EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 19 – Marzo de 2000

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

iurchuk@netverk.com.ar


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Mi primer avistaje en Victoria

 

Daniel Valverdi

Ituzaingó – Argentina

rdva@sinectis.com.ar

 

En la primavera del año 1991, decidimos con mi amigo Conrado ir a pescar a la provincia de Entre Ríos, a un sitio donde en una oportunidad me habían llevado unos compañeros de mi trabajo, Victoria.

En aquella oportunidad fuimos solos. Llegamos un día jueves por la noche, y permanecimos hasta el mediodía del sábado. Acampamos en el camping del puerto de Victoria, desde donde pescábamos. Por la noche, mientras esperábamos por algún pique, notamos que en el horizonte, se dejaba ver algo extraño. Era un resplandor de color verde, como si fuera de relámpagos previos a una tormenta lejana, pero verde esmeralda.

Esto se repitió en varias oportunidades, y no comprendíamos que podía ser. Especulamos con que "alguien estaría soldando con soldadura eléctrica" (¿pero verde?). Al día siguiente preguntamos a varias personas si había algo en la dirección en la que la noche anterior vimos ese efecto en el horizonte, y la respuesta fue "nada más que campo". Vale aclarar que el verdor de la luminiscencia que apreciamos se reflejaba en la oscuridad del cielo. Nos volvimos a Buenos Aires, con la inquietud de saber que fue "eso".

Al poco tiempo de nuestro viaje, supimos por los medios, que en Victoria se habían visto ovnis. Es así que en un programa de televisión, "El Público quiere Saber" se presentaron Silvia y Andrea Pérez Simondini, haciendo un comentario sobre los casos ovni en Victoria y sus propias investigaciones. Lo comentamos con Conrado, y planificamos un fin de semana ir de nuevo a pescar, en el agua y en el cielo.

En esta oportunidad, nos acompañó mi hijo mayor Juan Pablo que en ese entonces tenía trece años, fue a fines de febrero, principios de marzo de 1992. Ya casi llegando a Victoria nos detuvo la policía caminera para realizar un control de rutina. Estando todo en orden y en condiciones de reiniciar el camino, le preguntamos al policía si en la zona se habían visto ovnis, nos respondió con entusiasmo que sí, en los campos cercanos se habían visto algunas luces extrañas en el cielo, e inclusive nos comentó de un caso donde en una chacra de la noche a la mañana se había vaciado un tanque australiano luego de haber sido vista una de las dichosas luces.

Los días que nos tocaron fueron realmente sofocantes, no se soportaba el calor ni siquiera a la sombra. Durante la primera jornada, de día pescamos y por la noche nos dedicamos a mirar el cielo pero no pudimos observar nada.

Al día siguiente, por la tarde, estando en el camping charlando a la sombra, vimos ingresar un automóvil y bajar de él una señora. Le comenté a mi amigo que era Silvia Pérez Simondini, a quien habíamos visto en televisión. Conrado se acercó a la mesa donde ella se encontraba junto a otras personas, entre ellas Andrea su hija y nos invitó a que nos acerquemos. Nos vieron realmente interesados en el fenómeno y nos relataron algunas de sus vivencias en un sitio al que llamaban "El Hipódromo", lugar donde nos invitaron a ir esa misma noche. Nos indicaron como llegar al lugar, y allí nos encontraríamos a las 22:00 hs.

Mientras nos acercábamos por la ruta, buscando la referencia para doblar a la derecha íbamos muy tranquilos, pero luego de ingresar en el camino que nos llevaría al sitio indicado nuestra tranquilidad fue desapareciendo metro a metro. Dicho camino está flanqueado a derecha e izquierda por una frondosa arboleda, la cual – siendo de noche – da la impresión de ir por un túnel. No veíamos nada. Ni luces, ni casas... Nada.

