EL FUEGO DEL DRAGON
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA
Nº 27 – Noviembre de 2000
Editado por Carlos Alberto Iurchuk
La Plata – Argentina
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.
La realidad OSNI en el litoral andaluz
Observación del fenómeno de los OBJETOS SUBMARINOS NO IDENTIFICADOS en nuestra península
José Manuel García Bautista
Sevilla – España
Por el desconocimiento de su propia naturaleza, el fenómeno OVNI es desde mediados del siglo XX uno de los enigmas y misterios más apasionantes que nos rodean. Desde 1947, fecha en la que Kenneth Arnold divisó una formación de "platillos volantes" sobre Monte Rainer (EE.UU.), este fenómeno ha evolucionado desde vertientes que contemplan los encuentros cercanos, avistamientos, abducciones, VdD (visitantes de dormitorio), implantes, mutilaciones, experiencias de laboratorio e incluso algún que otro crimen al más puro estilo de las novelas negras...
Es un fenómeno complejo de estudiar debido a la amplitud del mismo y a las muchas teorías que sobre los mismos existen y que son ampliamente desarrolladas por cada ideología investigativa (errores de percepción, sociología, psicología, anomalías, fraudes, etc.). Sin embargo y con rotundidad se puede afirmar, sin reservas, la indudable realidad del fenómeno OVNI. Atendiendo a su propia literalidad podemos decir que este fenómeno como tal es REAL.
Con frecuencia hablamos del fenómeno OVNI refiriéndonos siempre a visitantes que provienen del exterior, de algún punto de nuestro infinito universo. Visitantes de lejanos mundos interesados en nuestro planeta. Colonizadores espaciales con escala en el planeta azul... Sin embargo son pocos los que se han parado a estudiar el fenómeno como inherente de nuestro propio planeta: ¿y si ya estuvieran habitando entre nosotros y en nuestro planeta? Sin dudas sería una posibilidad contemplada pero no profundamente estudiada.
El lugar idóneo para habitar nuestro planeta y pasar "desapercibido" lo tenemos en un 70% del mismo: EL MAR.
Las grandes masas acuáticas que pueblan y cubren gran parte de nuestro planeta constituye el marco idóneo para asentar bases submarinas de visitantes exteriores que a estas alturas pueden estar poblando las mismas desde mucho antes de la existencia de nuestra civilización.
En antiguas y viejas epopeyas y leyendas sumerias e indias ya se habla de extraños visitantes surgidos del medio acuático y convertidos en dioses para los nativos por su espectacularidad. En la leyenda de Gilgamesh – el hombre-pez – tendríamos una buena muestra de un ser surgido del agua de extraña apariencia (¿podrían confundir su apariencia con trajes similares a los de buceo, todo llenos de tubos y especies de neoprenos?). El Mahabharata también relata extraños artefactos e ingenios que emergían y sumergían del agua a voluntad y total control, naves denominadas "vimanas" que en la antigüedad o épocas pasadas realizaban proezas envidiables para nuestros modernos aparatos de combate... E incluso se describe lo que para muchos es una guerra nuclear entre pueblos enemigos y de los que habría "pruebas" a tenor de los enigmáticos suelos cristalizados por la acción de las altas temperaturas que fundieron la arena hasta convertirla en una superficie de cristal. Hasta ahora, ese efecto sólo se ha conseguido en las pruebas atómicas realizadas en Alamo Gordo en los EE.UU...
Muestras como éstas abundan en nuestro panorama ufológico y paranormal pero no sólo los OVNIs son vistos en nuestro cielos. También en ufología se estudian los denominados OSNIs u Objetos Submarinos No Identificados, éstos últimos constituyen el complemento en el medio acuático. Es decir, los OSNIs son al agua lo que los OVNIs son al cielo.
Los OSNIs han sido un tema de frecuente controversia en los debates de nuestra sociedad en cuanto son muchos los objetos submarinos que recorren las aguas de nuestro planeta y se prestan a confusiones. Naves de guerra, de reparaciones, de cableado transoceánico, etc., realizan múltiples trabajos de diferente índole bajo nuestras aguas. No obstante hay otras observaciones que no tienen una explicación razonable y que constituyen un misterio acuático... Extrañas formaciones nubosas que descienden del cielo para sumergirse posteriormente en el agua, extrañas luces y esferas luminosas que tras un espectacular vuelo sumergen en el agua, misteriosas luces que recorren a gran velocidad las entrañas marinas, enigmáticas estelas luminosas que son observables bajo el mar por incrédulos espectadores terrícolas al más puro estilo de Julio Verne en la observación de los ataques del "Nautilus" en su obra "20.000 leguas de viaje submarino", extrañas formas detectadas por los sonares bajo el mar, increíbles persecuciones marinas tras la huella y estela de luces bajo el mar, escondites OSNIs y extrañas perturbaciones electromagnéticas en nuestras aguas forman el misterio OVNI-OSNI de nuestro mundo en el medio marino.
Un apasionante tema que sin duda generó controversia en los países escandinavos cuando la marina de guerra sueca y noruega desplazó un ingente dispositivo militar para cercar y atrapar un misterio objeto refugiado en un fiordo noruego. Aún más extrañas las persecuciones de un extraño objeto luminoso bajo el mar detectado por sonar y que trajo en jaque a la Armada Noruega y Sueca.
