentamente y no producia sonido alguno. Antes de la aparicion se percibio un fuerte olor a humedad (¿ozono?), que se intensifico hasta hacerse irrespirable. Una de las testigos experimento somnolencia. (6)

c) 22 de julio de 1968, El Sauce, provincia de Mendoza, 1:20 horas.

Mientras cumplia su guardia nocturna, la señora Adela C. De Panasitti, enfermera del Hospital Neuropsiquiatrico de El Sauce, fue sorprendida por un zumbido ensordecedor. Al salir al patio vio en medio del mismo un objeto de gran tamaño, color aluminio y forma de trompo, con una serie de ventanillas cuadradas por una de las cuales la testigo distinguio varias figuras humanas que se movian. La enfermera se sintio quemada por la luminosidad que emitia el objeto y quedo con las piernas paralizadas. A poca velocidad, el OVNI se elevo por encima de un muro de 12 metros de altura, rozo las ramas de un arbol de pimienta y se alejo. Entonces la señora de Panasitti recupero su movilidad. El aterrizaje dejo manchas grisaceas en el patio y un olor a azufre quemado. La enfermera sufrio quemaduras de primer grado en el cuello, manos y rostro. (7)

d) 18 de diciembre de 1969, La Reduccion, Tucuman, madrugada.

El agricultor Manuel Rodolfo Rodriguez afirmo haber visto un OVNI de 70 metros de largo con forma de cigarro, dispuesto horizontalmente, que estuvo suspendido durante 20 minutos a la altura de los cables del tendido electrico que corren paralelo a la ruta Nº 38, en las proximidades de su finca. La misma vision tuvo el padre del testigo, señor Joaquin Rodriguez, cuando acudio al lugar de la observacion llamado por su hijo. Al dia siguiente se comprobo que en la zona donde estuvo el OVNI, las hojas de los eucaliptos estaban chamuscadas y en el aire habia olor a azufre o a polvora quemada. (8)

En orden a la determinacion de este tipo de constantes, el investigador se enfrenta con la dificultad de no contar con una certidumbre plena de que las emanaciones realmente sean sulfurosas. Los testigos – por lo general –, hablan de un gas «fuerte y penetrante», asociandolo al olor a azufre, que les es mas conocido. Pero muchas veces los protagonistas alimentan dudas acerca de tal calificacion. Son numerosos los casos en que tal encuadramiento se hace a titulo aproximativo.

De nuestra parte, pensamos que la verdadera naturaleza de estos efluvios podria estar en el OZONO, mas que en el azufre. Es un gas fuerte y penetrante, que importa una modificacion alotropica del oxigeno. En cantidades apreciables presenta una tonalidad azulada que – sin embargo – puede pasar desapercibida frente a la coloracion de la potentisima luz del fenomeno. Su densidad equivale a una vez y media la del oxigeno (De alli que no se volatilice rapidamente). A la temperatura ordinaria se descompone lentamente, lo que explicaria su persistencia por varias horas en los sectores de descenso. Una de las formas de manifestarse es a traves de descargas electricas. Es mas, la fisica nos enseña que un campo magnetico alterno, motivado por una corriente de induccion, produce las llamadas corrientes parasitas o de Foucauld. Este efecto se presenta asociado no solo a un INCREMENTO DE LA TEMPERATURA, sino tambien a la PRODUCCION DE OZONO, cuya inhalacion en estado concentrado acarrea la PERDIDA DEL CONOCIMIENTO (La doctora Vera estuvo a punto de desmayarse).

Nos preguntamos – en consecuencia – si el fenomeno OVNI no es sino un proceso electrico o, al menos, utiliza energia electrica en su desenvolvimiento.

Adviertase la significacion que adquiere la verdadera naturaleza del gas, con miras a la determinacion del mecanismo rector de estas manifestaciones. Creemos que en el ozono, y no en el azufre, puede estar el indicio que buscamos.

