UN OVNI SOBRE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES?

Introduccion
Prosiguiendo con el examen de casos OVNI en el pasado argentino, recordaremos a continuacion un incidente, ocurrido hace dos decadas y que no fuera publicado en nuestro pais. Si, en cambio, sus pormenores y el resultado de la encuesta efectuada a los testigos del caso, se ofrecieron en la ya desaparecida revista española Stendek (nº 41, setiembre, 1980).
Su singular importancia radica, por una parte, en la respetabilidad de los testigos; y, por otra, porque no es habitual que el legajo de los OVNIs en la Argentina incluya informes sobre la observacion de fenomenos anomalos en zonas urbanas centricas, de gran densidad poblacional, y a poca altura sobre los niveles de edificacion.
Un episodio esta clase infrecuente acaecio en la ciudad de Buenos Aires y tuvo por testigos a un militar de alta graduacion, el general de division (retirado) Santiago Alberto Baigorria y a su esposa, Sra. Margarita Ines Ferreccio de Baigorria. El evento permanecio en el mas completo hermetismo, habiendo tenido el autor de esta nota conocimiento del mismo en razon de sus vinculos familiares con ambos protagonistas.
Subrayemos especialmente el hecho de que el avistamiento me fuera informado al dia siguiente de ocurrido, y de que el Gral. Baigorria, a mi solicitud, me proporcionara, pocas horas despues, dos bocetos de lo por el observado. De modo tal que los detalles del caso se conservaban frescos en la memoria del testigo.

Los hechos segun el relato de los testigos
Los pormenores del caso son los siguientes: en la madrugada del 7 de enero de 1977, aproximadamente a las 01:30, el general Baigorria dormia con el balcon de su dormitorio abierto, a causa de la elevada temperatura reinante. A esa hora, las condiciones meteorologicas eran excelentes, con cielo despejado y visibilidad ilimitada. El departamento donde habita el testigo esta ubicado en un sexto piso de un edificio del barrio de Palermo, a pocos metros de la avenida Santa Fe (una de las mas importantes de la ciudad), gozando de inmejorable vision, en particular hacia el sudoeste, oeste y norte,
En ese momento, la Sra. de Baigorria -que reposaba al lado de su esposo-, todavia despierta, fue sobresaltada por la inesperada irrupcion de una fuerte luminosidad, que penetraba por el balcon. La señora desperto de inmediato a su esposo, señalandole el extraño fenomeno. Ambos pudieron entonces percibir con toda claridad, la presencia de un objeto de forma discoidal, suspendido en el aire a menos de cien metros de donde se encontraban, Era sumamente luminoso, de color rojizo, pero no irradiaba como podrian hacerlo un faro o una linterna, sino como una brasa viva que se destaca en la oscuridad, «como un disco de fuego, sin llamas». El objeto poseia un tamaño superior a cuatro veces la luna llena y se mantuvo en esa posicion, oscilando a una altitud estimada en un centenar de metros (calculo basado en la relacion de las alturas de los edificios circundantes).
El general Baigorria, que se hallaba en el balcon, se dirigio presuroso a buscar sus prismaticos, guardados en el cajon de un armario, con el proposito de lograr una vision mas nitida; pero en ese preciso momento, el disco se oscurecio de improviso, desapareciendo de la vista. Sin embargo, segundos despues, el testigo pudo apreciar que en la misma direccion en que estuviera el disco luminoso, aunque mas lejos, se movia la silueta de un objeto aereo, con forma de dos platos hondos superpuestos por los bordes, de color gris claro, con lineas verticales con apariencia de «ventanillas» o compartimentos. El testigo no tuvo dudas de que se trataba del mismo fenomeno, captado en dos instantes diferentes de su trayectoria.
El «platillo» se desplazaba en direcion Sud-sudoeste, a velocidad moderada y termino por desaparecer detras de los edificios altos de la zona. Su movimiento se cumplia de manera absolutamente silenciosa y no producia chispas ni dejaba estela alguna a su paso. Carecia de luminosidad propia y los detalles referidos por el testigo eran perceptibles gracias a la luz de calles y edificios. Esta ultima circunstancia confirmaba plenamente la estimacion de los testigos en el sentido de que la altura en que se manifestaba el fenomeno era relativamente escasa.