Ya muy cerca de llegar a destino, nos invadió un temor que nos hizo dar la vuelta y regresar a la ruta, volviendo al camping. Por "casualidad" nos encontramos con Andrea que iba hacia el Hipódromo en moto y decidimos regresar al lugar acompañados por ella. Con la precaución de bajar las luces del auto al llegar al sitio, y con la tranquilidad de estar acompañados por Silvia, Andrea y otras personas, nos dedicamos a observar atentamente lo que allí ocurría.

Infinidad de luces, como pequeñas estrellas surcaron el cielo durante las cuatro horas y pico que permanecimos en el lugar. Un haz de luz (al parecer salía del suelo), a modo de reflector iluminaba hacia el cielo, con movimientos de giro y trasladándose a izquierda y derecha. Mientras comentábamos lo que veía uno y otro, ante nosotros a unos trescientos metros de frente a la derecha de una arboleda, vemos una luz blanca pálida, no brillaba, con forma romboidal achatada, como posada sobre el suelo. Nuestro asombro era inconmensurable. ¡¡¡Era la primera vez que íbamos a "esperar", y teníamos ante nosotros semejante cuestión!!!

Durante un instante quedé extasiado observando, no lo podía creer, después comencé a notar que dado la proximidad de la arboleda ésta debía estar iluminada por "eso", pero muy al contrario parecía que no iluminaba los alrededores. Era sólo la luz con forma definida como antes expliqué. Otro detalle que recuerdo, es que nadie la vio llegar allí, es como que apareció de la nada, y después de algunos minutos, cinco o seis, desapareció de la misma forma. No voló, ni se movió, ni se hundió en la tierra. Al volver al camping permanecimos un largo rato comentando lo suscitado.

A la mañana siguiente fuimos a comprobar si existían huellas, y no encontramos ninguna marca en el piso ni en los árboles, los cuales nos permitieron apreciar el tamaño de lo que vimos la noche anterior, calculamos que la altura seria de unos tres metros de altura por cinco de ancho.

Al regresar nos encontramos con un señor en la puerta de una chacra, y decidimos parar a preguntarle si había visto algo dado la proximidad del lugar. Nos contó que varias veces pasaban "luces" por sobre su chacra iluminando tanto el campo como su casita, "parecía de día" nos comentó, y en una de esas oportunidades el tanque de agua tipo australiano se lo vaciaron, tal como nos había contado el policía de la caminera.

Esta fue una experiencia inolvidable y la primera que vivimos en Victoria, Entre Ríos donde a partir de ese momento, entablamos una maravillosa relación con Silvia y Andrea Pérez Simondini, a quienes les debemos mucho de todo lo que hemos conocido del fenómeno ovni, y les estamos enormemente agradecidos.

Casi todos nuestros viajes a Victoria han tenido algún episodio interesante, que en otra oportunidad les relataré con mucho agrado.

 

Nota de Carlos Iurchuk: Para mayor información acerca de este tema, consultar los siguientes artículos:


Mis tres avistamientos

 

Sergio Luna

Guadalajara – México

sluna@vianet.com.mx

 

[Nota de Carlos Iurchuk: A continuación copio textual los relatos de los avistamientos que tuvo el amigo Sergio Luna. Dichos relatos, el primero ocurrido en Perú y los otros dos en México, me los envió en diferentes e-mails durante marzo y abril de 1998 y por aquel entonces fueron publicados en la editorial de mi página.]

 

Date: Mon, 16 Mar 1998 23:32:41 -0600

 

Hola Carl:

A principios de 1969, en plena era hippie, mi generación sufría y sufría por el dolor ajeno, peor aún, cuestionaba todo y a todos. Eran tiempos de búsqueda y desengaño, de preguntas sin respuesta. Pues bien. Dentro de esta etapa, tu servilleta decidió salir cada vez que podía de Lima y "tirando dedo" se internaba rumbo a puntos altos de la cordillera andina. Por lo general eran los camioneros quienes me daban aventón y yo llegaba a zonas lo más alejadas posible de la "civilización". Iba sin rumbo fijo... hasta donde el destino me llevara.

