EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 9 – Mayo de 1999

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Comunicación por acción

 

Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar

 

"...En Brasil, por ejemplo, en los 50, están dos italianos en un campo. Baja el objeto. Bajan estos seres petisos. Paralizan a los dos italianos. Y mientras estos están paralizados, estos seres van, cortan un pedazo de alambre de la tranquera, arrancan plantas de tabaco, juntan piedras, y la van poniendo toda en un balde o bolsa. Toman muestras de cosas. Y luego que hicieron ese muestreo, se van. Se meten adentro del objeto con la bolsa y se van. ¿Cuál es el mensaje? ‘Somos exploradores como ven, que venimos a levantar las cosas que estamos estudiando: el alambre, el tabaco, la piedra’. Ahora vos decís: ‘Bueno, podrían decirlo’. Bueno, debe haber una razón por la cual ellos dejan un mensaje visible y físico. La acción. La acción es el mensaje. Y es el más sencillo de todo. ‘Somos exploradores, que estamos levantando muestras, como hacen Uds., y nos vamos’.

Las palabras del investigador argentino Egio Hernán De La Vega-Buonanno, quien actualmente reside en la ciudad canadiense de Mississauga, son dichas en forma pausada. La tarde va cayendo sobre la ciudad de Buenos Aires en aquel mes de mayo de 1997.

"La teoría de la comunicación por acción me parece que no la leí nunca. Me parece que la inventé yo. Pero para mí eso es sumamente obvio. Es comunicación por acción. Honestamente creo que el concepto de comunicación por la acción, o como se dice en inglés stage accion, acción de escenario, me parece extremadamente obvio. Si uno revisa los aterrizajes va a ver que la conducta de esos seres si no es por comunicación específica (telepática), entonces es mediante comunicación por acción. O bien escenario preparado, stage accion. A mí me parece que ese concepto de acción de escenario o comunicación por acción, para darle un mejor sentido, es la explicación de la conducta de estos seres".

El señor Buonanno es investigador del fenómeno OVNI desde el año de 1954 y hace más de dos décadas que reside en Canadá.

Continua ejemplificando su teoría de la "Comunicación por la acción" en aquel céntrico café porteño.

Tantas veces vez el hecho de que el OVNI desciende.

- ¿Y qué vio?.

- Y vi unos seres que bajaron.

- ¿Qué hicieron los seres?

- Se pusieron como a soldar. Y soldaban y soldaban...

- ¿Y qué pasó?

- Y cuando terminaron, levantaron todos los pertrechos y se fueron.

Yo estoy seguro que no estaban soldando nada ni arreglando nada. Estaban dando un mensaje al testigo, que ellos saben que está mirando. Es ‘somos seres como Uds. y este es nuestro vehículo. Así como Uds. arreglan el suyo, nosotros arreglamos el nuestro’. Es así de sencillo.

Desde hace un tiempo Egio escribe artículos sobre ovnis en el Noticiero Argentino – Uruguayo, que se publica simultáneamente en las principales ciudades de U. S. A. y Canadá.

Los ejemplos continúan.

"Hay un caso en Santa Fe donde está una persona dentro de un vagón de ferrocarril durmiendo y se abre la puerta del vagón. Esto fue por los años 50. Se abre el vagón y hay afuera una luminosidad extraordinaria. Y entra un gigante luminoso, enorme, lleno de escamas luminosas. Y el hombre se tapó con el diario. Vio esa cosa extraordinaria y se tapó con el diario. ‘Me matan. ¿Qué será esto?’ Y este ser le arranca el diario. Pero le arrancó el diario de muy mala manera. No sé si le pegó con el diario o bien le arrancó el diario de muy mala manera, y se fue. Y el tipo quedó acurrucado dentro del vagón y el ser salió del vagón. ¿Vos que deducís de semejante actitud? Para mí es muy obvia, aunque me costó llegar a esa conclusión. Toda actividad, cuando no es una actividad de informar algo evidentemente, la actividad es pasar un mensaje. ‘Yo te puedo matar pero no te hago nada’. Ese es el mensaje. Y por supuesto, el testigo va a ir a contar el evento, porque eso es implícito. Está implícito que el testigo va a ir".

