REVISION DEL CASO AMAYA (28 DE DICIEMBRE DE 1954)

El caso, cuya revision emprendemos ahora, se remonta a mediados de la decada del cincuenta, casi en coincidencia con la gran oleada europea de 1954. El incidente habia permanecido inedito hasta el momento de su registro -ca. 1971- y de su ulterior publicacion en 1973.
A partir de entonces, el mencionado evento y sus pormenores recibieron difusion periodistica en publicaciones del pais (CEFAI Revista, a.2, nº1, set. 1973; ATOM, a.1, nº4, jun, 1974) y del extranjero (Stendek, Barcelona, a.11, nº39, 1980; The Mufon UFO Journal, nº139, sept. 1979; UFO-nachrichten, okt., 1978).
No obstante el tiempo transcurrido, el caso reviste especial interes porque concierne a un supuesto aterrizaje de OVNI, asociado con entidades tripulantes, que fue aparentemente observado por personas responsables.
Una circunstancia fortuita me permitio enterarme de su existencia. En efecto, dirigia por entonces la Biblioteca del Banco de la Provincia de Buenos Aires y en ese momento el Dr. Garcia Holgado, catedratico universitario, concurria asiduamente a la Biblioteca para preparar un estudio monografico acerca de la historia de dicha institucion bancaria.
En conversaciones ocasionales, el Dr. Garcia Holgado, enterado de mi interes por el tema de los OVNI, menciono que una de sus hermanas – la Sra. Maria Luisa G.H. de Amaya- habia tenido, tiempo atras, una experiencia muy insolita concerniente a tal fenomeno. Incluso me proporciono el numero telefonico de su hermana. Asi pude tomar contacto con ella para convenir una futura entrevista, y finalmente tuve ocasion de conocer a la Sra. de Amaya , visitandola en su domicilio.
Fue asi, que en dos oportunidades, con un intervalo de casi un año entre ambas, entreviste a la testigo, en una tarea de encuesta de varias horas de duracion. Nuestra conversacion , ocurrio de manera distendida e informal, en virtud de la actitud cordial y abierta, de plena colaboracion, por parte de la Sra. de Amaya. Adquiri, de ese modo, un conocimiento directo de la personalidad de la testimoniante.
La Sra. de Amaya, habia nacido en España, pero se hallaba radicada en la Argentina desde hacia mucho tiempo. Habia egresado como profesora de Historia en la Facultad de Filosofia y Letras en la Universidad de Buenos Aires; ademas era concertista d piano.
Sus intereses. no guardaban vinculacion alguna con los entonces llamados «platos voladores, solo a posteriori de su observacion acudio algunas conferencias sobre el tema; pero no habia leido ningun libro al respecto. Su caracter no era nada proclive al misticismo y si realista -con los pies bien posados en tierra- y de sano sentido del humor. Impresionaba como una persona sincera, responsable, equilibrada y culta. Su vida, luego de la insolita experiencia, continuo normalmente, sin conversiones esotericas, dedicada a su actividad pianistica .Tiempo atras, la señora habia adoptado una niña que en la epoca de las entrevistas tendria unos 6 o 7 años.

