EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 114 – Febrero de 2008

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Consideraciones sobre Ummo y la ufología

(Primera parte)

 

Ignacio Darnaude Rojas-Marcos

Sevilla – España

ummo@hispavista.com

 

Entrevista realizada por Adalberto Ujvári

St. Pölten (Austria), 1º de septiembre de 1994

Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual

Copyright Adalberto C. Ujvári, St. Pölten, Austria, 1994

 

Ujvári: Me gustaría conocer tu opinión sobre los últimos acontecimientos vividos en España respecto al affaire UMMO y a las sonadas declaraciones de José Luis Jordán Peña, por las que el ex presidente de ERIDANI se atribuye la creación en solitario del "mito UMMO".

Darnaude: El que un oscuro empleado de la constructora Agromán se haya inventado los enciclopédicos informes de UMMO es tan difícil como el milagro de Calanda. La media arroba corta de folios ummitas ennoblecidos con la )-( revientan de absurdo, y llaman poderosamente la atención por su elevado índice de extrañeza, genio lingüístico, originalidad, draconiana ausencia de demostraciones e inimitable "estilo propio", típicos parámetros de la escritura extraterrestre.

No conozco a nadie, ni de oídas, con el suficiente talento como para fabricar de la nada una masa literaria tan fuera de contexto. Si es producto de una mente terrenal habría que otorgarle el Nobel a la creatividad. No consideramos al hipnotizador de féminas preparado para tamaña proeza intelectual, habida cuenta de sus comprensibles limitaciones culturales y académicas. Pese a la gratuita "boutade" del parapsicólogo, un año después de su jactancioso "¡Yo, el Ummógrafo!" seguimos enfrentados al sempiterno desafío de desvelar quién demonios ha redactado los extraños cientifismos wolfianos, incógnita que 28 años de indagaciones no han logrado clarificar. Otra muestra más de la táctica evasiva E.T.

Ujvári: Has hecho alusión al talento semántico de los héroes del cartódromo Equis-Hache )+( ¿Te refieres a cómo entreveran en sus enunciados ingeniosos vocablos del léxico ummita, que alivian la farragosa lectura de los cuatro kilogramos de xerocopias, o a su fluido manejo de la lengua de Cervantes?

Darnaude: A ambas proezas, pero más bien a lo segundo. Sin ir más lejos los monocordes recitales del Perito Mercantil son una obra maestra "kitsch" de cómo se expresaría un auxiliar administrativo cursi, timorato, hortera y pequeñoburgués con la mentalidad del Madrid de la represiva postguerra franquista. Su estilo ramplón y coloquial sería muy difícil de imitar "ad hoc" . Claro está que los polígrafos de IUMMA han podido contratar a un oficinista de carne y hueso perteneciente a la clase media para que redacte a su aire y como le dé la real gana un guión previo conteniendo una serie de puntos o temas. Y luego está su empalagosa obsesión por la reverencia, las buenas maneras y la cortesía formal, y su abusiva conjugación del verbo suplicar. Ese respetuosismo victoriano no es mucho de estos lares, donde la gente somos más zafia y asertiva.

Sea fingido o no el complejo de sumisión y sí bwana del que hacen gala los anónimos plumíferos de las "Cartas )+( Completas", humildad tan exhibicionista que huele a pose, la asombrosa funcionalidad con la que manipulan las oraciones gramaticales, metiéndose en el pellejo de tipificados personajes de la época, les hace acreedores de ocupar un sillón entre los ummortales de la Academia de la Lengua.

Ujvári: ¿Hubo varias etapas que diferencian la revelación ummita? ¿Han ido cambiando con el tiempo sus señas de identidad? ¿Se puede hablar de una evolución del wolfismo?

Darnaude: En el historial del movimiento UMMO parecieran haberse ido alternando distintos perros con los mismos collares literarios. De 1966 a 1969 vivimos cuatro años de homogeneidad en el fondo y la forma del mensaje. En los años setenta y ochenta nos suministraron misivas que se parecen poco a las que recibió Fernando Sesma desde la Circuncisión del Señor hasta la Asunción de María en l966. Los voluminosos mamotretos llegados a manos de Barrenechea en 1987/88 manifiestan asimismo características propias. Si han ido tomando el relevo a lo largo del tiempo sucesivos responsables de los discursos mecanografiados, los genuinos "ummitas" de la época de esplendor 1966-69 se han quedado más tarde callados como muertos sin advertirnos, como era su deber si fueran nuestros leales amigos tal pregonan, de la intolerable superchería en curso. En Ummolandia por lo visto todo está permitido, incluso la engañifa en serie y por correo. Es una lástima, pero aún está por acometer el imprescindible análisis metodológico, desde una perspectiva temática, científica, semántica, estilística, tipográfica e incluso "psicológica", de los correlativos "bloques" con identidad propia y aparentemente independientes del epistolario de Wolf-424, hijos sin honra todos ellos del Soldado Desconocido, que podrían haber sido engendrados por distintos "padres" desvergonzados y tener procedencias insospechadas. Estamos aviados: no sólo hemos de hacer de detectives amateurs para leer entre líneas lo que garrapatean los paisanos de un anecdótico planeta perdido en el espacio, sino que ahora nos obligan a caracterizarnos de "Pantera Rosa" de una ópera bufa a fin de discriminar a ciegas, sin herramientas ni datos fiables, entre muchos "Ummos" evanescentes y en letra impresa en competencia  ¿o connivencia? entre ellos.