En uno de esos viajes, llegué a un lugar llamado Pomaticla, en donde existía un área para acampar y en la cual me instalé con mis pocos cachivaches. Era ya de noche y el cielo serrano tachonado de estrellas y el panorama a mi alrededor saturado de luciérnagas, hacían que disfrutara de mi vida de manera incomparable. De pronto dejé que la fogata se extinguiera y que el humo se marchara, recostándome con la mirada al cielo en busca de estrellas y constelaciones.

Estaba en ello, cuando de pronto vi una luz diferente de las demás. Estaba a no más de 300 metros y era plateada y de forma circular. Pensé que era Venus, pero este planeta brillaba al otro lado de mi perspectiva. Además, la luz se movía lenta y rápidamente, de manera intermitente. No había duda, era un ovni. Quedé estupefacto y casi no respiraba de la impresión. Deseaba fervientemente por otro lado, que "la nave" bajara y me llevara consigo (este ha sido un anhelo de toda mi vida), cuando de pronto... otra nave similar se acercó a la primera y ambas parecían que conversaban.

Comprenderás que mi impresión era tal, que hasta sentía el latir de mi corazón acelerado y mis ojos difícilmente parpadeaban. Pues esta "plática de naves" duró cerca de un minuto, cuando una de ellas partió raudamente hacia la derecha de mi visión y la otra... impresionante; ¡¡¡desapareció como por encanto!!! No podía creerlo, estaba anonadado y fijaba la vista con más detenimiento pensando que mi visión fallaba. Desgraciadamente no era así, porque seguía viendo las estrellas y el volar hermoso de las luciérnagas.

Me quedé tumbado tiritando de frío, pero feliz de haber experimentado tal acontecimiento. Di gracias a Dios por haber disfrutado de esa visión y casi al mismo tiempo cerré los ojos para soñar con mundos diferentes y hermosos.

Jamás olvidaré el impacto demoledor de esa noche silenciosa.

Un fuerte abrazo

Sergio

 

Date: Sat, 21 Mar 1998 13:46:52 -0600

 

Von Daniken, Pilar y de como Experimentamos lo Nuevo

 

A mediados de 1974, la película "Recuerdos del Futuro" causaba estragos sobre todo en toda la gente creyente en hechos condenados. Hacía varios años que los libros de Erick Von Daniken provocaban controversia en círculos científicos y de fieles creyentes en los fenómenos extraterrestres y paranormales. Dentro de este contexto, el que esto escribe, acababa de iniciar un curso de Principios de Administración, con alumnos de Administración Turística de una universidad tapatía, cuando conoció a Pilar.

Desde el primer instante que la vi, descubrí que esta mujer no tenía nada de común y corriente. Alta, morena, anchos hombros, labios cuasi leporinos y sobre todo, una mirada impactante y traslúcida que me recordaba a Madame Blavatsky. Comparada con el resto de sus compañeras, a pesar de ser de la misma edad, había vivido mucho más. Un viaje por el Medio Oriente y largas travesías por el México Mágico. Sabía leer el aura y tenía fuerte tendencia a la comunicación telepática. Con cierta frecuencia experimentaba con drogas naturales y era una formidable nadadora.

Al parecer juntamos inquietudes y nuestra unión escapaba de matices materiales y superficiales, propios de la mayoría de la gente. La relación maestro – alumna, se convirtió por tanto en un lazo de amistad que se proyectaba más allá de lo superficial del trato humano, sin llegar a lo afectivo, pero con raíces del compartir profundo.

Se avecindaba el puente de Semana Santa de ese año, cuando Pilar organizó una excursión al mar, pero con la característica de juntar un pequeño grupo de "creyentes" de lo esotérico. La idea era ir a Colima – su pueblo natal, ubicada a 3 horas de Guadalajara – en busca de restos de civilizaciones, que pocas gentes conocían. Lo que hacía súper atractivo el viaje era que esperábamos contactar con un grupo capitaneado nada más ni nada menos por el famoso ex – hotelero suizo, Erick Von Daniken, el "verdugo de los científicos racionalistas".

