LOS FENOMENOS ANTROPOMORFOS DE SANTA ISABEL

Autor: Dr. Oscar A. Galindez
Fuente: Revista «Ovnis, un desafio a la ciencia», N° 2, jul.-ago. 1974, Ed. CADIU, Cordoba, Argentina.
Los curiosos fenomenos de Santa Isabel pueden ser considerados como una de las mejores secuencias episodicas jamas registradas sobre visualizacion de manifestaciones antropomorfas eventualmente ligadas a la problematica OVNI.
La propia magnitud de los hechos, la pluralidad de testigos y la reiteracion de las observaciones conspiraron contra una expeditiva evaluacion de los incidentes. La objetividad cientifica exigia un analisis meticuloso que permitiera determinar el indice de veracidad asignable a los mismos, aun a riesgo de dilatar apreciablemente su difusion.
Tras mas de un año de trabajo y entrevistas personales, creemos haber reunido un cumulo sorprendente de antecedentes que avalan fehacientemente la produccion correlativa -durante la ultima semana de setiembre de 1972- de sucesos marginados del entendimiento comun en la planta automotriz Ika-Renault, de Santa Isabel, situada a 7 km. al S.E. de Cordoba, Republica Argentina.

I. PRIMER FENOMENO ANTROPOMORFO
Cuando las manifestaciones de Santa Isabel tomaron estado publico, a traves del testimonio de dos de sus protagonistas (señores Moreno y Rodriguez) (1), nos abocamos a la tarea de contactar con algunos directivos de la firma indicada, a fin de interesarlos en la posibilidad de una reconstruccion «in situ» de los hechos.
En oportunidad de tales tratativas tomamos conocimiento de la verificacion de un incidente anterior, que solo fue conocido por el personal de seguridad de la fabrica, en razon del caracter confidencial que le confirio su ocasional protagonista.
En el domicilio particular del señor Mario Vidosa, empleado de jerarquia de la firma, radicado en la ciudad de Alta Gracia, Cordoba) concretamos el 12 de octubre de 1972 una entrevista personal con el testimoniante de marras, quien vive en las afueras de aquella localidad.

1. Datos personales del testigo
El ocasional observador de este primer fenomeno fue el señor Teodoro Merlo, de 56 años de edad, empleado en la planta automotriz Ika-Renault de Santa Isabel, en donde se desempeña como guardia de vestuarios. No tiene instruccion primaria, aunque realiza trabajos de pintura y escultura que lo revelan como un autodidacta. Es una persona introvertida. Durante la entrevista, nos sorprendio sobremanera su extrema humildad y su insistencia de que no se divulgara su experiencia. Tampoco accedio a dejarse fotografiar. No hay contradicciones en su relato. En todo momento hablo con plena seguridad. Nos parece una persona sincera y de probidad, al punto que no considera serio abrir juicio sobre la naturaleza de su observacion.

2. Condiciones de observacion
El fenomeno tuvo por escenario un sector de la planta automotriz, cuya area (Foto 1) publicamos conjuntamente con el grafico explicativo de la misma (Fig. l).
Era el 21 de setiembre de 1972. A Ias 5.40 a.m. el señor Merlo se encamino hacia los vestuarios de Forja (ver su ubicacion en las ilustraciones indicadas) y cuyas dependencias internas estan señaladas en la figura 2.
A la 1.40 a.m. habia cerrado personalmente con llave las dos puertas de acceso al local. Si bien los tecnicos de la planta ingresan recien a las 7.30 a.m., a las 6 a.m. se produce la entrada del personal de mayordomia (calderas, limpieza, etc.), razon por la cual debe acondicionarse el vestuario desde temprana hora.

Previo a su acceso al local, el señor Merlo encendio desde el exterior (por conducto de las botoneras colocadas a un costado de la puerta N° 2) las luces interiores de aquel. Las bombillas de los seis baños (luces Nos. 1 y 2,en la fig. 2) funcionan a gas de mercurio. Las luces 3, 4, 5 y 6 -en cambio- son tubos fluorescentes.


Foto 1. Vista general de la planta automotriz Ika-Renault.

Cumplimentada esta tarea, el protagonista abrio la puerta N° 2 -que estaba cerrada con llave- y se encamino rapidamente hacia el sector «A», donde dejo unos jabones y toallas. (En ese extremo existen unos lavaderos o piletones alargados). En tal oportunidad advirtio hacia su izquierda que la luz N° 1 estaba apagada, notando que sobre uno de los piletones (sector «B») se encontraba sentada una persona. Dejo los elementos indicados en el sector «A» y se dirigio con igual proposito hacia el «B» (situado a unos 7 metros de distancia), extrañandose paralelamente por la presencia del intruso, toda vez que cuando a la 1.40 a.m. cerro el vestuario no quedo individuo alguno en su interior.
Debe destacarse que las paredes divisorias de los seis baños no tocan el techo del local, ya que -por razones de aireacion- llegan hasta unos 0,50 m. del mismo. Algo analogo sucede con los separadores de la sala de duchas. Esta circunstancia permitio que el sector «B» -pese a que la luz N° 1 se encontraba inexplicablemente apagada- fuera suavemente bañado por la luminosidad. de las luces de los otros compartimentos.