Ujvári: ¿Cómo explica Jordán Peña, titular del "copyright" )+(, tan ostensibles diferencias en el legado epistolar de los ummitas?

Darnaude: Nuestro ex vicepresidente de la Sociedad Española de Parapsicología no se ha dignado aclarar nada de nada. Cuando se le pregunta, "no sabe no contesta". Nunca se ha molestado en autentificar sus megalómanos asertos, ni en informar acerca de su taumatúrgico "modus operandi". Así cualquiera puede presumir de ser el autor del "Quijote".

Ujvári: ¿Qué hay de las dos damas que aparentemente le asistieron en las maniobras de su doble personalidad como Dr. Jeckill (Peña) y Mr. Hyde (el "Gurú Hindú")?

Darnaude: Si nos atenemos a la abundante y explícita información oral, escrita y audiovisual sobre los hechos, facilitada a una docena de ummólogos y a los medios de comunicación por Margarita, Marisol, Manuel Carballal y otros, resulta que Marisol y Margarita han tenido muy poco que ver con la genuina trama de UMMO. A todo lo más colaboraron esporádicamente y a instancias de Peña en alguna que otra tarea administrativa de poca monta. Por lo que han declarado las interesadas, su agradable Rasputín particular del Parque de las Avenidas, un hábil manipulador y amante de la intriga y el morbo, se ha valido del sofisticado pretexto de UMMO, el líder gnóstico y las sesiones tántricas de hipnotismo y woaterapia como maquiavélica estratagema para intentar seducir a un par de señoritas conservadoras, fascinadas por el esoterismo y la milagrería paranormal. Las dos madrileñas asesoradas por su improvisado director espiritual y mago del "poltergeist" son pura anécdota marginal y no pertenecen propiamente al affaire UMMO, sino a la respetable vida privada de don José Luis, a la que tiene pleno derecho y no somos quienes para juzgar. Si queremos comprender lo que pasó, pongámonos en la mentalidad de la época, cuando a decir de Vázquez Montalbán "parecía que a los españoles nos olían los calcetines". Por aquellos años ya despuntaban el Seat-l24, un apartamento en la playa y suculentos filetes, pero no con una chica. En una sociedad tan puritana nadie se comía una rosca y la rija mental era lo único libre y gratis. Con todos los respetos y nuestra amistosa consideración hacia el titular, gracias a Woa ningún decreto prohibía por aquel entonces ser al mismo tiempo buena persona, joven, apuesto, seductor, Casanova "pata negra", gárrulo de verbo fácil, osado, Mister Reprimido, erotómano, parapsicólogo, metempsicótico, recitador de corrido de ripios de Quevedo, árbitro tocador de pito, sofronizador de sirenas, morbummoso cementero con ese de Agromán, aprovechado lector de Sacher-Masoc, avicultor de huevos y pollas, cazador de suaves conejos y ordeñador de vacunas, domador de pudibundas tigresas, cerúleo pastor de churras y hortelano de nabos, asiduo chistómano lector de Chumyno Chúmez, perito en telesexcomunicación y lenguaje corporal, aritmético del seis y su inverso, fontanero desatascador con ventosa de caños no expeditos, sediento abrevador en generosos pilones y muy convexo cultivador de dulces concavidades mefíticas, curvas, triples bultos y piel suave.

Chistes malos aparte, en aquel aburrido erial urbano no tiene nada de particular que un ballenero alegre tan bien dotado y con el bocado puesto tendiera una red de inimitable finura con el fin de atrapar a sexángeles incautas, y maquinara llevarse al huerto y al Sol a la Mari y a la seráfica Margarita deshojable, valiéndose del señuelo de UMMO, gurús, indios, pieles rojas, gnósticos y el sursum corda. Es lo que todo "latin lover" intenta pero con artes de pesca menos refinadas. Eso fue todo. Una aleatoria confluencia histórica, que hará época en la ufología patria, de picaresca, Freud, libido, represión, espléndida fantasía y hémbrico arte cinegético, todo ello en secreto, por lo bajini y muy a la española. Un sabroso episodio platillista y verdulón en el esperpento celtibérico, adobado de pasada y por casualidad con excitante guarnición sexúmmica.  ¿Hay quién dé más? Por cierto que en la página 41 del extenso informe sobre la vida cotidiana en el planeta UMMO, recibido por Sesma en 1966, figura un lindo pasaje de ummoide porno blandito, que el "sector crítico" va a considerar apócrifo y entreverado por el Don Juan eridánico: "La succión por medio del flexible tubo recuerda a esas pajas utilizadas por ustedes para la ingestión de bebidas refrescantes, con la diferencia de que nuestros tubos llevan un sistema de caldeo termorregulado, y que el líquido fluye impulsado con una débil presión controlada".

