EL FUEGO DEL DRAGON
BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA
Nº 101 – Enero de 2007
Editado por Carlos Alberto Iurchuk
La Plata – Argentina
"El Dragón Invisible"
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.
¿Gárgolas en Virginia Occidental?
Scott Corrales
Bradford – Estados Unidos
El ser alado que ha recibido el mote de Mothman u "hombre polilla" pertenece al género denominado "los extraños volantes" (winged weirdos) por los criptozoólogos y otros avezados en la materia. En todos las épocas y países del mundo se han recopilado historias acerca de criaturas vagamente humanoides con alas que se desplazan tanto de día como de noche, inspirando temor en aquellos que los ven. Por algún motivo, dicho género de criaturas se ha manifestado repetidas veces en todas partes de los Estados Unidos, pero ninguna de ellas ha recibido el grado de atención dado al "hombre polilla" de Virginia Occidental. Este extraño ser comenzó a manifestarse a principios de la década de los '60, cuando una dama de sociedad que conducía su auto a través de la región boscosa conocida como el parque Chief Cornstalk vio una figura humanoide en el centro de la carretera. "Reduje la marcha, y cuando nos acercamos, me di cuenta que no se trataba de un hombre", recuerda la señora. "Se trataba de una gran figura gris. Repentinamente, desplegó una enormes alas que iban de un lado de la carretera a la otra, y despegó verticalmente, perdiéndose de vista en segundos... quedé espantada, y salí del lugar a toda velocidad".
Durante los años 1966 y 1967, y en determinadas ocasiones en décadas posteriores, más de cien personas en el valle del río Ohio (separando a los estados de Ohio y Virginia Occidental) fueron testigos del "hombre polilla" y de la actividad OVNI y paranormal que se produjo en torno a dichos avistamientos.
El primero de ellos sucedió hace más de 20 años, en la tarde del 14 de noviembre de 1996 en un campo cerca de Salem, Virginia Occidental. Newell Partridge, un contratista de obras, estaba viendo televisión en su casa cuando la imagen en su televisor quedó en blanco y sustituida por unas rayas grises muy finas. El problema electrónico sucedió justo en el mismo momento en que Bandit, el sabueso de Partridge, comenzó a dar aullidos a la entrada de la residencia. Extrañado, Partridge tomó una linterna y salió a investigar. Pudo ver que el perro fijaba su vista en un granero a unos cien metros de la casa. Apuntando el haz de luz en dicha dirección, Partridge se quedó pasmado al ver dos enormes ojos rojos que lo miraban desde la oscuridad. Gruñendo, el perro corrió en la dirección señalada por la linterna; su dueño, muy al contrario, se sintió invadido por un terror indescriptible que le hizo retroceder hacia el interior de la habitación y pasarse el resto de la noche con un revólver al lado de la cama.
Al día siguiente, Partridge se aventuró a seguir las huellas de su perro, sólo para descubrir que las huellas del sabueso desaparecían abruptamente. Nadie jamás volvió a ver a Bandit.
En la misma manera en que los seres de tipo Bigfoot se manifiestan en lugares abandonados o aislados, el "hombre polilla" se asentó en una región derrumbada que había sido utilizada para fabricar explosivos durante la 2da Guerra Mundial y que era conocida por los lugareños como la "zona TNT". Fue precisamente en dicho sitio que Roger y Linda Scarberry, acompañados por Steve y Mary Mallette, se encontraron con la criatura. Según el testimonio de las parejas, el ser tenía alas enormes como la de un murciélago, y que podía plegarlas contra su espalda; carecía de cabeza, y los enormes ojos rojos parecían estar en su torso. Los aterrorizados jóvenes, que habían visitado el inhóspito lugar en automóvil, salieron disparados a más de 160 km/h, tratando de ganar la seguridad de Point Pleasant, la población más cercana. Cuál no sería su pavor al ver que más adelante en el camino había otra criatura del mismo tipo o la misma, que desplegó sus alas y voló sobre su automóvil, siguiendo a las dos parejas hasta la entrada del pueblo.
El 16 de noviembre de 1966, varias familias de la región se reunieron para visitar la zona TNT juntas y ver las manifestaciones del fenómeno ovni que coincidieron con las apariciones del "hombre polilla" (más de mil casos de ovnis fueron recopilados durante este plazo de tiempo). El extraño ser parecía estar esperando a su visita en la entrada de la casa de Ralph Thomas: todos pudieron ver una gran figura gris, más grande que un hombre, con dos resplandecientes ojos rojos. Los despavoridos testigos se internaron en la casa de la familia Thomas, quedando atónitos al ver que el "hombre polilla" seguía merodeando alrededor de la casa, asomándose a la ventana de sala en un momento determinado.