El señor Merlo avanzo con sigilo, y, al pasar por un espejo existente sobre la pared exterior de los baños y que da al pasillo por el que caminaba, (ver fig. 2) se miro instintivamente en el mismo, al tiempo que paso las toallas y jabones a su mano izquierda. Esa leve distraccion fue coetanea a la verificacion del siguiente fenomeno: la luz N° 2 se apago produciendo un ruido seco, semejante al de un elemento metalico que golpea un cristal. La luz N° 1 se prendio automaticamente, iluminando la escena del sector «B», circunstancia que le permitio certificar que la entidad habia desaparecido.
Sorprendido por esta curiosa manifestacion, el señor Merlo retrocedio rapidamente hacia el sector «A» (donde la luz N° 2 se habia apagado), pero tampoco encontro rastros del intruso. Desde alli dominaba el pasillo que lleva a la puerta de acceso N° 2, y tampoco vio nada extraño. Corrio nuevamente hacia el sector «B» para determinar si el individuo intentaba escapar por la puerta de acceso N° 1. Pero la misma estaba cerrada con llave. Igual comprobacion hizo con respecto a la puerta N° 2. Son las dos unicas entradas de que dispone el vestuario; y si bien existen banderolas de ventilacion, que permitirian el paso de un cuerpo humano, las mismas solo se abren y se cierran desde el interior del local, a traves de un complicado mecanismo de torneria. Por supuesto, estaban igualmente cerradas. Reviso cuidadosamente las distintas dependencias del vestuario, incluyendo el interior de los armarios metalicos. No encontro absolutamente nada.

3. Descripcion de la entidad
Pese a la ausencia de luz en el sector «B», el señor Merlo pudo apreciar -a solo 3 metros de distancia- algunas caracteristicas de la entidad merced a la luminosidad expandida por los focos aledaños.
Por de pronto, la posicion del fenomeno era la que indica la figura 3; la mano derecha, y casi formando ese mismo brazo un angulo recto con la region dorsal, estaba en contacto con lo que seria el apendice nasal de esa persona. El brazo izquierdo se mantenia apoyado en el borde del pileton, mientras que toda la estructura anatomica del ser se asentaba en el orillo del lavadero. La pierna derecha estaba extendida, mientras que la izquierda se veia recogida, afirmando la totalidad del pie en el suelo. (Si se tiene en cuenta que el pileton esta colocado a 0,90 m. del suelo, la talla del intruso debio ser muy elevada para que pudiera hacer descansar toda la planta del pie. Nuestra reconstruccion determino que la altura media del fenomeno habria oscilado entre 2,40 y 2,50 m.).
La vestimenta parecia ser enteriza, de color azul oscuro, tono mate, muy ceñida al cuerpo y ajustada en los puños. Su aspecto era corpulento. No vio botines ni cinturones. El buzo dejaba al descubierto el rostro y las manos. Dedos largos y finos. La piel -en sendos casos- era muy blanca, como de yeso.
Daba la impresion de una entidad viviente y no de un maniqui. Su craneo era grande y redondeado en su parte superior. No vio cabellos. Cuello delgado y corto. Menton ancho y plano, Las orejas, largas y terminadas en punta, no sobrepasaban la parte superior de la cabeza. Los ojos eran rasgados y estaban dispuestos horizontalmente; eran mucho mas grandes que los de los chinos. A la altura de las mejillas vio unas manchas o sombras indefinidas. No aprecio muy bien la nariz y la boca.

4. Efectos que caracterizaron la observacion

a) La temperatura en el area de produccion del fenomeno era bastante superior a la de los demas sectores;

b) La vista se le irrito y comenzo a lagrimear con bastante frecuencia (efecto de 3 dias de duracion);

c) Aparicion de una mancha rojiza en la parte media de la piramide nasal, con dolor persistente; (efecto que subsistia al tiempo de nuestra entrevista);

d) Dolores de cabeza reiterados; (idem, en cuanto a duracion);

e) Dolores en la region lumbar; (efecto de 7 u 8 dias de duracion).

5. Alternativas posteriores a la observacion

a) Fenomeno de reflexion de imagen: El señor Merlo no refirio a nadie su experiencia. Le preocupaba la forma en que esa persona habria entrado y salido del vestuario. Por temor a que le inculparan una supuesta negligencia en la atencion de sus tareas, opto por callar. Hizo simplemente un «identikit» de la entidad y lo guardo cuidadosamente.

Se retiro a su hogar de Villa Oviedo (Alta Gracia) a las 3.30 a.m.; pocas horas despues ­a las 9.10 p.m. del mismo 21 de setiembre- ascendio al omnibus que le llevaria nuevamente a la planta de Santa Isabel. Se sento en el tercer asiento de la izquierda, al lado de la ventanilla. En el vehiculo se conducian unas 25 personas.
Arriba del parabrisas, en el centro y con una ligera inclinacion, estaba el espejo retrovisor para observacion del pasaje. Tenia una configuracion oblonga (cuyas medidas certificamos en la reconstruccion del episodio) de 0,46 x 0,26 m. Las luces interiores iban apagadas, salvo la de vigilia, colocada sobre el tablero. Subitamente y cuando el vehiculo se desplazaba a la altura de Los Olivares el señor Merlo advirtio que en aquel espejo se estaba reflejando claramente un rostro similar al de la entidad vista en el vestuario; aunque esta vez los rasgos se apreciaban con gran nitidez. (?)
Giro el señor Merlo su cabeza, hacia atras, a fin de determinar si en el asiento trasero se encontraba alguna persona que respondiera a aquellas caracteristicas. Solo vio un pasajero recostado sobre la ventanilla. Tenia una gorra vasca en su cabeza y dormitaba con los brazos entrecruzados. No se parecia en nada a la imagen que trasuntaba el espejo.