El viaje atravesó gran parte de la cordillera madre occidental, en medio de profundas cañadas y verdes árboles contentos de solaz y armonía. Por momentos se veían anchas planicies de lagunas secas y por otro volcanes de cúspide blanca y pequeñas fumarolas. Recorríamos el paisaje rulfiano como otrora lo hiciera el genial novelista. Nuestro objetivo, era llegar al pueblo de Comala (símil de la obra "El Llano en Llamas" del inmortal Juan Rulfo). Después de poco más de 2 horas, llegamos al blanco y hermoso, limpio y típico pueblito de Comala, fusión de los colonial e indígena. Era un pueblo solitario y triste, ubicado al pie del volcán de Colima que resguardaba su historia con sus anchos brazos. Estábamos en la placita del lugar disfrutando de dulces típicos y bromeando entre nosotros, cuando de pronto llegó un mensajero del grupo que esperábamos encontrar. Von Daniken no podía venir, pero algún miembro de su grupo de seguidores mexicanos podía intentar el periplo, rumbo a unas cuevas secretas con restos de arqueología extraterrestre.

Inmediatamente conferenciamos para ver si era confiable la propuesta. Pilar fue la que tomó la palabra y sugirió que no fuéramos puesto que según ella, conocía al potencial guía y éste no era confiable. Decidimos por tanto, rechazar la oferta y de inmediato enrumbamos a Manzanillo, viejo puerto herrumbroso del pacífico mexicano. Queríamos disfrutar del sol y la playa, íbamos en 2 vehículos por una atestada carretera bastante angosta y de doble sentido (hoy en día es de 4 carriles); cuando Pilar pidió nos desviáramos por un sendero poco transitado, con el fin de ver un "bonito lugar". Ella decía que el sitio había sido testigo de varias de sus excursiones infantiles y que era muy poco explorado.

Decidimos entonces, internarnos por una brecha muy incómoda más o menos 10 km. hasta llegar a un claro cercano al mar, en donde nos acomodamos para acampar. Al caer la noche y en medio de una lucha sin cuartel contra los zancudos y con tenues fogatas que de poco ayudaban, descubrimos que no estaba Pilar entre nosotros.

Nuestros gritos invocándola se perdían en la bruma de la noche y no obtenían respuesta, así que decidimos esperar un poco más antes de salir a explorar. Estábamos en esas, cuando de pronto sentí una fuerte ansiedad de caminar hacia el poniente del campamento sin mediar motivo alguno. La noche estaba intensamente bella y silenciosa y la selva casi impenetrable. Yo sólo sentía necesidad de caminar y caminar, como impelido por algo más fuerte que yo. Iba sin rumbo fijo, pero a la vez como queriendo encontrar algo nuevo. Al principio, Consuelito, alias "la Gasha" – otro miembro del grupo – me acompañó unos 15 metros, pero luego decidió regresar, no sin antes advertirme de los peligros de mi aventura.

Yo seguía y seguía sin cesar, enredándome con la espesura y arriesgando un piquete de algún bicho ponzoñoso. Por momentos recordaba también, aquella aventura de una chica alemana en pleno Amazonas peruano, de la cual sobrevivió después de casi un mes de vivir en plena jungla. Sin embargo, era algo más fuerte que yo, lo que me impelía a avanzar. Sólo sentía una profunda sensación de vitalidad incontrolable de llegar a algún lado.

Alrededor de los 50 metros, me detuve como autómata y un lugar apenas iluminado por la Luna, vi a Pilar sentada en posición de loto; profundamente concentrada y ensimismada sobre una pequeña roca que enfrentaba al mar. Quedé clavado en mi lugar, sin saber que decir, si llamarla o interrumpirla; no sabía que hacer. De pronto levanté la mirada y en lontananza, vi una nave circular que besaba el mar. Volaba paralela a la playa. Era un plato redondo y ovalado, de color naranja brillante y silencioso. No parecía apurado ni se le veía intención alguna. Sólo pasaba para dejarse ver. Volteé para ver nuevamente a Pilar y verificar si ella había visto lo mismo que yo. Mi amiga, tenía los ojos fijos en el horizonte y su mirada reluctaba ansiedad y brillantez. Definitivamente ella estaba concentrada desde antes que apareciera "la nave" y seguramente sabía que así debería de suceder.