Por supuesto que hay otras formas, también mediante la acción, de decirnos que no nos harán nada...

"Si vos analizás los casos de extraterrestres en contacto con seres humanos, por ejemplo, los aterrizajes que ocurrieron en Argentina, en Brasil, en Europa, vos vas a ver que esos seres se muestran siempre en actividades básicas. Y siempre, yo diría que en el 95% de los casos, ellos siempre huyen cuando notan la presencia del testigo. Eso simplemente es una política para infundir tranquilidad al terrestre. El terrestre sabe que si huye no hay peligro".

No podría faltar en este rosario de ejemplos casos famosos, como el "Caso Polanco" o también llamado "Caso Bariloche", ocurrido sobre el aeropuerto de aquella ciudad el 31 de julio de 1995.

Sin ir más lejos, en el asunto del 737, el copiloto dice: ‘Comandante tenemos tráfico’. Y anuncia que el objeto viene en rumbo de colisión. Y el comandante dice: ‘guarda, guarda’. Porque, claro, es tan inusual que se le venga algo así, algo encima. Cuando está ya a 100 metros se le pone en la punta del ala y ellos ven ese objeto discoidal... Rumbo de colisión... Una cosa que viene así y se frena y hace así [mientras dice estas palabras describe, con el brazo, la maniobra del OVNI que desvía su rumbo para colocarse sobre el ala derecha], tiene la intencionalidad. No puede ser casual. Luego el avión comienza a descender y el ufo continua en la punta del ala... O sea que la intencionalidad está. ¿Cuál es el mensaje? El hecho que venga en rumbo de colisión y frene a mí no me cabe duda que el mensaje implica eso. ¿Qué será el mensaje? ¿Te ataco? ¿Te puedo atacar? ¿Te quiero chocar, te quiero asustar? ¿Existe otro tipo de concepto que implique un rumbo de colisión y tenga otro significado diferente? ‘Te llamo la atención’, porque también puede ser ese. Pero no obstante hay un elemento de sorpresa y agresividad. Sí, ese es el mensaje. El mensaje es: ‘yo puedo ser agresivo, yo te puedo infundir miedo si quiero, yo te puedo vigilar, estar al lado tuyo’.

Finalmente, a pesar de que muchos esperan grandes revelaciones para la humanidad de parte de ellos, Egio nos aclara que el mensaje "es elemental. Es un poco decepcionante porque nosotros pensábamos que por ahí nos venían a explicar con fórmulas matemática el secreto del Universo. Eso puede ser dentro de 500 años. Pero por ahora el mensaje es simple, básico".


Un platillo volante... terrestre

 

NOTICIAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA

Vol. I, No. 61

Viernes, 23 de Abril de 1999

http://www.amazings.com/ciencia

 

El Lightcraft tiene aspecto de disco y será capaz de volar. En el futuro será uno de muchos vehículos con los cuales podremos sacar a la familia a pasear, e incluso ir a la Luna.

A pesar de su aspecto, el Lightcraft tiene poco que ver con los platillos volantes de las películas de ciencia ficción. Al contrario, tuvo su origen en un diseño de un vehículo transatmosférico ideado en el Rensselaer Polytechnic Institute por el profesor Leik Myrabo. Con él, tiene la intención de reducir el coste del acceso al espacio en un factor de 1.000, usando además un sistema que sea totalmente "verde".

Myrabo ha estado trabajando desde 1972 en el uso de láseres para lanzar satélites. La innovación consiste en utilizar la atmósfera como el combustible que será calentado por el láser. A mayor altitud, donde la atmósfera se hace muy débil, el vehículo transportará una pequeña cantidad de hidrógeno que también será calentado por él.

El primer prototipo pesaba sólo 25 gramos y era capaz de levitar gracias a la acción de un rayo láser infrarrojo de 10 kilovatios. Sin embargo, el diseño inicial de Myrabo para la NASA consiste en un vehículo de 5 metros de diámetro, útil para transportar cuatro personas. Su parte frontal tiene la forma adecuada para reflejar el láser coherente hacia una región estrecha donde el aire circundante se calentará para convertirse en un escape de gas a gran velocidad. Este chorro impulsará la nave hacia arriba.

