EL FUEGO DEL DRAGON
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA
Nº 7 – Marzo de 1999
Editado por Carlos Alberto Iurchuk
La Plata – Argentina
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.
La visita inesperada
(Primera parte)
Asdrúbal Acosta
Ituzaingó – Argentina
Creer o saber: he ahí la cuestión
El propósito de la investigación ufológica es abordar el tema de los Objetos Voladores No Identificados (Ovnis) y la posible existencia de vida inteligente extraterrestre, desde un ángulo realista, dado que existen sobre la cuestión muchas creencias basadas en suposiciones imaginarias e inciertas.
Desde ya, cada persona puede creer lo que le da la gana, pero una cosa es creer y otra muy distinta es saber. En la generalidad de los casos prevalece la tendencia a creer en vez de saber. Y la razón de tal actitud es muy sencilla: resulta más fácil o cómodo creer que saber, porque el saber se accede a través del aprendizaje, la investigación y la experiencia.
En materia de aprendizaje, la mayoría de los argentinos cursó el ciclo primario de estudio. Como consecuencia de ello, nadie pone en duda, ni discute, acerca de si dos más dos es cuatro porque todos saben, a ciencia cierta, que eso es así. Por consiguiente, vemos que el desconocimiento es una de las principales causas que originan la disparidad de criterios y la discusión. Por otra parte, prevalece la falsa impresión de que la ciencia tiene respuesta para todo, y que todo lo puede explicar, cuando en la realidad concreta de los hechos tal cosa no es así: la ciencia tiene respuesta únicamente para todo aquello que investigó, descubrió y comprobó con certeza.
Sobre el terreno aún desconocido, la ciencia balbucea opiniones hipotéticas, en un plano de igualdad con las diversidad de criterios hipotéticos esgrimidos desde el campo espiritualista acerca del origen del universo, los mundos y la vida. Desde ese plano de igualdad, tanto el campo científico como el espiritualista, se niegan a reconocer o aceptar que lo único que saben es que no saben nada en comparación a todo lo que resta por investigar, descubrir y aprender del macro y del micro cosmos en que nos hallamos inmersos. En tal sentido, cuanto más nos introducimos en la investigación del universo, más nos percatamos de ello.
Sobre el particular, tampoco nos percatamos que la acción de adquirir conocimiento es, básicamente, una iniciativa individual correspondiente a la vocación por saber que se manifiesta, con mayor o menor intensidad, en cada persona. De ahí que es mejor investigar y descubrir lo que desconocemos, antes que negar enfáticamente la existencia de aquello que ignoramos, porque la investigación y el descubrimiento constituyen la única vía cierta de acceso al conocimiento.
El ocultamiento de los hechos
Entonces, ¿cómo podemos descubrir un facto x, si de antemano negamos la existencia del factor x, y en nombre de su improbabilidad rechazamos la posibilidad de investigar y descubrir al factor x en cuestión? Ahora, ¿en qué evidencia científica se basan los refutadores de la hipótesis extraterrestre para afirmar categóricamente que los Ovnis no son artefactos extra planetarios, o que no existe vida inteligente extraterrestre en nuestro sistema planetario? ¿En que bendecida o infalible teorización se apoyan para sostener que no existen formas, parámetros, ni métodos que permitan constatar el origen extra planetario de los Ovnis, o la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra? Evidentemente las afirmaciones vertidas por los presuntos racionalistas, o los ortodoxos espiritualistas, tendientes a refutar la hipótesis ET de los Ovnis, constituyen manifestaciones emergentes de la creencia individual y el desconocimiento real de los hechos, que se apoyan más en las técnicas de la sofística antes que en la lógica de los procesos.
Desde el punto de vista de la lógica procesal, las manifestaciones negacionistas a priori, lejos de servir al progreso del conocimiento, apuntalan a los criterios imperantes y favorecen a los intereses sectoriales concretos que se benefician con el estancamiento de la evolución racional.
De ser esto así, la negación a priori se torna comprensible pero no admisible. De lo contrario, sería una incomprensible actitud de extrema irracionalidad por parte de quienes representan al mundo del Poder, el Saber y de la Fe. Resulta, pues, altamente llamativo que los gobiernos de todo el mundo, y las instituciones políticas, militares, científicas, religiosas, etc., esquiven oficialmente el asunto de los Ovnis y la posible existencia de vida extraterrestre, evitando su tratamiento institucional y las declaraciones públicas sobre el particular. ¿Acaso existirá un pacto de silencio entre los diversos segmentos que constituyen el poder mundial?