El testimonio de la Sra. de Amaya
Hemos subdivido el desarrollo de los hechos (segun surgen de la narracion de la testigo) en seis fases sucesivas.
1) El comienzo del viaje. En la madrugada del 28 de diciembre de 1954, la Sra. de Amaya viajaba con un grupo de artistas españoles, por la ruta nº143, que une San Rafael con Mendoza. El grupo incluia entre otros a Maria Antinea -cancionista de vasta actuacion de la decada del cincuenta- , su esposo Sr. Enrique Kotliarenco, el empresario artistico Agustin Romano Gaeta, y la pareja de baile flamenco Sol y Teremoto (Soraida Escudero de Fernandez y Francisco Fernandez). Todos ellos habian participado de la inauguracion de una estacion de radio en la primera de las ciudades nombradas y se dirigian a la capital de la provincia para una nueva actuacion. Eran siete personas (tal vez mas) en total, ubicadas en un automovil de gran capacidad (Packard o Buik).
Habian cenado muy tarde (mas de las dos de la madrugada) y hablaban de temas diversos, en nada concernientes a OVNIs o a lo sobrenatural.
2) Percepcion de un fenomeno luminoso. Serian aproximadamente las 3:30, cuando de pronto uno de los viajeros llamo la atencion sobre un resplandor que provenia del costado de la ruta, a mano derecha. Inicialmente pensaron que se trataba de un fogon y tal suposicion motivo algunas bromas sobre las inhabituales costumbres de los lugareños. Pero pronto descubrieron que no era ese el caso.
3) Percepcion de un objeto anomalo Posado en un campo proximo, a unos 150 o 200 metros de distancia de la ruta, se hallaba un objeto luminoso que irradiaba una luz azul intensa, pero no deslumbrante, que semejaba por su color la llama del alcohol muy puro o la de una soldadura autogena, Tenia la forma de dos platos hondos superpuestos, unidos por el borde. De su franja ecuatorial surgia la luminosidad azulada y tambien una especie de neblina. Impresionaba como algo solido y material, aunque no se advertian en el detalles de estructura (ni puertas ni ventanas). Era de grandes dimensiones, «como un omnibus». La luz que emanaba del mismo en ningun momento enceguecio a los testigos, de modo que pudieron observarlo sin dificultades.
4) Percepcion de entidades humanoides. Los testigos, muy intrigados, detuvieron el automovil, descendieron de el y se acercaron al extraño objeto. Cuando se hallaban a media cuadra, aproximadamente, notaron que junto al objeto habia dos figuras humanas. Una de ellas estaba de pie; la otra en cuclillas. Su vestimenta consistia en un buzo enterizo, de color oscuro, que se prolongaba cubriendo la cabeza con una especie de capuchon o casco, similar al que usan los operarios en las fundaciones; incluso les parecio que la cara estaba protegida por un material transparente, como mica. No pudieron en cambio distinguir detalles del rostro.
El individuo que estaba en cuclillas se incorporo y ambos seres ingresaron en el OVNI por una especie de puerta corrediza que, como un rectangulo oscuro, se abrio contra el fondo luminoso. Para transponerla levantaron mucho los pies, como si debieran superar un umbral o como si la puerta estuviera a cierta altura. La talla de los dos tripulantes era la de un hombre de estatura media y su apariencia esbelta. No se les alcanzaba a divisar los brazos y se movian con rigidez.
5) La «persecucion». Al cerrarse la puerta, el objeto comenzo a echar humo, gas o vapor por la zona ecuatorial, a la vez que en completo silencio se elevaba verticalmente -como un ascensor- para detenerse a unos dos metros del suelo. Entonces se encendieron dos luces rojas -una arriba, otra abajo- a cierta distancia del cuerpo del OVNI. Dichas luces se encendian y apagaban alternativamente y los testigos supusieron que debian estar en las extremidades de sendas antenas; aunque estas no eran visibles.
Alarmados, los testigos volvieron apresuradamente al automovil, en tanto el OVNI comenzaba a realizar una serie de maniobras en zigzag, con detenciones bruscas, quedando suspendido en el aire a veces, y moviendose en angulos agudos. Subieron todos al coche y emprendieron la marcha a gran velocidad. El OVNI se puso a seguirlos, colocandose a uno y otro lado del vehiculo, o bien directamente por encima de el. Los movimientos eran tan rapidos que los cambios de posicion parecian instantaneos.
Con las primeras horas del amanecer y la tenue neblina que se levanta en ese momento, dejaron de verlo. Por un rato creyeron que el planeta Venus, que brillaba intensamente, era el objeto que continuaba siguiendolos.
6) La reunion en Mendoza. Cuando llegaron a la ciudad de Mendoza, el empresario del grupo de artistas españoles, Sr. Romano Gaeta, sugirio que para descartar la posibilidad remota de una alucinacion colectiva, descansaron todos un rato y se reunieran luego para dar, de manera independiente, la propia version de la experiencia vivida. Asi lo hicieron, y todas las descripciones fueron esencialmente identicas, salvo en el lenguaje utilizado.
Dado el caracter profesional de los testigos, se decidio no dar a conocer a la prensa el episodio, a fin de evitar que se pensara en un truco publicitario. Sin embargo, la Sra. de Amaya llamo por telefono a su madre, tal habia sido el impacto emocional recibido.
La opinion unanime de los protagonistas fue que estaban en presencia de un artefacto aereo no terraqueo. Ademas, la Sra. de Amaya señala que en un principio los testigos no tuvieron miedo, sino mas bien curiosidad; solo se atemorizaron cuando el OVNI comenzo a seguirlos.

