FATIMA, UNA HISTORIA MAL CONTADA

Carlos Fernandez
Entre mayo y octubre de 1917 la virgen se le habria aparecido a tres pastorcillos en la localidad portuguesa de Fatima. En la ultima de estas apariciones, el «Sol» bailo ante la mirada atonita de decenas de miles de personas. ¿Fue un fenomeno astronomico? ¿O un avistamiento OVNI?

El 13 de mayo de 1917, tres niños portugueses se hallaban apacentando su ganado en un lugar conocido como Fatima. Vieron un relampago y la mayor de ellos, Lucia dos Santos, sugirio a sus dos primos Jacinta y Francisco Marto, que regresaran a sus casas ante una inminente tormenta. Ante su sorpresa, sobre una encina vieron «una señora vestida de blanco, mas brillante que el Sol». Entre otras cosas, la «señora» les dijo que venia «del cielo» y que regresaran a ese mismo lugar el dia 13 del mes siguiente. Asi lo hicieron y la «mujercita» volvio a invitarlos a asistir a Cova de Iria el proximo dia 13. En la aparicion de Julio, la «señora» les habria hecho unas revelaciones, que mas tarde serian conocidas como los «secretos de Fatima», cuya tercera parte fue hecha publica el pasado 26 de junio. Y fue en esta aparicion donde la «señora» pidio a los niños que siguieran concurriendo alli cada dia 13, y que en octubre les diria quien era, que queria de ellos y les prometio que haria un «milagro» para que la gente pudiera creerles. Los niños asistieron puntualmente a su cita con la «señora», excepto en el mes de agosto, debido a que los videntes fueron encarcelados y amenazados por el Administrador de Vila Nova de Ourem -Artur de Oliveira Santos- para que les revelara el «secreto». La cita de agosto se produjo el dia quince, una vez que los niños fueron liberados, aunque no en la habitual encina sino en un lugar conocido como Valinhos. Los niños acudian puntualmente a cada una de las citas de los dias 13, mientras la fama de las apariciones iba aumentando cada mes. Es asi que ya se hablaba de que era la Virgen la que se aparecia a los tres videntes, y el numero de personas que acompañaban a los niños a Cova de Iria aumentaba exponencialmente. Pero los sucesos de Fatima se limitaban al relato de los tres niños, ya que ninguno de los espectadores -excepto ellos- podia ver o escuchar a la «Señora». Ni siquiera el joven Francisco podia oirla, quien solo la veia cuando se arrodillaba frente a ella. El 13 de octubre, dia en que la «Virgen» habia prometido un «milagro», se habian reunido en la agreste explanada de Fatima unas 70.000 personas, esperando ver un fenomeno prodigioso. Y el cielo no los defraudo.