No duró la visión más que unos instantes y casi de inmediato se rompió el encanto. Señalé balbuceando el hecho y Pilar – que casi no parpadeaba – volteó a verme como se ve algún intruso. ¿Lo era?

De pronto espetó: "Mira Sergio, te pido por favor no digas nada a nadie de los que has visto, yo te llamé para que vieras la nave porque tienes mucho interés en estos fenómenos y porque me caes bien, nada más. La gente no es creyente y quiere contactos únicamente por snobismo. Tu no".

Diciendo esto, me abrazó y ambos nos internamos en la espesura, de regreso al campamento.

Han pasado muchos años (24) desde aquel día y creo que ya es tiempo de compartir este acontecimiento con ustedes.

Sergio

 

Date: Tue, 7 Apr 1998 19:32:59 -0500

 

(...) Ahora te envío el que te debía de mi hijo y yo. Espero te guste. Yo con esto termino mis experiencias de ovnis y similares. No he vuelto a ver nada especial, más que el contenido de los programas de Maussán, y tu página del Dragón, que esta súper fregona. jajajaja.

Sergio

 

La lluvia de estrellas

 

Un día de diciembre de 1990, estaba viendo las noticias en TV cuando me enteré que ese mismo día – alrededor de la medianoche – habría una lluvia de estrellas intensa y visible. De inmediato hablé con mi hijo Sergio Pablo que tenía 11 años y era jefe de patrulla de una tropa scout, y le propuse observar el fenómeno, dado que era una ocasión interesante de practicar nuestros conocimientos de astronomía. El estuvo de acuerdo y después de un rato fuimos a la azotea del edificio de departamentos donde vivíamos. Nos ubicamos convenientemente en un murete de cuarto de lavandería decididos a disfrutar el espectáculo de este hermoso fenómeno natural.

No habían pasado más de 30 minutos cuando empezamos a percibir las primeras estrellas fugaces. Estas se desplazaban por los confines del cielo de forma rauda y precisa, como respondiendo el llamado insondable del universo sistemático y sorprendente. El edificio de departamentos en donde residíamos se ubicaba al poniente de la ciudad de Guadalajara, en una zona bastante tranquila, enfrente de una ancha avenida con frondosos árboles y camellones.

Ya habíamos visto algunas estrellas y conversábamos despreocupadamente de las maravillas del cielo y de nuestras aventuras en el movimiento scout, cuando de pronto, desde el nor – poniente vimos que se acercaba una especie de nave voladora que iba a pasar por encima de nosotros. El "objeto" venía despacio y en silencio y atravesó nuestra visión exactamente por arriba de nuestras cabezas y a casi 50 metros de donde estábamos. Pudimos percibir claramente que tenía un diámetro aproximado de 15 metros, tonalidad de un dorado opaco y forma de "bumerán". Pasó con lentitud y se perdió rumbo hacia un centro comercial importante de la ciudad. Sergio Pablo y yo quedamos como estatuas ante la visión y de inmediato y para salir de dudas intentamos comentar datos básicos acerca de ella.

Prácticamente coincidimos en todo, el tamaño del objeto, su color, forma y dirección. Estábamos emocionados y ese día y otros posteriores, comentamos con amigos y conocidos acerca de nuestro avistamiento. Encontramos variadas opiniones sobre el particular. Algunas personas pensaban que habíamos visto una bandada de aves en migración atravesando el cielo y otras creían, que habíamos observado algún pájaro gigante en pleno vuelo nocturno. Más de uno opinó que tuvimos suerte de ver alguna nave secreta de confección humana.