Todo arrancó – según nos narra John A. Keel en "Contactos" en su artículo "ALERTA OSNIS, BASES SUBMARINAS EN TODOS LOS MARES"), "UFO Intelligence Digest-Swedish Saucer Scene" en "UFO Report", "BEYOND THE KNOWN" para "Fate", 1995 – con un primer incidente en el cual resultó gravemente dañado el pesquero "Star of Freedom" frente a las costas de Escocia en el año 1965 al colisionar con un misterios Objeto Submarino No Identificado. En años posteriores el pesquero "Silveroe" se cruzó ante un extraño objeto submarino frente a la costa Báltica de Suecia (Noviembre del año 1969). También nos dan cuenta de las acciones de los OSNIs autores como Walter N. Webb en "Radar/Sonar Contact", Anders Liljegren en "Designin false reports: Anothers recent examples" o el propio Jacques Bergier en un pequeño artículo titulado "Objeto Marino No Identificado" para Europa Press News Service.
Parece que los OSNIs tienen una especial predilección por estas bellas formaciones naturales llamadas fiordos para elegir sus estratégicos puntos de ocultación al hombre y la especie humana. Fueron muchos los diarios que se hicieron eco de tan extrañas y alocadas persecuciones tras los OSNIS, desde periódicos nacionales como "ABC" (28-11-72: "Submarino fantasma en un fiordo noruego", 29-11-72: "Búsqueda de un segundo submarino fantasma – Crisis internacional", 1-3-72: "Abandonó el fiordo el submarino fantasmas", 1-4-74: "Un extraño submarino junto a Irlanda", 12-6-82: "La Marina sueca lanza cargas contra un submarino desconocido", 5-10-82: "Submarino desconocido en aguas territoriales suecas", 7-10-82: "La Marina sueca da orden de atacar al submarino fantasma", 8-10-82: "Incredulidad en torno al misterioso submarino cercado en aguas suecas", 21-2-84: "La marina Sueca bloquea el archipiélago de Karlskrona en busca de submarinos espías", 1-5-83: "Cargas de profundidad contra el submarino extranjero localizado en aguas noruegas", 13-2-95: "Los submarinos rusos resultaron ser visiones", estos han sido algunos de los titulares aparecidos haciendo referencia al tema durantes estas dos últimas décadas) o "La Vanguardia" hasta la revista "Time" (11 de julio de 1983) o los nacionales de Suecia y Noruega. Hasta la Marina Real Sueca emitió un comunicado de prensa en el que se decía: "30 submarinos no identificados han sido detectados en nuestras aguas. Nuestros archivos registran innumerables sucesos inexplicados en esta zona".
"A 100 km. de la costa de Noruega, en un fiordo, un pescador llamado Mons Langeting se encontraba en la playa de Sognefjorden cerca de Vangsnes – Noruega – cuando vio algo similar a un periscopio emerger a la superficie. Por la noche los radares detectaron extrañas anomalías y muchos marineros vieron a un sombrío objeto cruzar delante de ellos confundiendo su visión mental con la un presumible mamífero marino de grandes proporciones – ballenas – A la semana se habían recibido informes de diez avistamientos en la zona e incluso la Marina noruega había detectado a un intruso metálico en sus aguas. El buque de guerra noruego "Trondheim" viajó a la zona y contacto – vía sonar – con el objeto misterioso. E incluso se emitió una nota de prensa en la que se invitaba a no especular sobre la posibilidad de un submarino espía en la zona. Veladamente y aprovechando unas maniobras de la OTAN en la zona se decidió que debían "peinar" con el sonar la zona afectada por el intruso hasta darle caza... La propia Marina Noruega movilizó a 30 de sus buques (que era la totalidad de su Armada) para llevar a cabo esta misión, a ello se le uniría el contingente naval de la propia OTAN en la infructuosa búsqueda del supuesto submarino soviético. Tras localizar al misterioso objeto submarino el general noruego H. F. Zeiner-Gundersen se apresuró en afirmar que "es nuestro deber defender a la nación". Pese a la supuesta localización de este objeto parece que algo falló y el mismo se evadió de sus perseguidores. Sí pudo ser visto en otras ramas del fiordo como Lusterfjorden o Aurlandsfjorden. Entre tanto hay que comentar que las comunicaciones electrónicas entre los navíos se volvieron imposibles, como si algo ajeno a la nave estuviera imposibilitando las mismas. El ministro Kleppe anunció que el submarino había escapado... Una semana después –primeros de diciembre de 1969 – en Hardangerfjorden – a 15 km. del primer encuentro OSNI – se volvió a recibir informes sobre el misterioso avistamiento de un nuevo objeto submarino no identificado... Los encuentros se repitieron la bahía de Disko en Groenlandia. Estos encuentros con OSNIs también fueron repetidos en la vecina Suecia en la que a lo largo de 1970 se recibieron diferentes informes sobre los enigmáticos visitantes del medio acuático", John A. Keel.
La Marina Real Británica también tuvo sus encuentros con estos objetos e incluso detecto un OVNI a 10.000 metros que bajó precipitadamente para sumergirse en el mar y desplazarse bajo las aguas en zigzag ante los atónitos marineros que se encontraban en cubierta y ante el radar / sonar.
Objetos Submarinos No Identificados de entre 30 y 200 metros de longitud, extremadamente rápido (más de 100 nudos) y ágiles, con forma ovalada y gran luminiscencia, enorme fuerza y con capacidad de volar y sumergirse... Parece difícil que pueda ser de fabricación terrestre...