EL MILAGRO DEL SOL

Segun cuenta Lucia dos Santos en su Cuarta Memoria, la Señora se presento aquel dia a los niños como ya era habitual, y aseguro ser la «Señora del Rosario». Anuncio que la Guerra iba a acabar (la Primera Guerra mundial) y que los soldados volverian a sus casas. Lucia pidio a la Señora que curara a los enfermos que alli se amontonaban, a lo que respondio que solo sanaria a aquellos que pidieran perdon por sus pecados. Aquel dia la virgen tambien les habria pedido a los niños que se construyera una capilla en su nombre. Tras alejarse hacia el naciente, ocurrio el milagro solar, donde segun las descripciones, el cielo se abrio y el Astro rey comenzo a moverse convulsivamente, causando la admiracion de los asistentes. Este suceso fue observado por miles de personas alli presentes, entre los que se encontraban creyentes, escepticos, campesinos e intelectuales. Y la diversidad y cantidad de testigos le otorga un especial interes al «fenomeno solar», pues el resto de las apariciones de Fatima se limitaban a los tres niños videntes. Uno de los testigos presentes en la explanada de Cova de Iria es el periodista Avelino de Almeida, redactor jefe del periodico lisboeta O Seculo. Con fina ironia, de Almeida describe pormenorizadamente el paisaje humano que rodeaba a la ya famosa encina, sin dejarse llevar por la emocion de las masas. En su articulo estan retratados los leprosos que buscaban cura de su mal, los vendedores ambulantes que ya en aquel entonces comprendieron el negocio de las apariciones, los librepensadores conversos, los campesinos escepticos, el desborde piadoso e idolatrico de miles de creyentes y por supuesto la copiosa lluvia que caia sobre Fatima, tornando el escenario de las apariciones en un intransitable lodazal. El periodista se limita en todo momento a hacer una cronica de lo que ve, y en esa misma postura continua cuando Lucia pide a las multitudes que cierren sus paraguas para rezar. Es en ese momento que comienza a producirse el «milagro Solar». «Se ve a toda la inmensa multitud -escribe Avelino de Almeida- darse vuelta para ver al Sol, que se muestra libre de nubes en el cenit… Es posible ver el contorno del disco sin el mas minimo esfuerzo. No quema, no ciega.» Pero el «Sol» comienza a moverse, y el periodista lo describe con estas palabras: «…el Sol temblo, el Sol realizo movimientos bruscos nunca vistos, fuera de todas las leyes cosmicas. El Sol «bailo»segun la tipica expresion de los campesinos» Sin abandonar su tono impasible, Avelino de Almeida continua relatando otros detalles sobre las gentes que alli se encontraban y sus emociones. Finalmente, el periodista hace un llamamiento a los expertos para que expliquen la naturaleza del fenomeno observado. A pesar de su breve mencion al fenomeno y de sus acidas descripciones, Avelino de Almeida fue duramente criticado por sus contemporaneos librepensadores, que sugirieron que el periodista estaba defendiendo los intereses del principal beneficiario de las apariciones: La Iglesia. Y es que por aquellas fechas el gobierno republicano habia separado Iglesia y Estado y muchos de los privilegios feudales de que gozaba la jerarquia eclesiastica, habian desaparecido. Es por ello que los republicanos veian con muy malos ojos a las apariciones de Fatima. Otro de los testigos independientes que se encontraba aquel 13 de octubre en la explanada de Cova de Iria era el profesor de la Facultad de Ciencias de Coimbra, Dr Almeida Garrett. Decidido a observar los fenomenos desapasionadamente se aposto en una elevacion del terreno de modo que pudiera observar todos los sucesos desde un excelente punto de vista y ayudado por unos binoculares. El profesor Garrett no escucho la orden de Lucia de observar el Sol, pero giro la vista ante la actitud de las multitudes que exclamaban mientras observaban el cielo. «No era algo esferico como la Luna -describe Garrett su observacion del «Sol»- ni tenia la misma tonalidad ni los mismos claro-oscuros. Parecia de materia pulida…». Segun este profesor, no habia bruma ni nubes y se mantuvo asi durante diez minutos, salvo en dos ocasiones en que unos rayos fulgurantes obligaron a los testigos a apartar la vista. Mientras observaban el Sol, el color de la luz que iluminaba la explanada se torno violacea. Mas tarde el color cambiaria hacia el amarillento. Poco despues, el Sol comenzo a girar sobre si mismo y en un momento, ante el estupor de los alli presentes, el «Sol se desprendio de la boveda celeste» y se abalanzo sobre los atonitos espectadores, para luego alejarse.

NO FUE EL SOL

Resulta poco probable que fuese el Sol el que bailara aquel 13 de octubre. Cualquier movimiento del astro -por muy pequeño que sea- provocaria unas consecuencias catastroficas no solo en nuestro planeta, sino en todo el Sistema Solar. Por aquellas fechas el Director del Observatorio astronomico de Lisboa declaro a los periodistas del rotativo O Sëculo que «Si fuese un fenomeno cosmico, los observatorios astronomicos lo detectarian con exactitud. Pero es precisamente eso lo que falta, el registro inevitable de alguna perturbacion en el sistema… por pequeña que esta fuese.» El entonces Obispo de Leiria, tampoco parece muy convencido de que sea el Sol el que se movio el dia del «milagro»: «Este fenomeno, -escribio Monseñor Correia da Silva en su carta pastoral del 13 de octubre de 1930- que no fue registrado por ningun observatorio astronomico y que, consecuentemente, no pudo haber sido un fenomeno natural, fue observado por personas de todas las condiciones… «. Sin embargo, el fenomeno tuvo que tener grandes proporciones, ya que fue observado desde otras localidades situadas en un radio de 40 kilometros alrededor de Fatima. Varios habitantes de Alburitel, situados en una colina a 18 kilometros de la explanada de Cova de Iria pudieron observar el «prodigio solar». Otro testigo, el poeta Afonso Lopes Vieira, observo el fenomeno desde São Pedro de Moel, a 40 kilometros es direccion Oeste. ¿Que fue lo que ocurrio en Fatima en 1917? ¿Fue la Aurora Boreal como sugirieron -sin demasiado acierto- los escepticos? ¿Una alucinacion colectiva? Parece poco probable. ¿Y si fue un OVNI?

¿FUE UN OVNI?