La reencuesta del Dr. Roberto Banchs
A mediados de 1985 – mas de 30 años despues de ocurrido el avistamiento de Mendoza- el investigador Roberto Banchs, emprendio la tarea de completar el relato de la Sra. de Amaya, con las experiencias narradas por los otros integrantes del grupo artistico que acompañaba a la testigo principal. Como fruto de tal busqueda, se aportaron nuevos datos y precisiones, y fundamentalmente se obtuvieron los testimonios de varios de las personas involucradas en el evento. Asi ha sido posible contrastar las diversas versiones, aunque con las limitaciones que se advertiran mas adelante.
A continuacion expondremos lo testimoniado por la Sra. Mauricia Holgado y Barrio, madre de Maria Luisa H. de Amaya; la Sra. Maria Antinea, la Sra. Soraida Escudero de Fernandez; y el Sr. Agustin Romano Gaeta.

Testimonio de la Sra. de Holgado y Barrio
A pesar de que la madre de la Sra. de Amaya no se incluye en el grupo de testigos, su relato posee innegable relevancia porque fue la primera persona a quien la Sra. Maria Luisa, conto su conmocionante experiencia. Y tengase en cuenta que ello ocurrio pocas horas despues del avistamiento. Por tal razon hemos preferido reproducir textualmente su testimonio.

Encuestador: Dr. Roberto Banchs
Tipo de encuesta: personal
Año: ca. 1985.

«El plato volador, segun lo vio mi hija era asi, como dos platos (unidos por sus bordes) sin que se junten. Entre ellos, una serie de ventanas» perpendiculares de esas que se abren y cierran, persianas, celosias. Era como los trompos de los chicos, con la pua de la cual tirarse; pues eso tenia, una en la base y otra arriba».
«Ellos venian por la carretera, en Mendoza, despues de dar un concierto, cuando aparecio eso a unos 500 m en el campo. El marido de Antinea y mi hija vieron el aparato y dijeron: ¡»No, si es un plato volador!… De la parte superior echaba un humito, como un morse. Emitia una lucesita, verde otras veces roja. La parte de abajo estaba como anclada, pero tenia un ligero balanceo pues, claro, era mas pequeña para mantener estable semejante volumen. Tambien escuchaba un suave zumbido».
«Pararon el coche -no por que los detuviera el plato volador, no- y vieron a un individuo vestido de buzo, con una escafandra de esas que tienen un cuello rigido. Eran dos figuras, de aspecto humano, mas bien bajos… Los pianistas saben musica y manejan el tiempo y la distancia, y mi hija era una gran pianista y ella calculo que estarian a 500 m; en el campo se aprecia mejor. Y habia uno con una rodilla en tierra y otro de pie. El que estaba de pie ponia las manos, y el otro tomaba tierra y la depositaba en las manos de aquel. Eso fue objetivamente. De pronto, una especie de persiana se abrio y desaparecieron estos individuos».
«Entonces el marido de Antinea y mi hija quedaron en salir del coche y encaminarse hacia alli, pero el gitano y su mujer -la pareja de bailarines-, comenzaron a dar gritos y echarse en el fondo del coche, ¡y que no!. Y Maria Antinea lo mismo. Quedaron inmoviles… Todos los camiones que venian por la ruta, segun me conto mi hija, tambien se detuvieron para verlo. No fueron ellos solos».
«Mi hija pudo percatarse que el movimiento de las dos figuras eran como en camara lenta. Dieron como tres pasos y desaparecieron. No llegaron a ver como ingresaron, no. Vieron las varillas de aquello que giraba y desaparecieron. ¡Y desaparecio el globo tambien!. Pero de repente lo vieron encima del camino. Notaban solo la parte de abajo, que continuaba echando humo. Y asi estuvieron como media hora de camino, apareciendo y desapareciendo».
«Se nota que la velocidad que llevan no esta hecha para el ojo humano. Hay cosas que no todos podemos ver ni percibir…Hay ojos que ven mas…».
«Bueno, cuando llegaron a destino se dijeron unos a otros: «Sin decirnos nada, vamos a dibujar cada cual como pueda lo que hemos visto». Y coincidieron todos».
«Despues ella me llamo alborozada. A la pobre no le creyo nadie. Le creyo su madre. Es que las madres nos creemos todo, gracias a Dios…Ademas se refugio en mi, por que yo le hacia preguntas, y mas preguntas. Me interesaba…».