Conclusiones
En este episodio, la confiabilidad de los dos observadores -el general Baigorria y su esposa- se halla fuera de toda duda razonable. Se trata de personas adultas, serias, equilibradas y cultas, que en ningun momento pensaron de lograr notoriedad con su insolita experiencia, la cual, como antes indicaramos, quedo confinada a la intimidad familiar. En particular, el general Baigorria es un observador calificado, por su vasta experiencia como aficionado a la caza mayor, por el el practicada durante muchos años en variados escenarios naturales; pero especialmente en la provincia de La Pampa.. Ademas, nunca antes se habia interesado por el tema OVNI; ni aun despues de esta experiencia. Sus ocupaciones eran de otra indole: historiograficas y culturales. Todo ello, confiere a su testimonio, describiendo una inusual transicion de fases en el fenomeno, muy alta relevancia.
En cuanto a la posibilidad de un error de interpretacion, ella parece remota, maxime teniendo en cuenta que la observacion no fue fugaz y se prolongo por al menos un minuto. Es harto evidente tambien, que ninguna explicacion de indole astronomica o meteorologica, ya se trate de planetas, estrellas, meteoros, nubes lenticulares, etc. resulta aplicable a este avistamiento.
Por otro lado, el desplazamiento silencioso del fenomeno y las caracteristicas luminosas del mismo descartan concluyentemente la de por si improbable hipotesis de un helicoptero (el comportamiento cinematico del objeto excluyen tambien la posibilidad de un avion -carente de luces reglamentarias y volando con enorme riesgo sobre una zona de profusa edificacion de altura).
Que se tratara de un globo sonda tampoco es logicamente aceptable considerando la fuerte luminosidad del fenomeno, asi como su brusca transicion de una fase luminosa a otra oscura.
A proposito de este ultimo aspecto, es interesante subrayar el hecho de que se trata de un fenomeno poco frecuente en la casuistica OVNI y mucho menos conocido a nivel tanto periodistico como popular. Como ya lo destacara Jacques Vallee, en esos casos los objetos insolitos son observados bajo dos fases: una fase oscura, durante la cual son vistos como cuerpos solidos y estructurados; y una fase luminosa, cuando aparecen como «esferas llameantes», o globos de fuego. Muchos testigos han sido inicialmente atraidos hacia los objetos por esa extrema luminosidad.
En suma, creemos que no es posible encontrar una explicacion convencional razonable para esta observacion y que el fenomeno involucrado en la misma solo puede categorizarse como objeto no identificable en terminos corrientes y habituales. No debe excluirse totalmente la probabilidad de que otras personas hayan percibido el fenomeno aereo descrito por los testigos de este caso, aunque conspiran contra aquella el caracter silencioso del OVNI y la hora de su aparicion. Al menos, la prensa no recogio ninguna informacion a este respecto y no se publico noticia alguna sobre avistamientos en la ciudad, para esa fecha ni para los dias subsiguientes. ¿Se trato entonces de un avistamiento fortuito, o de un misterioso display, con destinatarios deliberadamente elegidos ? Esta ultima presuncion es, por supuesto, absolutamente especulativa.
Como en la gran mayoria de los eventos con esta clase de manifestaciones, no parece nunca viable alcanzar conclusiones categoricas. Siempre quedamos con una incomoda frustacion: por un lado, testigos perfectamente creibles ven fenomenos que no se incluyen en ninguna de las entidades conocidas; por otro, sin embargo, esos avistamientos nada nos dicen acerca de la ultima naturaleza de las mismas. «Algo se ve, pero no sabemos que»: a tal respuesta coincidente arribaron, hace ya muchas decadas, tanto el capitan Edward I. Ruppelt- quien fuera jefe del Project Blue Book – como el gran pensador Dr. Carl Jung. Lamentablemente, aun hoy, debemos subscribir tales conceptos