El poderoso láser se encontraría en órbita terrestre, utilizando la energía del Sol para producir su rayo, pero también es posible usar láseres situados en tierra.

Myrabo ha construido un modelo de 15 cm de diámetro con el cuál alcanzó 28 metros de altitud. El próximo paso será la construcción de un láser de 150 kilovatios que impulsará un modelo más grande hasta unos 30 km. de altitud. Con un láser de 1 gigavatio será posible lanzar satélites pequeños al espacio.

El diseño definitivo (Lightcraft), sin embargo, ha sido ideado para prescindir de los láseres. La tecnología de las microondas está más madura y sería posible enviar rayos de este tipo desde el espacio hacia un "platillo" que transportaría hasta 12 personas y tendría 20 metros de diámetro. Además de poder evolucionar libremente a través de la atmósfera, podría volar hasta la Luna. El emisor de microondas, a su vez, tendría 1 km. de diámetro y produciría una potencia de 20 gigavatios a partir de la luz del Sol. Las microondas serían después recogidas por las antenas del Lightcraft, quien las convertiría en electricidad.

La nave tendría una estructura presurizada con helio, como una especie de globo. El material envolvente sería transparente a las microondas, lo que lo haría "flotar" de forma parcial. El vehículo estaría asimismo rodeado con dos anillos superconductores y equipado con una serie de motores de iones y paneles solares.

Para el lanzamiento, el Lightcraft usaría la electricidad generada por los paneles solares (por la noche serían iluminados con un láser infrarrojo espacial) para ionizar el aire y moverse a través de descargas electrostáticas (entre 80 y 160 km./h). Después podría pasar a utilizar el transmisor de microondas, las cuales serían enfocadas por un reflector interno para calentar el aire en un extremo u otro de la nave y empujarlo en la dirección contraria. La aceleración sería muy rápida. Situado a una buena altitud y más rápido que la velocidad del sonido, el Lightcraft podría utilizar entonces el motor magneto – hidrodinámico. Maniobrando de una manera particular, las microondas serían reflejadas hacia adelante para crear una burbuja súper caliente de aire frente al vehículo. La burbuja actuaría como protección y la nave podría acelerar hasta Mach 25 (velocidad orbital).

Los primeros prototipos reales quedarán en manos de pilotos militares y de la NASA, todos ellos muy experimentados. Las altas aceleraciones en las que se podría incurrir supondrían el uso de cápsulas de escape llenas de líquido, para protegerlos de las fuerzas G.

Aunque todo suena muy fantasioso, todas las tecnologías en las que se confía para hacerlo realidad ya han sido demostradas. El precio del acceso al espacio se reduciría a lo que nos costara la energía transmitida por la central orbital. Se podría dar una vuelta a la Tierra en 45 minutos o ir a la Luna en 5 horas y media.

Información adicional en:

http://www-aero.meche.rpi.edu/curriculum/tavd/intro

Imagen:

http://www-aero.meche.rpi.edu/curriculum/tavd/intro/images/ship2-big.jpg


Francisco Atienza

El tiempo y los OVNIs

 

Oscar Lorenzo Ferreyra

San Martín – Argentina

cabina@sanmartinmza.com.ar

 

¿Quién es Francisco Atienza? Un hombre y un apellido común, claro. Sin embargo, el que está en cuestión, es un viajero del tiempo... y el espacio...

El 12 de noviembre de 1968 la casuística OVNI nutría los archivos. Sí. Un español, F. Sinod, se entrevistó con este hombre en la banquina de una ruta (poco antes de morir, el testigo reveló su auténtico apellido, que era Donis, habiendo utilizado una metátesis para ocultar su verdadera identidad). De una nave voladora bajó con él telepática y verbalmente. Le dijo que provenía del planeta Urln, habitado por una colonia de terrestres que había partido de nuestro planeta hace 10.000 años.

Y sí, ante una pregunta hecha por el autor de este artículo a Fabio Zerpa, su respuesta fue que el tal Atienza caminó por la Mendoza colonial (¡?).

Recurriendo a Einstein y la teoría de la relatividad es un suceso aceptable.