Las particularidades del rostro reflejado eran identicas a las del fenomeno de las 5.40 a.m., pero habia otros detalles que ahora divisaba con mayor precision, La boca -Por ejemplo- parecia la de un can, con el labio superior que sobresalia con relacion al inferior. En ambas mejillas se apreciaban sendas manchas amarronadas, advirtiendose tambien movimientos faciales y oculares. Debajo de cada uno de los ojos habia dos pequeñas linea oscuras convergentes, con los angulos orientados hacia las cavidades oculares. Las cejas eran arqueadas y finas, como pintadas; no pestañeaba. La nariz, de aspecto triangular, sin carnosidad y de borde recto.
Tras unos 3 minutos de observacion, la imagen desaparecio ocultada por unos circulos concentricos. El espejo volvio a reflejar las escenas del interior del omnibus, viendose ahora la oreja derecha y parte del cuello del conductor, asi Como el hombro, brazo y parte del rostro del primer pasajero. Ninguno de los viajeros parecio haber constatado el fenomeno.

Una vez que el omnibus llego a la planta de Santa Isabel (10.30 p.m.) el señor Merlo se aboco de lleno a sus tareas habituales pero obsesionado por los fenomenos que habia vivido en tan estrecho lapso de horas, decidio -a las 5.00 a.m. del 22 de setiembre- radicar la pertinente denuncia en la persona del señor Romero, Jefe del Departamento de Proteccion de la planta, y le hizo entrega del «identikit» de la entidad (convenientemente enriquecido con la ulterior visualizacion en el espejo). (Ver fotos N° 2 y 3 que ilustran las caracteristicas de la entidad, segun un busto modelado por el propio señor Merlo).
El hecho se mantuvo en secreto y solo fue conocido a nivel del personal de seguridad. Sin embargo, el propio testimoniante no cree que se le haya asignado importancia, ya que no se le molesto para una ampliacion de la denuncia. Solo le hablo el 10 de octubre el Dr. Ignacio Castro Igarzabal, Gerente de Relaciones Laborales, a fin de interiorizarse de algunos aspectos del hecho. Pero no emitio opinion alguna sobre el particular

b) No encendido de luces: A las 2.00 a.m. del lunes 25 de setiembre el señor Merlo se aprestaba a verificar, con su compañero (de apellido Moyano), una inspeccion de practica al vestuario de Forja, cuando certificaron que las luces del local no se encendian. Temerosos a lo desconocido, cerraron la puerta nuevamente y no se animaron a entrar. horas despues -sin embargo-, repitieron la accion y comprobaron que las luces prendieron sin dificultad.

e) Detencion de relojes: El lunes 9 de octubre el señor Merlo advirtio -para su sorpresa- que tanto su reloj pulsera, como el despertador que tenia sobre la mesa de luz de su casa de Villa Oviedo, marcaban las 4.00 a.m., mientras que un reloj de pared -colocado en una habitacion contigua- indicaba las 5.00 am.; esta era, en definitiva, la hora exacta. Ambos relojes habian sido puestos en hora tomando como cartabon el de pared. Ignora el testimoniante si estos hechos guardan alguna relacion con los fenomenos antropomorfos anteriormente vividos

6. Analisis comparativo
Al exhibirle a Teodoro Merlo multiples ilustraciones de fenomenos antropomorfos, hizo particular hincapie en los siguientes detalles:

a) Caso Villa Santina: (2) La nariz y la boca de entidades se ajustan sorprendentemente a las caracteristicas del fenomeno de Santa Isabel;

b) Caso, Hopkinsville: (3) Las orejas no guardan ninguna semejanza con el fenomeno de Santa Isabel

7. Intento de interpretacion parapsicologica del fenomeno de reflexion
No resistimos el impulso de formular la hipotesis de que la reflexion de la imagen de la entidad de Santa Isabel hubiere sido un fenomeno de connotaciones parapsicologicas.

En tal sentido, pensamos en la factibilidad de verificacion de lo que tecnicamente se denomina «Sugestion Telepatica Retrocognitiva». Nos explicamos: la Sugestion Telepatica consiste en la induccion paranormal de ideas o sentimientos a otra persona, la que se ve facilitada cuando existe una emotividad u obnubilacion del consciente, sea del agente o del percipiente, o de ambos a la vez. (Casos de las supuestas apariciones de «muertos» explicables cientificamente por la proyeccion telepatica de la imagen del agente, favorecida por la mayor emotividad y por la agonia o, el estado entre la muerte aparente y la real del mismo. (4).

En algunos episodios (Sugestion Telepatica Retrocognitiva) se produce la manifestacion retardada de esa sugestion, toda vez que -como apunta Richet- «el tiempo de latencia entre el mismo acontecimiento y la monicion (percepcion) es variable. Fr. Myers supone que la impresion telepatica es inmediata (en esos casos de aparente retrocognicion), pero que esta impresion queda latente en el espiritu de percipiente no emerge en su conciencia sino despues de cierto intervalo (5) (Subrayados nuestros).
En el caso Merlo, creemos que el subconsciente de este recepto las facciones del fenomeno de Santa Isabel. El permanente estado de obsesion y de emotividad que le origino aquella manifestacion, habria posibilitado que con efecto retardado la viese nuevamente, aunque esta vez proyectada con las particularidades que grabo su subconsciente. (La Sugestion Telepatica se ve notablemente facilitada por las superficies reflexivas, como los espejos).

