MIGUEL AMAYA RELATA UNA LLAMATIVA EXPERIENCIA EN BASE GENERAL SAN MARTIN, ANTARTIDA ARGENTINA

Base General San Martin (Abril de 1991)Miguel Amaya
Resistencia – Argentina
mtamaya17097@yahoo.com.ar

[Nota de Carlos Alberto Iurchuk: Los nombres de los protagonistas que figuran en el relato fueron suprimidos hasta poder localizarlos y obtener una autorizacion de los mismos para su publicacion.]

Soy Suboficial de la Fuerza Aerea Argentina, todavia en actividad, cumplo mis funciones en el Aeropuerto Resistencia, mi especialidad es Meteorologia, sub especialidad Observador Meteorologico y Radiosondeista; soy una persona que puede diferenciar entre fenomenos atmosfericos y aeronaves de cualquier otra cosa que se suspenda en el aire.

Voy a tratar de que mi relato no sea tan largo. Esto sucedio en la Base Gral. San Martin en la Antartida Argentina. Ocurrio mas o menos en el mes de abril o mayo de 1991. No recuerdo muy bien pero se que era en el comienzo de la noche polar. La dotacion de la Base era de 20 hombres, contando entre cientificos y militares.


Bases argentinas en la Antartida (En rojo las bases permanentes; en verde las bases de verano).

Los principales protagonistas fueron las tres personas civiles que estaban en la base, ellos estaban en otra casa muy cerca a la nuestra y tenian su laboratorio en esa. Como cientificos el trabajo de ellos era el estudio de la alta atmosfera (la ionosfera) y donde tenian sus instrumentos de mediciones (El ingeniero es una muy buena persona, de mente muy abierta y residente en la ciudad de Mar del Plata, se llama XXX y es ingeniero electronico).

Esa noche, aproximadamente 01:15, suena el unico telefono que existia en la Base que conectaba el laboratorio y la estacion meteorologica. Era el ingeniero que me preguntaba si los operadores de radio tenian sus equipos conectados transmitiendo al continente. Al comunicarle que en ese momento solamente yo estaba despierto y nadie levantado, corto enseguida y no me dio ninguna explicacion. Continue realizando mis observaciones meteorologicas sin novedad alguna. Afuera el tiempo continuaba nevando mucho, ya llevaba como 6 o 7 dias que nevaba continuamente. Las nubes estaban entre 30 y 60 metros (stratus bajos), la visibilidad reducida a 200 o 300 metros y la temperatura en esa epoca oscilaba cerca de los -20 / -25 ºC. Mi turno termino sin novedad, al llegar mi relevo me fui a dormir.

Me levante alrededor de las 17 hs. Recuerdo que no comi nada, pero tenia una necesidad muy grande de salir afuera (les recuerdo que estabamos en una isla chiquita). Sali, di una vuelta por atras de la base y me subi a una altura que daba sobre la casa donde habia una pequeña gruta que contenia una virgencita. Estaba sentado en la roca (el paisaje era extraordinario) y veo que por las huella que yo habia dejado subia otro componente de la base, al llegar al lado mio y sacarse las antiparras lo conoci: era un radio operador del Ejercito Argentino. No me habria sorprendido si hubiese sido otro compañero pero este muchacho era muy friolento y no salia nunca de la casa. En ese momento estaba la temperatura en mas o menos -25 ºC, lo que me sorprendio mucho. Al preguntarle que estaba haciendo afuera me contesto que sentia una gran necesidad de salir. Estuvimos alrededor de 15 minutos y nos volvimos porque no queriamos congelarnos. Hasta ese momento para mi todo era normal.

Llego el momento de la cena, y como mi lugar estaba al lado del ingeniero me acorde del llamado de la noche y le pregunte por que me habia llamado a esa hora, y me miro con cara de no saber que responderme. Lo mire a el y a todos los componentes de la base que en ese momento hicieron silencio, yo no entendia nada, y me pregunta si yo vivia en un termo. Le dije que paso que no estaba enterado de nada, y me empezo a contar.

