EFECTIVO POLICIAL PROTAGONIZA EXTRAÑO EPISODIO. INFORME DE OSCAR ALFREDO MARIO

Dorila – La Pampa (2 de marzo de 2006)Oscar Alfredo Mario
Santa Rosa – La Pampa
ceufo1983@yahoo.com.ar
Informe Reservado
Santa Rosa, 3 de marzo de 2006

La desaparicion de un efectivo policial de la ciudad de General Pico (La Pampa) en extrañas circunstancias, luego de llamar via celular a un compañero que estaba de franco, motorizo una espectacular busqueda por parte de efectivos de comisarias dependientes de la Unidad Regional II a cargo del comisario inspector Roberto Ayala. Desde las primeras horas de la madrugada, se hicieron presentes en el lugar el propio jefe de la fuerza, comisario general (R) Ricardo Baudaux y el ministro de Seguridad Gobierno y Justicia Dr. Juan Carlos Tierno.

Detalles del caso

Dia: 2 de marzo de 2006

Hora: 21,30 aproximadamente.

Tiempo: Noche calida con tormenta aproximandose desde el NO.

Descripcion de la zona: Cruce de caminos vecinales. Caracteristicas comunes a las de cualquier zona, a excepcion de un gran cañaveral sobre el sector oeste. Como caracteristica principal presenta una extension significativa de mas de 300 metros de largo por un ancho variable entre los 2 y 3 metros. Los caminos se hallaban transitables y en buen estado antes de la lluvia que comenzo alrededor de la 1 de la madrugada.

Ubicacion de la zona: El lugar donde se desarrolla el episodio es parte de la zona rural de la localidad de Dorila con direccion a Maisonave, hacia el este.

Caracteristicas del protagonista: Se trata de un hombre de 31 años, en buen estado fisico. Se desempeña en la seccion Abigeato de la URII con asiento en General Pico. Se identifica como Sergio Pucheta. Casado. Su esposa esta con un avanzado embarazo. Segun testimonios recogidos en el lugar y de sus compañeros, se trata de una persona normal. Aparentemente no tiene problemas familiares visibles, posee un comercio (cyber), no tendria apremios economicos notorios. Goza de un concepto aceptable de parte de sus superiores.

Detalles a tener en cuenta: El efectivo vio «algo» que lo obligo a desarrollar el acto de desarmar la pistola, el handy y dejar caer el telefono. El suceso alienta una de las hipotesis barajadas de un principio. Bajo presion de alcances desconocidos, el testigo realizo mecanicamente esos movimientos. De acuerdo a su relato intento alejarse del lugar porque «ellos lo seguian… me siguieron toda la noche…» expreso en forma insistente

Aparecio

El joven Pucheta fue hallado en un camino vecinal paralelo a la Ruta Provincial 1 por un productor que regresaba de la ciudad de General Pico, en una zona que la policia identifico como «El Triangulo». Al momento de nuestra llegada al lugar, el productor permanecia en el medio de la calle, alejado de Pucheta que permanecia en posicion fetal sobre el costado oeste del camino, visto en direccion a Quemu Quemu.

El primer contacto lo tiene el comisario inspector Ayala quien intenta la primera comunicacion sin respuesta. Me acerco a Pucheta desde su derecha, me arrodillo para estar a su altura y observo que no cambia de posicion y que mantiene sus extremidades en una posicion llamativamente rigidas, seguramente producto de un shock emocional considerable.

Le hablo intentando hacerlo reaccionar. Le menciono que se encuentra a su lado el jefe de la Regional II y que quien le hablaba estaba para ayudarlo. Posteriormente lo invito a relajarse mediante un sencillo ejercicio de respiracion, conduciendolo con inspiracion por nariz y exhalacion por la boca. Poco a poco Pucheta comenzo a distenderse y pude revisar sus manos sin hallar anormalidades. Lo mismo ocurrio con su cabeza, aunque no podia observar el rostro. Dijo que le ardia la vista. Mantenia insistentemente cubierto su rostro.

Cuando estiro sus extremidades inferiores comenzo a relatar entrecortadamente que «me siguieron toda la noche». Ante la pregunta «¿quienes?», expreso que «eran dos… tenian los ojos rojos…» Ante la pregunta sobre el aspecto de sus perseguidores dijo que «parecian transparentes… y tenian los ojos rojos… con los ojos me hacian doler la cabeza… me decian lo que tenia que hacer… me hicieron llamar por telefono… me dijeron que esta noche me vendrian a buscar…»

Interrogado sobre el arma, expreso «no se», terminos que repitio al requerirle sobre el handy y el celular. Insistio … «me siguieron toda la noche».