Los investigadores John Keel y Gray Barker, quienes escribirían sobre el tema en sendos libros, The Mothman Prophecies (Las Profecías del Hombre Polilla) y The Silver Bridge respectivamente, concuerdan en que las apariciones de la dantesca criatura disminuyeron mientras que los avistamientos ovni y fenómenos relacionados (poltergeist, Hombres de Negro, etc.) iban en aumento. El consenso de ambos autores es que las manifestaciones de Mothman acabaron por completo en noviembre de 1967, pero estaban equivocados.
El fenómeno parece haberse conectado a dos familias en particular: el matrimonio Scarberry y la familia Thomas. El "hombre polilla" sintió una atracción especial por Linda Scarberry, quien manifestó haber sido acechada por el fenómeno por más de dos años. Cuando ella y su marido alquilaron un pequeño apartamento en Point Pleasant, descubrieron una noche que la criatura se había apostado en el techo de un edificio contiguo, mirándolos a través de la ventana. Según la testigo, estaba tan acostumbrada a ver la aparición que sencillamente cerró las cortinas. "Llegué a sentir lástima", confesó Scarberry al investigador Brent Raynes, "porque llegó a parecerme que la criatura estaba sentada ahí deseando poder entrar para resguardarse contra el frío que hacía esa noche". Virginia Thomas, por otro lado, dijo que por muchísimos años ella y su familia visitaron la zona TNT para conmemorar el aniversario de su avistamiento.
Aparentemente, el "hombre polilla" decidió cambiar de cielos y realizó su siguiente aparición en 1974 cerca del poblado de Elma, Nueva York. Un vecino, el Sr. Miller, había salido de noche al patio de su casa para inspeccionar una replica en miniatura de los megalitos de Stonehenge que había fabricado para sus niños. Repentinamente, Miller descubrió que no estaba solo: una criatura alada con una envergadura de tres metros y con cabeza grotesca volaba por encima de las copas de los árboles.
En 1994, Brian Canfield, vecino de una apartada aldea al pie del monte Rainier, estado de Washington, notó que había algo extraño en medio del camino mientas que conducía de regreso a casa el 23 de abril a la 9:30 p.m.. La "cosa" estaba descendiendo del cielo, haciendo contacto sólido con el asfalto de la carretera. Según el testimonio del atónito Canfield, se trataba de una criatura de 2,75 metros de altura, con un torso humanoide musculoso y brazos que terminaban en garras; tenía el cuerpo estaba completamente cubierto por pelo azul y la cabeza se parecía a la de un lobo, con colmillos blancos y ojos amarillentos.
"No supe qué pensar", dijo Canfield a un reportero del periódico Tacoma News Tribune, "la criatura me miraba como si no supiese qué hacer. Me asusté mucho, pero no me sentí amenazado". La criatura eventualmente desplegó unas alas enormes y levantó vuelo, perdiéndose en la noche. La prensa no demoró en darle el mote de "Batsquatch" a la criatura (combinación de murciélago y Sasquatch).
En el epílogo para la reimpresión de The Mothman Prophecies (1992), John Keel comenta que Point Pleasant ha crecido tanto que la zona TNT aloja hoteles, restaurantes y clubes de golf – los lugares en donde tomaron los avistamientos de la célebre criatura han dejado de existir, pero las casamatas de hormigón y acero que caracterizaron la zona TNT aún pueden verse: según la tradición local, las casamatas conducen a túneles subterráneos que fueron llenados de escoria radiactiva en la década de los '50. Aunque las autoridades han negado la presencia de radiactivos, los residentes alegan haber visto insectos mutantes y en 1990, el rotativo Point Pleasant Register informó un cazador había disparado contra un perro macrocéfalo y deforme en dicha zona.
No resulta sorprendente que los vecinos de Point Pleasant prefieran platicar sobre la importancia de su comunidad como un centro de vacaciones veraniegas, conciertos de música "country" al aire libre y otros pasatiempos en vez del pasado paranormal de la región. Pero algunos lugareños no han olvidado al "hombre polilla", y en 1995, sobre un letrero en la Zona de Restauración Ambiental de la vieja "zona TNT", alguien dejó un graffito que reza: Mothman shall return! (¡El hombre polilla regresará!).
Monstruos con cabeza de huevo
Más inverosímil todavía resulta la fusión de los dos seres antes mencionados en una tercera más extraña aún: Bighead o "cabeza grande", cuyas actividades sembraron pánico en el estado de Ohio en 1978. Durante dicho año, las comunidades aledañas al Río Ohio experimentaron toda suerte de fenómenos paranormales. Los hechos tomaron lugar en Butler, población rural de unas 1.300 almas, localizada cerca del Bosque Estatal Mohican.
En la noche del 8 de julio, Eugene Kline y Ken O'Neil, de 17 años de edad, se encontraban caminando a lo largo de una vía férrea cuando escucharon ruidos extraños que provenían un matorral más adelante en el camino. Grande fue la sorpresa de los muchachos cuando vieron salir del follaje un ser desconocido de más de dos metros de altura con ojos color rojo deslumbrante. El pánico se apoderó de ellos, y Ken se dio a la carrera, pero Eugene permaneció inmovilizado de miedo con la vista fija en la aparición, llegando a sentir que esta le invitaba a que se acercase. Finalmente, Eugene dio la media vuelta y salió corriendo de vuelta a su casa.