Testimonio de la Sra. Soraida Escudero de Fernandez (Sol).
Encuestador: Jose Ruesga Montiel.
Tipo de encuesta: personal.
Fecha: a fines de 1985
Lugar: España

Datos esenciales:
Corrobora las circunstancias del viaje.
Divisaron a lo lejos un punto luminoso de tono rojo, que en principio identificaron con un avion. Sin embargo, aquel punto luminoso maniobraba como en circulos, acercandose y alejandose a intervalos, descendiendo paulatinamente.
Detuvieron el automovil y alguien comento que aquello era un plato volador. Mientras tanto, el objeto se acerco a unos 300 metros, maas o menos, y de su forma circular y tono rojo, se desprendieron luces tronconicas proyectadas contra el suelo, de color amarillento, dando la impresion de querer aterrizar.
Hubo miedo en los presentes, incluso recuerda que una de las mujeres sufrio un ataque de histeria.
Hace especial mencion al intento del conductor por arrancar el vehiculo y aproximarse al objeto, sin resultado, ya que el automovil no respondia a sus demandas de marcha. Recien cuando el objeto se alejo en cuestion de segundos (dato en el que pone mucho enfasis), el auto arranco sin dificultad. Ellos pensaron en los nervios del conductor, antes que en un fallo del propio vehiculo.
Sobre la presencia de seres y ocupantes, y por el presunto aterrizaje del objeto, Soraida dijo en ambos casos que nada de ello observo, si bien es cierto que a la distancia avistada y por la emision de esas extrañas luces, dio la impresion de querer aterrizar.

Testimonio de Maria Antinea (Sra. de Kotliarenco)
Encuestador: Dr. Willy Smith
Tipo de encuesta: telefonica
Fecha: mayo de 1987,
Lugar: Texas, EE.UU.

Datos esenciales:
Corrobora las circunstancias del viaje de San Rafael a Mendoza.
Lo primero que vieron fue como un fuego, y pensaron que algo se estaria quemando.
El objeto era redondo, como un «trompo», de unos 20 metros, con una luz azulada arriba y rojo en la parte inferior. Fue percibido a una distancia considerable, mas de 100 metros con seguridad, posado en el suelo. No hubo oportunidad de preguntarle si se habian bajado del coche.
Los artistas estaban «sobrecogidos», pues el objeto se elevo verticalmente a una velocidad vertiginosa.
Los integrantes del grupo decidieron no mencionar el incidente por el temor de que los sospecharan de querer hacerse propaganda como artistas.
Al llegar a la radio, oyeron a otros dos señores comentar que habian visto algo.