Extraordinarios acontecimientos que suceden bajo nuestras aguas y que al igual que para el fenómeno OVNI nuestra Ciencia y nuestra lógica humana carece de una explicación razonable.
No nos tenemos que ir a los lejanos países escandinavos para encontrar estos misterios, también en nuestro Mediterráneo tenemos unas buenas muestras de todo ello. Fue el genial D. Antonio Ribera el que en su libro "Los Doce Triángulos de la Muerte" nos pone al corriente del significado y realidad de los Objetos Submarinos No Identificados (OSNIs). En nuestro mar Mediterráneo se produjeron choques con misteriosos objetos submarinos no identificados allá por la década de los 70. El buque tunecino "Tabarca" y el italiano "Angelino Lauro" sufrieron en sus cascos el ataque de esta versión submarina de los OVNIs. En España se tiene registrados varios casos oficialmente, uno de ellos es el que se produjo en la localidad de Alcocebre (Castellón). En este bello lugar un pescador pudo ver el 26 de julio de 1970 (Domingo) un gran objeto alargado que descansaba sobre el fondo marino. Completamente metálico sin soladuras ni remaches llamó poderosamente la atención del testigo, al día siguiente había desaparecido...
Otro caso registrado se produjo en aguas murcianas, el tarragonense – afincado en Murcia – D. Francisco Simó Orts, más conocido como "Paco el de la Bomba" por ser la persona que señaló el lugar donde se podía ubicar – aproximadamente – la cuarta bomba H perdida en la colisión aérea en el B52 y la nave KC135 sobre la localidad de Palomares el 17 de enero de 1966.
La historia de D. Francisco Simó en sencilla, se encontraba en Cabo Cope faenando el 12 de octubre de 1967 con su embarcación "Agustín y Rosa" – de unos 20 mts. de eslora y 70 toneladas – cuando atraparon en sus redes lo que en un principio creyeron que podía ser un extraño animal que tiraba con fuerza de ellos hacia aguas argelinas. Al no poder liberarse de él y existir un calado de 900 metros de profundidad, nuestro protagonista que desde el acontecimiento de la temida bomba atómica perdida había conservado buenas amistades entre los cargos de la Armada Española, decidió llamar por radio en solicitud de ayuda. De inmediato de desplazó un dispositivo militar de considerables proporciones en auxilio de la embarcación de pesca en peligro. Tras poder liberarse de su "lastre" se comprobó como las redes aparecían (aparejos) cortados como por unas tijeras gigantes de forma limpia y todos se preguntaron como y que había podido tirar de su embarcación con tanta virulencia y cortar las redes de forma tan magistral... La historia de D. Francisco Simó pasará a los anales de la ufología como uno de los primeros encuentros cercanos con los denominados OSNIS.
En nuestro litoral gaditano – onubense también tenemos claros ejemplos de este fenómeno ufológico. Los OSNIs han sido divisados desde nuestras costas entre la sorpresa e incredulidad de los testigos. El pasado año fue vista en la playa de Matalascañas (Huelva) – a primeros de septiembre de 1998 y al anochecer – una extraña formación luminosa compuesta por tres esferas luminosas que dejaban visible su estela submarina luminosa bajo el agua para ir poco a poco y separadamente emergiendo hasta quedar elevada sobre la superficie. Posteriormente F.J.G. e I.D.S. pudieron ver como las tres extrañas esferas se elevaban sobre el mar y con una bella alternancia de colores se dirigían hacia Huelva y Portugal al Oeste de nuestra Península...
Este año han podido ser vistas en varias ocasiones misteriosas formaciones de nubes lenticulares que en formación surcaban nuestros cielos de forma antifísica e innatural al ir en sentido inverso a la dirección del viento... Caso como el registrado en Punta Umbría (Huelva) el día 18 de agosto de 1999 por la familia de Agustín López. También Cádiz – según informó Federico Neddermann – se pudieron ver estas extrañas formaciones e incluso en la gaditana localidad de Sanlucar de Barrameda.
También hemos tenido constancia de dos acontecimientos que están relacionados directamente con estos hechos y los misteriosos OSNIS. El primero de ellos lo tenemos el pasado día 25 de agosto de 1999 (Miércoles) sobre las 14:15 h. Cuatro jóvenes sevillanos habían alquilado en la localidad gaditana de Chipiona una embarcación de recreo a pedales durante una hora. Se alejaron bastante de la costa y comenzaron a jugar en el agua teniendo a mano siempre la embarcación. Diego Moreno, Elena Delgado, Rafael Domínguez y Paula Gómez disfrutaban del día de playa (se encontraban de vacaciones la segunda quincena de agosto en esta localidad) cuando bajo sus piernas vieron una extraña e intensa luz. Alertados el grupo de jóvenes subieron a la embarcación y desde ella contemplaron la superficie como había algo que se movía bajo ellos de gran tamaño y que según nuestros testigos no podía ser ni el reflejo del sol ni ningún buzo con equipo de iluminación. Aquel objeto iba y venía y pasaba una y otra vez bajo la embarcación de pedales asustando a nuestros testigos que vieron como esta extraña luz iba de un lado a otro, daba vueltas en torno a ellos y les acosaba. Su susto concluyó cuando escucharon a una motora-zodiac de la Cruz Roja inquiriéndolos a acercarse a la línea de playa. En esos momentos la luz pareció esfumarse y concluyó el acoso a nuestro protagonistas. Al llegar a la playa pisaron tierra firme y dejaron el agua para otro día en el que tuvieran menos sobresaltos...