Lo cierto, y concreto, es que desde la postrimería de la Segunda Guerra Mundial trascendió la noticia sobre la aparición de misteriosos Objetos Voladores No Identificados (Ovnis). La noticia en cuestión, lejos de constituir un hecho aislado, se convirtió en algo frecuente debido a que ciudadanos de todos los rincones del mundo reportan, periódicamente, la presencia y el desplazamiento de los Ovnis. Reportes que suelen ir acompañados con fotografías o videos filmaciones de los enigmáticos objetos.
No obstante ello y a la trascendencia periodística mundial de algunos casos reales de avistamientos Ovnis, los organismos gubernamentales de todas las naciones desestiman la cuestión afirmando que los Ovnis son un deseo de la imaginación popular, el resultado de una confusión visual o el producto de noticias infundadas. Empero esas declaraciones gubernamentales nunca van acompañadas de las investigaciones pertinentes ni exhiben las evidencias que dan fundamento al argumento oficial. Es más, cuando algún ciudadano solicita el acceso a las investigaciones y a las evidencias que respaldarían a las afirmaciones oficiales, los funcionarios de las áreas pertinentes niegan la existencia de tales investigaciones y rehusan concretar declaraciones públicas sobre el particular.
Obviamente, la ciudadanía sospecha abiertamente que los organismos gubernamentales ejercen un solapado ocultamiento sobre la cuestión Ovnis y vida extraterrestre, limitando el derecho del pueblo a saber de qué se trata mediante el ejercicio de una expresa política ocultista de corte netamente negacionista. Tal situación se ve confirmada en los hechos cuando desde el ámbito gubernamental se traslucen las actividades de investigación llevadas a cabo por los organismos militares de inteligencia o las comisiones especiales de investigación encubierta sobre la cuestión Ovni. Máxime cuando los organismos gubernamentales prohiben a su personal militar, científico y técnico, revelar información sobre el tema o a realizar declaraciones públicas, bajo el apercibimiento de severas sanciones disciplinarias contempladas en las leyes vigentes que regulan el funcionamiento de los organismos estatales.
Más que una fantasía popular, el secreto de estado es un hecho jurídico concreto, que restringe y limita el derecho del pueblo a saber de qué se trata. De allí que, la civilidad mundial descree de las afirmaciones que realizan los gobiernos sobre los Ovnis, experimentando la sensación que deja el marginamiento informativo que, con justa razón, lo califica como un hecho inadmisible de la apertura y la globalización en curso.
Los testimonios calificados
En línea general, existe la impresión de que las personas de escasos recursos, limitada formación cultural o técnica, constituyen el segmento principal del cual emergen los testimonios de avistamientos Ovni. Empero, esa impresión se desdibuja y desaparece ante una prolija investigación de los sucesos Ovnis.
La historia de la Ufología está repleta de testimonios de alto nivel técnico y profesional, que son definidos por la "Comunidad Ufológica" como testigos de Alta Credibilidad. En ese grupo se incluyen los protagonistas de avistamientos Ovni que, por su formación cultural o técnica, estarían en condición de identificar la naturaleza de esos fenómenos aéreos que podrían confundir a un observador no experimentado.
Existen elementos como los globos meteorológicos, las nubes lenticulares, el planeta Venus, inversiones térmicas, aeronaves convencionales, etc., que podrían confundir a un testigo no familiarizado con los mismos, reportando a la prensa o a los investigadores lo que, para él, sería un Objeto Volador No Identificado. Tal situación de confusión resulta altamente improbable entre los profesionales como los meteorólogos, los astrónomos o los pilotos. Dichos profesionales están sobradamente calificados para identificar una nube lenticular, una inversión térmica o los famosos rayos globulares. Los astrónomos, por otra parte, difícilmente confundirían Venus, un meteorito o una conjunción de planetas con un Ovni.
Estos casos suelen ahorrar a los investigadores mucho trabajo, ya que este tipo de testigo suele estar, por su propia preparación técnica, en mejor posición para identificar el origen y naturaleza del fenómeno que ha observado. De manera que, cuando un astrónomo, un meteorólogo o un piloto reporta el avistamiento de un fenómeno que él no ha podido identificar, es probable que la naturaleza del mismo no se encuentren en el campo que dominan dichos profesionales.