Testimonio del Sr. Agustin Romano Gaeta
Encuestador: Dr. Banchs
Tipo de encuesta: personal
Fecha: junio de 1987
Lugar; Rosario de Santa Fe

Datos esenciales:
«Fue en 1954, ibamos de San Rafael a Mendoza, despues de hacer un espectaculo y cenar algo alla. Serian las 2, 3 o 3:30 horas.
«Iba conduciendo el Buick, un coche grande. De ocho o nueve personas ibamos en el auto… Enrique (Kotliarenco) hablaba para no quedarme dormido, contabamos cuentos, de lo se trabajaba; de cosas mundanas».
«De pronto, a mitad de camino aproximadamente, mas cerca de San Rafael, vi en el suelo esas luces. Vi el suelo iluminado. Nadie se habia dado cuenta, pero como venia manejando, mire y dije: ¡mira esa luz que hay alla!. Y todos observamos. Yo lo vi desde un principio, se hallaba en el suelo, el primero que lo vio fui yo. Ahi detuve el auto y todos bajamos».
«Estaba a 200 metros y, al momento de salir del Buick, se elevo a unos 50 o 100 m y vino hacia nosotros, en linea recta, hasta acercarse a otros 50, 100 m. Ahi me asuste. Tenia forma romboidal, de 2 a 4 m de lado, aparentemente. La luz provenia de la orilla, y al centro como hueco. Era de distintos colores, por ahi se veia verde, azul, colorado. Hacia una variacion, pues parecia que se apagaba y prendia».
«No habia ruido, y tampoco humo, nada. Vino hacia nosotros, y entonces tomo para arriba, en diagonal hacia las sierras a enorme velocidad, hasta perderse en un minuto o dos».
«Estabamos solos nosotros. Y ese es el temor que me agarro, y a todos. Nos asustamos, pero sin entrar en panico…Quien se impresiono mucho fue la pianista. Habla de cosas que vio, por que se impresiono. Es una ilusion optica lo que ha tenido. ¿Figuras, de seres?, no, eso no. Yo no lo vi. Era un aparato solamente. Al bajar todos y empezar a subir el objeto, enseguida nos quisimos meter en el auto para salir disparando…Luego tomo para las sierras, lo hizo a una velocidad mayor aun».