Ujvári: Se ha hablado de que el perito de telecomunicación ostentaba una personalidad desdoblada, alguna suerte de esquizofrenia vitalista que le permitía protagonizar la existencia de un ciudadano ordinario a la par que los avatares de cierto "Swami" oriental.

Darnaude: Jordán por lo visto envió a ambas señoras las epístolas de "dirección espiritual" en nombre del inexistente Mentor de la India, con la intención de predisponer en su favor el ánimo de sus "amanuensis" del sexo débil. Una treta harto refinada para llevárselas de calle, lo que denota la compleja idiosincrasia del autor de "Casas Encantadas". Y es que la ummienda no tiene enmienda.

Ujvári: ¿Qué es eso de que Jordán está preparando un libro sobre su creación experimental del mito UMMO?

Darnaude: El rumor corrió a raíz de su declaración "urbi et orbi", tan célebre como infundada. El presunto co-autor de esas supuestas "Memorias del Lobo" (wólficas), Javier Sierra, ha comentado que la confesión impresa de Peña está congelada por ahora.

Ujvári: La colaboración de Javier en cuanto a la redacción de esta historia de la trama madrileña de UMMO ¿se justificaría como mero asesoramiento literario, por la cultura ummológica de Sierra, o porque Peña no puede valerse por sí mismo debido a su delicado estado de salud?

Darnaude: Es una incógnita. Ni "el Mozart de la ufología española" ni el meándrico rio galileo han aportado la menor pista al respecto.

Ujvári: ¿Cómo reaccionó la plana mayor de los ummólogos españoles ante la explosiva auto-proclamación de Jordán? ¿Se ha derrumbado el "Grupo de Madrid"? ¿Qué tal lo han tomado Farriols y Ribera?

Darnaude: El osado anuncio del psicólogo ha funcionado como un torpedo en la línea de flotación del frágil "Grupo UMMO de Madrid", que se ha desintegrado con más pena que gloria. Se tiene la impresión de que Aguirre, Barrenechea y Domínguez, por raro que parezca, han aceptado a pie juntillas la presuntuosa tesis jordánica. Parecen abrumados por haberse dejado engañar tan a gusto durante veintitantos años, no atienden la correspondencia y se niegan a hablar con nadie que haya estado relacionado con la maldición de UMMO. Jorge asegura incluso que se ha desprendido de su inapreciable ummoteca, barbaridad que ponemos en duda. La deserción de los "capos" de la ummofilia recuerda la desbandada de los apóstoles tras el prendimiento de Jesús. No sabemos qué remuneración en denarios psicológicos habrá motivado al Judas enterrador del ummismo para airear su baladronada. Ribera sigue defendiendo la alta calidad de los informes sean quienes fueren sus desconocidos autores, y considera como una hipótesis no menos mala que las demás el que los informes se deban efectivamente a gente de otro planeta. Farriols es todavía, a pesar de la inverosímil fanfarronería de Peña, el incondicional ummócrata de corazón y dilecto amigo de los señores de Wolf. Se dice que los fieles Villagrasa, Garrido y Martínez no han creído una palabra del arrogante manifiesto de Peña.

Ujvári: ¿Qué opina Marhuenda?

Darnaude: Que los informes, cualesquiera que sea su origen, son una maravilla cultural, científica y espiritual. Si constituyen un fraude, bendito fraude, que ha cambiado su vida para mejor. Luis continúa felizmente infectado por el virus del "otro planeta habitado".

Ujvári: Es una actitud pragmática. El periodista alicantino se ha beneficiado de las enseñanzas de la doctrina ummita.

Darnaude: Desde luego hay mucho que aprender de la filosofía de UMMO, a pesar de la cuestionable veracidad de sus descripciones "fácticas".

Ujvári: El campanazo de Jordán ¿es parte de una estrategia deliberada de desinformación, un montaje para desprestigiar ante la opinión el movimiento UMMO?