CITAS BIBLIOGRAFICAS
1. «Cordoba», Cordoba, 6-10-72.
2. «The Humanoids», Neville Spearman, Londres 1969, pp. 187-199. (Existe traduccion española bajo el titulo «Los Humanoides», Editorial Pomaire, Barcelona 1967, pp. 15-18).
3. Idem, p. 179 («Los Humanoides», pp. 209-211).
4. Quevedo. C.O. «El rostro oculto de la mente», Sal Terrae, Santander 1967, p. 399.
5. Citado por Quevedo en «op. cit., p. 395.

I. SEGUNDO FENOMENO ANTROPOMORFO

El segundo episodio de esta serie de fenomenos antropomorfos de naturaleza desconocida se verifico seis dias despues del incidente Merlo, el cual -insistimos- no fue divulgado sino despues de haberse conocido la produccion de este otro hecho.
A nuestro criterio, la experiencia de su protagonista (señor Enrique Moreno) es quiza la mas importante de todas, ya que presenta algunas caracteristicas significativas que lo colocan a la cabeza de la casuistica argentina sobre manifestaciones antropomorfas no identificadas.

1. Datos personales del testigo
El señor Enrique Moreno es un joven de 19 años de edad, que tiene cursado el segundo año del ciclo tecnico y tambien el segundo de la Escuela de Suboficiales de Cordoba. Es empleado administrativo de Ika-Renault, en la Planta de Santa Isabel. Presta servicios hasta las 11.30 p.m. en el Departamento de Teletipos y distribuye la documentacion interna de la empresa en una motocarga que le permite estrechar las distancias del complejo industrial (foto 4). Por expresa disposicion de la empresa lleva consigo un libro diario en el que consigna la hora de cumplimentacion de cada diligencia.
Es de baja estatura, delgado y de caracter introvertido, Cuando lo entrevistamos por primera vez el 14 de octubre de 1972, estaba aun fuertemente impresionado por los hechos que le toco vivir.

2. Condiciones de observacion
En la noche del 27 de setiembre de 1972 el joven Moreno salio de la Oficina de Guardia alrededor de las 10.30 p.m. y dejo despues la documentacion pertinente en la Oficina de Ingenieria (fig. 4). Habituado a la rutina, no oprimio la perilla de luz y deposito a oscuras -en una mesa- las planillas en cuestion. Subitamente se prendieron y apagaron paralelamente las dos filas de tubos fluorescentes que existen en la sala principal de la oficina. La operacion se repitio tres veces, sin que los tubos hubiesen parpadeado en lo mas minimo. Al apagarse las luces por ultima vez (todo el proceso duro apenas 15 segundos) escucho durante unos segundos un ruido como de turbina. Al margen del inexplicable encendido de las luces, le llamo la atencion el zumbido, toda vez que no existia en ese sector de la planta maquinaria alguna en funcionamiento. Y aun en el supuesto de que asi hubiere sido, asegura que no hay en ella un implemento tecnico susceptible de reproducir las caracteristicas del ruido percibido.
Sintio algo de temor. Monto nuevamente en la motocarga y enfilo hacia el sector de deposito, atravesando una calle interna de aproximadamente 200 metros de extension (fig. 4). Cumplimentada la tarea respectiva en este ultimo sector, salio del mismo a las 11.13 p.m., intentando reproducir en sentido inverso el trayecto que le llevaria nuevamente a la Guardia.
Sorpresivamente diviso hacia su derecha -bastante lejos, y casi mas alla de los suburbios de la planta- una suerte de arco iris que se habia formado muy cerca de tierra.

No dio mucha importancia al hecho y acelero su motocarga en la direccion ya especificada, comenzando a repetir el trayecto anterior.
En esas circunstancias visualizo a unos 100 metros de distancia, sobre la margen derecha de la calle y a unos 10 metros del cordon, una figura verde-azulada que se desplazaba pesadamente y que le dio la impresion de que se le iba a cruzar en el camino. (En ese costado derecho, el terreno es completamente despejado, aunque tiene 0,50 m. de elevacion con relacion a la calle. En el borde de aquel y a lo largo de unos 100 metros de extension estaban dispuestos unos chassis que iban a exportarse a Chile).
El señor Moreno penso en un operario (estos utilizan mamelucos verdes), especulando tambien con la posibilidad de que el detalle brillante que se apreciaba en el estuviese motivado por la incidencia de la luz a gas de mercurio que existe en las inmediaciones. Pero le llamo le atencion la talla desmesurada de esa persona, al punto que creyo que estaba por gastarle una broma, trepada en zancos.
Cuando estaba a unos 30 metros de proximidad (foto 5) la figura giro el torso hacia el, arrastrando en tal movimiento la cabeza y los brazos, cual si estos fuesen miembros inanimados, adheridos fijamente a aquel. Paralelamente el caño de escape de la motocarga produjo un disparo y -enseguida- el vehiculo comenzo a sacudirse, disminuyendo las revoluciones del motor y denotando este «desinfIarse» rapidamente.Puso la segunda velocidad, pero la motocarga avanzo lentamente y se detuvo inexplicablemente frente a la entidad, la que se encontraba en medio de los chassis. Por ese motivo solo fue visible de la cintura para arriba. La foto 6 muestra el lugar en que se detuvo el vehiculo (indicado en la emergencia por el autor de este articulo) y la posicion del fenomeno, señalada por el propio señor Moreno. (El motor no se detuvo nunca. Funciono a muy baja revolucion; pero las ruedas estaban como «clavadas» sin desplazamiento alguno).