Claro, porque viajando a la velocidad de la luz en el cosmos el tiempo pasa más lento y cada 100 años terrestres le corresponderían el 10% en el espacio, es decir, 10 años. A 1000 años, 100. Para una persona que haya viajado y estado en una nave espacial durante 50 años, aquí pasarían... 500 años. Así, Atienza pudo haber nacido en 1497 y estar aún con vida. Además en 1968 pudo tener 47 años ante F. Sinod, y 30 años después, le pasaron sólo 3 años, y hoy si está entre nosotros "cumpliría" ¡50!...

Si se recuerda, Albert Einstein habló de esta posibilidad diciendo que los ovnis podrían venir de alguna comunidad que haya salido de la Tierra hace miles de años... Al respecto, pregunto atrevidamente: ¿habrá nacido Don Albert en – según la relación – 1200? (70 años allá, 700 aquí). ¿Cómo es que supo de esta posible realidad de un planeta colonia terrestre?


La visita inesperada

(Tercera parte)

 

Asdrúbal Acosta

Ituzaingó – Argentina

 

La búsqueda inteligente

 

El ocultamiento de los avistamientos Ovnis, su periódica aparición en distintas zonas del planeta Tierra, y las evidencias mínimas obtenidas por los investigadores ufológicos, conllevan a preguntas tales como: ¿estamos solos en el universo?, ¿hay vida extraterrestre científica y tecnológicamente más evolucionada que la nuestra?, ¿los Ovnis son artefactos extraterrestres que nos visitan?, de ser así, ¿por qué no toman un contacto comunicacional con nosotros? Sin dudas, nada ocurre por casualidad.

En la inmensidad del universo no existen causas si efectos ni efectos sin causas. La causa y el efecto constituyen un proceso que contiene y encierra factores lógicos que lo determinan y desencadenan. Por consiguiente, la aparición periódicas de Ovnis en el cielo terrestre encierra y contiene una explicación lógica que, obviamente, los refutadores de la hipótesis ET se rehusan aceptarla, apelando para tal fin a la técnica de la sofística en su argumentación fundamentalista. En tal sentido, por ejemplo, resulta una falacia la afirmación refutacionista que sostiene que los Ovnis pueden ser cualquier cosa como un avión, satélite, meteorito o el producto de inversiones térmicas. Evidentemente, el extremismo negacionista de los refutadores (presuntamente racionalistas) borra de plano la esencia del concepto Ovni (Objeto Volador No Identificado). Es decir, un artefacto volador que reviste formas y características técnicas que resultan desconocidas para el común de los países y sus habitantes.

Al respecto, las fotografías y vídeo filmaciones de los Ovnis, obtenidas genuinamente, muestran la naturaleza física, las características estructurales y su formato. Resultando atípicos a los modelos de aeronavegación terrestres, en lo concerniente a la aerodinámica, la maniobrabilidad y la velocidad. En tal sentido, los testimonios aportados por los testigos calificados de todos los países, particularmente los pilotos, permiten descartar la idea o posibilidad de que los Ovnis resulten ser un producto secreto de la tecnología terrestre. Tal afirmación resulta otra falacia especulativa de los refutadores de la H.E.T., que revela un desconocimiento global del proceso de desarrollo tecnológico terrestre y de sus limitaciones actuales. Mayores aún resultan esas limitaciones técnicas en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, cuando los Ovnis aparecían en el cielo, según los testimonios aportados por los pilotos alemanes y aliados. Por entonces los Ovnis ya denotaban poseer una tecnología prodigiosa, según el relato de los observadores de la época. Una tecnología Ovni que, evidentemente, no podía ser de origen terrestre en aquella época, ni en la actual.

De haber sido así, otra hubiese sido la tecnología aplicada actualmente en materia de desarrollo astronáutico. Sin embargo, la tecnología astronáutica terrestre en uso conserva los lineamientos aerodinámicos e impulsores creados por la inventiva humana debido a una razón muy simple: no se conoce otra forma de aplicar una mejor tecnología astronáutica. Por ende, la idea de que los Ovnis pueden ser artefactos voladores secretos de alguna potencia militar terrestre, tenía asidero durante la Segunda Guerra Mundial o en el transcurso de la Guerra Fría protagonizada por la Unión Soviética y los Estados Unidos. Empero, el acuerdo de Bush y Gorbachov con los países miembros de "la Cumbre" que dio origen al proceso de la unificación de los mismos y la globalización en curso, tornan inaceptable a la presunción de que los Ovnis son artefactos terrestres de índole "secreta". Entonces, si los Ovnis no son de origen terrestre, ¿de dónde vienen? El "Top Secret" con que todos los gobiernos tratan el asunto Ovni es más que elocuente, y convierten a la respuesta en una cuestión obvia: son artefactos extraterrestres que visitan a nuestro planeta.

