DIARIO LA CAPITAL ENTREVISTO A SILVIA PEREZ SIMONDINI

Caidos del cielo y del mas alla

En Victoria se exponen evidencias logradas por un grupo que investiga el fenomeno ovni. El museo ofrece a los visitantes objetos dificiles de rotular

Por David Nahon

Silvia Perez Simondini se especializa en la investigacion de prodigios y acontecimientos no convencionales. Una tarea que tiene como ambito el Museo Vision Ovni, en la ciudad de Victoria y que cumple con pasion. En su recorrido guiado por las instalaciones expresa un entusiasmo inagotable que intenta despejar cualquier duda acerca de seres cosmicos, animales mutilados y elementos extraños caidos del cielo.

Para historizar acerca del museo, Silvia rememora un espectacular legado. «Hace unos cinco años, Nicolas Ojeda, un rosarino pionero en las investigaciones del fenomeno ovni, dono todo su trabajo, que data de los años 50, a nuestro equipo de investigacion Vision Ovni «dice». A la vez nuestro grupo, a traves de los años, acumulo infinidad de evidencias. Junto con las de Nicolas, resulto que teniamos en mano tantas historias que me parecio maravilloso compartirlo con la gente. De alli nacio la idea de crear un museo, en donde la gente no solo pueda conocer, sino tambien contar sus propias experiencias».

Los ovnis, como la neurosis, estan presentes todo el tiempo, solo cuesta identificarlos. Para eso Perez Simondini y su equipo de una decena de colaboradores recorren el pais en busca de sucesos relacionados a su aficion, enfrentando la falta de recursos economicos.

«A traves de los años de investigacion hemos tenido que superar mil contratiempos «cuenta la directora del Museo». Los analisis de las muestras son muy onerosos y nunca encontramos a nadie que nos permita avanzar con solidez economica. Lo que hemos hecho fue siempre de nuestro propio peculio».

La mujer admite que lo realizado no siempre es valorado. «Soportar la incredulidad de la gente es muy duro. Lamentablemente, se utilizo este fenomeno como algo comercial «reconoce» se trucaron muchas evidencias, por lo que es entendible que la gente descrea en lugar de entregar su confianza a una investigacion seria. Por eso cuando no puedo mostrar pruebas, no hablo».

Victoria, ciudad arida como la misma superficie lunar, compone una excelente escenografia para la visita al museo. Desde un tiempo a esta parte, debido a lo excepcional de la atraccion que genera, la ciudad incluye entre sus atractivos turisticos informacion sobre eventos de estas caracteristicas. La misma ciudad alberga dos prodigios que señalan al cielo y uno revocaria la fe en el otro: la Abadia del Niño Dios y el museo de Silvia Perez Simondini. El monasterio de los abates recibe visitas guiadas desde todo el pais, pero Victoria «parece convocarlas» ademas desde infinitos e insondables sitios en el espacio exterior.

Golpes y una luz
Perez Simondini recuerda una de sus primeras experiencias: «Estaba cocinando para la cena, cuando de pronto escucho en la parte posterior de mi casa, junto al parque, dos fuertes golpes. Mi perra se alerto; encendi la luz y deje que saliera primero. La sorpresa fue que no habia nadie. Sali a pesar del miedo y me quede a observar el cielo; y entonces veo una muy fuerte luz aproximarse».

«La luz era grande y brillante, similar a Jupiter, quizas de mayor tamaño y no opaca como la luna. Me siento a esperar «indica», porque se acercaba justo hacia la casa muy lentamente. Cuando ya estaba sobre el parque se detiene. En ese momento me invadia el panico, porque pense que bajaba frente a mi. Se detuvo por apenas 2 o 3 segundos y ascendio rapidamente hasta quedar en una muy pequeña esferita hasta que desaparecio. Entre luego a contarle a mi madre lo que habia sucedido y veo por la ventana al vecino Ramon Leiva, que comenta que tambien habia visto la luz desde su casa. Un encuentro de estas caracteristicas puede hacerte pasar malos momentos, como tambien grandes emociones. Todo esta en uno».

Silvia Perez Simondini participo en noviembre del 2006 del Congreso Mundial Ovni, celebrado en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y con invitados literalmente estelares, entre ellos Fabio Zerpa y la cosmonauta rusa Marina Popovich. Alli presento una exposicion sobre un caso de mutilacion de ganado.

A principios de 2002, se hace publica la aparicion de animales mutilados en la provincia de Buenos Aires. Segun se dijo, las amputaciones resultaban extraordinarias por distintas razones, como la cauterizacion inmediata de la herida, la ausencia de sangre, el no hallar rastros humanos en las cercanias de los descubrimientos y la insistencia de los animales en evitar aproximarse a los cadaveres. Un comunicado oficial del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) identifico a un roedor, el hocicudo rojizo, como responsable de las disecciones debido a un cambio en su alimentacion.

Para el equipo de Perez Simondini estas explicaciones no son suficientes. «En EEUU, a pesar de contar con toda la tecnologia, aun hoy no han podido explicar lo que sucede con los mas de 10 mil casos de mutilacion de ganado registrados en su pais y aqui el Senasa sostiene sin fundamentos la hipotesis de animales carroñeros. Para sostener esta hipotesis primero deberian contarnos que especies habitan en regiones tan disimiles y como pueden adaptarse a condiciones climaticas diferentes», desafia.

El museo contiene una variada coleccion de objetos singulares para los cuales su directora posee una ilustracion categorica que ella misma transmite a cada visitante. La compilacion del museo esta constituida por distintos elementos cuyo origen es embarazoso de rotular. La mayoria revela una procedencia inaccesible, como la placa de metal que a la exposicion de la luz del flash se torna translucida, el favorito entre los visitantes del museo. Otro de los mas populares es una pieza esferica «caida del cielo» que Perez Simondini ha reconocido representada en distintas pinturas a lo largo de la historia. Distintos materiales recogidos de sus investigaciones, asi como numeroso material fotografico, componen la experiencia de visitar el museo, donde el capital mas significativo es el relato de su directora.

En un momento del recorrido dispone de una suerte de aula donde desarrolla temas que precisan mayor dedicacion. En su relato, Perez Simondini manifiesta una animacion intensa propia de las personas apasionadas, aun cuando su devocion le depare «momentos dolorosos» ante el escepticismo.

«Muchas veces, cuando no hay gente de nuestro equipo acompañandome, la soledad es tremenda. Porque esta investigacion «expresa», solo se puede hacer de esta manera, sola. Hay gente a la que muchas veces invitamos, pero solo quieren ver un show, otros hacen escandalo ante algo que ven y les provoca miedo. Los peores son quienes constantemente dudan de todo. Sin tener ninguna base de sustentacion, niegan lo que esta delante de su vista, quizas sea porque no se animan a decir que ellos tambien tienen miedo».

Perez Simondini afirma: «Cuando cuento los hechos vividos la gente me mira como si yo fuera la marciana «dice». Este es el unico motivo por el cual no me gusta hablar de mis experiencias. Muchas de ellas, mas fisicas, son imposibles de explicar. Para mi, como para cualquiera, es muy importante que se le de valor a mi investigacion, porque es respetuosa y hecha con el profundo deseo de explicar que existen otras verdades ademas de las que nos han acompañado toda la vida».

El Museo Vision Ovni esta en San Miguel y Rondeau, Victoria. Se puede
visitar de martes a domingos de 15 a 19.