Pero aún más valorados que los testimonios de astrónomos, físicos, meteorólogos, etc., por parte de los Ufólogos, están los testimonios de los pilotos. La formación técnica de los pilotos, civiles y militares, incluyen esos conocimientos sobre física, astronomía y meteorología, que los califica ya notablemente. Pero además exige un equilibrio psicológico, el imprescindible para responsabilizarse de los pasajeros o las valiosas naves que pilotan , que periódicamente será comprobado. En el caso de los pilotos, por ejemplo, cada 6 o 12 meses deben someterse a "cursos de refresco" en donde exámenes psicológicos, simuladores de vuelo, etc., comprobarán su equilibrio y su preparación técnica. Obviaremos incluir en este tramo a los astronautas que, aún siendo pilotos, evidentemente merecen un tratamiento aparte, dado que no son pocos los astronautas rusos y norteamericanos que han protagonizado avistamientos Ovnis durante sus misiones espaciales. Por otro lado, el piloto suele ser el vértice de un triángulo imaginario formado con otros profesionales del aire: los radaristas y los controladores aéreos.
La importancia de estos "profesionales del aire" en algunos avistamientos Ovni protagonizados por pilotos resulta fundamental. Los refutadores profesionales argumentan que los testimonios de pilotos no son válidos por la carga emocional que encierra el toparse con algo extraño mientras son responsables de las vidas del pasaje, como si esa situación (por otro lado la esencia de su quehacer diario) pudiese turbar hasta ese punto su percepción de la realidad, como para confundir a la Luna con un plato volador. En este tipo de caso, por ejemplo, el radarista juega un papel crucial al constatar las declaraciones del piloto y tripulación del vuelo con un eco no identificado en la pantalla del radar. O el controlador, que coordina varios vuelos cuyos comandantes describen las evoluciones de un fenómeno similar. Cuando no es el mismo controlador, sobradamente calificado en la identificación de aviones, helicópteros, etc., quien también observa el fenómeno desde el mismo Centro de Control.
Los avistamientos múltiples protagonizados por pilotos, radaristas y controladores aéreos, constituyen los casos más importantes de la investigación ufológica, debido a que suministra información muy objetiva sobre la naturaleza del fenómeno Ovni. Por esa razón, los casos de avistamientos múltiples son encuadrados inmediatamente bajo la figura jurídica del "secreto de estado".
De hecho los pilotos fueron quienes se percataron e informaron de la presencia de los Ovnis, y a ellos le debemos reconocer su descubrimiento. Desde la Segunda Guerra Mundial se han producido cientos de reportes Ovnis por parte de pilotos civiles y militares, que constituyen un universo de casos que no trascendieron a la opinión pública mayormente, con la excepción de unos pocos incidentes difundidos por la prensa, y que son los clásicos casos conocidos por todos los aficionados al tema. Paradójicamente, los casos más importantes como son los avistamientos múltiples han sido vedados al conocimiento público por el manto oficial del secreto de estado, sin mediar ninguna explicación.
Los dispositivos de la defensa y el control aéreo
La ciudadanía en general, y en particular los refutadores de la hipótesis ET de los Ovnis, desconocen mayormente los múltiples dispositivos de la defensa y el control aéreo, que se aplican a fin de obtener una mayor eficacia en materia de "seguridad". El argumento del error humano que se esgrime frecuentemente resulta, en la actualidad, un enfoque inconsistente e ilógico ante la sofisticada tecnología de rastreo, detección y análisis, en uso combinado desde tierra (radares) y desde el espacio aéreo (satélites).
Una extensa red de satélites y estaciones terrestres de rastreo y detección, dispuestas en formas fijas y móviles, constituyen un dispositivo de "alerta temprana" muy eficaz, que permite registrar e identificar instantáneamente el desplazamiento de objetos voladores como satélites, cohetes o aviones supersónicos no identificados.
La tecnología avanzada de detección e identificación de objetos voladores también permite detectar e identificar el ingreso al espacio aéreo terrestre de objetos como los meteoritos, la chatarra espacial, etc., lo cual posibilita conocer con precisión su trayectoria y la zona del posible impacto.
A la citada red de "alerta temprana" se suman los controles aéreos zonales mediante el uso de radares militares y de aeronavegación comercial. El control aéreo zonal, o nacional, se efectúa mediante el uso del radar secundario y el radar primario.