Consecuentemente, una de las cuestiones que más intrigan a la mayoría es la siguiente: si los Ovnis son, como aparentan ser, artefactos extraterrestres de una avanzada civilización tecnológica que nos visita, ¿por qué no establecen contacto con los terrestres?... La cuestión en sí, que todos hemos abordado analíticamente en algún momento, encierra una elemental inocencia, y un profundo desconocimiento de los aspectos psico – sociológicos que contiene la cuestión del contacto, la comunicación y el entendimiento.

Tales aspectos se ponen de manifiesto, y de ello se toma consciencia, cuando se viaja a un país extranjero que practica un idioma y una cultura desconocida. Primordialmente, en esa circunstancia especial, el visitante se percata de los difícil y problemático que resulta el contacto comunicacional y el entendimiento entre los propios humanos: la comunicación se reduce a un mínimo de gestos o señas, que constituyen un código primario de entendimiento que, por otra parte, funciona cuando ambas partes conocen su significado. De lo contrario, el entendimiento resulta un hecho imposible entre los propios humanos. No obstante a que son seres inteligentes que habitan el mismo planeta.

Ahora, la idea de que los Ovnis no intentan establecer contacto con los terrestres resulta incorrecta, debido a que no concuerda con los hechos investigados con la Comunidad Ufológica Internacional. Sobre el particular, existen numerosos casos de avistamientos Ovnis protagonizados por testigos ocasionales, en donde los testigos ejecutaron señales con linternas o reflectores, imitando a figuras geométricas o al código morse, y los Ovnis respondieron de igual forma. También existen centenares de encuentros Ovnis / pilotos en donde se produjo esa comunicación primaria. La cuestión en sí quedó desapercibida por todos los investigadores, quizás, porque no se percataron de las posibilidades investigativas a que conlleva la Búsqueda del Contacto Inteligente mediante el uso de una aparatología específica y un procedimiento de constatación adecuado para esa finalidad.

 

La ufología experimental

 

El propósito de toda investigación radica en verificar la hipótesis que se manejan, a través de un procedimiento de comprobación rigurosa, que demanda una objetividad e imparcialidad absoluta, como una condición indispensable para arribar a lo cierto o verdadero.

En el mundo de las investigaciones no existen desarrollos investigativos sin una previa formulación hipotética sobre la cual basar la investigación. En una investigación específica, las hipótesis que se manejan pueden resultar de índole convergente o divergente. Ello no constituye un obstáculo para el desarrollo investigativo, dado que todas las hipótesis deben ser sometidas al proceso de la comprobación funcional. Entonces, ¿cómo podemos verificar las sospechas contenidas en la H.E.T. de los Ovnis? Sobre el particular debemos considerar, previamente, lo siguiente: si los Ovnis son, como aparentan ser, artefactos extraterrestres de una avanzada concepción tecnológica, aquellos deben poseer (necesariamente) dispositivos de reconocimiento, análisis, comunicación, y probablemente, también cuenten con dispositivos de protección y defensa. De ser esto así, entonces la comunicación inteligente con los Ovnis a través de una adecuada instrumentación cibernética, derivaría hacia una factibilidad cierta de contacto comunicacional que, a juzgar por el contacto comunicacional primario concretado en los encuentros entre Ovnis / pilotos, tendría un alcance invalorable para el avance del conocimiento humano. A la vez, simplificaría grandemente el proceso de la comprobación científica. Por ende, en materia de investigación ufológica, la faz experimental tendiente a procurar el contacto inteligente con los Ovnis, se torna sumamente importante por sus derivaciones y alcances. Al respecto, los resultados preliminares obtenidos en la experimentación concretada por Ufo Investigación, abren un nuevo horizonte de trabajo para los investigadores progresistas. Dado que, el procedimiento desarrollado posibilita la comprobación repetible del contacto primario establecido entre Ovnis y pilotos, que investigó la Comunidad Ufológica Internacional.