Hasta la fecha, no estamos seguros de lo que fue, pero es interesante hacer notar a manera de cierre, que al pasar el "objeto", o lo que fuera, no percibimos variaciones de tonalidad ni intensidad de colores, ni tampoco sonido alguno – pasó muy bajo – que lo hiciera resaltar.


La influencia Ovni

(Primera parte)

 

Sebastián Jarré

Buenos Aires – Argentina

xrn@hotmail.com

 

El teléfono suena.

 

- Hola, ¿quién es?

- ¡Que tal Enrique! ¿Cómo andas?

- Bien, ¿y lo tuyo?

- Luchando como siempre... te llamaba porque el sábado nos reunimos con el grupo, en el cibercafé.

- ¡Ah! ¡Fabuloso! Tengo unos videos que compre sobre las "zonas calientes" de influencia ovni en la Argentina, habla también sobre distintas teorías sobre el posible origen de los Ovnis, son interesantísimos.

- ¡Bueno!, luego me los pasás y me los copio; yo voy a llevar para que vean un libro que leí hace poco de J. J. Benítez, se llama "Ricky" no sé cuanto, después te lo muestro. ¿Nos vemos allá?

- ¡Ponele la firma! Chau Alberto.

 

Posiblemente esta simple – en apariencia – conversación que le fue familiar a varios encierra un significado más profundo que parece ocultarse detrás de fachadas erróneas. Todos aquellos que comparten un mismo interés por el tema ovni que raya en la búsqueda incesante de respuestas, probablemente le fue significativa la hipotética conversación precedente.

Y así es, el tema de los Ovnis agrupa e involucra a cientos, miles de personalidades de todo tipo de edades, razas, religión y cultura. Es muy cierto que de este fenómeno se desprenden diversas ramas que intentan asociarlo, a la sazón, el triángulo de las Bermudas, las pirámides de Egipto y otros vestigios de la antigüedad, mutilaciones misteriosas de ganado, apariciones marianas, criaturas anómalas y más aún, pero a ciencia cierta nada prueba que el fenómeno Ovni indefectiblemente esté relacionado con estos supuestos.

Sólo hay especulaciones y teorías; pero, ¿cuál es la verdadera influencia que trae detrás de sí el fenómeno? ¿Por qué une a las personas conformando nuevos pensares? El relato ulterior espera en su debida manera – modestamente – intentar aclarar ello.

Se presentan en el cielo. Continuamente llenan de cavilaciones a cientos de individuos, mentes brillantes, mentes imaginativas, mentes intelectuales, y todas coinciden en señalar a una simple pregunta: ¿Por qué? Puede haber varias razones que expliquen su presencia, razones que aún desconocemos y otras que pretendemos conocer, sin embargo hay dos razones que hoy en día podemos constatarlas, quizás ambas se vean reflejadas en la vida de miles – por no decir todos – de individuos: la búsqueda personal de las preguntas que definen nuestra existencia humana y que las religiones han intentado explicar (y de hecho Jesús lo logró pero su mensaje verdadero fue deformado, tergiversado, en una palabra "manoseado" de como fue originalmente) el "De dónde, por qué, y adónde". La otra de estas razones es aunque parezca rara, el intento de una nueva civilización. Y por esta última vamos a comenzar.

Para un mejor entendimiento del "hoy" es necesario contemplar, aunque sea brevemente, el "ayer". A través de muchas edades la especie humana fue poco a poco conformando nuestra actual forma de civilización en sociedad.

La falta de atracción fraterna natural desde el hombre primitivo hasta la actualidad es la que hoy en día lleva al mundo al colapso en el que se encuentra. El primitivo ser humano no rebosaba naturalmente del espíritu de la fraternidad, ni del deseo de contacto social con sus semejantes, más bien aprendió por triste escarmiento que "la unión hace la fuerza".