La criatura descrita por Eugene Kline tenía una estatura muy por encima de los dos metros con una voluminosa cabeza totalmente fuera de proporción con el resto del cuerpo, que no tenía ni manos ni pies visibles. Kline señaló que el ser emitía unos gruñidos sumamente extraños.
Bighead volvió a aparecer durante la noche del 10 de julio, presentándose ante un carro lleno de pasajeros de la población de Mansfield. El carro se disponía a cruzar las vías férreas cuando el que conducía notó "una gran masa oscura con ojos rojos" entre los rieles. El 12 de julio, la criatura se presentó en la granja de la familia Kline, asustando a la hija de la familia, quien le arrojó una linterna que llevaba consigo.
El investigador Ron Schaffner pudo determinar que, curiosamente, toda la abundante vida silvestre de la región circundante a la granja de los Kline parecía haberse esfumado debido a la presencia del ser anómalo. Los perros ladraban constantemente y el ganado aparentaba estar sumamente inquieto. Un perro perteneciente a otro granjero de la zona saltó a través de una ventana cerrada para entrar en su casa, aparentemente tratando de huir de "algo" que le produjo un buen susto.
Aunque ninguno de los testigos jamás vio volar a la insólita criatura, Schaffner apuntó que existía un parecido cercano con el famoso "hombre polilla" de Virginia Occidental: ambos seres poseían ojos luminosos de color rojo anaranjado; producían sonidos parecidos a un chillido o un disco tocando a 78 RPM; ninguno de los dos tenía ni brazos ni pies visibles, y la estatura de ambos era superior a los dos metros.
Una década de casos nuevos
El estado de Connecticut en Nueva Inglaterra no se conoce precisamente por su alta concentración de casos Bigfoot, pero en septiembre de 1997, una mujer que cabalgaba su yegua a lo largo de un sendero rural percibió "un olor como a mofeta, combinado con olor a perro mojado y ajo". Su caballo relinchó y no demoró en lanzarse a la carrera, casi derribando a la jinete. Fue entonces que pudo percibir un ser bípedo alto y oscuro que se movía a velocidad prodigiosa, corriendo hacia ella. Los gritos emitidos por la aberrante criatura eran tan poderosos que "resonaban en mi pecho y me causaban dolor en los oídos".
En el caso anterior, la criatura parecía tener la exclusiva intención de alejar a los intrusos de su territorio, pues la testigo afirma que pudo ver como el ser subía la ladera de una colina llena de árboles mientras que se alejaba. Pero la conducta de estos simios en otros casos es confusa. En el verano de 1995 (un año muy activo para estos seres, por lo que podemos ver), una cuadrilla de Boy Scouts que marchaba por las forestas del condado de Gibson (Indiana) fue seguida por un Bigfoot alto y negro de cabeza ovoide, que parecía estar sumamente interesado en los niños. Uno de los scouts salió corriendo para delatar la presencia del ser al adulto encargado de la expedición, pero este se negó a creerle. El niño, según la investigadora Bobbie Short, se ha rehusado a entrar al bosque de nuevo.
El periodista Bob Teets, autor del libro West Virginia UFOs, entrevistó en 1994 a un testigo con el seudónimo de "John B.", quien mantenía vivo el recuerdo de un encuentro con lo paranormal en el mes de julio de 1973, cuando su familia regresaba de un pasadía al norte de Point Pleasant. "Nos encontrábamos en la zona TNT", dijo el testigo, "y esta cosa – mayormente blanca, sin alas, y con pelo grueso y lanudo – comenzó a flotar justo al lado de nuestro automóvil, cuya velocidad era de 95 kilómetros por hora". Aunque no pudo verle el rostro, John B. afirmó que su cabeza tendría más de 91 centímetros de ancho.
El destacado investigador Stan Gordon, cuyas experiencias con este tipo de casos se remonta a comienzos de la década de los '70, menciona un evento acaecido en el verano de 1995 en el estado de Pennsylvania: una familia se decidió a construir su nuevo hogar en un claro de bosque precisamente en la región del condado de Westmoreland con el mayor porcentaje de casos de encuentros con Bigfoot y otros seres anómalos. Cuenta Gordon que el hijo de los dueños de la residencia, estando solo una tarde, escuchó los gritos y chillidos escalofriantes aparentemente producidos por uno de estos seres peludos. Tal fue el miedo que sintió, que el joven salió huyendo descalzo de la casa, corriendo sobre la calzada de acceso a la casa, había sido revestida esa misma mañana con brea muy caliente.
En 1996, el programa radial de Laura Lee, transmitido desde Belleview, estado de Washington, recibió una llamada telefónica de Rena, una radioescucha en la ciudad de Spokane, en dónde había visto una criatura cuyas señas correspondían a las del legendario "hombre polilla".