El dedo en la llaga lo pusieron la Dra Fina D’Armada y el historiador portugues Joaquim Fernandes, cuando publicaron su libro «Intervencion extraterrestre en Fatima». Sin prejuicios, D’Armada y Fernandes analizan los fenomenos observados en Fatima en 1917 desde una perspectiva moderna, llegando a la conclusion de que los fenomenos ocurridos en la Sierra de Ourem en aquellas fechas, tienen todos los ingredientes propios de un avistamiento OVNI. La Dra D’Armada estaba becada por el Instituto Nacional de Investigacion Cientifica, y pudo consultar los archivos secretos que se encuentran en el Santuario de Fatima, y que incluso son inaccesibles para las entidades religiosas. Entre estos documentos se encuentran los testimonios recogidos por el cura de la feligresia, que entonces recogio las declaraciones de los niños y que acabo abandonando la aldea por no estar convencido de que las apariciones correspondieran a la Virgen Maria. Entre los datos mas significativos de cuantos se describen en aquellos primeros documentos, destaca la descripcion de la «señora» que aparecio a los pastorcillos: Media un metro de altura y llevaba un sayo blanco y dorado, que no llegaba hasta los pies. La ropa tenia costuras a lo largo y a lo ancho como si estuviera acolchado. Ademas, estaba cubierta con una capa blanca y llevaba una esfera a la altura del pecho, que luego se interpreto como el Sagrado Corazon de Maria. En sus primeras declaraciones, los niños describieron a la «mujercita» con ojos negros y gran belleza, que hablaba sin mover los labios. Tampoco movia los pies al desplazarse y descendia hasta el lugar de la aparicion por una rampa luminosa. Si bien la historia oficial no lo refleja, Fina D’Armada encontro en los antiguos documentos la referencia a una cuarta vidente, llamada Carolina Carreira, hija de Maria Carreira, un personaje importante e la historia de las apariciones y responsable de la construccion de la capilla de Cova de Iria. Carolina habria tenido un encuentro con «un niño» que aparentaba unos 9 o 10 años y que se comunico con ella sin hablar, «como dentro de mi». Entre los documentos consultados por D’Armada, existen numerosos testimonios sobre el fenomeno del 17 de octubre. Antes de comenzar las apariciones, fueron vistos por numerosos testigos pequeños objetos luminosos, conocidos en ufologia como Foo-Fighters, incluso uno de ellos golpeo en la cara a una hermana de Carolina Carreira. Tambien fue observado un globo plateado, un objeto en forma de escalera y «nubes» que iban en direccion contraria al viento. En cuanto al «fenomeno solar», algunos testigos aseguran que fue el propio Sol el que se movio, mientras que otros sugieren que un disco «metalico» o de «vidrio» se antepuso al astro. Finalmente, el «Sol» se volvio transparente y dentro del disco se observaron tres seres, que -influenciados por el contexto- fueron interpretados como la «Sagrada Familia». Uno de los tres fue visto con el brazo extendido y fue interpretado como una bendicion de San Jose.

CURACIONES MILAGROSAS

Ambos investigadores abordan tambien otro aspecto polemico y poco estudiado: el de las curaciones milagrosas que se produjeron el dia 13 de octubre de 1917. D’Armada y Fernandes contabilizan hasta siete curaciones que se produjeron ese dia. La mayoria corresponden a dolencias no muy graves como gripes, hinchazon de miembros y vientre; y algun caso de remision de tumores o paludismo. Curiosamente, y segun los datos manejados por los investigadores portugueses, las personas que se curaron aquel dia se encontraban en una zona muy concreta del recinto de Cova de Iria, por donde el «Sol» sobrevolo a los alli presentes. Tambien se habrian secado las ropas de quienes se encontraban en esta situacion, despues de la lluvia torrencial que precedio a las apariciones. Los autores, establecen de este modo un paralelismo entre estos sucesos y otros registrados en otras apariciones marianas y en presencia de Objetos Volantes No Identificados. ¿Fue un encuentro cercano con OVNIs lo que motivo el culto mariano en Fatima? ¿Manipulo la Iglesia los acontecimientos de 1917? ¿Desclasificara la Iglesia los documentos secretos relativos a las primeras investigaciones? Posiblemente estamos lejos de conocer la verdad sobre los sucesos que ocurrieron en la explanada de Cova de Iria en 1917. El tiempo juega en contra y uno a uno los testimonios directos se van perdiendo. Entretanto, las «certezas» solo las da la Fe.

LA HISTORIA MANIPULADA

La practica totalidad de la historia oficial de los fenomenos de Fatima esta extraida de las memorias de la hermana Lucia. Francisco y Jacinta fallecieron poco tiempo despues de las apariciones, y Lucia fue la unica testigo viva de los acontecimientos de Fatima. Presionada por las circunstancias, y siendo una adolescente, ingreso en una orden religiosa donde ademas de encontrarse suficientemente aislada de la sociedad, debia obediencia a su confesor y al Obispo de Leiria. En estas condiciones, y luego de aprender a leer y escribir, fue que la hermana Lucia recibio la peticion de Jose Alves Correia da Silva -Obispo de Leiria- de describir algunos de los sucesos de Fatima y sus protagonistas. Lucia termino sus primeras memorias a finales de 1935 y en años sucesivos le fue pedido que escribiera otros «recuerdos», completando asi sus seis memorias. Y son estos escritos la unica fuente documental disponible para conocer la historia oficial de Fatima. Por este motivo, muchos criticos de las apariciones aseguran que la Iglesia ha cambiado convenientemente su version sobre las apariciones, distinguiendose una «Fatima I» correspondiente a las primeras investigaciones y recogidas de testimonios, de la «Fatima II» escrita por Lucia casi 20 años despues de los sucesos y sustancialmente distinta de la primera version.