En consecuencia, la cuestión en sí dejó de ser un mero asunto hipotético basados en hechos meramente circunstanciales. A través de la Ufología Experimental y la Búsqueda Inteligente del Contacto Comunicacional con los Ovnis, se puede arribar a la comprobación sorprendente de que no estamos solos en el universo, y que los Ovnis son artefactos extraterrestres que nos visitan. Un hecho que todos los gobiernos se esfuerzan por ocultar debido a los mezquinos intereses sectoriales que constituyen y representan.

De aquí en más se abre un camino de nuevas posibilidades para aquellos investigadores y comunicadores sociales que, tomando como principio el concepto de ver para creer, quieran verificar los resultados que arroja la Ufología Experimental en su Búsqueda Inteligente del contacto comunicacional con los Ovnis. Con tal finalidad, Ufo Investigación organizará jornadas experimentales de campo destinadas especialmente a los investigadores y a los comunicadores sociales.

(Fin del artículo)


Verdad y mentira de la vida en el Cosmos

(Primera parte)

 

Leopoldo Fausto Montello

Buenos Aires – Argentina

cieao@ciudad.com.ar

 

Reportaje realizado al Doctor Igor Mirabel en el Diario "Clarín" el jueves 6 de febrero de 1986, durante el cual el conocido radioastrónomo argentino niega posibilidades a la exobiología. Un interesante reportaje y a la finalización del mismo, el amigo lector conocerá mi postura.

El diario "Clarín" publicó lo siguiente:

 

Buscar la razón en el espacio

 

_ ¿Hay hasta ahora alguna prueba de la existencia de vida inteligente extraterrestre?

_ NO. Ni siquiera hay una prueba de la existencia de vida extraterrestre, aunque no sea inteligente.

_ Sin embargo, los científicos están convencidos.

_ Estar convencidos es una cosa, y tener una evidencia experimental es otra cosa muy distinta. En realidad esa es una vieja historia. Ya Lucrecio especuló con el asunto y después científicos de la talla de Giordano Bruno y Huygens. En el siglo pasado Gausa propuso talar bosques en Siberia en forma de triángulos rectángulos para llamar la atención, para anunciar a quien nos estuviera mirando que aquí había una civilización que manejaba el teorema de Pitágoras. Después en las primeras décadas de nuestro siglo, están los trabajos de Lovell y toda esa historia de los canales marcianos, donde en realidad lo que se estaba viendo era pura imaginación. Lovell hizo grandes donaciones para construir un telescopio muy grande con el objeto de estudiar los fantasmagóricos canales marcianos y este telescopio aunque no descubrió ningún canal marciano, sirvió para descubrir un nuevo planeta del sistema solar: Plutón. En realidad, todo esto es puramente especulativo... y lo sigue siendo. En el fondo está basado en lo que puede llamarse el principio de uniformidad en el universo, que puede sintetizarse más o menos así: El universo es más o menos igual en todas partes. Nuestro Sol no ocupa ningún lugar de privilegio, es apenas una estrella más en una galaxia más y entonces, lo que ocurrió en nuestro sistema solar, la aparición de la vida y la inteligencia, como producto de la evolución o de la creación divina esto es contingente, debe de haber ocurrido en muchos otros lugares.

Pero hay que recalcar que esto es una especulación y no una evidencia que satisfaga los criterios científicos.

 

Una señal

 

_ ¿Qué sería una evidencia?

_ Una señal, debidamente observada y corroborada. Observada por distintos observadores y en circunstancias diferentes.

_ ¿Qué tipo de señal? Porque en el folklore corriente, cuando se toca el tema de vida extraterrestre, se suele pensar en platos voladores.

_ Bueno, eso es el folklore y nada más. Además sería vida muy poco inteligente. Nosotros nos guiamos por lo que conocemos de la naturaleza, y sería poco razonable, o sería poco inteligente que existiera algún tipo de comunicación o intercambio de información a través del desplazamiento físico de seres o de robots. Las distancias en el cosmos, son muy grandes. Calcule que la estrella más cercana al Sol, Alfa Centauro, llevaría alrededor de 100.000 años. Es muy poco práctico, y ninguna civilización inteligente trataría de hacer algo así. Más bien se tiene la convicción de que se utilizarán señales electromagnéticas, que viajan a la velocidad de la luz.