C) Residuos: El residuo carbonatado de Trancas es plenamente coincidente en su composicion quimica con el de otros aterrizajes, entre ellos el producido el 12 de mayo de 1962, en las inmediaciones de Bahia Blanca (Argentina). El analisis de este ultimo material fue realizado en los laboratorios de la Universidad Nacional del Sur arrojando presencia de un elevado porcentaje de carbonato de calcio y un remanente de carbonato de potasio. (9)

D) Haces coherentes de luz: En oportunidad de nuestra entrevista con la señora Yolie M. de Colotti, le exhibimos varias publicaciones ufologicas que incluian dibujos aclaratorios de observaciones referidas a «tubos» de luz. Mayuscula fue la sorpresa al advertir las marcadas semejanzas que existian entre esos casos y el fenomeno de Trancas. Conviene tenerlos en cuenta ya que abonan la autenticidad de este ultimo caso.

a) Constante I: El 6 de mayo de 1967, el señor Raymond Schirrmann, su señora, su hijo Jean Luc (10 años) y un compañero de este, Phillippe Wassiner (11 años), fueron a pasar el fin de semana a un chalet ubicado en Das Hochfeld, en la ciudad de Estrasburgo, a unos 9 kilometros al S.E. de Schirmeck, Francia. (10)

A las 19 horas, luego de terminar de cenar, se dirigieron a una pequeña terraza para contemplar la puesta del sol. Subitamente una hilera de 7 u 8 objetos alineados surgio en direccion Oeste-NO, a unos 9 kilometros de distancia. Cada elemento parecia estar compuesto por un nucleo oscuro, rodeado de un halo que semejaba a un «circulo de humo». Al cabo de unos minutos desaparecieron hacia el Sur, pero luego reaparecieron para dispersarse rapidamente en distintos sentidos, siempre dentro del cuadrante Oeste. En ese sector el bosque presentaba una fuerte tonalidad rojiza, como producida por un incendio. A las 20 horas, el esplendor se extinguio.

Aun comentaban estos incidentes cuando a las 21 horas, emergio a una centena de metros de la vivienda – viniendo del sur – un enorme objeto oscuro que respondia a la configuracion de una lenteja. Tenia unos 15 o 20 metros de diametro. El silencio era total. Se aproximo lentamente hasta unos 20 o 30 metros del chalet y alli se detuvo. Una suerte de haz luminoso blanco – amarillento y de aspecto COMPACTO se proyecto entonces desde la parte inferior del objeto hacia la ventana de la cocina. El rayo era perfectamente cilindrico, salvo su extremidad que parecia ligeramente mas voluminosa. Desaparecio bruscamente.

La señora de Schirrmann aprovecho esta circunstancia para penetrar a la cocina e intentar cerrar los postigos, pero un nuevo haz luminoso que partio del objeto la hizo desistir de tal proposito. La mujer llamo atemorizada a su marido al tiempo que otros dos rayos coherentes se incorporaban al anterior. Los tres guardaban un perfecto paralelismo, siendo el primero de un color azulado y los dos restantes de un verde malva. El primero tenia el grosor del pulgar y los otros dos el del meñique. Terminaban bruscamente a un metro de tierra y se situaban en un mismo plano, no vertical. Si distancia entre si era de una decena de centimetros, orientandose los tres hacia el interior de un trapecio luminoso que se dibujaba en el suelo y cuyos lados no paralelos terminaban al pie del muro del chalet (Ver figura 6).

Minutos despues se produjo la desaparicion instantaneas de las proyecciones cilindricas y del trapecio luminoso. Segundo mas tarde, el objeto volador enfilo lentamente hacia el norte, perdiendose entre los arboles que circundaban la vivienda. La estacion de radar de Das Hochfeld denunciaba poco despues la captacion de un cuerpo no convencional, entre las 20 horas y las 22 horas.

COMPARACION CON TRANCAS: Las diferencias mas notables radican en el grosor de los «caños» de luz, el color de los mismos y en su aparicion instantanea. Las similitudes se dan en funcion de la perfecta coherencia de los haces asi como su aparente tarea de escrutacion.

b) Constante II: En la noche del 29 de agosto de 1967 – en ausencia de sus padres – el joven Yvan Guindon (13 años) se encontraba con sus dos hermanas (Diana y Dennise), en el hogar paterno de Oka a 36 kilometros de Montreal, Canada. Sus hermanas dormitaban en una habitacion contigua. (11)