"Hace cuatro noches", dijo la radioescucha, "a eso de las 11:30 p.m., miré hacia el cielo, que estaba estrellado pero un poco nublado, y pude ver una criatura parecida a un pájaro enorme cruzando el firmamento. No se trataba de un avión, porque ascendía y descendía súbitamente a la altura de un avión que va a aterrizar. Jamás vi un par de alas tan poderosas. La cosa volaba en dirección este, hacia el Canadá, y pude contemplarla ininterrumpidamente por varios minutos. No creía en esas cosas hasta ahora, y me que quedé maravillada por la envergadura y fuerza de sus alas".
Conclusión
En resumen, ¿qué podemos decir sobre esta "casa de fieras fantasma", como la denominó el fallecido investigador inglés F. W. Holiday? Los ufólogos se han inclinado a pensar que las criaturas de tipo Bigfoot y seres verdaderamente anómalos como el "hombre polilla" son depositadas en nuestro mundo por los tripulantes de los ovnis para llevar a cabo misiones especiales cuyo propósito ignoramos. Los investigadores de lo paranormal han calificado al fenómeno como uno de corte interdimensional, en el que seres de otros niveles de existencia penetran la nuestra accidentalmente o adrede. Una variante de esta creencia es que dichos seres son productos de magia ritual, ya sean ritos indígenas o de magia negra. Las criaturas serían entonces materializaciones temporarias de energía que desaparecerían después de cierto tiempo. En algunos casos, también podría ser cierta la hipótesis de que este tipo de criaturas son proyecciones del Inconsciente Colectivo de la humanidad (activado por el electromagnetismo presente en ciertas regiones). Por otro lado, el autor John Keel ha sugerido la posibilidad de "elementales" o el concepto clásico de "ángeles y demonios". La interrogante seguirá en pie.
Sobre el objetivo final de la investigación de la existencia de seres desconocidos
Miguel Jordán
Santiago – Chile
Hola interesados en el tema paranormal y ovni:
Respondo a una pregunta básica de nuestra vocación: ¿cuál es el objetivo final de la investigación de la existencia de seres desconocidos?
El objetivo final de pronto uno no lo conoce al principio. Creo que esa pregunta se va generando una vez que ya estamos bien metidos (bastante tiempo y con bastante intensidad y vocación de trabajo e investigación). La respuesta puede incluso ser distinta para cada investigador. Mi objetivo final en un momento dado fue tomar contacto con esta inteligencia y eso lo logré en varias oportunidades cosa que agradezco por una parte pero por otra también ha significado una dependencia inconsciente a veces y otras también voluntaria porque uno se pregunta varias cosas tales como:
¿Cómo entender el hecho de que estos seres existan tanto a nivel personal como social y en relación a lo trascendental (otras realidades y vidas)?
¿Tiene sentido replantearse nuestras suposiciones en cuanto a la cosmogonía y taxonomía de los seres existentes?
¿Qué rescatar del hecho de que ellos existan?
¿Por qué nuestra sociedad o civilización (si es que de civilizados tenemos algo) le da tan poca importancia al hecho de que existen otros seres distintos a nosotros? Y digo que su naturaleza es claramente distinta o al menos desconocida porque así lo terminamos interpretando luego de varios casos no sólo en cuanto a sus aspectos físicos sino también en cuanto a las situaciones en las cuáles se manifiestan.
Una vez que se descubre que estos seres sí existen y que sí interactúan de manera inteligente con nosotros a través de fenómenos, objetos o manifestaciones conocidas y otras desconocidas (las cuales tampoco sabemos si son siempre causados por ellos), y además cuando vamos descubriendo sus modos particulares de manifestarse e interactuar con cada testigo que varía de caso en caso, es posible recién ir asimilando que el fenómeno inteligente investigado no solo es real ya que se percibe como existente y presente por los sentidos, sino que además es efectivamente verdadero ya que se comporta de manera inteligente provocando una atención especial nuestra ante su presencia y a veces definitivamente mostrándose tal cual ellos son incluso comunicándose. Entonces el primer objetivo es verificar como testigo directo la presencia e interacción inteligente del fenómeno o manifestación.