_ Y lo que ustedes buscan son esas señales.

_ Sí. Hace unos años, Sullivan, utilizando el radiotelescopio de Arecibo, tuvo la idea de hacer mediciones apuntando a la Luna, y detectó el eco de nuestros propios radares militares y emisiones de T.V. Sobre la base de este experimento, y no sólo de la teoría, sabemos que la energía de esas emisiones se pierde hacia el espacio, y si hacemos los cálculos, sabemos que si hubiera una civilización asociada a una estrella dentro de un radio de veinte o cuarenta años luz de nosotros, que utiliza emisiones en ondas de radio, podríamos haberla detectado. O bien, si hubiera una civilización a una distancia de diez años luz, nos habría detectado si tiene bien relevado el cielo.

_ Cuarenta años luz es una distancia muy pequeña.

_ Sí, pero en un radio de cuarenta años luz hay unas cincuenta o sesenta estrellas similares al Sol que podrían tener planetas asociados, y es la búsqueda de esos planetas la que se va a encarar con el telescopio espacial.

_ O sea que todavía ni siquiera hay evidencias de la existencia de planetas alrededor de alguna otra estrella.

_ No, pero últimamente hubo grandes novedades sobre este asunto. El satélite de radiación infrarroja IRAS descubrió un exceso de radiación infrarroja proveniente de la estrella Vega. Ese exceso de radiación que se interpreta por la existencia de un disco protoplanetario podría dar lugar a la formación de planetas. Ahora bien, después de eso, Aumann y colaboradores han encontrado que ese tipo de exceso de radiación infrarroja ocurre en un diez a veinte por ciento de estrellas, lo cual indicaría que la asociación de material protoplanetario es una propiedad muy general en las estrellas. Pero no obstante no se ha comprobado hasta ahora la existencia de un sistema planetario que no sea el nuestro. Aunque los astrónomos estamos convencidos de que existen dado que hay muchas estrellas como el Sol y que el Sol es una estrella joven en el universo; una cosa es estar convencido, y otra cosa es tener la evidencia experimental.

_ ¿Qué quiere decir una estrella joven?

_ Una estrella de segunda o probablemente de tercera generación. Una estrella que se ha formado a partir de los restos de otras estrellas que terminaron su ciclo y estallaron en forma de supernovas. Sabemos que el Sol es una estrella de segunda generación por lo menos por su composición química. El hierro, que tanto abunda en la Tierra, o el calcio, que forma nuestros huesos, sólo pudieron formarse en las estrellas, durante una supernova. No hay en el universo otra manera de fabricar hierro o calcio. El Sol surgió una vez que nuestra galaxia estaba formada, una vez que había habido otras estrellas que evolucionaron y murieron.

 

Estrellas nuevas

 

_ ¿Se observa la formación de nuevas estrellas en este momento?

_ Sí, existen regiones del espacio donde sabemos que en el interior de nubes oscuras de polvo y gas hay estrellas en formación, y sabemos que el proceso por el cual estas estrellas se forman no deja de ser violento. Existe violencia en el nacimiento de las estrellas. Las estrellas se forman en el interior de esas nubes densas y oscuras de materia interestelar, que por contracción gravitacional, y también por la acción de algún desencadenante, se contrae hasta que la estrella se enciende.

_ ¿Cuánto tiempo demanda ese proceso?

_ Desde que empieza a eliminarse la luz infrarroja a expensas de la energía gravitacional, de esta contracción de que hablaba hasta el momento en que la estrella se enciende, es decir, que se inician las reacciones nucleares, pasan de diez mil a cien mil años.

_ Volviendo al tema de la búsqueda de inteligencia extraterrestre, usted me dijo que se esperaban señales. ¿Qué tipo de señales?

_ Señales que no podamos atribuir a ningún proceso natural, es decir, señales que sólo se puedan producir artificialmente.

_ ¿Y cómo serían esas señales?