El radar secundario: Toda aeronave, sea civil o militar, ha de disponer de un emisor de señal, previamente "acordada" con el radar secundario, que será recibida e interpretada (transponder) en el mismo. Así la pantalla del radar secundario reflejará tres códigos referente a cada tráfico aéreo, y que corresponderá a la altitud o nivel de vuelo (modo Bravo), velocidad del avión (Modo Charly) e identificación o trasponder (modo Alfa), en términos aeronáuticos, Sqwak, de la aeronave.
Obviamente, una aeronave que, por la razón que fuese, no emitiera ese código señal preacordado con el ordenador, no aparecería en la pantalla del radar secundario. Por otro lado, una avería en el modo alfa (identificación), que sin embargo no afecte a los modos Bravo y Charly, convertiría técnicamente a ese avión en un tráfico no identificado (intruso) aunque los datos sobre la altitud y velocidad que aparecerían en la pantalla lo revelarían como una aeronave convencional.
El radar primario: Este tipo de radar es el más conocido. Limitado caso exclusivamente al sector de aproximación dentro de la aviación civil (ya que normalmente se opera con el secundario) es utilizado de manera constante en el sector militar, dado que el espacio aéreo nacional está vigilado por radar primario y secundario a la vez. Este sistema de detección utiliza la natural reflexión de un objeto o fenómeno. El radar emite una onda que, al encontrarse con algún cuerpo o fenómeno en su camino, rebota regresando al emisor, y siendo reflejada en la pantalla del radar. A partir de aquí, justo es reconocer que existe toda una serie de "ecos falsos" que pueden ser reflejados en las pantallas del radar primario y secundario.
Estos ecos falsos son aparentes reflejos interpretados por el ordenador del radar, que pueden obedecer a causas distintas: vuelos de pájaros migradores, ciertos granizos, ionización atmosférica, etc. Por esa razón, para evitar los riesgos de este tipo de ecos, los controladores y observadores de radar son entrenados durante su formación para discriminar este tipo de fenómeno.
Por otro lado, y en honor a la verdad, es necesario aclarar que no todos los "ecos verdaderos" detectados en radar y pertenecientes a Tráficos No Identificados (TNI) se deben a Ovnis. Una avioneta de contrabando o de narcotráfico que penetra en vuelo visual (VFR), es decir, vuelos que no son controlados o no notifican el obligatorio plan de vuelo en nuestro espacio aéreo, para entregar su repugnante mercancía, igualmente sería detectada en radar primario, sin que fuese posible su identificación. De manera que, vuelos visuales, averías en el trasponder, extravío del plan de vuelo, etc., forman parte de las muchas posibilidades que existen de que aeronaves convencionales o artilugios voladores no declarados se conviertan en un Tráfico No Identificado en las pantallas del radar. Pero para esto están los radaristas y los operadores. Después de horas, días y años de servicio escrutando las pantallas, los mismos radaristas son los técnicos más calificados para diagnosticar si un eco puede obedecer a alguna causa convencional, como las ya explicitadas, o realmente un fenómeno desconocido está siendo registrado en el radar.
El radar se limita a reflejar una información objetiva que posteriormente el observador o radarista habrán de interpretar. Y si bien dicha interpretación humana es susceptible de error, cuando la detección en radar de un eco es confirmada por los testigos visuales, por ejemplo pilotos, resulta ya imposible eludir el carácter físico del Ovni.
Para los casos de detección de tráficos aéreos no identificados y Objetos Voladores No Identificados, existe un dispositivo de la defensa aérea denominado "Scramble" (Interceptación). El objetivo de la misión "Scramble" consiste en concretar una aproximación al intruso para su reconocimiento y eventual interpretación. El resultado de las misiones "Scramble", como la detección satelital de Objetos Voladores que penetran el espacio aéreo, desplazándose por distintas zonas para regresar al espacio exterior, son informaciones militares calificadas como secretas. Pero el hecho de que esas informaciones no trasciendan, no significa que los "Platos Voladores" resulten ser objetos no identificables, porque son perfectamente identificables, y su procedencia del espacio exterior es absolutamente comprobable mediante la aplicación de tecnología combinada.
Diferenciando una raza extraterrestre
Oscar Lorenzo Ferreyra
San Martín – Argentina
En 1955 en Kelly, una ciudad de los Estados Unidos, ocurrió algo fantástico. La familia Sutton vio a su famoso "monstruo". Sí. Un tipo de humanoide, parecido a un extraño antropoide o mono.