Desde allí es posible que los cuestionamientos personales pasen a ser mucho más importantes que nuestro actuar como miembros de grupos de ovnílogos y/o parapsicólogos ya que estaremos en una situación personal que tendremos que analizar inconscientemente a lo largo del tiempo para ir asimilando todo su significado. Es posible que por ello la valoración social no pueda compararse con la valoración personal que haga un testigo presencial de un suceso inteligente desconocido. Saber que existen otros seres y que se presentaron en un lugar determinado cercano al testigo y en un tiempo determinado ubica al fenómeno como algo real que no solo tiene cabida como algo verdadero sino como algo que se mantiene en ciertos aspectos de manera vívida en la memoria y porqué no decirlo también, a veces también presente en los mismos sueños recordados sea un sueño simbólico o uno vívido (casi real por no decir "como en la vida real"). Saber que existen otros seres tiene un significado trascendental pues abre la perspectiva del mundo del testigo en cuanto al modo de mirar la vida. Eso en parte es el primer fundamento para poder tener una mejor forma de responderse la segunda pregunta planteada en cuanto al sentido y a la necesidad de replantearse nuestras suposiciones en cuanto a la cosmogonía, teología y muy en especial a nuestro concepción de los seres que existen o no y de paso abre la mente para poder plantearse la pregunta "¿qué otros seres que yo no he visto existen?" o quizás también "¿serán ciertos los casos de encuentros con seres desconocidos que otros testigos relatan?" y de paso "¿vio ese testigo efectivamente a estos seres tal como lo presenta en el relato del suceso?" Eso responde en parte la segunda pregunta planteada aquí.
Pero quizás el paso más trascendental para entender todo esta "otra realidad" o "realidad más amplia" que a algunos nos ha tocado vivir es volver al mundo "real" en que la sociedad vive y se desarrolla y tratar de ver cómo darle algún sentido práctico al conocimiento que hemos adquirido luego de haber vivido esos sucesos desconocidos. Ya queda claro el hecho de que "otros seres" y sus "otras realidades" también existen: entonces ¿qué hacer con ello? ¿Acaso tiene sentido ir a la sociedad y decir de manera pública "he sido testigo de un fenómeno paranormal"?
Quizás esa actitud tiene dos razones: la primera se relaciona con la necesidad de comunicarse con los demás y de transmitir las noticias del mundo y de la vida, especialmente lo que vamos aprendiendo en cuanto a hechos y experiencias; la segunda se relaciona con una necesidad inconsciente de buscar "confirmación" y "credibilidad" en otros testigos presentes en su sociedad así como el interés de su comunidad ante lo que le ha ocurrido y como grupo humano saberse informados al respecto y compartir lo relacionado a esta realidad experimentada por ese testigo. Esto último es en el fondo una búsqueda de valoración de los demás y de que acepten el hecho de que él / ella como testigo vivió el suceso que nadie antes le había informado de la manera adecuada (o quizás no lo recuerde o quizás no le interesaba en su momento) y que necesita que le crean y de paso que lo valoren y acepten este conocimiento para ingresarlo al recipiente humano de las experiencias de la vida que conforman nuestra realidad relatada por los testigos o a veces inventada para otros propósitos o deformada según la influencia de ciertas creencias y mitos.
Pero cuando el testigo "vuelve" a la sociedad y les informa de lo acaecido se encuentra con una sociedad que sólo acepta lo que ellos puedan ver de manera presencial y de manera directa, es decir, que lo ocurrido pueda ser replicado y vuelto a re-vivir. Pero los fenómenos paranormales y la manifestación de seres desconocidos no es algo que se presente al antojo y deseo de las personas curiosas como si fuese algo que se puede comprar en un mercado o que se pueda pedir por encargo.
En el fondo estamos tratando con la existencia de otros seres vivos, otras inteligencias y se supone que si sentimos y pensamos de una manera instintiva mínima según nuestras capacidades como seres humanos (lo que no garantiza que sea concuerde con el modo de pensar y sentir de estos seres) estos seres no tienen porqué cumplir con nuestros deseos y caprichos. Incluso en algunos casos en donde estos seres se manifiestan aún sin que el testigo tenga la mínima idea de sus existencias, ellos se comportan a veces de maneras distintas, algunas veces aparentando buscar la atención directa e intencionada del testigo hacia la mirada de ellos (i.e. al rostro) y otras veces simplemente hacia sus presencias físicas sin que esto suponga que hubo algo directa y claramente relacionado con el testigo. En relación a esto último, esas experiencias "indirectas" sin que hubiese mirada entre las partes (testigo y seres desconocidos para el testigo) dan la impresión como que si "ellos" siempre pasaran por ese lugar en el que se encontraba casualmente el testigo y esta vez este tuvo la ocasión de percibirlos sin que hubiese interacción mayor que esa como si se tratase de una "zona peatonal" común. En algunos casos incluso es posible que estos seres sean apercibidos por los testigos sin que estas inteligencias lo descubran o quizás estos ya pueden saber o intuir que es probable que su presencia o paso no deje de ser captado por el testigo.
