ASTRONOMO JESUITA CREE QUE HAY VIDA EXTRATERRESTRE.

El director del Observatorio Vaticano, el jesuita George Coyne, se encuentra convencido de la existencia de vida
extraterrestre y asegura que es «una locura» pensar que el hombre pueda estar solo en el Universo.

El padre Coyne y el equipo de cientificos que dirige han llegado a esta conclusion tras escrutar durante años el firmamento
desde el centro de investigacion astrofisica situado en la residencia estival de los Papas en Castelgandolfo, en las cercanias de Roma.

«El Universo es tan grande que seria una locura pensar que nosotros somos una excepcion», aseguro Coyne al diario milanes Corriere della Sera. Al tiempo, subrayo que «cada dia se acumulan nuevos datos» que hacen pensar en la posibilidad formas de vida diferentes a las de la Tierra. «Cuanto mas estudiamos los astros, mas nos hacemos conscientes de nuestra ignorancia», añadio.

El religioso jesuita, responsable desde 1978 de un observatorio con mas de un siglo de Historia a sus espaldas y que depende
directamente de la Santa Sede, afirmo que «la Ciencia no destruye la fe, sino que la estimula».

Aunque admitio que no existe evidencia cientifica que pruebe la existencia de vida fuera de la Tierra, Coyne es consciente de
que esta eventualidad abre ante los creyentes una inquietante serie de incognitas y «un gran desafio», pero que ello no debe
ser considerado como un hecho «dramatico».

En ese sentido, el astronomo señala que algunos sectores de la Iglesia consideran negativo debatir o estudiar cuestiones que
pueden hacer «temblar un poco» la doctrina Catolica.

Sin embargo, insiste en que no hay una contraposicion obligada entre las versiones sobre el origen del Cosmos que ofrece la Biblia y las mas actuales que defiende la Ciencia, como la del Big Bang.

Segun Coyne, ni las Sagradas Escrituras ni la Teologia profundizan en como Dios creo el Universo, sino que corresponde a los cientificos y a su «curiosidad insaciable» responder a las muchas incognitas que todavia no han sido resueltas, entre ellas la posibilidad de formas de vida extraterrestre.

Igualmente señala que el papa Juan Pablo II tiene un gran interes por la astronomia «y no teme el enfrentamiento entre la
fe y los conocimientos cientificos».

Son numerosos los Pontifices que a lo largo de la Historia estuvieron atraidos por el estudio de los astros, y ya Gregorio
XIII, en 1582, hizo construir en el Vaticano la denominada Torre dei Venti o Torre gregoriana, que aun existe y que comenzo a usarse como observatorio meteorologico y astronomico a finales del siglo XVIII bajo el nombre de Specula Vaticana.

Otro de sus sucesores en la Catedra de San Pedro, el papa Leon XIII, adquirio un primer telescopio que instalo en la torre San Giovanni, en los jardines de la Ciudad del Vaticano en 1891.

En aquel año la Santa Sede se unio a un proyecto frances para realizar 18 observatorios en toda Europa, a cada uno de los
cuales se asigno una zona del cielo a explorar.

Cuando las autoridades vaticanas decidieron en 1935 construir un observatorio mas moderno y trasladarse a Castelgandolfo,
debido a que el lugar reunia mejores condiciones para la observacion nocturna de los astros, el papa Pio XII encargo la
direccion del centro a la Compañia de Jesus.

En la actualidad, los jesuitas continuan al frente de esta labor, que realizan tambien desde un observatorio dotado de sofisticado instrumental situado en Tucson, en Arizona (Estados Unidos).

Italia, EFE