El segundo avistamiento – encuentro OSNI se produjo en la localidad de La Jara cerca de Chipiona y Sanlucar de Barrameda sobre las 20:40 h. En esta ocasión dos jóvenes que se encontraban paseando por la playa al atardecer vieron como una extraña esfera luminosa descendía lentamente y alternando sus colores al agua para sumergirse y bajo la superficie acuática comenzar a moverse en dirección y diagonal mar adentro por Chipiona. Amparo y José Joaquín Hidalgo aún no saben que pudo ser aquello que viniendo del cielo se sumergió bajo el mar para dirigirse – Dios sabe donde... – a algún punto oculto bajo aguas gaditanas... Dos nuevas pruebas de la real existencia bajo nuestras y en nuestras aguas del misterio de los OSNIs u Objetos Submarinos No Identificados.
Estudiando los numerosos casos de avistamientos registrados en las provincias andaluzas de Cádiz y Huelva, pude comprobar como el litoral de éstas es lugar habitual de una alta incidencia OVNI, como Objetos Voladores No Identificados. Desde hace décadas, el litoral gaditano – onbense es "visitado" de forma asidua por extrañas luces, objetos luminosos y formas voladoras de carácter y origen desconocido, al menos para nosotros... El lugar reúne una serie de características muy llamativas como pudieran ser la ubicación estratégica entre dos continentes, el paso del Estrecho de Gibraltar, bases extranjeras en "territorio español" (Gibraltar, Rota, Morón y la proximidad de Portugal), campo habitual de experiencias con prototipos aéreos de aviones espías, numerosísimas instalaciones de generación eléctrica de muy diverso carácter (desde simples embalses a centrales hidráulicas o las energías alternativas como la eólica en Tarifa, centrales térmicas, etc...), el entorno de protección mundial del Parque Nacional de Doñana, importantes instalaciones mineras en la zona (río Tinto – de auge y fama en la actualidad dadas sus condiciones de vida microbiológica en las proximidades del río según la NASA – o Aznalcóllar – "Boliden-Apirsa" de triste recuerdo), la línea ortoténica que parte desde el entorno de Cádiz (según los estudios del francés Aimé Michel) y que recoge una alta casuística OVNI, la relevancia histórica de estas dos provincias andaluzas y su posible relación con la mitológica Tartessos – que relacionan con la perdida Atlántida – en la desembocadura del Guadalquivir. Serían una serie de factores a analizar ya que los Objetos Volantes No Identificados "sienten" especial predilección a manifestarse cerca de estos lugares...
Analizando los avistamientos ocurridos en la zona desde finales de la década de los 60 hasta la fecha, el investigador se da cuenta de la alta fenomenología OVNI en la zona y su particular predilección por ella. Normalmente siguiendo el rumbo de Cádiz a Huelva, y en una amplitud de casos surgiendo del mar...
Vista la alta fenomenología OVNI del litoral gaditano – onubense, y medio demostrado el origen desconocido de dichos avistamientos, comenzamos, una vez descartadas otras alternativas y teorías, a sopesar seriamente la teoría de que el lugar sea el elegido para una alta manifestación de estos fenómenos aéreos desconocidos, debido a la cercanía del origen o punto de partida de los mismos en sus escarceos peninsulares, teniendo como origen a una posible base o central receptora de los mismos en aguas de Cádiz o Huelva. La existencia de esta base justificaría la multitudinaria presencia de los No Identificados en las proximidades de las costas andaluzas, que "siguieran" una ruta imaginaria hacia el interior de la misma o en paralelo a ella, que fueran vistos en formación o en solitario en nuestros cielos y, lo más importante, que vieran surgir del agua misteriosas luces o naves para luego elevarse sobre el lugar y alejarse sin que el testigo sepa exactamente lo que ha visto constituyendo su caso un avistamiento OVNI como tal... Si estudiamos los avistamientos en la zona comprobaremos como muchos de ellos vienen hacia la península, otros vuelan en paralelo a la costa sobre el mar y otros surgen del agua... No sería descabellado pensar que, si son capaces de surgir del mar y elevarse sobre él constituyendo la dualidad OSNI / OVNI, tuvieran un asentamiento submarino de recepción que les sirviera de, hipotética, base.
Pensemos que para "ELLOS", de estar entre nosotros, les sería más cómodo, útil y práctico tener un asentamiento o base fija de recepción y "exploración" – a todos los niveles – que el ir y venir de dónde quieran que procedan para analizarnos y visitarnos...
En otras ocasiones – sobre todo en casos OVNI – se realiza un concienzudo estudio sobre pruebas experimentales militares, INTA, meteorología, observatorios astronómicos, mapas celestes, etc... En este caso sólo podemos decir que la Comandancia de Marina no informó de nada anormal en sus costas, pese al trasiego inusual de planeadoras que se registra en el extremo oriental de Cádiz y en las cercanías el Gibraltar...
No obstante también es importante destacar los múltiples avistamientos de extrañas luces que a gran velocidad se mueven en la zona referida y que no todas éstas se pueden justificar atribuyéndolas a las actividades ilícitas desarrolladas en esta zona...