Retomando la ida del testigo a la sociedad para compartir su experiencia y buscar recibir la atención social necesaria, es muy probable que en vez de encontrarse con un apoyo descubra un rechazo o incluso indiferencia sino también incredulidad. Esto quizás se diferencia mucho del trato que se le da a este tipo de experiencias "especiales" por parte de integrantes de etnias reducidas, por ejemplo en el caso de un grupo indígena que valora este tipo de experiencias como verificación de su contacto étnico con seres superiores, antepasados o seres de los alrededores que tienen directa relación con la cosmovisión de sus mundos, la razón de su existir y el modo de percibir la naturaleza y cada signo. Que increíble que nuestra civilización local (me refiero a la chilena y en parte a la europea y otras) haya perdido el sentido verdadero de lo místico, de lo trascendental y sólo viva el día a día y una planificación de mediano a corto plazo con intenciones de mantener ciertas comodidades en el largo plazo. Será que aquí hay una clave para entender el porqué no sólo haya tanta diferencia al momento de ver la indiferencia social ante este tipo de experiencias sino también a lo profundo que pueden llegar a trascender inconsciente y conscientemente este tipo de episodios "especiales" en la vida de los testigos. Quizás este tipo de experiencias los "conectan a tierra a un lugar místico" que en el fondo no tiene tiempo ni espacio ni tiene límites corporales para el testigo sino que en cierto sentido "lo desmaterializa".
Puede que esas experiencias sean tan impactantes en algunos testigos que los lleven a tener una mirada distinta a todas aquellas personas que viven sucesos que si bien son técnicamente distintos en el fondo se remiten siempre al mismo punto, esto es, la existencia de otros seres aparte de nosotros sean ángeles y demonios u otros seres físicos desconocidos, o personas que han dejado de existir en este plano o que existen en otro plano perceptivo, y eso que todo esto amplia su significación y riqueza cuando descubrimos que todas estas experiencias vienen acompañas de manifestaciones tanto materiales (físicas) o virtualmente reales (visiones, ilusiones, alucinaciones, sueños, desilusiones, etc.) o simplemente etéreas por no decir energías que aún presentándose y generando un área y un volumen presencial y por ello un límite entre ellos y nosotros, claramente no son materiales. Y esto es más rico aún cuando se entra a descubrir que estas experiencias también implican una comunicación entre las partes las que a veces no son sonoras como estamos acostumbrados sino que a veces telepáticas e incluso simplemente intuiciones de la intencionalidad del otro.
Puede que un testigo de este tipo de experiencias comience a desarrollar una actitud positiva en relación a estos temas y se plantee la necesidad de re-encontrar su misión mística espiritual en esta vida que puede comenzar a tener sentido cuando se considera la existencia de estos seres a la realidad de la vida en la que estamos actualmente inmersos, y de paso tratar de explicarse el porqué existen estos seres y qué hacen y quiénes son y qué relación tienen con nosotros o nosotros con ellos. Pero simplemente experimentando la realidad de la existencia de estos seres (sea en un nuevo suceso paranormal o recordando una experiencia pasada de esta naturaleza) basta para ir descubriendo que no sólo no somos los únicos en nuestro alrededor y medio ambiente sino algo más importante, a saber, que alguien los creó a ellos tanto como a nosotros y que quizás ellos también puedan estar buscando el sentido de sus vidas en relación a su creador. Esta última intuición lleva nuevamente a recordar que existe un creador al que algunos le denominamos DIOS, i.e., la existencia de estos seres nos da otra razón más para ir descubriendo que la vida es mucho más rica y amplia y que la pregunta de si "DIOS existe" tiene ahora la posibilidad de verse intuitivamente respondida desde una perspectiva mucho más rica e indicadora de lo trascendente: no sólo nos crearon a nosotros sino que a estos otros seres también y alguien nos debe de haber creado tanto a ellos como a nosotros.
Aunque todas estas preguntas nos llevan a entender mejor el sentido de la vida, de lo divino y de lo misterioso ya no tanto basados en la polémica que suscita el tema paranormal como fenómeno mismo sino prueba clara de una realidad aún más real, en algún momento dado como testigos vamos recordando que actualmente vivimos y participamos como miembros de una sociedad y que la vida continúa pero ahora con una perspectiva algo distinta. Pero también tratamos de que nuestra experiencia vaya teniendo un sentido práctico en la vida y no dejarlo sólo como un recuerdo sin sentido ni valor, y por tanto vamos siendo más sensibles a relatos de otros en relación a sucesos similares a los que hemos vivido un buen grupo de testigos.
Más allá de que vivimos en una sociedad que en parte impone de una manera desafortunada "lo que es o lo que debe ser o lo que incluso sólo puede ser real y lo que no es real", o "lo que es verdad y lo que no es verdad" o "lo que tiene sentido o no tiene sentido", no es mucho menos triste ver como nuestra sociedad tiene una idea ciega y paradójicamente prehistórica de esta otra realidad o de esta realidad más amplia y no entienden el sentido misteriosa de su naturaleza. Por lo general tienen la idea de que algo es falso o inexistente o irreal a menos que se les invite a una experiencia con esta dimensión misteriosa y desconocida como si fuese un evento programable, planificable o más bien controlable por ellos, casi como si se tratase de una visita a un espectáculo de circo. Incluso aceptan que algo es verdad si es que se les muestra en TV, vale decir, otro modo de obtener una prueba definitiva y cuando lo necesitan aceptan como verdadero lo que se les muestra sin siquiera dudar que pueda haber habido manipulación de la información en sus sentidos de invención, u omisión o deformación de la realidad presentada.