Estudio comparativo de los testimonios
En primer lugar es menester destacar una importante dificultad inherente a las llamadas reencuestas. El tiempo transcurrido .desde la ocurrencia del incidente, ha debido necesariamente distorsionar , en mayor o menor grado, los pormenores del episodio, en razon del natural debilitamiento de los recuerdos. Diecisiete años, desde la primera de mis entrevistas con la Sra. de Amaya; y los mas de treinta años transcurridos cuando el inicio de la reinvestigacion posterior, sin duda no configuran factores positivos como para pretender alcanzar respuestas concluyentes respecto al caso. No es igual la riqueza y exactitud de los pormenores viables de lograr en una investigacion de campo, ocurrida a pocos dias de un evento OVNI, que «contraencuestas» -¿en contra de quien o quienes?- efectuadas varias decadas mas tarde.
A modo de acotacion, y con referencia al tema de las denominadas contraencuestas -un instrumento metodologico predilecto de los sociopsicologistas- su significado aparece muy claramente definido en las fuentes lexicograficas consultadas. Por ejemplo, en el Diccionario Kapelusz de la Lengua Española, ed. 1977, leemos: preposicion usada para señalar oposicion y contrariedad. (Es su acepcion mas acostumbrada).
Y la sinonimia no hace sino ratificar el sentido de una actitud negativa y confrontativa; vease sino lo que nos dice extensamente el Diccionario OCEANO de Sinonimos y Antonimos, edicion de Milenio:. oposicion, obstaculo, adversidad, estorbo, objecion, contrariedad, antinomia, antagonismo, rivalidad, enfrentamiento, etc. ; y tambien repulsion, repulsa, odio, hostilidad, enemistad, etc.
Su etimologia latina concuerda igualmente con todo lo antes mencionado: en su acepcion adverbial, contra, significa enfrente; de otra manera; al contrario, al reves de lo que; contra lo que.
Por consiguiente, como aporte a nuestra pureza idiomatica es mejor relegar en el olvido, ese infortunado galicismo fruto -pienso- de ciertas modas frivolamente importadas.
El otro factor paradojicamente negativo para intentar una reconstrucion precisa de los acontecimientos es la multiplicidad de testigos involucrados .En situaciones emocionalmente perturbadoras, los protagonistas reaccionan de diferentes maneras; sus percepciones no son las mismas (por factores de distancia, ubicacion, aptitud visual, personalidad, etc.) y como consecuencia, no es sorprendente que sus respectivos testimonios muestren aspectos concordantes y discordantes. Dicho de otro modo: no todos los testigos ven lo mismo, o bien describen o interpretan de distinto modo lo que ven. Y esto aparece como una constante en los casos de testigos multiples (v.g. el incidente de San Carlos de Bariloche, 31 de julio de 1995, en el Informe elaborado por Juan Pablo Gomez y el autor).
El testimonio mejor estructurado, detallado y a la vez coherente, es sin duda el de la Sra. de Amaya; ratificado por el relato de su madre (a quien lo narrara a poco de ocurrido el evento, lo cual aporta un valioso elemento de juicio para fundamentar las aseveraciones de su hija, por su inmediatez temporal) ; y tambien por el Dr. Garcia Holgado -quien me señalo en su momento que su hermana habia tenido una experiencia que involucraba la presencia de OVNIs y entidades.
Ademas, curiosamente, en su testimonio hay referencias a ciertos patrones de comportamiento muy especificos -y no comunes- que por entonces, en aquella epoca, no habian adquirido difusion popular ni periodistica y que incluso no eran familiares aun para muchos de los aficionados al tema. Por ejemplo, respecto a las entidades se describen elementos tales como torpeza o rigidez en el desplazamiento de sus miembros inferiores; «el movimiento de las dos figuras era como en camara lenta». Ademas la testigo hace mencion a que «no les alcanzaba a ver los brazos» . Sabido es ahora el hecho de que las entidades, en ocasiones infrecuentes, parecen mostrar ciertos rasgos anomalos en sus extremidades. En tales incidentes, los testigos afirman no haber podido percibir los brazos de los tripulantes porque parecian no tenerlos , o bien los llevaban extrañamente pegados al cuerpo. Cabe agregar tambien como datos sugestivos el uso de dispositivos semejantes a escafandras (recordemos que las observaciones de entidades con esas caracteristicas recien comienzan a irrumpir en las noticias de diarios franceses a mediados del año 1954); y actividades que sugerian la recoleccion de muestras del terreno .