Cuando hubo relajado gran parte de su cuerpo, lo invite a levantarse y ayudandolo con el comisario inspector AYALA se puso de pie y rompio en llanto junto a su superior. Lo alente a que lo hiciera para descargar la angustia que demostraba. En todo momento se cubrio el rostro. Pidio volver a sentarse y con nuestra ayuda lo hizo. Siempre cubrio el rostro con sus antebrazos. Lo invitamos a levantar la cabeza con Ayala y lo hizo a medias pero sin abrir los ojos.

Insistio con el relato «tenian los ojos rojos…» y que lo «vendrian a buscar a la noche…»

Su estado era propio de toda persona que sufrio un shock emocional muy fuerte.

Manifesto ademas que le ardian «los dedos» de las manos pero no presentaba anormalidades visibles. Dijo ademas que le ardian los pies y con ayuda se saco borceguies y medias. La planta de los pies presentaba el aspecto de quien ha caminado mucho y con signos de tener ampollas a causa de la transpiracion.

La doctora que llego en una ambulancia solo se limito a decirle que venian a ayudarlo pero, con la firme decision de trasladarlo directamente al hospital Centeno de Gral. Pico.

Lo ayudamos a subir a la camilla. Se puso de pie y siempre cubriendo su rostro con los antebrazos se coloco boca abajo en la camilla.

Su arribo al hospital motivo la preparacion de la sala de emergencias donde fue ingresado. Tres enfermeras trabajaron acomodandolo en la camilla, mientras observaban la doctora que lo traslado el Dr. Covella y Dra. Lluch. Le ayudaron a quitarse toda la ropa y le inicio el Dr. Covella una revisacion superficial que no arrojo anormalidades. Lo consulte si le aplicaria algun tipo de sedante, a lo que respondio negativamente, ya que Pucheta manifestaba tener sueño y deseos de dormir, dejando inconclusas algunas respuestas que le realizaba el medico diciendo que queria dormir.

El Dr. Covella confirmo que le harian hacer analisis completos (sangre – orina) y que permaneceria internado al menos por 24 horas en observacion.

Ojos rojos

Llama la atencion la cantidad de relatos que desde los ultimos años de la decada del 90 comienzan a registrarse en la provincia, conteniendo esa descripcion: ojos rojos. Entiendo que estamos ante una tipologia que si bien no es desconocida, tiene cierto grado de agresion por la secuela que le causa al testigo.

Sostengo esto, al trabajar comparativamente con otros casos como Platner (agosto de 1983) o Castellano (año 1999), aunque hay otros como Sayazo (abril de 1980) en los que hubo una actitud hostil hacia el testigo, cuando fue tomado de la cabeza por uno de los seres y relato haber sentido «un pinchazo» que le produjo la perdida del conocimiento.

Los «ojos rojos» fueron descriptos por un viajante cuando se produjo el caso en que intervino el comisario David Gallego, comisaria de Telen a fines de la decada del 90.

Durante el periodo de mutilaciones de animales, hubo varios casos en los que testigos aseguraron haber observado «algo» de lo que solo pudieron describir «sus ojos rojos». Algunos los compararon, al momento de su descripcion «como si fueran dos brasas encendidas».

El caso producido en diciembre en la zona rural de Parera, tiene como eje central para el protagonista (un jovencito de 17 años) un extraño ser del que no pudo describir su forma pero si «los ojos rojos» que lo enceguecieron y lo dejaron en el estado en que fue hallado. Tambien en este caso el testigo, a pesar de la experiencia, pudo llamar por su telefono celular a un familiar para que lo fuera a buscar.

Hay otro caso llamativo con cierto grado de agresion. Es el del productor rural de Jacinto Arauz que mientras recorria un cuadro, fue sorprendido por un Ovni, que visto desde abajo le dio la sensacion que era «como un silo» del que alcanzo a distinguir «tres patas» y que desde ese «aparato» salio un «rayo» que le afecto dos dedos de su mano izquierda en la que portaba un telefono celular, que contrariamente a la natural ley de gravedad, en lugar de caer al piso, ascendio hacia el aparato. Intervino la justicia de General Acha, la policia de Jacinto Arauz. El telefono nunca aparecio.