A las 23:10 horas, percibio un extraño zumbido, al tiempo que los dos gatos de la casa comenzaron a correr en distintas direcciones. Llevado por la curiosidad, el joven subio a un banquillo y se asomo por la ventana de la sala de baño. Con natural sorpresa, no exenta de temor, comprobo la presencia de un aparato luminoso que se balanceaba suavemente a unos 50 metros de la casa. Se encontraba suspendido a unos 5 o 6 metros del suelo y parecia tener 10 metros de diametro por 5 de alto. Su parte superior emitia una luminosidad blancuzca, mientras que sobre su periferia horizontal (de apariencia circular) se movian ondulantes unas luces rojas, anaranjadas y amarillas.

Del extremo inferior del artefacto emergio un rayo luminoso de mayor intensidad que el arco de una soldadura electrica, el que se alargo lentamente. Sus contornos eran perfectamente definidos, lo que le comunicaba la apariencia de una «barra» o «CILINDRO» brillante. Daba la impresion de buscar algo en el suelo, de modo que estaba animado de cambios direccionales permanentes. Fue asi como imprevistamente, el rayo se elevo hasta la altura de la ventana y quedo apuntando al niño que, presa de panico, se arrojo prestamente al suelo. Sus ojos le ardian y casi no veia, normalizandose su vision unos 2 o 3 minutos despues. (Ver figura 7).

Recompuesto del susto, el joven trepo nuevamente al banquillo y dirigio su mirada hacia el exterior. El objeto se mantenia en el lugar, aunque el rayo coherente habia desaparecido. Ahora una suerte de proyeccion luminosa – tambien de aspecto compacto – habia surgido en la parte superior del extraño vehiculo, estirandose verticalmente hasta alcanzar una altura de 12 metros. La extremidad de esta prolongacion coherente se expandio, recayendo sobre el objeto y formando una especia de muro transparente de forma acampanada. Su base alcanzo el suelo, abarcando una extension de 80 metros de diametro (Ver Fig. 8 y 9). El ronroneo o zumbido comenzo a hacerse mas persistente. Las luces del objeto se apagaron y este cobro rapidamente altura, desapareciendo hacia el N.N.E. Eran las 23:25 horas.

COMPARACION CON TRANCAS: En Trancas y en Oka, los haces parecian estudiar minuciosamente las dependencias de las fincas. En ambos hay coherencia de la luz emitida; las proyecciones avanzan con lentitud; los animales domesticos acusan la presencia del fenomeno; existe una serpentina giratoria con variaciones del rojo al naranja y al amarillo; un ronroneo preside la manifestacion del fenomeno.

c) Constante III: A fines de octubre de 1967, el señor A. R. Spargo, en circunstancias en que se conducia en su automovil hacia Boyup Brook, Australia, fue subitamente enfocado por un «TUBO» de luz que partio de un objeto situado a 30 metros o mas del suelo. El vehiculo se detuvo. Desde el parabrisas pudo comprobar que el «tubo» tenia entre 60 cm. y 1 metro de diametro y era hueco (12). Se mantuvo como observando al señor Spargo por espacio de 5 minutos y luego desaparecio con el objeto emisor (Ver Fig. 10).

COMPARACION CON TRANCAS: Para el señor Spargo, el haz compacto daba la impresion de ser hueco. La misma sensacion experimento la señora Yolie al ver avanzar de frente los rayos proyectados por el objeto «D». En uno y otro incidente, coherencia de la luz de por medio, medio una tarea de escrutacion.

d) Constante IV: El 31 de agosto de 1968, los señores Marius Carre y Paul Billard habian llevado un tractor con un acoplado a fin de recoger atados de centeno en un campo perteneciente al primero de ellos, ubicado casi en la cima de una colina, en Villiers-Morvan, Francia (13). A la izquierda de un bosque de abetos, y sobre una pequeña colina situada a 2 kilometros de alli, al S.O., Carre visualizo a las 10:30 de la mañana, una mancha blancuzca que tenia apariencia romboidal o – si se quiere – de un naipe de picas extendido sobre la hierba.