3. Descripcion de la entidad
De porte atletico y talla superior a los dos metros. (En la reconstruccion determinamos entre 2,30 y 2,40 metros). Rostro anguloso, recortado a planos y de color blanco o verde muy claro. (El testigo ignora si este ultimo detalle era real o se debia al reflejo tonal de la vestimenta). Sin cabellos, con orejas que sobrepasaban el craneo; ojos brillantes y redondos, como si se tratara de dos bombitas de luz amarilla; no tenia parpados, pestañas ni cejas; boca como una linea recta y fina; piramide nasal perfecta, sin carnosidades, como si hubiese sido modelada. Daba la impresion de no ser una entidad viviente, sino mecanica.

La vestimenta consistia en un buzo enterizo verde-azulado, de apariencia plastica y de aspecto luminiscente. Tenia un cinturon ancho, plateado, con una hebilla grande y ovalada del mismo color. En la cintura derecha existia una pequeña protuberancia, como una cartuchera. Los chassis le impidieron apreciar las caracteristicas de las extremidades inferiores

4. Efectos que caracterizaron la observacion
a) A partir de los 30 metros de distancia y a medida que la motocarga se aproximaba al punto de ubicacion de la entidad, el señor Moreno comenzo a experimentar un insoportable zumbido en sus oidos, al punto que estos quedaron como tapados o apunados (efecto que subsiste hasta que se aleja del lugar del fenomeno);

b) Paralelamente a la verificacion del efecto precedente, gano todo su cuerpo un curioso hormigueo, que tambien persistio hasta su apartamiento del area de la manifestacion antropomorfa;

c) Sus extremidades superiores e inferiores sufrieron una paralisis espastica, caracterizada por la inmovilidad de las mismas (salvo la cabeza), como si de pronto hubiese perdido por completo su vitalidad habitual. Pese a ello, no tuvo inconvenientes en mantener la posicion que traia en el vehiculo;

d) La zona de produccion del fenomeno estaba muy caliente, pese a que la noche era bastante fresca;

e) En el ambiente flotaba un olor a aceite quemado.

f) Sintio posteriormente sequedad en la boca y una sensacion de nauseas, que subsistira por espacio de 24 horas;

g) Localizacion de un dolor en la nuca, en los brazos y en los dorsales, efectos estos que persistian al tiempo de nuestra primera entrevista;

h) Ardor en la vista, seguido de un lagrimeo intermitente (efecto que perduro tres dias)

5. Alternativas posteriores a la observacion
a) El señor Moreno piensa que no estuvo mas de 30 segundos frente a la entidad, no advirtiendo que esta realizara movimiento alguno durante el encuentro. (Salvo el giro de 45 grados, ya apuntado). Subitamente la motocarga salio disparada hacia la izquierda, sin que el haya podido controlarla y como impulsada por una fuerza desconocida. (Si se estudia la figura 4 se notara que a la izquierda de la callejuela esta emplazada la planta de montaje, una de cuyas puertas se encuentra precisamente a solo 7 metros del lugar en que se encontraba Moreno). El vehiculo, no bien supero ese acceso, dio un salto brusco volviendo el motor a funcionar normalmente. Pese a ello, el señor Moreno sostiene no haber podido dominar enteramente la maquina, toda vez que aun se encontraba embotado por los efectos del fenomeno. No recuerda haber accionado los controles para dirigirla, por lo que piensa que, o bien el maniobro la unidad instintivamente, o bien esta doblo las cuatro curvas de la calle interior del hangar (fig. 4), bajo los efectos de una fuerza desconocida. La velocidad limite alli (hay carteles indicativos) es de 5 km./horarios. Sin embargo, nos acoto que el vehiculo se desplazo a unos 50 km./horarios, al extremo que al superar la ultima de las curvas estuvo a punto de volcar. Al llegar a la Guardia casi embistio las barreras de seguridad, lo que le valio una inmediata reprimenda verbal de parte de uno de sus integrantes.

Paralelamente a su arribo escucho la sirena de salida, que suena exactamente a las 11.30 p.m. Su reloj pulsera -en cambio-, marcaba las 11.13 p.m. y se encontraba detenido. El señor Moreno acrecento su asombro al certificar en la Guardia que -efectivamente- eran las 11.30 p.m. No acierta a explicarse como pudo haber estado 17 minutos frente al fenomeno, ya que esta completamente seguro de no haber perdido el conocimiento en ningun momento

(En la reconstruccion del hecho determinamos que si el señor Moreno realmente partio del sector de depositos a las 11.13 p.m., el trayecto que realizo desde alli hasta la Guardia -incluyendo su detencion frente a la entidad por espacio de 30 segundos- no le habria demandado mas de 3 minutos. Vale decir, que su hora de arribo al citado punto terminal tendria que haberse producido alrededor de las 11.16 p.m.). Sobre el particular, queda planteado un importante interrogante acerca de un eventual estado amnesico de 17 minutos en el testimoniante, y probablemente rescatable al conocimiento general, por conducto de una futura regresion hipnotica;

b) La Guardia -interiorizada del incidente- se apersono inmediatamente al sector de visualizacion de la entidad, pero no encontro rastros de ella. Tampoco percibio el olor notado por Moreno ni comprobo la existencia de calidez alguna en el area.
Sin embargo, detras de los chassis -y casi correspondiendo a la posicion que habria ocupado el fenomeno- el señor Moreno dice que constato la presencia en el terreno de dos huellas rectangulares de unos 0,20 por 0,40 m. Alli la tierra estaba caliente; las marcas denotaban una depresion de 2 centimetros con relacion al suelo (que es bastante consistente en razon de su mezcla con aceite); dentro de ellas habia particulas luminiscentes, como mica. Llamada la Guardia a certificar el descubrimiento, uno de sus integrantes resto importancia al hecho reprochandole a Moreno estar viendo visiones, y con el pie derecho removio a desgano el perimetro, acotando paralelamente que es muy comun encontrar en ese terreno particulas de mica.