Darnaude: El golpetazo de Peña, en palabras de Martha González, "no se lo cree ni la mamá de Tarzán". No cabe duda de que su actuación ha dañado seriamente la credibilidad del affaire UMMO. Pero semejante auto-desprestigio deliberado es precisamente lo que los propios ummitas han vaticinado en varias cartas, en pro de que se haga realidad su bienamado slogan "No nos crean". Por tal motivo los lobos desinformadores de Wolf han podido sugerir a su fluido oficinista que caiga en la ridícula trampa de arrogarse la autoría de la correspondencia, como parece desprenderse de la última carta )+( despachada en Cuba en la primavera de 1993. De cualquier manera no se conocen las fundadas razones que impulsaron al "paranormalista" madrileño a airear tan insensata e indemostrada proclamación, que no se han tragado ni los supercrédulos. Tan disparatada consigna ha podido partir asimismo de alguna entidad gubernamental interesada en echar por tierra la leyenda de UMMO, y de paso toda la ufología. Auguramos una próxima y despiadada campaña de acoso y derribo del "mito UMMO" por parte de los ummófobos ultraescépticos, a los que Jordán, con su pueril "mea culpa", ha regalado en bandeja de plata sus detractoras argumentaciones. Me lo van a despedazar al bueno de Jordán, carne de cañón. Se van a cebar ahora con el infortunado paracientífico, que se apresta a estrenar así y por la puerta grande el martirologio wolfiano hasta ahora en barbecho. El rumor de que Peña ha actuado tan descabelladamente presionado por su ex-secretaria Marisol no resulta demasiado convincente.

Ujvári: No viene a cuento el que unos señores informen de ciertos hechos a los que adjudicamos presunción de veracidad para que a continuación te pidan: "No nos crean".

Darnaude: El lapidario "leitmotiv" pudiera ser un elemento más de confusionismo y desinformación entre los que tanto apasionan a los mitómanos de UMMO, o bien un exótico detalle de honradez por su parte al ponernos sobre aviso con su apocopada píldora verbal: "No nos crean, porque cualquier parecido entre lo que les decimos y la realidad será pura coincidencia". Como explicación alternativa cabe que el Mecanógrafo fuera disléxico, y que cada vez que sus patronos del astro frio le dictasen oralmente "No los crean", refiriéndose a la farándula de los espurios Antonio Pardo, Dagousset, Rumsey y otros incorpóreos coristas de la zarzuela ummita, el Perito teclease "No nos crean". Hablar por hablar, porque el circunspecto chupatintas administrativo nunca existió.

Ujvári: ¿Qué rol desempeña ese reparto de actores muy "de aquí abajo" que pululan por la desangelada correspondencia ummita, aportándole sangre, sudor y lágrimas, un neorrealismo a lo Vittorio de Sica del que carecía?

Darnaude: El Mecanógrafo o Perito Mercantil, Antonio Pardo, el Segundo Mecanógrafo, el otro fotógrafo de San José de Valderas, el Catedrático de Medicina, Monsieur Henri Dagousset, la comisión francesa de investigación, Mr. Wilding Rumsey, los ummólogos de Montreal, Fernando Eguizábal, las muchachas ummitas que pernoctaron en el piso del Mecanógrafo y los "biólogos daneses" ocupados en experimentos psicofisiológicos en Albacete son personajes ficticios que nunca han existido, salvo en el teatro epistolar representado por los expedicionarios en la piel de toro. Las falsas misivas de estos satélites literarios, tan útiles como oportunas, han sido inventadas a sangre fría por los coreógrafos de la comedia ummense, con el inteligente propósito de apuntalar la escasa verosimilitud de los anónimos mensajes wolfianos. Hay que tenerla dura para orquestar semejante patraña. Que Woa los perdone por tamaño ejercicio de cinismo epistolar.

Ujvári: Disculpa la perogrullada, pero ¿quién ha escrito las malditas cartas de UMMO?

Darnaude: Ellos. Para algo están los pronombres en la gramática. Te lo aclararé con una blasfemia: eso no lo sabe ni Dios. Por cierto que tan eficiente tinta del calamar, su prodigiosa habilidad para difuminarse en la niebla y resultar ilocalizables durante casi tres décadas, es su mejor certificado de origen E.T. Confieso sin rubor alguno que no conozco al taumaturgo capaz de concebir tan insólito absurdódromo literario. Por mucho que cavilo no tengo ni la menor idea de quién es el gerente en la sombra de la Operación UMMO.

Las extrañas epístolas son tan poco convencionales que ni siquiera la "Rand Corporation" sabría pergeñarlas por encargo. Parece más razonable asimilarlas a las polémicas transcripciones reveladas, desde sabe Dios qué planos o dimensiones, a la plaga de contactados que inunda el mundo, de las que se conocen más de un millón de páginas. UMMO, ¿por qué no?, podría ser un episodio más en el multitudinario "Síndrome Contacto" a la moda. Su única e irrelevante particularidad reside en que los mensajes úmmicos no se han recibido como es usual por telepatía, trance o escritura automática, sino a través de hojas mecanografiadas remitidas por franqueo postal. Los pretendidos autores de los estudios del planeta UMMO pertenecerían así a la misma y controvertida horda de los Asthar Sheran, Sananda y Oxalc de turno, o a los invisibles insufladores de comunicados que aseguran proceder de Venus o del planetoide Ganímedes.