Los trabajadores no prestaron mayor atencion al hecho por lo que continuaron con su tarea. Pero media hora despues comprobaron con extrañeza que desde aquel cuerpo blanquecino estaba emergiendo una prolongacion luminosa que – en forma de TUBO – se alargaba paulatinamente en direccion a ellos. Entre 5 y 10 minutos cubrio la extension de 2 kilometros, deteniendose sobre unos arbustos a 30 o 40 metros del lugar en que se encontraban.

El señor Billard, de pie sobre el acoplado, apilaba los atados que desde el suelo le alcanzaba el señor Carre. Este podia ver el «tubo» ligeramente de costado, mientras que el señor Billard lo apreciaba bien de frente. Era tan brillante que imposibilitaba una observacion detenida. Su extremidad – de 1 a 2 metros de diametro – presentaba una especie de telaraña brillante, animada de un curioso movimiento comparable a los puntillos luminosos de las pantallas de TV. Cuando el tractor se desplazaba, la extremidad del tubo coherente hacia lo propio como estudiando los movimientos de los hombres y su maquina.

Al cabo de una decena de minutos, el rayo – o lo que fuere – se contrajo lentamente hacia el objeto originario, el cual desaparecio bruscamente. El fenomeno duro en total entre 30 y 45 minutos. (Ver Fig. 11)

COMPARACION CON TRANCAS: El objeto «F» de Trancas proyecto un haz coherente de unos 3 metros de extension, distancia que cubrio entre 10 o 15 minutos. En ambos casos los rayos avanzaban con lentitud; el enorme diametro del «tubo» de Francia (1 a 2 metros) parece muy semejante al caso argentino, con unos 3 metros de diametro; tanto en uno como en otro incidentes, el haz coherente denota cumplir una tarea de observacion por espacio de mas de media hora; el brillo es intensisimo en ambos eventos.

e) Constante V: En la noche del 1º de septiembre de 1968, en Mendoza, Argentina, cinco entidades extrañas – que minutos antes protagonizaron una curiosa experiencia con los señores Carlos Peccinetti y Fernando Jose Villegas – penetraron a un objeto volador por un rayo de luz COMPACTO que guardaba una inclinacion de 45º con relacion al suelo (14). El haz se retrajo y desaparecio con el ascenso del elemento que lo producia. (Ver Fig. 12)

COMPARACION CON TRANCAS: En ambos casos la luz proyectada no se dispersaba; las figuras que se movian entre los objetos «B» y «C» de Trancas, aparentemente lo hacian dentro del tubo que los unia; en Mendoza las entidades antropomorfas se introducen por el tubo.

XI. – Conclusiones sobre los haces coherentes

Cuantiosos son los incidentes que incluyen referencias a proyecciones compactas de luz, pero para no fatigar la atencion del lector estimamos conveniente limitar su examen a los casos precedentemente expuestos.

El proposito que ha informado esta numeracion ha sido meramente ejemplificativo, a fin de ilustrar sobre los procedimientos de la ufologia comparada y el valor de sus verificaciones. De manera que va de suyo que todo aspecto susceptible de reiteracion en manifestaciones posteriores, debera ser materia de cuidadoso estudio dentro de esta rama ufologica. El detalle de los rayos es apenas uno entre mas de un centenar de pormenores que tipifican estas observaciones, siendo todos dignos de consideracion preferencial.

Los hechos relatados anteriormente denotan manipulaciones luminicas a un nivel dificil de comprender. Lo mas aproximado a estos comportamiento es el rayo Laser (sigla de «Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation», esto es amplificacion de luz por emision estimulada de radiacion). Consiste en una barra de rubi sintetico con cierto porcentaje de oxido de cromo, aunque tambien se emplean otras sustancias solidas y gaseosas, como el fluoruro de calcio, el helio o el neon. Una lampara tubular envuelve en forma espiralada la barra. Cuando aquella se enciende, su luz estimula los atomos de la barra de rubi, almacenando estos una luz que emiten de repente, con una viva tonalidad rojiza. Este fenomeno se produce en forma coherente, o sea, con una serie de ondas sincronizadas que viajan en rayos casi perfectamente paralelos ya que poseen la misma frecuencia e igual amplitud.