Obviamente gran parte de la sociedad no ha dejado de ser crédula en cosas que les convienen para poder ir manteniendo ciertos cultos y ciertos modos de vida y ciertos gustos y modos de controlar su medio ambiente, pero por otro lado niegan asuntos que inconsciente e intrínsecamente tienen mucho más posibilidades de ser ciertos, reales y con un sentido valedero.
Más allá de los impedimentos que impone una sociedad "condicionada y educada" según el sentir de lo humano y no tanto desde una perspectiva espiritual y trascendental, el testigo de una experiencia paranormal va descubriendo que no es el único que ha experimentado un encuentro con esta realidad desconocida y trascendental, a veces considerada como parte de mitos y leyendas imposibles.
Algunos de estos testigos que valoran una actitud autocrítica de sus experiencias y que perciben que parte de ella tiene un sentido con lo trascendental y realmente superior, van conociendo casos de otros testigos en donde descubren que el trato de ciertos grupos sociales al hecho de estas experiencias es desafortunado y está lejos de entregar una explicación con un sentido real y práctico y va quizás descubriendo partes de las teorías e hipótesis humanas que pueden ser ciertas en algunos casos pero no en la generalidad proyectada poco menos como si se tratase de una verdad universal y eterna. Algunos de estos testigos van descubriendo casos en los que otros han ido asimilando encuentros con "lo desconocido" y se identifican al descubrir que al igual que ellos a estos otros testigos también les cuesta poder conciliar el significado de estos hechos reales. Más allá de no poder creer a buenas ni a primeras en la existencia real de los seres relatados por estos otros testigos ni entender bien la naturaleza de esos otros seres, va descubriendo similitudes estructurales y funcionales básicas entre experiencias de esas naturalezas inteligentes desconocidas que le permiten no sólo dejar de sentirse aislado como un testigo de lo anómalo sino que también entender que aún sin haber vivido las experiencias de otros ellas no son creídas en la sociedad y además son asimiladas desde concepciones que no tienen un sentido correcto y válido porque parten de la base de que estos otros seres no existen y por ello sus suposiciones tienen una base irreal y en parte falsa.
Es cierto que los encuentros con seres desconocidos se dan en contextos en los cuales el medio ambiente físico y temporal sigue manteniéndose donde está y que por ello las huellas físicas no son tan evidentes o frecuentes o no cambian mayormente las condiciones ni el estado de un lugar y que por ello se suponga que las experiencias de ciertos testigos se desarrollan sólo al interior de su mente. Aquí es donde se considera que los testigos que relatan este tipo de sucesos no están siendo más que pacientes con algún trastorno psicosomático y fisiológico en donde son testigos inconscientes de la manifestación de sus propias enfermedades y que sería esto lo que permite diagnosticar sus trastornos. Allí se confunde el límite entre la palabra "testigo" y "paciente", por no decir enfermo o trastornado.
Valga mencionar que es más adecuado decir que los encuentros conocidos son por lo general aquellos en los que estos seres desconocidos se presentan en el lugar en donde está el testigo o están a la vista o en el rango espacial perceptible por parte del testigo. Pero eso no significa que todo el suceso tenga sólo una explicación desde una perspectiva materialista concretamente física y convencional según ciertas leyes que se suponen válidas en el 99% de las veces, cuando en realidad esa validez no es más que una acto torpe de suponer que las leyes que hemos descubierto pueden ser proyectadas al resto del universo como fenómenos generales cuando en realidad pueden ser sólo fenómenos locales y temporales y que a veces pueden incluso depender no del azar (otro concepto desafortunado) sino que del mismo potencial testigo o perceptor, por no decir ser humano.
Por ejemplo el relato del avistamiento de un duende en un dormitorio de una casa no implica que esta habitación desaparezca luego del suceso sino que sigue estando allí así de la misma manera como el cuerpo del testigo sigue siendo el mismo físicamente hablando, más allá que la reacción del este esté más cercano a un estado alterado de conciencia que a un estado tradicional. Pero no implica que porque no exista un duende atrapado sea de manera física concreta (el cuerpo real del duende) o vía registro físico (fotografías o videos u otros modos), todo deba tener una explicación basado en un principio errado que supone que "la explicación más simple y tradicional es la más probable". Decir eso no significa tampoco que la explicación tenga sentido sólo porque se intente ser pragmático ni simple sino que todo lo contrario, se estará simplemente juzgando un hecho cuya naturaleza puede ser potencialmente ultradimensional (sea sobrenatural (proveniente de DIOS) o praeternatural (proveniente de ángeles o demonios) o natural (de seres conocidos o desconocidos pero de naturaleza similar) y se pretende explicar como algo que sólo puede ser verdad desde nuestra perspectiva que en parte es de naturaleza natural y basada en un modo de pensamiento complejo y dimensionalmente limitado, pero no por ello deja de ser real y verdadero en parte.