Junto al ser, un ovni. Por esto último, quien describe destaca que se trató de una raza alienígena ya vista en el mundo. A continuación describimos sus características anatómicas y las relaciones con el planeta de origen.
En la Ovnilogía moderna existen varios casos de seres tipo "Sutton". En 1947, dos seres bajos muy similares al biotipo del de USA. En Francia, tenemos los casos de Dewilde y Mazzeude, ambos de 1954...
Estaremos frente de seres que ya no aparecen por extinguidos? ¿Habrán colonizado las cuevas que hay en la Tierra? (Y por lo tanto serían "terrestres").
Son noctílopes. Aparecen de noche. ¿Por qué la mayoría – entre todos los casos del tercer y cuarto tipo – son nocturnos?
Esta última pregunta podría ser motivo de un estudio posterior.
El Informe Bennewitz
(Primera parte)
José Espinoza
San Cristóbal – Venezuela
jespinoz@epsilon.funtha.gov.ve
(Información obtenida del libro "La amenaza extraterrestre" de Salvador Freixedo)
Paul Bennewitz. en los últimos dos años se ha convertido en un personaje singular en el mundo de los ovnis. Denostado o seguido por muchos de los "ufólogos", es indudablemente una pieza clave en la investigación de las actividades de los extraterrestres en nuestro mundo.
Es un científico de primera categoría, presidente de los Laboratorios Científicos "Thunder" en Alburquerque. y con una veta de genio que ha demostrado más que suficientemente en sus investigaciones en las actividades de los ovnis.
Algunos lo acusan de ser un agente solapado del gobierno para despistar a los investigadores. dándoles pistas falsas y otros no dejamos de tener algunas sospechas sobre el, porque ciertamente se nos hace muy difícil de comprender cómo un hombre, usando únicamente sus propios medios, ha llegado a conseguir una información tan secreta que, de ser cierta, da muchas claves para comprender el misterio tras el fenómeno ovni.
El doctor Bennewitz vive en Manzano (Nuevo México), cerca de un área de almacenamiento de armas, muy próximo a la Base Sandia de la Fuerza Aérea.
Como desde su casa estaba constantemente observando luces en el cielo, se decidió a investigar por su cuenta a ver si aquellas luces eran efectivamente ovnis y cuál era la causa de que abundasen tanto en aquella zona. Para ello usó no sólo sus muchos conocimientos en electrónica y física, sino todo el instrumental de su laboratorio. Sobre todo cámaras de filmar y ordenadores.
Su primer objetivo fue entrar en contacto con los tripulantes de aquellas máquinas, cosa que logró muy pronto gracias a su gran inteligencia y a su conocimiento en materia de programación y códigos de ordenadores. Debido a esta comunicación, fue poco a poco conociendo más a fondo los propósitos y actividades de aquellos misteriosos individuos y haciéndose una idea cabal de cómo era su psicología.
Atemorizado en parte con lo que fue descubriendo, se decidió a comunicárselo a las autoridades y redactó un largo informe que a continuación le ofrecemos al lector. Mal sabía el doctor Bennewitz. cuando acuciado por la curiosidad comenzó sus investigaciones, que el gobierno ya conocía todo lo qué él estaba tratando de averiguar, y que la preocupación que él tenía era la misma que desde hacía tiempo le quitaba el sueño a algunos miembros más responsables del gobierno.
Sin embargo, para los maniáticos militares del Pentágono, imbuidos de la paranoia belicista y con una excitación casi orgásmica ante sofisticadísimas armas con las que divertirse aplastando a los comunistas (y al mismo tiempo acabando con el planeta), el pacto con los extraterrestres tenía que continuar. Paul Bennewitz envió su informe, en el que hasta proponía maneras para defenderse de los EBEs, pero las autoridades no le hicieron ningún caso.
Es, sin embargo, algo muy de extrañar que conociendo PB (Paul Bennewitz) todo lo que conocía no sufriese ningún atentado ni fuese silenciado de una manera violenta como lo han sido tantos otros. Aunque algo de esto sí debió suceder, pues en los últimos meses se ha negado a hacer más declaraciones. Sin embargo, su retirada no fue total, ya que en alguna ocasión, Paul Bennewitz preguntado por algún periodista, se reiteró en todo lo dicho.