Un hecho a destacar es la continua aparición, relatos y testimonios de avistamientos OVNI en la zona del litoral gaditano – onubense en el que quizás y en sus proximidades encontremos un emplazamiento submarino o base OVNI – OSNI... El verano andaluz se ha visto salpicado de una intensa oleada OVNI durante el pasado mes de agosto [1999] y no sería descabellado pensar que tal vez "ELLOS" provengan de un entorno cercano a nuestro litoral y nuestras costas...
Avistamientos como los observados cerca de nuestras costas o relativamente cerca como los son los recientes casos de Lora del Río, Carmona, Cornisa del Aljarafe, Chipiona, Lebrija – Trebujena, Sanlucar de Barrameda y otros tantos pueden tener un origen más cercano a nosotros de lo que en un primer momento podíamos imaginar. Tal vez nuestras aguas no sólo estén habitadas por peces...
Ocultismo para ovnílogos
El paradigma de Hamelin
Gustavo Fernández
Paraná – Argentina
"La ciencia estricta – es decir, la ciencia matematizable – es ajena a todo lo que es más valioso para un ser humano: sus emociones, sus sentimientos de arte o de justicia, su angustia frente a la muerte. Si el mundo matematizable fuera el único mundo verdadero, no sólo sería ilusorio un palacio soñado, con sus damas, juglares y palafreneros; también lo serían los paisajes de la vigilia, la belleza de una fuga de Bach o por lo menos sería ilusorio lo que en ellos nos emociona".
Ernesto Sábato
Aún cuando entiendo y acepto que seguramente no seré comprendido por algunos de mis lectores (o, lo que es peor, seré mal comprendido) he decidido encarar con entusiasmo la redacción de estas líneas, convencido de que, cuanto menos, estas reflexiones, si bien no tienen la soberbia de aspirar a codificar la "verdad revelada" en torno al enigma de los OVNIs, sí constituirán en su defecto, un enfoque renovador para muchos, proponiendo – proponiéndoles – rever sus propias concepciones en torno a la temática. Si luego de esa revisión tales concepciones permanecen incólumes, esto también será un rédito positivo de este trabajo, pues por lo pronto habrá servido para poner a prueba – y en ese hipotético caso – reforzar las creencias preexistentes. De no ser así, su carácter revulsivo motivará a replantear enfoques que, por ende y hasta ese momento, habrán tenido más de anquilosadas que de razonadas.
Sé también que proponer este extraño maridaje entre Ocultismo y Ovnilogía escandalizará a muchos, aunque tal vez sea sólo una expresión de deseos de mi pedantería suponer que mis opiniones puedan escocer a más de uno; entonces, auguro para ellas el silencio de los indiferentes y el olvido de los frívolos. No importa; en el resbaladizo terreno que nos ocupa, la imperturbabilidad de una creencia a través del tiempo no es señal de la fortaleza de la misma sino, en todo caso, de la inseguridad psicológica de quien la sostiene, más afín a encerrarse entre los muros de la doctrina aceptada que a enfrentar el desolado valle de los cuestionamientos.
Porque va de suyo que en una época donde el paradigma dominante es el científico, donde, como escribí alguna vez, un individuo es creíble más por los oropeles académicos que presente que por la certeza, equilibrio o justicia de su pensamiento; donde el referente de lo cierto y creíble pasa por la exhibición cuantitativa de títulos – olvidando de manera demasiado sencilla que detrás del diploma y del guardapolvo yace una naturaleza humana con los viejos miedos y las pasiones de siempre de cualquier otro ser humano – y perdiendo la perspectiva histórica de que cada época tuvo su propio referente (eclesiásticos en la Edad Media, políticos y militares hasta la segunda mitad del siglo XX, medios periodísticos con ínfulas de ángeles guardianes en la segunda mitad del mismo), en esta época, decía, el Ocultismo – palabra que muchos critican pero pocos estudian – retrotrae el pensamiento colectivo a épocas oscuras de ancianas espantosas revolviendo malolientes calderos. Tanto es así, que en una época como la nuestra, donde la información circula tan libremente que se supone que tenemos una visión panorámica bastante acertada de todas las cosas, al Ocultismo se lo asocia con supersticiones dignas de espíritus débiles, malignidades disfrazadas de hipocresías u oscuras manipulaciones de las vertientes más sangrientas del poder político.
Y bien sí. Es cierto que lo que los medios llaman "ocultismo", a través de revistas planeadas inteligentemente para vender recetas mágicas a las masas (pero hechas por periodistas profesionales, no por ocultistas), personajes deleznables a la sombra de gobiernos autoritarios o sensacionalistas programas de televisión donde draculianas damiselas exóticamente sedientas de sangre dicen practicar las artes ocultas, todo esto, en fin, abona la perversa (en el sentido psicológico de la expresión: "desviado de lo correcto") sensación de que lo brujeril, ocultista y necromántico es el residuo vergonzoso de la ignorancia de la humanidad. Y, con la misma certeza, sé que tratar de explicar que existe un ocultismo serio, responsable, filosófico, fundamentado, racional y que puede aportar interesantes concepciones para abordar el fenómeno OVNI, será mirado con sorna por los mismos espíritus críticamente racionalistas y echado al cesto de residuos. O la papelera de reciclaje de su PC. Y, como veremos en los párrafos siguientes, tal actitud no responde a la "fundamentación científica" de esa execración del Ocultismo, aunque se le disfrace de tal, sino a motivaciones más profundas, oscuras e incontrolables.