En los casos ufologicos citados el brillo de los haces coherentes habla muy a favor de una luz concentrada, como el Laser (La intensidad del Laser de rubi es un millon de veces superior a la de ese mismo color emitida por el sol). Pero las demas particularidades de los «tubos» los situan en un plano sorprendentemente mas avanzado que el del propio Laser, si de luz concentrada se trata.

No creemos que los denunciantes hayan discurrido esas experiencias, complicandolas con la incorporacion de un detalle que acrecentaria su inverosimilitud. Recordemos que en el caso analizado como constante II, el unico protagonista fue un niño de apenas 13 años, no obstante lo cual su testimonio observa plena coincidencia con los correspondientes a otra partes del mundo. Estos incidentes han sido acoplados por primera vez en este articulo, de manera que resulta materialmente imposible su conocimiento previo por personas de tan variada extraccion cultural como lingüistica. Nos parece evidente que aquella gente ha visto algo que tiene existencia concreta y que responde a definidas pautas de constancia.

Sin embargo, no nos aventuremos a arriesgar una hipotesis fundada en la materialidad de esos «tubos», pese a que su caracter compacto dejaria entrever tal presuncion. En las proyecciones de Morvan y Trancas – por ejemplo – la suposicion de una prolongacion solida sin sustentaculos visibles, a lo largo de 2 y 3 kilometros de extension, respectivamente, resulta incomprensible. Maxime en orden a la explicacion del mantenimiento recto del tubo – pese a su horizontalidad – o de los sucesivos segmentos retractiles que posibilitarian esa prolongacion. La introduccion del antebrazo en uno de los «tubos», por parte de uno de los testigos, aleja aun mas la eventualidad de su naturaleza solida.

En igual tren especulativo, el caracter de escrutacion a que pareceria responder el comportamiento de los rayos, sugeriria un expediente observacional que dispondria aparentemente de las propiedades de las fibras opticas. La telaraña terminal del caso Morvan insinuaria – verbigracia – un reticulo colocado en la extremidad de un tubo optico.

De igual modo, se plantea la posibilidad de que los llamados «cigarros de nubes» (Tipo II) – al menos algunos – no constituyan una categoria especial del fenomeno, sino haces coherentes como los recien estudiados. ¿Que aspecto habria tenido la proyeccion de 3 kilometros de Trancas si la misma se hubiese verificado a gran altura? El avance lento del haz le hubiese comunicado el caracter de un objeto que de circular deviene en tubular. Tal lo ocurrido, por ejemplo, con el «cigarro» de Dole (Francia), del 18-19 de agosto de 1954, descrito por Aime Michel (15). En esa oportunidad, el objeto – casi circular al comienzo – se alarga cada vez mas hasta hacerse cilindrico.

Un proceso inverso lo refiere Jacques Vellee (16), al aludir al fenomeno de Homer (EE.UU.), ocurrido el 11 de abril de 1954. Uno de los cuerpos visto en esa ocasion tenia la forma de un lapiz, pero a los pocos segundos comenzo a disminuir su longitud, hasta tomar el aspecto de un «platillo».

La masa nubosa que generalmente rodea uno de los extremos de esas manifestaciones tubulares, podria interpretarse como el nucleo de la proyeccion. Nos explicamos: el objeto «F» de Trancas se rodeo de una espesa nubosidad, a tal punto que esta termino por cubrir las formas estructuradas de aquel. Recien entonces emitio el rayo de luz compacto hacia la casa. Este proceso nos induce a pensar que la produccion de la nube estaria intimamente relacionada con las proyecciones coherentes. Nube y proyeccion serian dos aspectos de un mismo fenomeno. Si el objeto «F» – con su igneo rayo luminoso – hubiera estado a gran altura, habria sido visto como un «cigarro» blancuzco con un penacho vaporoso y anaranjado en uno de sus extremos. Dejamos planteado el interrogante.

La cuestion – segun se advierte – es bien compleja, corriendose el riesgo de adentrarse en lucubraciones privativas de la ficcion cientifica, en detrimento de la estricta confrontacion de los hechos. No obstante, tales consideraciones resultan de utilidad en cuanto orientan nuestra pasion inquisitiva hacia estos pormenores, siendo su profundizacion con miras a la determinacion de su verdadera naturaleza.