Si desde hace cincuenta años decenas de millares de sensitivos repartidos por los cuatro continentes están publicando centenares de volúmenes de dudosos discursos presuntamente dictados desde otros astros y niveles de vibración, no vemos ninguna dificultad lógica en que los cinco tomos de "Escritos de UMMO", que como hemos visto huelen a la legua a extraplanetarios, encajen en este mismo contexto del profuso movimiento revelatorio en el siglo XX, que abarca masivamente todo el planeta. Como ha señalado Alberto Borrás, miembro del "Grupo de Madrid", cabe también que Jordán Peña esté convenientemente dotado de facultades telepáticas, y que los que se hacen pasar por wolfianos le hayan transfundido los mil folios del epistolario.

De este modo Peña habría sido tanto el transcriptor mediúmnico como el distribuidor material de los mensajes, acumulando en su persona la trama terrenal junto a la conexión exosférica. Para el caso hipotético de un origen revelatorio, ¿serían de fiar los textos de UMMO? En principio no más que las cataratas de letra impresa trasvasadas por los contactados, plagadas de hallazgos filosóficos y metafísicos, pero también de ambigüedades e incongruencias, verdades a medias y falsedades en toda regla. La misma incertidumbre es compartida por el ambivalente contenido de otros centenares de miles de páginas producidos modernamente por un ejército de telépatas afincados hasta en los más apartados rincones del globo.

Ujvári: O sea, que no piensas en la única explicación extraterrestre.

Darnaude: Hay todo un abanico de eventuales interpretaciones. Una de ellas, y que plantea serias dudas, es la transplutoniana. El gran pintor Enrique Gran -íntimo de Antonio López- matiza esta disyuntiva cuando le ironizó al novelista Manuel García Viñó: "Abomino del origen extraterrestre de esta gentuza de UMMO tan amable, que en 1966 me ha escrito dos cartas y me citó por teléfono en una cafetería madrileña, a la que no acudí porque me olí gato encerrado. No puedo creer que ningún hombrecito verde en su sano juicio recorra 14 años-luz y otros tantos de vuelta para que yo le mande a hacer puñeta. No me cuadra".

Ujvári: ¿Se ha instituido un culto a UMMO?

Darnaude: No es para tanto, aunque la amable fauna de los ummonoicos abunda en la meseta castellana y en otras latitudes. En esta religión cientifista los sacramentos son las visitas del cartero y los telefonazos. El infinitivo "Ummear" lucirá tarde o temprano en el Diccionario de la Academia. Lo que sí es verdad es que UMMO crea adicción. Habemos mucho ummólatra suelto en la patógena red social de este astro tan frio. La droga revelatoria 424 pegó fuerte a mediados de los sesenta, y ha seguido haciendo estragos. No hay palabras para describir el orgasmo que procura recibir una bendita carta de UMMO. Cuando escasean las misivas los ummoadictos de pro se sumen en la melancolía y deterioran así el alma colectiva planetaria. El síndrome de abstinencia úmmico es tan desconsolador como la tragedia del enamorado que ha roto con su amada y se adentra en el túnel de las tinieblas.

Ujvári: Entonces el caso UMMO no está cerrado.

Darnaude: En absoluto. Por prudencia no lanzaremos las campanas al vuelo como el triunfalista epigrama de Luis R. González: "Ummo ha muerto. ¡Larga vida a Ummo!" Porque la )+( sigue viva y fustigándonos con sus desconcertantes coletazos, véanse las dos hojas habaneras de 1993. El inconsistente aldabonazo de Jordán fue un mero clamor en el desierto, sin el menor eco.

Cuesta creerlo, pero no hemos avanzado ni un milímetro desde febrero de 1966. Seguimos tan a oscuras respecto a la identidad de los ummitas como cuando Fernando Sesma comenzó a desgranar en "La Ballena Alegre" las crónicas pioneras de "La Gran Hache" )+(.

Ujvári: ¿Hay alguna justificación para el dictatorial secretismo impuesto por decreto en la comunidad ummológica? Los anhelados informes inéditos escasean que da gusto. Pareciera que disponer de ummoteca confiere tanto status como presumir de cuadros de firma.