c) El Sr. Moreno -mientras era blanco de chanzas por parte de quienes le acompañaban en la emergencia, y que ponian en tela de juicio su observacion- comenzo a notar que se agudizaba su estado nauseabundo, haciendose intolerables los dolores en la nuca, brazos y dorsales. Las sienes le palpitaban.
Fue conducido rapidamente a la Clinica interna de la empresa, en donde se constato que su tension habia descendido a 7. Alli perdio el conocimiento.
Cuando volvio en si, y recuperado parcialmente como consecuencia de la inoculacion de sedativos, fue conducido en una ambulancia hasta su casa. En un estado marginal, casi de semi-inconsciencia, paso por su mente con sugestiva reiteracion una serie de palabras y numeros que no recordara posteriormente con precision. Pero no olvido expresiones como «coordenadas» «latitud» «longitud», «18». Ignora si las mismas conforman algun resabio del episodio vivido;

d) Ya en los accesos a la ciudad de Cordoba, el señor Moreno pidio a los conductores de la ambulancia que le acercaran hasta la casa de su novia. (El mismo protagonista no cejo despues en subrayarnos su sorpresa por este comportamiento suyo).
La señorita Elba del Valle Celiz, 18 años, nos confirmo que alrededor de las 0.30 a.m. el joven Moreno llego hasta su domicilio particular, repitiendo permanentemente haber visto en Ika-Renault una entidad de aspecto mecanico, como un robot. Lo noto muy nervioso y palido. Se asusto al verlo asi. Para su extrañeza, le pidio le permitiera recostarse unos minutos en un sillon, a lo que accedio. Cayo rapidamente en sueños, advirtiendo que temblaba y se movia nerviosamente en el aposento, como si estuviere siendo presa de fuertes convulsiones. Lo desperto preocupada. El señor Moreno bebio un vaso de agua, se disculpo por lo ocurrido y se despidio de su novia;

e) Al dia siguiente (28 de setiembre), y reintegrado nuevamente a sus tareas nocturnas en la fabrica, vivio otra experiencia analoga que nos relato en estos terminos:
A las 10.30 p.m., tras realizar unas tareas en una oficina contigua al sector de teletipos, se dirigio a esta ultima dependencia con miras a recoger unos implementos de trabajo. Mientras lo hacia, tuvo la subita impresion de que alguien lo observaba. Dirigio rapidamente su mirada hacia una ventana que da hacia un descampado (ver sector N° 1 en la fig. 6), y advirtio que a solo 3 metros de esta se encontraba -de frente- la misma entidad de la noche anterior. Paralelamente los tubos fluorescentes se prendieron y apagaron de manera analoga a lo sucedido en la Sala de Ingenieria. Un suave zumbido como de turbina inundo el ambiente. Las teletipos se encendieron. Presa de particular sobresalto, el señor Moreno corrio hacia la Guardia, intento superar las barreras de contencion clamando la necesidad de que alguien lo acompañase a certificar la presencia del intruso. (Ver sector N° 2 en la fig. 6). Uno de los guardias le tomo de un brazo y le manifesto seriamente que se serenase, atento que su obsesion por probar su presunta experiencia le hacia ver visiones que terminarian por enloquecerlo. Le invito a compartir el cafe con el resto de los guardias, quienes le expresaron que -para su tranquilidad- no divulgarian este otro supuesto episodio ya que su conocimiento por parte de la Superioridad podria poner aun mas en tela de juicio el estado de su salud mental. (Ya se le habia iniciado un sumario interno con motivo de la denuncia formulada en ocasion de la observacion de la noche anterior);

f) El 16 de octubre de 1972 el notable psicometra cordobes Enrique Marchesini (indudablemente el mas grande paragnostico argentino), al solo contacto de los yemas de sus dedos con una prenda del señor Moreno, nos dijo que el paciente era una persona que padecia un fuerte shock nervioso como consecuencia de una singular experiencia (no proporciono detalles sobre la naturaleza de la misma), que le habia impresionado vivamente. Recomendo mucho descanso y serenidad, añadiendo que el afectado era «un sujeto sincero en sus manifestaciones».
No dio otros pormenores del hecho. (Va de suyo que no se le suministro al señor Marchesini detalle alguno concemiente al motivo de la consulta en cuestion).

g) El analisis del reloj pulsera del señor Moreno (marca «Orient» determino que se encontraba altamente magnetizado. El tecnico que tuvo a su cargo la desmagnetizacion -sin conocer el origen de la misma- se lamento de que un reloj tan valioso hubiese sido objeto de la experimentacion descontrolada de algun curioso.

6. Analisis comparativo

a) Caso de Villa Santina: El señor,Moreno no encontro ninguna semejanza. (Recuerdese que para el señor Merlo, la analogia estaba dada en las caracteristicas de los labios).

b) Caso de Hopkinsville: Las orejas le resultaban algo parecidas, especialmente por sus dimensiones. El resto de la entidad no guarda relacion alguna con el fenomeno de Santa Isabel;

c) Moais de la Isla de Pascua: El testigo encontro una sorprendente correspondencia entre las manifestaciones de Santa Isabel y la foto de un «moais» de la Isla de Pascua