En lo concerniente al supuesto OVNI, la descripcion de la testigo refiere detalles tales como maniobras fisicamente imposibles en la fase de»seguimiento» (movimientos en zigzag, detenciones bruscas, giros en angulos agudos, y cambios de posicion casi instantaneos); la emanacion de una especie de neblina o vapor , (que nos recuerda el caso de Trancas); la apertura de una puerta corrediza en la estructura del objeto, no advertida inicialmente: «de pronto, esa especie de persiana se abrio y desaparecieron estos individuos» ; o la luminosidad azulada emitida por el fenomeno, , semejante a la producida por una soldadura autogena.
Creemos poco probable que todos estos pormenores fueran conocidos por la testigo, cuya informacion sobre el tema OVNI antes de su experiencia era, como ya subrayaramos , muy superficial o casi nula.
Los testimonios de las Sras. Maria Antinea y de Sol aportan historias fragmentadas; pero hay que resaltar las circunstancias limitativas de los mismos. En el caso de Maria Antinea, su relato se redujo a una breve conversacion telefonica, agravada por la hipoacusia que afectaba a la testigo. Tampoco se le pregunto acerca de la supuesta presencia de entidades como las descritas por la Sra. de Amaya , de modo que no fue posible ni corroborar ni refutar ese segmento del testimonio. Con esa excepcion, Maria Antinea concuerda a grandes rasgos con las diversas fases señalas al tratar la atestacion de la Sra. de Amaya. Observese, al respecto, que confirma la mencion sobre que otras personas habian visto en la ruta algun fenomeno anormal.
En cuanto a la Sra. Soraida Escudero, no observo el supuesto aterrizaje del objeto ni tampoco la presencia de sus ocupantes. Sin embargo , reconocio que a la distancia avistada y por la luminosidad que fenomeno emitia, dio la impresion de querer aterrizar. En otros aspectos del caso, la version de la testigo contradice o al menos no corrobora la narracion de la Sra. de Amaya; aunque el encuestador hace mencion a sus dificultades para recordar pormenores del incidente, y que incluso no recuerda la fecha precisa en que el mismo ocurriera. Un detalle curioso en el testimonio de Sol es que al referirse al comportamiento cinematico del fenomeno luminoso, dice: «Maniobraba como en circulos, acercandose y alejandose a intervalos, descendiendo paulatinamente». Y esta descripcion guarda similitud con la fase 6 del testimonio de la Sra. de Amaya (vease supra).
El testimonio del Sr. Romano Gaeta, ofrece datos mas precisos y detallados que en los dos casos anteriores, seguramente en razon de las condiciones que tuvo lugar la entrevista. Las circunstancias iniciales que su relato describe, confirman con mucha aproximacion (las diferencias son leves) la narracion de la Sra. de Amaya. Corrobora tambien que fue el quien manejaba el auto y el que primero diviso, en el suelo, una luz que llamo su propia atencion y la de los demas integrantes del grupo».
Pero, partir de este primer segmento testimonial, la version de Romano Gaeta difiere notablemente respecto a la de Amaya.
La descripcion del objeto muestra caracteristicas disimiles -aunque si habla de «objeto» y no solo de una luz- pero las circunstancias del avistamiento en cuanto a secuencias, distancias, colores y formas no son iguales. Sin embargo, concuerda en que el «objeto» levanto vuelo y se acerco velozmente hacia el grupo de testigos, provovando temor en todos ellos y su apresurado alejamiento.
El Sr. Romano Gaeta, si bien reconoce que el amedrentamiento fue generalizado, subraya el panico de la Sra. de Amaya, y atribuye a esa causa su vision de las entidades humanoides., a las cuales el no vio en momento alguno.
Por fin, admite que la sugerencia en cuanto a mantener en reserva la experiencia sufrida, surgio de su propia iniciativa.