_ Señales muy angostas en frecuencia, señales que tengan un ancho de banda de frecuencia muy angosta, por ejemplo, de un centésimo de Hertz. Para aclarar esto, digamos que el ancho de banda de un canal de televisión es de seis millones de Hertz. Sabemos que ningún fenómeno natural podría producir señales tan angostas en frecuencia como un centésimo de Hertz. Los másers interestelares que son los equivalentes del láser, pero en radioondas, son las señales naturales más angostas que conocemos y tienen dispersiones de por lo menos cien Hertz. Entonces, si recibimos una señal con dispersión de menos de un Hertz, sabemos que sólo puede ser producida artificialmente.

Por otro lado, tenemos una idea de donde buscar. Quiero hacer notar que la identificación de estas señales no es una tarea trivial ni mucho menos. Por empezar, hay que diferenciarlas del ruido cósmico, de los miles de ondas que llegan al cosmos, producidas por pulsares, quasares, radiogalaxias, emisiones de todo tipo de los objetos estelares. Es más o menos como si uno quisiera saber si alguien habla en medio de un concierto de rock. Es necesario filtrar todo ese ruido cósmico para encontrar lo que buscamos, si es que está allí. Pero algunas cosas que sabemos nos ayudan. Sabemos que la región del espectro donde el ruido cósmico es menor es la región de ondas de radio de micro y radioondas. Una civilización inteligente sabría lo mismo y emitiría precisamente en esa zona de frecuencias. También hay ciertas frecuencias especiales asociadas a transacciones en el átomo de hidrógeno o en la molécula del oxhidrillo, que los astrónomos estudian con particular interés. Es de suponer también que una civilización inteligente para llamar la atención emitiría señales en esas frecuencias. Como ve extendemos el principio de uniformidad: lo que nos interesa a nosotros les interesa a ellos y viceversa.

_ ¿Y qué otro tipo de características tendrían que tener estas señales?

_ Regularidad, repetibilidad. Que estén bien observadas. Hace unos años pareció que se observaba una señal, en la Universidad de Ohio, que tiene un radiotelescopio dedicado a este asunto, pero la señal no se volvió a repetir. Eso no nos sirve. No constituye una evidencia, una prueba empírica.

_ Usted me hablaba de las dificultades para filtrar el ruido cósmico.

_ Sí, yo decía que era como querer escuchar a alguien en medio de un concierto de rock. El concierto en este caso es el ruido cósmico. Para filtrarlo uno necesitaría un espectrómetro de un millón de millones de canales.

Uno necesitaría un instrumento capaz de explorar el Universo en todo el espectro de radioondas, y que a la vez filtre el ruido cósmico. Bueno, no tenemos todavía un instrumento semejante.

Pero la novedad es que hace dos años se ha logrado la construcción de analizadores espectrales que pueden analizar aproximadamente, diez millones de puntos en el orden de un segundo. No estamos en el millón de millones de puntos que yo le decía, pero nos acercamos algo. Hace cuatro o cinco años estábamos en un analizador de solo mil puntos. Pasar de mil a diez millones de puntos es un avance impresionante, un salto tecnológico que hace que crezcan las expectativas de encontrar señales inteligentes o artificiales. De paso estos avances hacen que mayor número de científicos se interesen por el tema; la Unión Astronómica Internacional (UAI), que dicho sea de paso está presidida por el argentino Jorge Sade, decidió formar una comisión de bioastronomía, que concentra y promueve las actividades de búsqueda de vida fuera de nuestro planeta.

_ La historia de la búsqueda de vida inteligente extraterrestre, en la que colaboraron científicos norteamericanos y soviéticos – el programa SETI – en sus comienzos estuvo relacionado con la detente política de los sesenta ¿no es así?

_ Algo así, y las primeras reuniones SETI, que yo preferiría llamar BIE (búsqueda de inteligencia extraterrestre), fueron simposios en los que participaron científicos norteamericanos y soviéticos, de la talla de Sagan o Troisky. Este último, ya había encarado una búsqueda con antenas diseminadas por todo el territorio de la URSS. No llegó a ser un programa, pero fue un primer paso. Desgraciadamente a causa de las tensiones políticas, al último simposio SETI, realizado en Boston el año pasado, los soviéticos no asistieron.