Porque si nos proponemos estudiar alguna relación entre Ocultismo y Ovnilogía, primero debemos entender a aquél. Y con ello comenzaremos.
Dije líneas atrás que la imagen popular que el vulgo reserva para el Ocultismo se encuentra más cercana a la lechuza en el hombro que a la del filósofo. Pero ello deviene sólo de una pauperización de lo que se filtró al público, a través de las épocas, sobre estas ciencias. Alguien diría que si así ocurrió, después de todo, es responsabilidad de los propios ocultistas. Y quizás no le falte razón: sólo puedo decir en descargo de aquellos que creían, históricamente, tener sus buenas razones para hacer del Ocultismo algo – perdón por la perogrullada – oculto, es que estaban alentados por la buena intención de evitar más dolores que alegrías a su prójimo. Como escribiera un viejo sabio chino: "Ten cuidado de que el conocimiento no caiga en manos de príncipes ni soldados. ¡Atención! Que no haya una mosca en tu laboratorio mientras trabajas".
Si alguien supone que el Ocultismo proponía una forma de aristocracia del conocimiento, estaría en lo correcto. Pero en el sentido etimológico de la palabra aristocracia: "gobierno de los mejores". No en un sentido político, económico, de sangre o de poder; sino en una acepción intelectual y espiritual.
No es éste el lugar idóneo – aunque me gustaría hacerlo – para discutir si la "democratización del conocimiento", más allá de sus evidentes beneficios, es necesariamente el camino hacia la perfección de la especie humana. Pero convengamos en que el conocimiento que en unas manos solidariza y apoya la vida humana, en otras la destruye. No debe deducirse, sin embargo, que el Ocultismo propugnaba una "elitización" de la ciencia, como algo sólo para unos pocos. El eterno dilema de "quién le pone el cascabel al gato" sobreviviría sin esfuerzos. Simplemente, los antiguos ocultistas proponían al sabio como un hombre universal; universal en sus conocimientos, un científico que emocionara al escribir poesía o música en sus ratos libres o viviera de acuerdo a la presencia divina en la naturaleza. Un Leonardo da Vinci, por caso: arquitecto, matemático, pintor, músico, astrólogo. Porque a poco que buceen ustedes en los textos – los serios, se entiende – de Ocultismo, descubrirán su Gran Secreto: lo que llevó a la humanidad a épocas de barbarie y desazón, de hambrunas y guerras, del mal imperando sobre la Tierra, ha sido la separación, el divorcio entre lo material y lo espiritual, entre lo científico y lo místico (evito decir eclesiástico: lo espiritual no es patrimonio exclusivo de alguna Iglesia), entre la mente y, a fin de cuentas, una especulación como el alma. Así que olvidando calderos y escobas, pentáculos y patas de conejo, podemos definir al Ocultismo como una forma de conocer la Realidad, aunando lo racional (ciencia), lo místico (espiritualidad) y lo estético (arte).
Porque tres, y estas tres son precisamente, las formas de aprehender la naturaleza que tiene el hombre: a través del análisis de las cosas, de descomponerla en sus partes menores, sean éstas materiales o tan eidéticas como puras matemáticas: a la rosa la puedo comprender como la suma de pistilo, tallo, pétalos y corola, pero también puedo emocionarme con ella, aceptarla como obra de un dios creador (espiritualidad) y entonces colijo que a la naturaleza puedo percibirla por vías iluministas, o bien describirlas en un lienzo, un poema o una melodía, transmitiendo las sensaciones que aquélla me inspira, y entonces podré escribir de cómo describo la naturaleza mediante el arte. Si la Realidad se parece más a lo que enseña el científico, el religioso o el artista, es sólo cuestión de paradigmas.
Pero, en todo caso, es un hecho que privilegiar una y sólo una de esas concepciones es una forma mutilada de conocer. En consecuencia, tan limitado era el sacerdote medieval que creía que la Iglesia enseñaba todo lo que valía la pena y lo que estaba fuera de ella o era inútil o era demoníaco, como el médico, físico, astrónomo o psiquiatra que de manera enciclopédica – y en ocasiones con un tinte de soberbia – pontifica que el conocimiento exotérico (esto es, el que se transmite de un dador a un receptor que acumula pasivamente información) es el único válido. Y mientras tanto, seguramente, el músico o el poeta mirará con suficiencia a ambos porque, después de todo, él es el único que transmite el "verdadero" conocimiento.
Cada época ha estado marcada por el paradigma dominante de una forma de conocer la Realidad. Lo escrito: lo religioso en el medioevo, lo científico positivista y materialista en el siglo XIX y buena parte del XX, el arte en los ’60. Pero como siempre el Todo es más que la suma de las partes, el verdadero conocimiento debe aunar todas esas vertientes. Y eso es lo que busca el Ocultismo.