7. Consideraciones sobre el incidente Moreno
a) A proposito del Efecto EM producido en la motocarga en que se conducia el se ñor Moreno, resulta conveniente subrayar que la Universidad de Colorado -al adelantar una probable explicacion del fenomeno- descarto la posibilidad de que los OVNIs ionizaran de algun modo el aire, al punto de que la normal combustion interna de un vehiculo se viere obstaculizada. «Esto es considerado improbable -concluyo Roy Craig en el informe- porque no son reportados efectos fisiologicos o fisicos concomitantes que pudieran ser causados por tal ionizacion». (6)
Los efectos acusados por el señor Moreno entendemos que cuestionan abiertamente el juicio de Colorado, y abren una interesante posibilidad a la interpretacion del efecto EM como una secuela de la ionizacion del area de produccion del fenomeno.
Pero aun dentro de la hipotesis que finca la manifestacion de esos efectos en la accion de campos magneticos ligados a los OVNIs, nos remitimos -por su importancia- a dos trabajos del doctor Bernard E. Finch referidos a las derivaciones sico-fisiologicas de la exposicion humana a un campo de fuerza. (7) Creemos que los efectos denunciados por Moreno encajan dentro de una u otra perspectiva:

b) El subito salto que da la motocarga al trasponer el acceso del hangar, con la consiguiente normalizacion del motor, sugiere la posibilidad de que los elementos constitutivos del mismo (hormigon armado, chapas de zinc) hubiesen servido de aislantes del campo de fuerza generado por el fenomeno.
c) El encendido y corte de luz de los tubos fluorescentes de las salas de Ingenieria y Teletipos -en forma simultanea, sin intermitencias y sin el contacto electrico ordinario- inducen a pensar en la existencia de una alta dosis de electricidad ambiental en el area de verificacion de esos fenomenos.

CITAS BIBLIOGRAFICAS

6. «Scientific Study of UFOs», Bantam Books, New York .1969, p. 101.
7. Finch B.E. «Beware the Saucers», FSR, enero-febrero 1966, p. 4. «Comment on the Valensole affair», idem, p. 14.

III. TERCER FENOMENO ANTROPOMORFO

El tercer y ultimo episodio de presencias antropomorfas- en la planta de Santa Isabel tuvo lugar casi 4 horas despues del primer incidente Moreno, y con el cual existen significativas coincidencias.

1. Datos personales del testigo

Este tercer protagonista es el señor Luftolde Rodriguez, de 52 años de edad. Es chofer de camiones de la empresa «Egea». Su tarea consiste en transportar implementos tecnicos para los talleres de Ika-Renault. Es una persona simple, de no mucha instruccion (tercer grado primario), pero que habla con mucha conviccion de su experiencia.

2. Condiciones de observacion
Alrededor de las 3.40 a.m. del 28 de setiembre de 1972, el señor Rodriguez habia penetrado en su camion Dodge, modelo 1957, por el extremo N.E. de Ika-Renault (ver fig. 1). En ese sector debia descargar unos recortes de chapas; y asi lo hizo (es un vehiculo volcador). Se aprestaba a dar marcha atras cuando advirtio que el ambiente se ilumino. Alguien vino caminando desde atras y por el lado derecho del camion. Por la ventanilla de ese costado diviso -de perfil- el torso de una persona de talla muy elevada, toda vez que no alcanzo a ver su cabeza. Cuando este sujeto se coloco a la altura de la trompa derecha del camion, recien pudo apreciarlo a traves del parabrisas. Alli se detuvo y giro sobre si unos 100 grados y le miro. Repitio la accion en sentido inverso y prosiguio su marcha. Noto que este movimiento no fue natural, ya que no fue la cabeza la que giro, sino todo el torso, conjuntamente con los brazos.
Al alejarse (lo hacia pesadamente), cruzo en diagonal hacia la izquierda de la callejuela (ver fig. 7) y desaparecio detras de unos armazones metalicos.

3. Descripcion de la entidad
Tomando como cartabon unos cajones que se encontraban sobre los armazones, la talla media de la entidad habria sido de aproximadamente 2,50 m. Sus caracteristicas son muy similares al fenomeno descrito por el señor Moreno. Calvo, con la cabeza achatada en la parte superior y trasera, orejas largas y erguidas que sobrepasaban el craneo unos 2 centimetros. No tenia parpados, pastañas ni cejas. Tez muy blanca. Ojos redondos y luminosos. Nariz recta y de bordes planos. Boca pequeña (cree encontrar una correspondencia con el tipo de labio del episodio de Villa Santina). Vestia un buzo enterizo de color verde-azulado, de aspecto plastico y luminiscente. Porte atletico, aunque de apariencia no natural (como si fuera una coraza).
Brazos y piernas muy largos. Mostraba en su mano izquierda algo asi como una bola de billar que emitia permanentemente una luz muy blanca. El brazo izquierdo algo recogido. Llevaba un cinturon ancho y plateado, con un estuche o cajita del mismo color en su lado derecho.
En sendas muñecas se advertian abrazaderas plateadas de unos 10 centimetros de ancho. Las botas eran tambien plateadas, con una suerte de doblez en la parte superior. La base de los pies era ancha y de tipo rectangular. (Ver fig. 8). No flexionaba las rodillas al desplazarse. Se inclinaba levemente hacia el costado opuesto toda vez que adelantaba un pie. El fenomeno duro entre un minuto y un minuto treinta segundos.

4. Efectos que caracterizaron la observacion
a) A la altura del punto N° 2 de la figura 7 se paro el motor del camion, se apagaron las luces del vehiculo y tambien los faroles del costado derecho de la callejuela;

b) Sintio en sus oidos un zumbido como de abejas;

c) No podia mover las manos. Estaba como inmovilizado en su asiento;

d) El camion cimbraba, al punto que una radio a transistores que tenia encendida sobre el tablero, se cayo y se deterioro. (Previo a la aparicion, el receptor produjo una fuerte descarga y dejo de transmitir).
Cuando la entidad se hubo alejado unos 25 o 30 metros (punto 3 en la fig. 7), todos los efectos descritos desaparecieron automaticamente.