Del conjunto de testimonios que hemos mostrado, surgen tambien fuertes indicios acerca del momento preciso en que las personas del grupo experimentaron la sensacion de miedo. No antes de que el objeto iniciara sus movimientos de acercamiento; fue esa aproximacion inesperada lo que evidentemente atemorizo a los testigos y los forzo a emprender una verdadera fuga. Debio tratarse necesariamente de un estimulo visual no solo de ostensible inhabitualidad, sino tambien con caracteristicas tales que las personas interpretaron como atemorizantes.
En la tabulacion que se muestra en folio aparte, aparecen en un formato de facil lectura, los elementos testimoniales, aportados por los diversos testigos, en que se aprecian las discordancias, similitudes y contradicciones que emergen del estudio comparado., relativos a los aspectos esenciales del avistamiento

Conclusiones

En la primera encuesta realizada por el autor hacia el año 1973, al cabo de una evaluacion de su contenido, y a la luz de los datos recopilados por entonces, se arribo a la siguiente conclusion: » Resumiendo; consideramos que el relato de la Sra. de Amaya merece fe, pues no hay motivos de peso para sospechar un fraude. Ni la personalidad de la testigo concuerda con semejante presuncion ni la circunstancia de que durante años mantuviera su experiencia dentro del mas intimo circulo familiar favorece tampoco la hipotesis de una posible mixtificacion».
Aun hoy, revisando este caso, con el aporte de informacion complementaria, pensamos que lo expresado respecto a la validez del mismo, conserva plena vigencia. Por añadidura, la probabilidad de que la testigo haya malinterpretado un fenomeno natural conocido o algun artefacto de confeccion humana resulta minima, si se tiene en cuenta la proximidad de la testigo al objeto inusual percibido, la riqueza de detalles descritos y las favorables condiciones de visibilidad existentes la noche del avistamiento.
Las sugerencias del Dr. Banchs en el sentido de que la Sra. de Amaya hubiera caido en un agudo estado crepuscular, y sufrido una experiencia irreal, un delirio alucinatorio producido, segun esta interpretacion, por una intensa reaccion de miedo, se insertan en un campo especulativo, desde una postura evidentemente psicologista. Es importante destacar que el mencionado investigador nunca llego a tener contacto personal con la Sra. de Amaya, pues esta habia fallecido casi una decada antes de implementada la reencuesta. Se trata, en consecuencia, de una opinion conjetural, no fundada sobre el conocimiento directo del sujeto. Asi parece reconocerlo prudentemente el propio Banchs al decir: «Desde luego, no podria ser nuestro proposito formular algun tipo de diagnostico, o cosa parecida».
De cualquier modo, considerados globalmente, los relatos expuestos permiten arribar a una conclusion insoslayable: algo inusitado, fuera de lo habitual, y atemorizante, (pues todos los testimonios hablan sin excepcion del temor que, en mayor o menor grado, afecto a los testigos) ocurrio en la madrugada del 28 de diciembre de 1954. Recuerdese tambien, que la actitud del grupo antes del incidente habia sido normal, sin expectativas de tener un encuentro con algun fenomeno misterioso; solo hablaban de temas cotidianos y familiares. Aun aceptando que la Sra. de Amaya sufriera un ataque de histeria, el mismo tendria que haber sido provocado por un estimulo excepcional e intimidante. Si el terror de la testigo desencadeno una sucesion de imagenes y acontecimientos tan bien hilvanados y coherentes (y con ciertos datos especificos y pocos divulgados del tema OVNI, como los antes mencionados) necesariamente ese panico debio estar relacionado de manera causal con algun fenomeno externo que poseia las caracteristicas de inhabitualidad arriba señaladas.
En definitiva: como sucede con la mayoria de los eventos OVNI, dada la extrema evasividad que caracteriza al fenomeno, nunca se podra determinar categoricamente que fue especificamente lo observado por esas personas en la ocasion mencionada y que incluso los decidio a no hacer publica sus experiencias al llegar a la ciudad de Mendoza.
Restan muchos puntos dudosos. Fundamentalmente -y este dato es de singular importancia- ¿Quienes bajaron del auto y quienes permanecieron en el ? ¿ bajaron todos, como rememora Romano Gaeta? ¿Solo Kotliarenco y Amaya? Es decisiva la respuesta a tales interrogantes, pues parece obvio que aquellos que descendieron del vehiculo y se acercaron al objeto debieron tener necesariamente una percepcion muy distinta; sin duda mas pormenorizada y amplia.¿.Y cual fue la duracion de todo el episodio? Solo la Sra. de Amaya menciona un cifra horaria.
Por fin, ¿Hubo realmente otros testigos , aparte de los integrantes del grupo artistico? Amaya y Antinea , en sus respectivos testimonios asi lo señalan. Muy valiosa seria una prolija compulsa en los archivos de los diarios locales para confirmar o no estas aseveraciones.
Concluyendo: en lo que concierne al caso de Mendoza la incognita que subsiste es la siguiente:¿ se trato en realidad de un encuentro cercano del Tercer Tipo (CE-3), como se desprenderia de la version proporcionada por la Sra. de Amaya; o bien de un objeto desconocido y anomalo percibido a corta distancia del suelo (CE-1)?
Cualquiera fuera la respuesta para tales interrogantes, en ambos casos siempre estariamos frente a una experiencia OVNI cuya relevancia no puede subestimarse. Pensamos que ella posee muy alto valor de evidencia dentro de la casuistica ufologica argentina