Darnaude: Sí, el material original de UMMO está de moda entre los avisados y se ha vuelto elitista. Hacerse con unas pocas cuartillas ummenses es tan complicado como allegarse un informe secreto del Pentágono. Muy al principio los jerarcas del mítico planeta suplicaron con edulcorado respeto que las cartas no se catapultasen masivamente a la opinión pública. Pero luego han levantado expresamente esta veda obsoleta, más tarde se marcharon con viento fresco a su astro de lo mismo, han pasado además 29 años, y para colmo UMMO es ahora una patente de Jordán Peña. No hay pues argumento alguno, salvo permitirse el lujo de una actitud feudal, para negar el pan y la sal a los compañeros de viaje empeñados en estudiar el síndrome UMMO, y mantener indefinidamente dentro del arca la "sagrada escritura" revelada por la estirpe ummita, paño que por su carácter trascendente pertenece a toda la humanidad. Dado el contenido universalista de los informes, unido a su considerable interés general, y a las implicaciones científicas, culturales, filosóficas y éticas que conllevan, el destinatario natural del mensaje wolfiano es sin duda el género humano en su conjunto, aunque los escritos hayan sido infiltrados a través de un puñado de intermediarios a los que por supuesto agradecemos su colaboración, pero que son meros depositarios transitorios de la correspondencia. En tan especiales circunstancias, empecinarse en el exclusivismo resulta profundamente antidemocrático. En consecuencia nadie ostenta el derecho moral a arrogarse el monopolio de un cuerpo doctrinal que otra pretendida civilización ha donado al planeta Tierra. Ni que decir tiene que el autoritarismo insolidario de dejar que se pudran en un cajón presuntas revelaciones interplanetarias, sin darlas a conocer al gran público ni a los eruditos, es como mínimo tercermundista, un proceder indigno de personas evolucionadas y que dicen tratarse de tú con serafines de allende el espacio/tiempo.

A pesar de estas razones de fuerza mayor, el ala dura de los cenáculos ummoicos capitalino y catalán ha decidido implantar una censura inquisitorial y acaparar "in aeternum" el catecismo ummita. El puro y duro ordeno y mando, para que el dossier no circule y se pierda para la posteridad, condenando a los interesados sin acceso al "inner sanctum" del poder ummológico a pasar sus correspondientes fatiguitas en pro de reunir una modesta biblioteca wolfiana, hasta contentarse finalmente con las migajas.

Esta minoría insolidaria, que excomulgó al Dr. Aguirre, a Toni Ribera y al Padre Guerreo por el herético pecado mortal de divulgar los informes (que al fin y a la postre han leído cuatro gatos), está abusando del mandato que le confirió en su día Dei-98, en su calidad de diligentes depositarios y provisionales administradores de un bien cultural común. Insensibles a la penuria ummológica del prójimo, usurpan lo que no es suyo con un egoísmo tan ilegítimo como desconsiderado, vetando así el que las cartas UMMO-Tierra lleguen a manos del pueblo y de los historiadores del movimiento UMMO. De siempre fue tradición el que los acaparadores de informes abusaran de su poder, beneficiándose en exclusiva de la información privilegiada que el Espacio les había conferido durante el "período constituyente", para confiscar un bien de propiedad pública. Cuando solicitamos a los "bibliotecarios oficiales" del acervo cultural ummita que nos presten por favor una determinada misiva, es como dirigirse a la impenetrable K.G.B. Responderán con la elocuente educación del silencio administrativo. Se complacen en acumular armarios de cartas petitorias de compañeros ufólogos, enamorados de UMMO, periodistas y curiosos, que cortésmente ni se han dignado contestar.

Y no les conmueve el corazón tamaña desatención con colegas del propio mundillo de la ummología. Para algo tienen la sartén por el mango, la llave del tabernáculo documental, en el que sólo ellos comulgarán. Aunque algún día tendrán que rendir cuentas ante el tribunal de la historia, como responsables de la monopolización y ocultamiento, y hasta de su eventual pérdida y destrucción, del insustituible banco de datos legado por la civilización ummita, que han hecho suyos sin pertenecerles, hurtándolo a sus legítimos destinatarios, los pobladores de este planeta no tan frio.

Ujvári: Entonces ¿cómo has logrado acumular el arcano epistolar que te ha permitido confeccionar el "Ummocat", la lista numerada de papeles ummitas? ¿Has asaltado tal vez las cajas fuertes de los santuarios documentales de Madrid y Barcelona? ¿O te han ayudado, ja, los propios semiángeles wólficos?

Darnaude: A Woa rezando y con el mazo dando. Son desagradecidotes. Los cuasi arcángeles de tus preferencias no me han dicho ahí te pudras por la trabajera de enumerar en sólo 786 páginas la minucia de 3.290 escritos que tienen algo que ver con su astro tan poco cálido. Yo al menos he recibido seis cartas que quitan la respiración, pero tú no has merecido un solo papel ni un golpe en el lomo, ni las gracias después de lo mucho que has trabajado por ellos en Buenos Aires, Albacete y La Javie. Llevarán laringófono, pero no tienen vergüenza. La verdad es que reunir los datos para el "Catálogo Documental del Criptogrupo UMMO" ha costado sangre, sudor, paciencia y alguna lágrima. Sólo una extraña conjunción de sincronicidades ha podido traerme en paracaídas el contenido de los l4 gruesos carpetones abarrotados de papelotes con el signo )+( y complementos bibliográficos, que ennoblecen la modesta wolfteca de la sevillana Cabeza del Rey Don Pedro. Una fruslería comparada con el mitológico "Archivo )+( Simancas" que atesora Farriols en el ático con sensores )+( de su cortijada de Argentona, en cuyo tejado luce como reclamo un enorme anagrama )+(.