Si el mentado Proyecto de Colorado hubiese practicado analisis comparativo, sus conclusiones hubieran sido completamente diferentes. La honestidad investigativa exigia un examen de amplitud. Desafortunadamente sus integrantes se circunscribieron a los limites que sus mentalidades se fijaron aprioristicamente.

Los colaboradores del desaparecido doctor Condon – y este especialmente – fueron incapaces de aportar elementos valederos de juicio tendientes a refutar un fenomeno que – en verdad – no supieron explicar. Aquel opto por la poco feliz formula historica de negar, en nombre de la ciencia, algo que le resultaba embarazoso interpretar en terminos convencionales; y ello a pesar de que en el propio contexto del Informe se aceptan varios incidentes bajo la clasificacion final de «no identificados». Si se desconocia su naturaleza, mucho mas cientifico hubiera sido evitar un pronunciamiento tan categorico.

Al respecto, decia Laplace que «estamos tan lejos de conocer las fuerzas de la Naturaleza y sus multiples modalidades de accion, que seria poco filosofico negar la existencia de ciertos fenomenos, tan solo porque no pueden ser explicados en el estado actual de nuestros conocimientos». (17)

No dudamos que los integrantes del Comite de Colorado son relevantes personalidades en sus respectivas especialidades, pero algunos demostraron ser grandes profanos en ufologia, en donde carecieron por completo de autoridad. No aspiramos a ver mas alla de lo que su «sano juicio» les recomendaba. La ceguera mental, cuando consciente, doblemente reprensible. «¿Que podemos pensar – se preguntaba el genial Galileo – de la actitud de aquellos cientificos que con obstinacion realmente viperina, se han negado a mirar el cielo por el telescopio? ¿Que debemos hacer ante ellos, reir o llorar?» (18)

Citas bibliograficas

1) RUPPELT E., «The Report on Unidentified Flying Objects», Ace Books Inc. NY, 1956, p. 44-45.

2) GALINDEZ O. A., «Trancas after seven years», FSR, may-jun 1971, p. 14-20.

– «Trancas, sept ans apres», Phen. Spat., Nº 33, set. 1972, p. 18-28.

– «Trancas, sept ans apres», LDLN, Fcia., Nº 121, dic. 1972, p. 16-22..

– «Amerique du Sud, continent de predilection des Ovnis: Trancas», Inforespace, Belgica, Nº 9, 1973, p. 29-36.

3) Goupll, J. «L’Hypolhese de champ magnetique canalise», Phen. Spat., Nº 12, jun 1967, p. 24.

4) Keyhoe D. E., «Platos Voladores del Espacio», Colecc. Aeron., Argent., 1955, p. 129.

5) Aldunati, G., «Aterrizaje en V. Constitucion», Bol. del CADIU, Nº 2, 1966, p. 51-52.

6) «Espacio», Rosario, Nº 3, 1970, p. 4.

7) «Exo», Corral de Bustos, Cordoba, Nº 1, jun.-jul., 1971, p. 7.

8) «La Gaceta» (diario), S. M. de Tucuman, 21-12-69.

9) Uriondo, O., «Objetos Aereos No Identificados», Bs. As., 1966, p. 153.

10) Mesnard, J. «Quatre Enquetes», Phen. Spat., Nº 14, dic., 1967, p.18.

11) Observations Canadiennes, Phen. Spat., Nº 18, dic., 1968, p. 12.

12) Hugil, J. «A Tube of Light», FSN Nº 4, Jul-Ag. 1968, p. 15-16.

13) Meshard, J. y Fouere, R. «Enquetes dans Le Nivernais et Le Morvan», Phen. Spat., Nº 18, dic. 1966, p. 24-26.

14) Bowen, Ch. «One day in Mendoza», FSR, Nº 6, nov.-dic., 1968, p. 2-5.

15) Michel, A. «Los misteriosos Platillos Volantes», Pomaire, 1963, p. 34.

16) Vellee, J. «Les Phenomenes Insolitos de l’Espace», La Table Ronde, 1965, p. 28.

17) Talamonti, L. «Universo Prohibido», Plaza & Janes, Barcelona, 1970, p. 289.

18) Uriondo, O., ob. cit., p. 137.