Si lo hace con velas u oraciones, o en esos depósitos pétreos de sabiduría que han sido las catedrales, donde la ciencia de su construcción se suma a sus propósitos religiosos y al arte que conmueve aún a los ateos, es cosa de anecdotario. Lo científico no pasa por la computadora o el diploma y lo supersticioso por los sahumerios o talismanes: lo serio o ridículo de un tema nunca será el tema en sí, sino el método – o la falta de él – con que abordemos su estudio. Es más supersticioso, en el sentido de depender de una mentalidad "mágica" el estudiante universitario que repite como un sonsonete y doctoralmente las conclusiones dictadas por su académico profesor (conclusiones que difícilmente cuestionará durante su carrera, sino que se limitará a tratar de repetir y aplicar) que el shamán de la tribu empeñado en recoger ciertas hierbas en la jungla bajo determinadas aspectaciones astrológicas para ver si era cierto lo que el hechicero de la tribu de las montañas le prometió como resultados. Así que comprender qué es verdaderamente el Ocultismo – sin ceder a los estereotipos que naturalmente proponen ciertos medios – implica aceptar cambiar nuestros paradigmas mentales. Aceptar que tal vez la Ciencia detente el poder de la Verdad hoy en día pero, así como no tuvo su exclusividad en el pasado, nada asegura que la tenga en el futuro. Aceptar que "hacer ciencia" no es refutar casi por deporte, ni demandar "pruebas" cuando aún muchos de sus postulados podrían refutarse, usando esas mismas pruebas en sentido contrario. "Hacer ciencia" no es, como algunos periodistas metidos a divulgadores científicos repiten de memoria, "explicar lo desconocido en términos de lo conocido" sino precisamente lo contrario: explicar lo conocido en términos de lo desconocido. Porque se trata de explicar un hecho, que constatamos (lo conocido) pero cuyas causas ignoramos, buceando en originales e inéditas hipótesis (lo desconocido) que nos ayuden a avanzar un paso más en las tinieblas.
Veamos un simple (supongo que escandaloso) ejemplo de "inversión de la prueba": el "efecto Doppler" (el corrimiento al rojo en las bandas espectrográficas) que observó Friedmann ya en 1922 alentó – hoy universalmente aceptada por la astronomía – la teoría de la expansión del Universo; una superburbuja cósmica en permanente dilatación. Estos son hechos; repetidamente constatables por la astronomía y la astrofísica. Después de todo, ¿quién no oyó hablar de la expansión del Universo? Y yo no puedo negar los hechos. Sólo que, confieso que más con intención de bufón que de anarquista de la cultura, se me ocurre que si podemos decir que el Universo se expande con relación a nuestro planeta y nuestros cuerpos, también podemos afirmar que el Universo tiene un tamaño constante y es nuestro planeta y son nuestros cuerpos los que se están empequeñeciendo rápidamente. Y manejando sólo los fríos datos, si vemos aceptable lo primero y delirante lo segundo, no es como consecuencia de un conocimiento real sino porque en nuestro paradigma lo primero está incorporado y lo segundo no. Lado a lado, la expansión del Universo es, para la chiquita mente humana, tan absurda como la contracción de nuestros organismos. Y que un lector vea coherente lo primero y como locura lo segundo, no es un acto de pensamiento, sino de emoción. Lo que me lleva a la enunciación de la Segunda Ley de Fernández (para la Primera, más datos en mi trabajo "Reencarnación y clonación: un túnel del tiempo egipcio" ["Contacto" Nº 24 – Agosto de 2000]): "La gente llama pensar a buscar desesperadamente argumentos para justificar sus creencias previas".
"Si hay algo seguro en nuestros conocimientos es la verdad de que todos los conocimientos actuales son parcial o totalmente equivocados. Dentro de cien años parecerán monstruosas las operaciones cometidas por los médicos del siglo XX en los ulcerosos. En general, les parecerá bastante cómico el afán de las curaciones locales, tendencia del hombre ingenuo a dividir la realidad. La experiencia realizada hasta el presente ha mostrado que viejas teorías que constituían Dogmas apenas han resultado ser Equivocaciones. Este hecho melancólico debería hacer meditar a los médicos y en general a los científicos que dogmatizan. A menos que piensen, valerosamente, que ese proceso de transmutación de Dogma en Equivocación ya terminó y que ahora todo lo que dicen es inmutable. No veo, sin embargo, por qué ha de poder establecerse un límite entre el Dogma y la Equivocación que pase, justamente, por nuestro tiempo".
Ernesto Sábato
Muchos ovnílogos están afectados de una forma extraña de solipsismo: creen que su disciplina merece un crédito científico injustamente ignorado por el academicismo, pero les repugna que desde esa académica óptica se les englobe en la difusa categoría de "pseudociencias", sospechosamente vinculable a un amplio espectro de disciplinas consideradas como residuos supersticiosos, tales como la Astrología, el Tarot o la Parapsicología.
Cada uno de estos temas los suponemos independientes entre sí. Y digo "los suponemos" porque por economía de hipótesis sólo sabemos que es una presunción; con el mismo encadenamiento de escepticismo (no sé si escribir "lógica") que me llevaría a afirmar que, por caso, el Tarot nada tiene que ver con los OVNIs, pero partiendo de premisas distintas puedo sostener exactamente lo contrario. Si pertenezco al "pelotón de tuercas y tornillos" deduzco lógicamente que es absurdo establecer cualquier relación entre naves extraterrestres que visitan nuestro planeta y la manifestación de fenómenos extrasensoriales a partir de la estimulación inconsciente con símbolos que aparezcan en combinaciones varias (que no otra cosa es el Tarot). Pero si mi preconcepto es que las manifestaciones OVNI pertenecen más al mundo espiritual que al de lo material (ambas teorías, a partir de la casuística de los últimos cincuenta años, son igualmente defendibles), entonces es muy sencillo, mediante un común denominador parapsicológico, establecer una conexión. Para los primeros, sonaría muy poco fiable abordar la investigación (sino del OVNI, cuanto menos la del testigo) echando los naipes sobre el asunto; para los segundos, en cambio, sólo con ese método creerían aportar algo más que con un análisis computarizado.