Ujvári: ¿Es cierto todo lo mucho y estrambótico que se narra en las "Crónicas Marcianas", perdón, ummitas?

Darnaude: Nada menos que con UMMO hemos topado, querido Sancho. No vas tan descaminado. Ray Bradbury no los aventaja en fantasía desbocada. La experiencia me ha enseñado que estos untuosos lobos wólficos divulgan mitos a lo grande. Se han constatado numerosos errores, inexactitudes y aseveraciones inciertas en las fotocopias dactilografiadas, generosas en solemnes patochadas y bulos cósmicos. Con el paso del tiempo he ido descubriendo consternado, con harta sorpresa e irritación, una trola tras otra en la biblia woica. Nunca me he tropezado con una sarta tan descomunal de embustes, envuelta en un ropaje formal tan historiado. Los creativos del 424, consumados maestros en el arte de fabular, han demostrado su genio para la fantaciencia, al superar con creces a Isaac Asimov. Hoy día abrigo la fundada convicción, en base a una constelación de indicios racionales, de que casi todo lo que se narra en el voluminoso engañabobos del epistolario es un elaboradísimo cuento chino al inimitable estilo ummita. La horda del Lobo miente a lo bestia, y su cara es tan nórdica como blindada. En cuanto a estafa ultraterrestre, Spain también is different. Además de despreciar la verdad, sus múltiples anuncios, promesas y planes que han mantenido embobada a la parroquia ummófila no se han cumplido ni por casualidad.

En lo único en lo que no han fallado es en que sus vaticinios y alarmas injustificadas acaben siempre en agua de borrajas. Hay más gazapos y agresiones a la verdad por decímetro cuadrado en el metro cúbico de xerocopias que en los programas electorales de los partidos políticos. Hasta el punto de que el mentiródromo de los "Cinco Tomos" es un hito en la historia de la desvergüenza humana -o suprahumana-, una monstruosa burla a los alegres y confiados OEMII terrenales. No sabríamos cuantificar hasta qué punto indecible se han estado cachondeando de la masoquista grey ummólatra a lo largo de 28 años, cinco lustros, casi media vida. Conociendo nuestra ingenuidad y buena fe nos han puteado a conciencia. De este modo fiasco tras fiasco han ido minando la noble presunción de veracidad que les adjudicaban de corazón sus estafados incondicionales, los adalides peninsulares de la racionalista fe ummense, que hoy se encuentran profundamente desilusionados. Los foráneos héroes del correo anónimo han tirado por la borda con mala fe el capital humano del colectivo de ummólogos, que los acogió con la máxima confianza y afecto fraternal. Ellos sabrán los motivos de su afición a la novelística epistolar travestida de revelación interplanetaria, pero sus cándidos lectores no los comprendemos. A la hora de la verdad, cuando ya les hemos visto el plumero, recordaremos el sagaz aforismo del poeta Carlos Murciano: "UMMO = Humo". Que por el hummo se sabe dónde quema el fuego. Queridos hermanos a l4 años-luz, que Woa os premie vuestra benevolente felonía. Y ahora merece la pena que abundemos en el ¿patológico?, ¿estratégico?, ¿perverso? síndrome de fabulación ummita. A continuación enumeramos en detalle una larga serie de cuestiones en las que por todos los síntomas los "cartógrafos" de la )+( han tergiversado la verdad e inventado a lo grande, con una deliberación y frialdad que les hacen desmerecer como supuestos pobladores de una esfera de vida más avanzada. He aquí la infame lista de algunas mentiras capitales de los que se autoproclaman ummitas:

Es probablemente una rueda de molino toda esa historia de que a 14 años-luz rota en torno a la estrella "IUMMA" el astro frio (de tanto fresco) de la ummocracia; Parece igualmente falso su ameno relato -que se lee como un policíaco- en torno a la vida cotidiana allá en su gueto wólfico; Las manchas amarillas que les achinizan la piel; Sus rasgos anatomofisiológicos, tan sospechosamente humanoides; La enfermiza hipersensibilidad en la yema de los dedos, que les impide escribir a máquina y aparcarlos en el chakra de la parienta; El tan mentado laringófono alojado en la "garganta profunda" de los atróficos parlantes; Su afición inconfesada al vitamínico zummo de frutas; Esa leyenda de que son aromátapas, que rinden culto a los perfumes y poseen un órgano que si lo toca una virtuosa emite un orgásmico chorro sinfónico de olores. Gozan de los refinados placeres de la pituitaria. Sutiles ingenieros del olisquear, se pasan la vida husmeando (Los "ultras" de Wolf nos conformamos con el neocartesiano "Ummeo, luego existo"). Gozan sobremanera con sus deliciosos cócteles de pestes. La obsesión por la asepsia y la pulcritud va paralela a sus higiénicas caricias bucogenitales, sin hacer ascos al también aromaterápico "Chanel N 69" pescado en Terranova, ni a las saludables tricomonas (Para aguantar ese vitriolo tendrán que disponer de un apéndice tubuloide y tetradimensional entre los dientes, de Wolframio endurecido, con el que ni hablan ni comen); Su casta y suberótica sesión carézzica de tete a tete, body a body y piel a piel con la novia, antes de la boda, sin necesidad de pared de cal y canto: Su pretendido mecanismo de reproducción, carnal como el nuestro, que también empieza por la rica jota, la o y la de; La rocambolesca epopeya de su arribada a La Javie en marzo de l950; El comandante ummita Peí-98, embajador de la doble aspa )+( en la Tierra; Las dos encantadoras muchachas hummanoides que pernoctaron en el santo suelo huéspedes del Perito Mercantil, y que hubieran hecho las delicias del otro perito, el de telecomunicación. La pareja de "biólogos escandinavos" enfrascados en experimentos psicofisiológicos con woas pitón y otros irracionales en el sótano de la casona albaceteña de Doña Margarita: su intervención en el macabro caso de "La Mano Cortada"; Que le han curado un tummor a una señora en Cataluña; el refugio antiatómico de Piedralaves; La queja de que la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A.) les está pisando los talones; sus teorías tan godócratas sobre Woa (el Summo Hacedor en su woalogía teológica), el alma colectiva planetaria B. B., el crístico Ummowoa, el pluricosmos decadimensional, el haz de infinitos pares de cosmos gemelos, la pareja de universos-límite, los pliegues del espacio, la hermosa construcción intelectual de los "Ibozoo Uu" (teoría del campo unificado) y la cadena de átomos de kriptón; El solicitado viaje a Londres para hablar por teléfono con un ejecutivo de UMMO; El histérico alarmismo en 1973 porque era inminente una contienda nuclear; Los plagios de UMMO y "El Libro de Urantia"; Los papelitos con muestras de caligrafía de ummófilos destinados a un museo OEMII-Terra inaugurado en el planeta UMMO; La succión de licor espermático a dos ummólogos de postín, para inducir una mejora eugenésica en la filogenética de la raza ummita; El fraude de la Síndone de Turín perpetrado por el Vaticano en los años veinte, y la surreal efeméride del Hotel Sanvy de Madrid el 20 de noviembre de 1988; La factoría de fibra óptica que los empresarios de UMMO pensaban montar en España; La anunciada toma del poder político a escala planetaria por parte de los responsables de UMMO, en caso de amenaza de una tercera guerra mundial; Su ególatra jactancia de haber conferenciado en varias ocasiones con los presidentes de Estados Unidos y la URSS, y que con estas negociaciones habían preservado la paz internacional; Su citación a gastos pagados por la que invitaban a una serie de forofos españoles, que se desplazaron a la ciudad alemana de Essen para presenciar una cumbre de alto nivel entre los mandatarios de UMMO, Bush y Gorvachov; El tostón del Perito Mercantil y sus rollos epistolares; Los restantes falsos caracteres remitentes de cartas como Antonio Pardo, Dagousset, Rumsey, el Catedrático de Medicina, y un largo etcétera.

Todo ello y bastante más constituye un rosario de infundios tan atroces como pintorescos e inofensivos, y forma parte de la gigantesca tomadura de pelo de Wolf cuatrocientos veinticuatro. Aunque entre tanta falacia se esconden paradójicamente trascendentales joyas filosóficas y metafísicas. Esta melee inextricable de verdad, sofisma y vaguedades nebulosas es por otra parte la "marca de fábrica" de los productos "Made in E.T."

Pero hay además otros típicos marchamos alienígenas en el novelón iúmmico. Pese a su aparatosa afición a la pompa y al woato epistolar, no recordamos en el océano literario wolfiano una sola gota de humor, ni miguita de sal gorda ni fina, ni el menor rasgo de ironía, y se merecen un suspenso en "sprit". Esta escalofriante seriedad, unida a la almibarada urbanidad y a su prurito por el diplomático mundo de la forma y el protocolo que exuda el inclasificable evangelio ummense, son también signos distintivos en otras revelaciones a los contactados de los tiempos modernos.