Aproximadamente a las 01 hs, estaban por acostarse, cuando en un equipo (que si mal no recuerdo se llama riometro) empieza a sonar una alarma, de que estaba midiendo o capturando una señal. Ellos conectaron otro equipo que seria como un amplificador que tiene un sistema que realiza un registro grafico, con tres brazos (algo asi como un registrador de sismos). Este equipo empieza a marcar normalmente, pero despues de cinco minutos las tres agujas marcadoras empiezan a hacer los mismos trazos, cosa imposible segun me contaba el ingeniero, porque segun el ejemplo que me daba, esto era como los manometros de los autos: uno marca la temperatura del motor, otro la presion del aceite y el otro el vacuometro que es para la bateria. Esto no podia ser. En algunos momentos se cortaban estas «señales» y todo seguia normal. Por lapsos de diez o quince minutos empezaba otra vez y a veces con tal violencia que se salian de la faja.

Me comentaba que alrededor de las 03 hs salieron los tres con linternas afuera del laboratorio para ver si habia un OVNI estacionado arriba de ellos, porque tales marcaciones solamente se podian haber realizado si hubiese estado anclado a diez metros de la casa el «portaviones americano Kitty Hawk» con sus motores nucleares prendidos o una ciudad como Buenos Aires suspendida a 100 metros del suelo y todas sus luces prendidas (textuales palabras).

Resumiendo un poco, recien alrededor de las 05:30 de la mañana cesaron las señales. Ese dia era viernes y a las 08 hs aproximadamente el ingeniero, como todos los viernes, se conectaba por radio con la Direccion General del Antartico, dando las novedades de la semana a su jefe (Ingeniero YYY) cuando comienza a contarle de la intensidad de las señales, de un valor no registrado en ninguna parte del mundo. El jefe le interrumpia y le decia que eso no podia ser nunca, a lo cual nuestro compañero le respondio un poco enojado que tenia como 40 metros de rollo de prueba y que estuvieron recibiendo por cuatro horas y media tales registros. Y lo que contesto el jefe fue: «Bueno ingeniero XXX, hay temas que no se pueden hablar por frecuencia (radio), asi que cuando yo vaya a la base en el mes de febrero en el Q 5 (Rompehielos Almirante Irizar) me entrega el rollo personalmente en mis manos, y a partir de hoy lo tiene bajo su brazo (figuradamente) y no lo vaya a mandar en ningun vuelo, no hablemos mas del tema y pasemos a otra novedad»


Rompehielos Almirante Irizar.

No termino alli todo. Despues de la cena fui a ver el rollo. A las 22 hs aproximadamente regrese a la Estacion Meteorologica, donde paso a retirar su abrigo uno de los tres componentes del laboratorio y se despidio de mi por estar cansado y tener mucho sueño, ya que no pudo recuperar el sueño perdido en la noche. Transcurrio unos cinco minutos creo yo, cuando suena el telefono y escucho la voz de ZZZ algo excitada que me decia que vaya al laboratorio rapido. Al llegar noto que estaba nervioso y apurado en contar que cuando salio de mi oficina y caminando mas o menos a unos 15 metros de la casa principal tuvo necesidad de mirar hacia el cielo (a pesar de que todavia estaba nevando y las nubes eran bajas) y noto como pasaba por arriba de la base un enorme circulo de luz muy atenuado por la nubosidad, pero aun asi se notaba, y se dirigio hacia el mar muy lentamente sin ruido alguno.

Nota de Carlos Alberto Iurchuk: En el programa radial «El Ultimo Peldaño» del 13 de febrero de 2009, conducido por Joaquin Abenza, que se emite desde Murcia, España, hablo Miguel Amaya sobre este caso. A continuacion pueden escuchar el audio de dicha entrevista

http://www.ivoox.com/avistamiento-ovni-base-antartica-gral-san-martin-audios-mp3_rf_1127518_1.html