Según él, tiene 2 km. (kilómetros) de film de 8 mm con las idas y venidas de los ovnis cerca del área de estacionamiento de armas en Manzano y muchos videos y fotos. Además, asegura que en la casa Kodak, adonde mandó sus películas y fotos a revelar, le han manipulado los negativos en muchas ocasiones, le han cortado pedazos de partes en que aparecían ovnis muy de cerca, los han tenido por dos meses y hasta en una ocasión la película que le devolvieron era una copia. y no la original que él les había mandado.
A continuación traduzco el informe enviado por PB – por cierto en un inglés muy «sui generis» – al gobierno de los Estados Unidos. Comienza con un resumen de todo lo que contiene el informe:
La comunicación mediante computadora con los alienígenas – aunque sin un contacto directo – (me) ha dado un idea razonablemente clara de e/los y de su sicología, su lógica, métodos lógicos y sus metas principales.
Es importante tener presente desde el principio que los alienígenas (con los que Bennewitz trataba) son raros, emplea el engaño, no tienen intención aparente de hacer la paz y obviamente no cumple ningún trato que hayan hecho previamente.
En cuanto a la verdad, tienden a mentir, pero su memoria para mentir no les dura y eso se demuestra tras analizar sus afirmaciones en la computadora. Por tanto, no es difícil " verles la oreja ", por así decirlo, y de aquí se puede deducir la verdad.
El propósito de este informe no es el criticar o señalar a nadie con el dedo, indudablemente, quienquiera que fuese el que hizo el primer contacto (con estos seres) actuaba conforme a nuestra lógica y no conforme a la de ellos, y por eso actúo de buena fe, pero cayó en la trampa.
Los alienígenas indicaron que los "grises" – que aparentemente son el grupo inicial que hicieron el trato – todavía estaban enfadados por la captura y muerte subsiguiente de los ocho compañeros suyos que llegaron primeramente (Desconocemos a qué se refiere).
Hay otro grupo, que en el lenguaje de la computadora, se llaman a sí mismos "Naranja", y cuya base está en la ladera oeste de la Mesa de Archuleta... (da detalles precisos y prolijos de dónde tienen la entrada y de la extensión de la base subterránea).
Basado en fotografías aéreas. en las cuales se ve a un (ovni) alienígena claramente y despegando, se puede decir que algunos despegues proceden de la dirección del domo (del que habló previamente). Creo que el lugar es una salida de la base subterránea. En las fotos en infrarrojo de la NASA se ve lo que parece ser una limosina negra al lado del domo en una rampa. También hay vehículos con ruedas, vehículos para nieve y, "caterpillar", camiones y "jeeps". Los alienígenas no usan ruedas; los humanos sí.
(A continuación sigue describiendo todo lo que se ve en las fotos en infrarrojo y llega a !a conclusión de que son implementos pertenecientes al ejército de los Estados Unidos que está colaborando con los extraterrestres. Termina así el largo párrafo): "He comparado las dimensiones de todos los tipos de vehículos y son exactos a los del ejército. Si yo tuviese que hacer alguna conjetura, diría que las limosinas negras son de la CIA".
(Continúa describiendo pormenores de la base y termina): "El área total de la base alienígena – que da la impresión de tener varios cultivos, que en el lenguaje de la computadora se llaman "Unity" – mide tres kilómetros de ancho por ocho de largo. Un cálculo aproximado de la población total de alienígenas en la actualidad, a juzgar por el número de naves que vuelan sobre esta área y las que hay posadas en el suelo en las fotos infrarrojas, sería de unos dos mil y probablemente más. Y ellos dicen que hay más en camino".
(Sigue un párrafo de difícil comprensión, dada la sequedad y a veces la incorrección del lenguaje de P. B.):
"No quiero especular en esta información acerca de cómo fue el contacto inicial del gobierno, que fue lo que se supo, ni cuántos lograron escapar. Los alienígenas han comunicado su punto de vista y si fuese cierto, en verdad que no sería tragable".
"He omitido muchos detalles para una futura discusión si se desea, pero lo importante es lo dicho".
"Estos son datos muy valiosos":
Solución: Dudo que haya una "cura" inmediata y total para todo esto. Sin embargo si pienso que hay que pararlos y tenemos que salir de este circulo vicioso antes de que sea demasiado tarde. La realidad es que cada noche ellos agarran y "cortan" como ellos dicen a mucha gente. Y cada uno de estos "implantados" está listo para que en cualquier momento le aprieten el botón. No sé si todos los implantes son eficaces o no, pero lo que sí creo es que en los Estados Unidos hay por lo menos 300.000 implantados y no menos de dos millones en todo el mundo...