Creo que la Parapsicología y el Ocultismo, con sus herramientas carentes de "marketing institucional" mucho pueden aportar a la Ovnilogía. Porque después de cincuenta años, poco es lo que sabemos a conciencia, y mucho lo que elegimos fantasear. Pero mientras permanezcamos abroquelados en el corset cientificista como única vía para "aprehender la Realidad", mientras algunos de nosotros no apostemos a la alternativa de indagar otras formas, astrales si se quiere, de adquirir información sobre lo que nos interesa, nuestra ignorancia seguirá viciada por el paradigma dominante. Aunque los científicos en general y los escépticos en particular miren con sorna nuestras enseñanzas milenarias. Aunque se nos trate de ridiculizar hablando del poco "cientificismo" (aunque siempre confundan "cientificismo" con "especialización") del que hacemos gala porque, según ellos, poco profundos podemos ser en nuestros estudios si nos dedicamos a "todo": OVNIs, parapsicología, astrología... Olvidando demasiado fácilmente que, en cambio, ellos sí se consideran preparados para negar todo; si ellos reúnen condiciones para expedirse negativamente sobre OVNIs, telepatía, homeopatía, tarot, runas, el yeti o la energía de las piedras... ¿por qué otros no podemos hacer exactamente lo contrario?
Esta es una de las evidencias que me convencen de concluir que la argumentación en pro o en contra no depende tanto de las "pruebas" o la "investigación", sino de la preexistencia de un determinado paradigma al que se pertenece.
Eso podría llevarme a cuestionar la existencia de un "libre albedrío" en la elección de la opinión personal. ¿Hasta dónde soy dueño de lo que elijo pensar y creer, no estando ese pensamiento predeterminado y condicionado por el marco cultural, la influencia mediática o las necesidades, angustias y carencias emocionales? ¿Puede el joven nacido y criado en un ambiente de honestidad, donde desde pequeño observa los beneficios del correcto y justo proceder, realmente "elegir" entre el bien y el mal? Seguro que sí, pero tanto a nivel consciente como inconsciente, existirán ya ciertas tendencias dominantes, y se requerirán vivencias traumáticas o personalidades desequilibradas para inclinarse hacia el mal. ¿Puede elegir un joven nacido y criado en un ambiente delictivo, amoral e inhumano, donde desde pequeño sólo observa que el "peor" (desde el punto de vista del honesto) o el "mejor" (desde el punto de vista criminal) es el que obtiene las mayores ventajas? También seguro que sí, pero se requerirá una personalidad consolidada para ejecutar esa opción, una personalidad que sólo puede nacer de una voluntad puesta al servicio de la reflexión desapasionada. Porque detrás de "escépticos" y "creyentes" existe un sustrato común a su esencia aunque distinto en apariencia: las pasiones, la emocionalidad. Lo que enseña que, aunque se cubra de una pátina de intelectualidad, la gente es básicamente emocional, y su intelectualidad está "monitoreada" por el alter ego de las emociones. Por lo tanto, el paradigma cientificista de esta época no es la conclusión de un proceso de análisis colectivo: es apenas un estado de ánimo.
Por eso necesitamos otra forma de conocimiento: y esa forma es el Ocultismo.
"...Independientemente de cuáles sean sus resultados finales, puede que nunca lleguemos a aclarar por completo el misterio de los OVNIs, ya que siempre existirán unas mentes humanas sobre las cuales pueda actuar creativamente. Podría resultar ser una constante que se sucede a lo largo de los siglos, modificándose al nivel de cada época, localidad y habitante de este planeta. Si mantiene su actual estructura global, lo tendremos siempre corriendo delante de nosotros, tentando al hombre e incitándole a contemplar a su mundo con otros ojos, haciendo saltar nuevas ideas y estados de conciencia y llenando a la gente de sentimientos de asombro y respetuoso temor cada vez que observen a esos mensajeros de la luz atravesar los cielos de la Tierra..."
David Tansley
Finalmente, además de comprender que lo ocultista o esotérico es un método para conocer, debemos admitir que lo cognoscible, el OVNI, también requiere un abordaje más espiritualista sin negar su realidad física. En efecto, el tema OVNI gira hacia lo místico (¿quién podría negarlo?) y esto puede deberse sólo a dos razones:
Porque el tema es de naturaleza mística.
Porque refleja el inconsciente de la gente. Pero la gente tiende al consumismo. Entonces refleja las represiones y las necesidades de esa misma gente. Mas entonces estamos atrapados en y por la oración (¿una tautología?). Si no útil para otra cosa, por lo menos esto demuestra la falacia de los argumentos psicologistas porque se puede construir una aparente explicación lógica que no implique necesariamente que eso sea así. Lo posible no es lo probable.
Como corolario, entre las risas de los escépticos que escucho a la distancia sobresale esta oposición: "Pero, ¿por qué siempre hay que buscar lo espiritual, lo divino, lo metafísico?" Y levantando la voz (para que mi contendiente me escuche entre las risas de sus compañeros), repito aquello que hace años me convenció, en un orden más trascendente, de la existencia de una Divinidad: lo divino, lo místico y lo espiritual existen porque si para la mente hay una necesidad de ello es porque en algún lugar, de alguna forma, hay algo que la satisface.