Cuando un testigo trata de investigar lo relacionado a encuentros con lo desconocido intentando compartirlo públicamente y de paso ofrecer un espacio de opinión a otros miembros supuestamente expertos en la materia, es muy probable que el testigo se encuentre con una sociedad con una mente cerrada aún cuando el cielo sobre ese cerebro esté totalmente abierto lleno de puntos luminosos brillando en el cielo como indicador de una diversidad de posibilidades. Luego de una posible asimilación triste y chocante de una respuesta social tan limitada, anti-científica y prehistórica, el testigo podrá ir descubriendo que le conviene trabajar solo y dependiendo mucho menos de lo que los otros seres humanos digan al respecto en especial si sus opiniones son prejuzgadas y sin un sentido real en relación a lo que el testigo ya conoce como real.
Desde ese momento es posible que el testigo rescate el sentido y significado de la realidad de estas experiencias con seres desconocidos y le preste más atención a defender a personas que pueden haber sido efectivamente testigos de casos parcial o totalmente paranormales y encuentre en el grupo de los así llamados pacientes psicosomáticos o trastornados mentales un universo de personas que quizás vivieron o puedan estar viviendo algo real de una naturaleza desconocida. Ciertamente muchos relatos de algunos supuestos "trastornados" como lo son en la práctica los casos de esquizofrénicos, o algunos epilépticos en su fase de aura u otros influenciados por los efectos de psicotrópicos (al igual que los chamanes), presenten características que no parecen lógicas ni reales ni verdaderas y ni siquiera posibles, esto desde una perspectiva desconocedora de la existencia real de estos otros seres y de su interacción con personas que puedan ser desafortunadamente clasificados como pacientes con algún trastorno.
Ciertamente algunas de estas experiencias de un origen supuestamente trastornado y mental en la realidad no son posibles de ser percibidos de manera adecuada por los testigos ni tampoco asimilados ni interpretados según nuestra concepción de lo real-verdadero aceptado por nuestra cultura social actual, que para el entendimiento de algunos de estas experiencias paranormales se basa en modos desafortunados y poco acertados a la hora de rescatar el posible sentido de estos sucesos. Aún así, los testigos de este tipo de experiencias van relatando progresivamente de la mejor manera que a ellos les es posible y según una lógica distinta, toda la amplitud de la realidad que ellos perciben y asimilan en sus experiencias. Es muy difícil que ellos puedan darle el sentido a este tipo de experiencias en la medida que la sociedad condiciona la posibilidad de que participen en nuestra cultura a menos que controlen ciertas actitudes y comportamientos de acuerdo a lo que sociedad cree e impone como correctas, mínimas, necesarias y suficientes. Ciertamente debe ser muy difícil tanto para los mismos testigos (pacientes en este caso) así como para los familiares y seres que se interrelacionan normalmente con ellos, poder generar espacios de entendimiento y de cooperación para trabajar en forma mancomunada en nuestra sociedad, pero no por ello podemos dejar de tener un sentido más criterioso, cuidadoso y menos prejuiciado al momento de tratar de entender lo vivido por estas personas.
Quizás este último aspecto pueda ser considerado como clave para entender el sentido práctico de aplicar en la realidad "consensuada" y "condicionada" socialmente todos aquellos conocimientos que resultan de una progresiva y correcta asimilación del sentido y significado del hecho de que estas experiencias paranormales algunas veces tienen efectivamente una base real más allá que las inteligencias detrás de estas experiencias aparenten no colaborar (según lo que concebimos por colaboración desde una perspectiva humana obviamente aún limitada) para el entendimiento de lo que significa el hecho de haberse encontrado uno con el otro aunque es muy posible que en realidad muchos de estos seres ya nos hayan percibido de manera atenta sin que nosotros nos hayamos percatado aún.
Creo que todo lo narrado anteriormente puede también usarse como material a discutir para responderse el porqué nuestra "sociedad civilizada" o cultura actual le da tan poca importancia al hecho de que existan otros seres y tengan tan poco interés en verificar qué puede llegar a significar el hecho de que ellos sí existan a través de un encuentro cercano.
Ciertamente la búsqueda en cuanto a coleccionar y presentar públicamente miles de fotografías y videos de posibles registros de la presencia de estas manifestaciones y sus fenómenos asociados, no sirvan de mucho si no nos permitimos de pronto un breve tiempo para poder asimilar otros aspectos que quizás tengan una mejor asimilación desde una perspectiva basada en la verdadera fe y en la correcta intuición.
Lo que hagan muchas agrupaciones obviamente sirve pero por lo general descubro en Chile una falta de entendimiento del asunto desde una perspectiva más espiritual.
Ojalá que esto sirva como respuesta a varias preguntas de Uds. Que estén muy bien. DIOS los ilumine como sólo EL lo sabe hacer.