Antiguamente, el primitivo hombre se asociaba para poder sobrevivir. Si estaba solo quedaba indefenso, a no ser que llevara la marca de una tribu o clan que atestiguara que pertenecía a un grupo que indudablemente se vengaría de todo mal que le ocurriera por manos de otros. A medida que el tiempo pasa, la sociedad humana viene evolucionando en ciclos de edades como resultado de ese temor al aislamiento y mediante la cooperación reacia. Está probado que si se sitúa al ser humano en estrecho contacto, estos suelen aprender a gustarse mutuamente, sin embargo esto ocurre pocas veces en la sociedad, estos estrechos contactos sólo ocurren entre mentes afines con ideales – en general – comunes.

Y el tema Ovni, quizás es uno de estos temas afines...

Los primitivos seres humanos no tardaron en comprender que cien hombres trabajando juntos pueden más que uno, así pues nació la sociedad primitiva. La cooperación no es un rasgo natural del hombre, éste aprende a cooperar al principio por el miedo, y luego por la conveniencia. La sociedad civilizada es el resultado de los primeros esfuerzos del hombre para sobreponerse a la aversión que tenía al aislamiento, sin embargo todo lo dicho no indica el afecto mutuo. Esto – como intenté decir antes – es característico de mentes afines con ideas asociadas que al entrelazarse los llevan indefectiblemente a una misma búsqueda de valores. Si el afecto no fuera de esta manera, si fuera algo natural, la sociedades de todo el mundo estarían armonizadas como debiera.

Así vemos con todo, que la sociedad está concebida primordialmente para aminorar el elemento de riesgo en el modo de vivir del individuo, y ha progresado con la misma rapidez que ha logrado aminorar el dolor y aumentar el elemento de placer en la vida.

De este modo avanza a paso lento todo el cuerpo social hacia la meta del destino: la extinción o la supervivencia; dependiendo si la meta es la autoconservación o la autogratificación. La autoconservación origina la sociedad, mientras que la autogratificación excesiva destruye la civilización.

El hambre de alimento y el deseo sexual (el amor) fueron dos grandes influencias que contribuyeron a la temprana asociación de los primitivos hombres (el hombre comparte estos impulsos instintivos con los animales). Luego, la vanidad y el temor, más concretamente el temor a los fantasmas, fueron otras dos emociones que indujeron a los seres humanos a unirse y mantenerse unidos.

En cuanto al alimento, éste era imprescindible para el ser humano primitivo (aún el moderno ser humano), ello lo llevó a la asociación mutua con otros semejantes para capturar sus alimentos. Pero con el paso del tiempo, el hambre cesó de ser el único incentivo en la mente del hombre primitivo, allí se incorporó el deseo sexual. Esto trajo consigo la formación primitiva de la familia, la raíz de la civilización.

La vanidad si se amplia para incluir el orgullo, la ambición y el honor, entonces se puede ver no sólo como esto contribuyó a la formación de las asociaciones humanas, sino, además como también mantiene unidos a los seres humanos, puesto que tales emociones "no sirven" sin espectadores ante quienes hacer ostentación. La vanidad contribuyó de sobremanera al nacimiento de la sociedad. Sin embargo hoy en día, los empeños errados de una generación vanagloriosa amenazan con dar al traste con la civilización. Hace mucho tiempo que el deseo de placer reemplazó al deseo de sustento; los fines sociales de autoconservación se están transformando aceleradamente en viles y amenazadoras formas de autogratificación y esto sabemos que no conduce a nada apreciable...

El temor a los fantasmas le dio a la sociedad integridad y un aspecto extrahumano. Antiguamente el soñar con fantasmas fue el factor individual más grande de la evolución de la sociedad humana. El hombre primitivo consideraba al sueño tan real como la vida misma (aún hoy hay personas con ese pensamiento), por ello el sueño fantasmal, el soñar con personas fallecidas, produjo que los primitivos hombres de mente sencilla se aterrorizaran, e indujo a que se tomaran en brazos para asociarse mutuamente y protegerse contra estos peligros imaginarios, vagos e invisibles.

Este temor produjo que los órdenes sociales pocos rigurosos se hicieran más disciplinados.