5. Alternativas posteriores a la observacion
Al desaparecer la figura tras los armazones, el señor Rodriguez permanecio sentado unos 2 o 3 minutos, como aturdido y sin atinar a hacer absolutamente nada. Unos trabajadores se le acercaron al camion, indagandole sobre la razon por la cual no iba a recoger la carga existente en un hangar proximo (sector Prensas). Les explico entonces lo sucedido; buscaron en las inmediaciones, pero no encontraron rastro alguno de la entidad.

6. Analisis comparativo
a) Caso Merlo: Semejanza con la forma de los labios;
b) Caso Moreno: Salvo el detalle anterior, el resto se ajusta plenamente a lo observado;
c) Moais de la Isla de Pascua: Notable correspondencia (foto 9);
d) Caso Pretzel (Carlos Paz): (8) Coincidencia solo en lo concerniente a la existencia de una esfera luminosa en la mano izquierda.

IV. OTROS TESTIGOS
Con el correr de los meses -y a medida que la investigacion se afianzaba- fuimos conociendo hechos complementarios que consolidaban la impresion de que algo realmente insolito sucedio en los ultimos dias de setiembre de 1972. Desafortunadamente, nuestras propias obligaciones profesionales no nos han permitido una dedicacion mas plena orientada hace la busqueda de otros testimoniantes de los fenomenos de Santa Isabel; el consabido temor al ridiculo debe haber impulsado a algunos de ellos a mantener en silencio sus respectivas experiencias. Lo comprobamos en oportunidad de la reconstruccion «in situ» de estos hechos, al manifestarnos algunos operarios que conocian a otras personas que tambien habian visto, no solo la entidad, sino tambien las evoluciones de un elemento aereo no identificado. Por tratarse de gente que ocupa cargos de jerarquia en la firma, los involucrados en estos episodios habrian optado,por negarse a testimoniar publicamente sus observaciones personales. Incluso se nos relato que un funcionario de la planta -cuyo nombre conocia nuestro informante- habia visualizado en la noche del 27 de setiembre un objeto luminoso que absorbia -mediante un tubo luminico- a una figura cuyas caracteristicas tambien respondian a las apuntadas por Moreno y Rodriguez. No obstante las seguridades que le hicimos llegar por conducto de este tercero oficioso, el eventual protagonista decline amablemente la concertacion de una entrevista.
Al margen de estos rumores, relacionados exclusivamente con personal de la planta de Santa Isabel, cabe consignar que tambien receptamos referencias de observadores ajenos a la misma, a saber:

a) Una señora de apellido Quiroga (afincada, en las inmediaciones de la planta) vio alrededor de las 11.30 P.m. del 27 de setiembre un objeto luminoso que, por conducto de un «tubo de cristal», recogia de aquel sector a una «persona» de aspecto humanoide. (Tampoco pudimos confirmar esta version);

b) El señor Norberto Grosso, afincado en Bo. Colon, Cordoba, mientras se conducia en su vehiculo particular en compañia de su señora esposa, observo en las inmediaciones de Ika-Renault -entre las 11.30 y las 11.45 p.m. del 27 de setiembre- un cuerpo luminoso que comenzaba a ascender desde la planta de Santa Isabel. Al principio -segun nos- confeso- lo tomo por un globo sonda, pero le llamo la atencion la forma veloz en que posteriormente cobro altura, desapareciendo verticalmente en fraccion de segundos;

c) Numerosos vecinos de Villa El Libertador (Barrio aledaño a la planta de Santa Isabel), nos relataron haber visto -alrededor de la medianoche del 27 de setiembre- una esfera luminosa que ascendia rapidamente desde el sector S. E. de Cordoba. (La planta de Ika-Renault se encuentra emplazada en el S. E. de Cordoba).

V. Conclusiones sobre los fenomenos de Santa Isabel
Creemos que los hechos son elocuentes y que asumen contornos significativos por las mismas caracteristicas que los signaron. Los testigos no se conocian entre si. Es gente sincera. Tanto de sus gestos, de sus narraciones, como de sus rostros de asombro, se transparenta permanentemente la autenticidad de sus expresiones. Los «identi-kit» confeccionados coinciden en multiples aspectos; particularmente en la talla, las orejas y la coloracion blanquecina de la tez. Y si bien es cierto que las vivencias de Moreno y Rodriguez resultaron mas ricas en analogias anatomicas que la del propio señor Merlo, es oportuno tener presente que las condiciones de observacion de este ultimo no fueron tan optimas como las que posibilitaron las visualizaciones de aquellos.
La existencia de otros observadores independientes confirman la verificacion de varios fenomenos desusuales que -en conjunto- quiza constituyen la mas notable secuencia episodica acaecida en la Argentina sobre manifestaciones antropomorfas de naturaleza desconocida. Cientificamente ignoramos las causas que rigen su produccion. Pero no alimentamos ninguna duda en torno a su realidad objetiva, que -como dato empirico nuevo- exige la utilizacion de metodos adecuados de estudio que faciliten la determinacion de algunas pautas o tendencias de significacion. Solo asi se avanzara convenientemente en la labor investigativa.

CITAS BIBLIOGRAFICAS
C. Bowen. Charles. «Strangers about the House» FSR, setiemibre-octubre 1968, pp. 10-12.