No querían provocar la ira de los fantasmas, entonces establecieron una nueva forma de reglamentarse. Así nacieron las primitivas formas de orden de la sociedad (Esta superstición primitiva sin sentido – para esta época – aun persiste o mejor dicho ciertos seres humanos la hacen persistir. Sin lugar a dudas fue muy útil en su época, pero ya no lo es.)

Sin ayuda de las fuerzas sobrehumanas la tensión de la sociedad estalla al alcanzar ciertos limites. Es por ello que posiblemente este nuevo quinto elemento de asociación de individuos, los Ovnis, pretenda unificar de otra manera mejor, la sociedad proyectando las mentes de muchos hacia nuevos horizontes de convivencia. Está claro que la historia demuestra que distintas creencias unificaron a las gentes de mente sencilla. Quizás el factor más unificador que constituyó a las sociedades modernas su actual forma de reglamentarse, fueron las distintas revelaciones por hombres en las muchas edades de la historia.

Estos lideres religiosos, fueron una suerte de armonización en los pueblos y civilizaciones antiguas. Muchos hoy podrán ver a estos lideres como instigadores de decretos totalmente irracionales o sembradores de discordia, pero ello es común cuando se desconoce la historia de la humanidad en evolución. Sin embargo, para la época en que se promulgaron estaban muy bien encaminados. Si vemos por ejemplo a Moisés que con tanto esfuerzo aplacó la practica destructiva de los sacrificios humanos transformándolos por – como pudo por la época – a sacrificios de animales, como el cordero, entenderemos mejor como las civilizaciones evolucionaron a la actual. A la primitiva gente de mente sencilla no era posible de transformarla o volcarla a nuevas doctrinas e ideas de un instante a otro, y abandonar sus modos y costumbres arraigados de siempre. Es difícil. Todo requiere tiempo y evolución. Lo cierto y contundente es que si no hubiese sido por estos reveladores o líderes, la humanidad tal como la conocemos hubiera sucumbido en el salvajismo innato y la barbarie incontenible.

Es cierto que el fenómeno Ovni posee su lado negativo; las sectas. Pero a pesar de estas ramas oscuras que todo misterio presenta (antes por ejemplo, el temor a la ira fantasmal se intentaba frenar con sacrificios humanos y rituales obscenos y repugnantes de toda índole. Hoy por hoy el hombre continua haciéndolo, pero en forma, adaptada y camuflada a la época), el fenómeno Ovni trae aparejados muchas influencias de toda índole para la sociedad que crece continuamente. Es tan difundida hoy en día la "doctrina Ufo" que muchas mentes afines al tema se unen y llegan a fraternizar (sin descontar los que se unen para sacar provecho). Así podemos ver a grupos de seres humanos en bares, confiterías, en departamentos, plazas, etcétera, en comunión intentando expresar sus creencias al grupo que integran y expresando sus anhelos más ocultos. De esta forma un nuevo nexo con la sociedad empezó a nacer, allá por el año ´47, cuando se dio a conocer por primera vez la palabra "plato volador". Hoy trascendió de tal forma que une inconsciente o conscientemente a muchas mentes que presentan el mismo interés particular por la temática.

A medida que los ECIII y ECII y I tipo se suceden en el tiempo (sumadas las Abducciones), más se difunde la importancia que este fenómeno evolutivo trae. Una nueva sociedad ha empezado a crecer y unificarse. El fenómeno Ovni, indudablemente tiene – ya sea directa o indirectamente – un propósito de unificar las mentes hacia la búsqueda de la respuesta que éste esconde, asimismo a desarrollar otro tipo de unión social más moderna y evolucionada.

Muchos individuos adoran a los Ovnis, como si se tratasen de Dioses, unos dioses que nos visitaron en la antigüedad; otros, en cambio, tratan de buscar Ovnis en la Biblia y así lo dejan expresado a las personas que luego creen en ello. Lo cierto es que el tema agrupa intelectos en busca de su respuestas posibles y muy pocos de estos intelectos notan que asimismo como el fenómeno les infunde un halo misterioso y enigmático, también los unió...